9/21/2016

Los periodistas pal café. . . .



La española Beatriz Becerra Basterrechea es vicepresidenta de la subcomisión de derechos humanos del Parlamento Europeo y ayer tuiteó: la deleznable impunidad del crimen organizado que abate a México. La suya fue una más de las reacciones de enojo ante uno más de los secuestros y crímenes que forman parte del escenario cotidiano de nuestro país: también hispana, María Villar Galaz salió el pasado 13 de su centro de trabajo en Santa Fe (IBM, donde atendía el área de banca) y abordó un taxi con rumbo a su domicilio, en la colonia Polanco, en la Ciudad de México.
Según esta versión, fue secuestrada a bordo de ese auto de alquiler y, aunque se pagó rescate (menos de lo pedido por los delincuentes), la asesinaron y su cuerpo fue encontrado en Toluca. Otra versión, la del ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, difiere en cuanto al momento de la captura, pues el funcionario señaló que Villar Galaz fue capturada en un cajero automático de Santa Fe.
Este caso, uno más en las historias de terror diario de este país, que efectivamente está abatido, tuvo resonancia internacional porque María era sobrina de Ángel María Villar, actual presidente de la Federación Española de Futbol y, hasta hace unos días, presidente de la Unión de Federaciones Europeas de Futbol (UEFA).
En la Ciudad de México, la productora Adriana Rosique apareció muerta, sin que al momento de escribir estas líneas haya precisión oficial respecto de las causas y circunstancias de su deceso, aunque diversas versiones confiables hablaban de un suicidio cometido en la noche del pasado domingo. Ella había sido esposa del cineasta León Serment, quien fue asesinado el pasado 27 de agosto en una lateral del Periférico, a la altura de la calle Alconedo (cerca del cruce con Barranca del Muerto), luego de haberla acompañado a que abordara un Uber. Serment y su hijo Benjamín, de 22 años, fueron golpeados por asaltantes aparentemente enojados porque sus víctimas no llevaban pertenencias de valor. A León, quien fue director de la película El efecto tequila, le asestaron varias cuchilladas y falleció.
Adriana Rosique cumplió con las diligencias acostumbradas en los laberintos policiales, forenses y ministeriales. En entrevista con Ciro Gómez Leyva en Radio Fórmula, acompañada por la periodista Marisa Iglesias, Rosique, quien era productora en trabajos profesionales de Serment, narró parte de la historia personal de ambos y los detalles de lo que sucedió antes de que ella subiera al servicio automovilístico de Uber, sin imaginar lo que habría de suceder. En sus palabras y actitud había una dolorosa confianza en que las autoridades habrían de cumplir con su cometido e indagarían las circunstancias del asesinato de León y los golpes a su hijo, y que habría castigo. Una ciudadana en espera de que las instituciones, los gobernantes, hicieran justicia.
Los casos de la española Villar Galaz y de los mexicanos Serment y Rosique tienen como contexto nacional la deleznable impunidad del crimen organizado, de la que hablaba en Twitter la parlamentaria europea Becerra, citada al inicio de la presente columna. En diversas partes del país se viven peores historias, aunque no alcancen tanta difusión, convertidas inclusive en parte del panorama usual, de la narrativa acostumbrada, que ya no suscitan expresiones especiales de asombro.
Siendo tan frecuentes tales acontecimientos en otras latitudes, en especial en los estados norteños, ahora se van multiplicando en la Ciudad de México y, en especial, en sus zonas conurbadas con el estado de México. Va decayendo, con fundadas razones, la percepción de relativa mejoría en los niveles de seguridad pública que se había mantenido en la capital del país durante largos años. Han vuelto las historias de los secuestros exprés, los robos domiciliarios violentos, los asaltos a plena luz del día y en lugares concurridos y la sensación de que una parte de los cuerpos policiacos capitalinos está en un plano de gran desatención de sus obligaciones o en pleno entendimiento con los delincuentes.
En el estado de México se viven peores situaciones, con un alarmante crecimiento en los casos de secuestro y, en especial, de homicidios contra mujeres. El gobierno de Eruviel Ávila hace cuanto le es posible por ocultar o diluir esa realidad, sobre todo en función de los intereses relacionados con las elecciones estatales del año que entra, y las presidenciales de 2018. En Toluca, como en la Plaza de la Constitución, en la Ciudad de México, los mayores afanes están puestos en el futurismo electoral y no en atender el presente cada vez más complicado.
Tampoco ha de desdeñarse el hecho de que los cuerpos de recaudación extraoficial de fondos para campañas suelen presionar a policías, inspectores y funcionarios en general para que consigan recursos económicos que ayuden a los jefes en sus siguientes campañas electorales. Esa recolección de dinero no fiscalizable pone a trabajar, hombro con hombro, a policías y ladrones, a agentes y asesinos, para cubrir cuotas para el futuro e ir cerrando la etapa de máxima corrupción, conocida como año de Hidalgo (tarugo el que deje algo).
En el municipio Pedro Escobedo, de Querétaro, el flamante secretario de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda, se destapó retóricamente, transformado en una especie de precandidato presidencial de última hora, como si fuera un ciudadano indignado ante el gobierno incapaz y no parte fundamental de él: Así como se parten la madre los migrantes, pártanle la madre a esos malos que quieren venir a su pueblo a quitarles el orden, la paz y los beneficios, no dejen que los malos lleguen aquí. No dejen que este estado se convierta en algo que no quieren, dijo el compadre Miranda, rebelde, insurrecto, malsonante para tratar de sonar bien.
Y, mientras el panista que gobierna Guanajuato ha llamado a pedir a Dios que no gane Donald Trump, ¡hasta mañana!, Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx




