En su libro, Diana Torres comparte análisis empírico y autónomo
“Que las lágrimas no sean el único flujo que nos une”, dijo María del
Carmen González, durante la presentación de “Pucha Potens”, un libro que
habla precisamente sobre otro fluido, uno sobre el que se propone que
se comparta: la eyaculación femenina.
“Los hombres tienen pene, las mujeres no. Los hombres tienen próstata,
las mujeres no. Por lo tanto, los hombres eyaculan y las mujeres no”. Y
así, pareciera que la anatomía entre hombre y mujer se tratara sólo de
la ganancia y la pérdida, una sutil estrategia del patriarcado para
opacar el verdadero conocimiento sobre nuestros cuerpos.
En “Pucha Potens”, la autora del libro, Diana Torres (también conocida
como Diana Pornoterrorista), comparte una investigación empírica y
documental autónoma con la que grita al mundo que todas las mujeres
tienen próstata y todas las mujeres eyaculan.
¿Qué es lo que sucede cuando no se tiene esa información? Diana Torres
pensó durante mucho tiempo que, en sesiones de sexo muy placenteras,
orinarse era parte exótica de su sexualidad. Hasta 2005 y gracias a unas
sábanas negras, Diana descubrió que esa mancha blanca no podía ser
orina. Y tampoco olía como tal.
“Yo me quedé mirando esa figura en la cama casi como por una hora, como
quien ve a la virgen en los urinales del baño. Tuve una epifanía ese
día, realmente. Descubrí que no me orinaba”, recordó Diana durante la
presentación de su segundo libro, el pasado 15 de junio en una librería
de esta capital del estado de Puebla.
Para responderse a sí misma sobre qué era ese líquido y de dónde
provenía, Diana se embarcó en una larga búsqueda que inició en la
Biblioteca de Ginecología de una universidad en España.
En “Pucha Potens” se relata y se comparte el resultado de cada búsqueda.
En las bibliotecas no encontró nada, salvo omisiones o enunciaciones
despectivas hacia el cuerpo femenino. También encontró viejos libros de
ilustraciones anatómicas con páginas arrancadas, sospecha que durante el
franquismo.
“Para lo único para lo que me sirvió esto fue para darme cuenta de
quiénes son los auténticos enemigos de nuestros cuerpos. Y uno de
nuestros enemigos es sin duda la ciencia instrumentalizada por el
patriarcado. La ciencia en sí no es un enemigo. Es el patriarcado que
para mí no es una abstracción, es más bien una especie de wi-fi que está
en todas partes.
“Otro de los enemigos en el mismo sentido es la Iglesia. Por eso también
muchas mujeres que eyaculan, sin la información adecuada, se sentirán
como una ‘guarra, pervertida o subnormal’, dijo Diana Torres. Sin
embargo, en otras culturas (previas al catolicismo o provenientes de
oriente) describen a diosas siempre relacionadas con el agua.
En la cultura china e hindú, en una época paralela a la Inquisición en
occidente, ya escribían sobre la eyaculación femenina, llamándola chi en
China, y líquido vital de placer, agua de la vida y agua de la pasión
en la India. Incluso Hipócrates tiene un texto donde dice que todas las
mujeres durante el sexo expulsan una gran cantidad de líquidos.
Diana también regresó a la cuna del enemigo médico, sacando una
matrícula falsa de colegiada para entrar a un foro de ginecología para
lanzar la pregunta sobre la próstata femenina. La mayoría de los
académicos presentes le respondieron que eso no existía, y la única
persona que admitió su existencia dijo que era un “órgano residual”.
“¡Mi coño no es un vertedero! Y las excusas que dan para no hablar de la
próstata de la mujer es que no tiene funciones reproductivas. Eso
también es falso”, exclamó.
¿Y para qué sirve la próstata en las mujeres? Produce serotonina, un
neurotransmisor conocido como “la hormona del placer”, que provoca
sensación de bienestar y felicidad. Y desde la perspectiva reproductiva
ayuda a los espermatozoides a vivir más tiempo. Diana lo comprobó por sí
misma en un experimento casero con un microscopio.
Foto: Ámbar Barrera
Por: Ámbar Barrera*
Cimacnoticias | Puebla, Pue.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario