La Suprema Corte de Justicia de dictaminó la violencia doméstica como una causante por la que una persona no pueda adquirir armas.
Debate por las armas
La restricción legal se da dos semanas después del tiroteo más mortífero en la historia de Estados Unidos.
(Foto: Getty Images)
ESTADOS UNIDOS (EFE) -El Tribunal Supremo de Estados Unidos decidió este lunes mantener
los límites de posesión de armas para las personas condenadas por
delitos de violencia de género.
El Alto Tribunal tomó la decisión
en un momento de debate sobre los controles que deben de establecerse en
la venta de armas de asalto y cuando se cumplen dos semanas del tiroteo
más mortífero de la historia de Estados Unidos, ocurrido el pasado 12
de junio en Orlando, con 50 personas muertas, incluido el atacante.
Con
su decisión, los jueces avalaron la constitucionalidad de una norma
federal de 1996 que prohíbe la tenencia y uso de armas a aquellos que
han sido condenados por un "delito menor de violencia doméstica", un
tipo penal reconocido en el distrito de Columbia y en 34 de los 50
estados de Estados Unidos.
El
caso se basa en la historia de Stephen Voisine y William Armstrong, que
fueron encontrados con armas después de declararse culpables ante
cortes estatales de Maine de diferentes delitos menores de violencia
doméstica relacionados con su novia y su mujer, respectivamente.
Los
demandantes defendieron ante el Tribunal Supremo que delitos menores de
violencia de género no deberían privarles de su derecho a portar armas,
recogido en la Segunda Enmienda de la Constitución.
Este caso
ganó relevancia mediática porque en marzo pasado, durante la audiencia,
el juez conservador Clarence Thomas rompió su silencio de 10 años y
formuló de manera pública hasta once preguntas.
"Se trata de un
delito menor. Se está suspendiendo un derecho constitucional. ¿Me puede
poner como ejemplo otra área en donde una violación menor suspenda un
derecho constitucional?", preguntó Thomas dirigiéndose a Ilana
Eisenstein, que representó durante la audiencia al Gobierno del
presidente, Barack Obama.
En enero de 2015, los dos hombres
demandantes de Maine recibieron el fallo en contra de la corte de
Apelaciones del Primer Circuito, con sede en Boston (Massachusetts) y
decidieron acudir al Tribunal Supremo, que este lunes falló en su
contra.
El Tribunal Supremo no ha evaluado un gran caso sobre
armas desde 2010, cuando avaló por segunda vez el derecho de los
estadounidenses a poseer armas para defenderse.
La semana pasada,
el alto tribunal rechazó evaluar un caso sobre armas de asalto y avaló
así las prohibiciones que mantienen Nueva York y Connecticut sobre este
tipo de armas semiautomáticas, similares al fusil empleado en la
reciente matanza de Orlando.
Después del tiroteo de Orlando, han crecido las peticiones para incrementar los controles sobre las armas de fuego.
El
supuesto autor de la matanza de Orlando, Omar Mateen, estadounidense de
raíces afganas, fue investigado durante 10 meses por radicalismo por el
Buró Federal de Investigación (FBI), pero al no tener historial
delictivo, pudo comprar de manera legal las armas con las que llevó a
cabo el atentado.
Por eso, los legisladores demócratas del
Congreso han pedido a los republicanos ampliar los controles y evitar el
acceso a las armas a los sospechosos de poder cometer actos terroristas
y a las personas incluidas en "listas de vigilancia" de las agencias de
inteligencia, como el FBI y la CIA.
La falta de acuerdo entre demócratas y republicanos impidió la semana pasada que cuatro medidas de este tipo salieran adelante.
Los
demócratas protagonizaron una sentada de 25 horas en el pleno de la
Cámara de Representantes para pedir a sus colegas republicanos, que son
mayoría en la cámara, que se comprometan a votar una propuesta de ley
para prohibir la venta de armas a personas incluidas en los registros
que no permiten volar en aviones comerciales a sospechosos de tener
vínculos con el terrorismo.
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