ZONA DE REFLEXIÓN
Por: Lucía Lagunes Huerta*
Pese a todas las leyes en su contra y las declaraciones abolicionistas,
la esclavitud no ha desaparecido en el mundo, sobrevive y se moderniza.
Según la región, se prioriza el sector y tipo de explotación de las
personas. Una constante es la explotación sexual vía la prostitución de
mujeres y niñas.
Los datos y los testimonios que contiene la investigación “Índice de
Esclavitud Global”, presentado ayer en Londres, son reveladores.
Dipa tiene 13 años y vive en Bangladesh. Nadie la amenazó, ni le dijo
que mataría a su familia, nadie la “regentea”. Sólo tuvo que vivir en la
pobreza y que sus padres llegaran a la disyuntiva de mandarla a la
escuela o que se pusiera a trabajar.
Llegó a tercer año de escuela, de ahí a la prostitución. Ella siguió el
camino de sus dos hermanas mayores. Ella es la favorita de los clientes,
narra Dipa, su corta edad la hace ser la preferida. Ella “recibe” entre
cuatro y cinco clientes al día para ganar 15 dólares (unos 282 pesos
mexicanos).
Como Dipa, miles de niñas y mujeres empujadas por la pobreza llegan a la
explotación sexual vía la prostitución, señala el informe de la
organización australiana Walk Free.
De las seis regiones representadas en esta investigación que da una
muestra del mundo actual sobre lo que hoy se denomina esclavitud
moderna, la explotación laboral y la sexual son los dos sectores donde
se concentra la esclavitud de hoy.
Ser joven, mujer, pobre y vivir en zonas de conflicto es suficiente para
caer en alguna forma de esclavitud moderna. Situación que padecen 45.8
millones de seres humanos, mayoritariamente mujeres y niñas.
El patrón se repite de región a región, para las mujeres y niñas la
explotación sexual vía la prostitución y la explotación laboral vía el
trabajo doméstico son las formas de esclavitud. Las promesas de empleo,
estudios y la posibilidad de emigrar son los “ganchos” por los cuales
las mujeres caen es estas situaciones de explotación.
El matrimonio para las niñas se convierte en la vía por la cual ellas
llegan a la explotación sexual y laboral en continentes como África.
Estimaciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef)
recitadas en el estudio señalan que para 2050 la mitad de casamientos de
niñas en el mundo serán de africanas.
Tener una condición de refugio no necesariamente te protege. Por
ejemplo, en Europa se estima que 10 mil niñas y niños registrados como
refugiados están desaparecidos, sólo 5 mil en Italia y mil en Suecia.
La explotación vía la mendicidad es una de las características, de
acuerdo con Índice, del continente americano. En tanto que para Rusia y
EuroAsia es la explotación laboral para la construcción y el trabajo
agrícola. En Asia Pacífico la explotación laboral se centra en la pesca y
el comercio, seguidas de la prostitución y el trabajo doméstico.
Cinco naciones concentran la mitad de las personas en esclavitud
moderna: la India, China, Pakistán, Bangladesh y Uzbekistán. En el
continente americano, Haití y República Dominicana están entre los 21
países con las proporciones más altas de esclavitud moderna.
El Índice fue preparado en un contexto de movimientos de masas sin
precedente, explicó Fiona David, directora ejecutiva de la Fundación
Walk Free. Una situación en la que mujeres, hombres, niñas y niños huyen
de los horrores de los conflictos prolongados; una migración por
necesidad.
Se estima que entre 2015 y 2016, 60 millones de personas serán desplazadas de su lugar de origen, es como si se vaciara Italia.
Este es un retrato del mundo en el que vivimos, estas son viejas y
nuevas formas de esclavitud que dependiendo de la región y del sexo te
podría tocar. ¿A ti cuál te toca?
Twitter: @lagunes28
*Periodista y feminista, directora general de CIMAC.
Imagen retomada del sitio Fecebook: walkfree.org
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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