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¿Saben la Secretaría de Hacienda y el Banco de México qué deben hacer? ¿Cómo enfrentar el problema? El dólar libre cerró ayer a $20.13. La devaluación en los cuatro años del sexenio llega a 55 por ciento. No han contenido el desplome ni la subasta de 30 mil millones de dólares de las reservas del Banco Central, ni subir, el pasado 30 de junio, la tasa de interés a 4.25%. ¿Qué sigue? Parece que las autoridades a cargo de la política económica y financiera del país están pasmadas, paralizadas por la magnitud de la devaluación. Y los efectos del fenómeno podrían extenderse a las grandes empresas del sector privado, fuertemente endeudadas en dólares. Habrá que recordar que el PAN y el PRI tuvieron que implementar el Fobaproa tras la devaluación zedillista, con un costo de 120 mil millones de dólares, para salvar de la quiebra a numerosas compañías. Habrá que recordar cómo se coló la corrupción y la deuda continúa abonándose con dinero de los contribuyentes hasta el día de hoy. Pregunta: ¿saben José Antonio Meade y Agustín Carstens qué hacer? ¿Y cuándo van a comenzar a hacerlo? Ya no, porque no dio resultados, subastar más dólares a precio blando para engordar especuladores.
Las reservas se achican
El gobierno federal pagó un vencimiento de deuda externa por 355 millones de dólares, informó el BdeM. Es un abono pequeño a su inmensa deuda de 9 billones de pesos. Al dar a conocer el estado de cuenta semanal, el Banco Central detalló que las reservas internacionales registraron una reducción de 433 millones de dólares precisamente por la compra de esa moneda que hizo el gobierno federal para dar el abono, quedando un saldo de 175 mil 869 millones de dólares, el menor en siete meses y medio. También reportó una reducción de 78 millones de dólares por el cambio en la valuación de los activos internacionales del instituto central. No hace mucho tiempo sumaban casi 200 mil millones de dólares.
Y como telón de fondo…
La prensa mexiquense no ha dado información sobre el suceso, pero tiene una amplia repercusión en los medios españoles. La sobrina del presidente de la Real Federación Española de Futbol, Ángel María Villar, fue encontrada sin vida en Toluca. Así lo confirmó el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel García-Margallo. El martes 13 de septiembre la mujer, de 39 años, fue secuestrada cuando sacaba dinero de un cajero automático. Al parecer los malhechores no obtuvieron lo que esperaban y la secuestraron. La familia, una vez al tanto, contactó a la embajada española en México y ésta a su vez recurrió a la unidad antisecuestros. El esposo y un primo llegaron a México para negociar con los plagiarios. Según el diario El Español, venían con dos policías de su país; 200 mil pesos pedían los delincuentes, pero les pagaron una cifra inferior. La familia esperó inútilmente que regresara con bien y conforme pasaron los días comenzaron a recorrer diferentes depósitos de cadáveres hasta que la hallaron en Toluca. Son las tristes realidades de México que trascienden fronteras: a los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán sí los regresaron pronto y sin daño.
Ombudsman Social



Obama lega un mundo caótico después de ocho años de mayores fracasos que éxitos (https://goo.gl/tU8AVF).
Los logros de Obama fueron sus convenios con Irán, Cuba y el etéreo Acuerdo de París sobre el cambio climático, al unísono de su recuperación neoliberal de Brasil y Argentina, y su fagocitosis del México neoliberal itamita al esquema geoeconómico de Norteamérica: fusión de EU, Canadá y México, pero sin mexicanos.
Los resonantes fracasos de Obama, asesorado por Brzezinski y muy cercano al megaespeculador George Soros, abrieron llagas en Ucrania, Siria/Irak, en los mundos árabe e islámico y en el Mar del Sur de China.
El belicismo estadunidense no tiene límites.Nada menos que Robert Gates (RG), quien se jacta de haber servido con ocho presidentes en más de 50 años y de haber sido el secretario del Pentágono con Baby Bush y Obama, define sin rubor los desafíos que enfrenta EU –contra China, Rusia, Norcorea e Irán– y que pueden (sic) requerir el uso de los militares de EU, el país más poderoso que el mundo haya conocido y que tiene a 2 millones en uniforme. RG reconoce que la delicada coyuntura del mundo, cada vez más peligroso y complejo, está peor que hace ocho años (https://goo.gl/7Yk9b3)”.




Orondo, allá por febrero de 1990 Carlos Salinas de Gortari, entonces inquilino de Los Pinos, festejaba a lo grande, porque el problema de la deuda quedó resuelto. En aquel entonces, el saldo de la deuda neta del sector público rondaba los 200 mil millones de pesos; 26 años después, el monto roza los 9 billones y asfixia a las finanzas públicas. Asunto resuelto, pues.
Días atrás el flamante secretario de Hacienda de Peña Nieto (también lo fue de Calderón), José Antonio Meade, entregó el paquete económico 2017 al Legislativo, y dijo que en él no se va a encontrar ninguna variable desalineada. Sin sorpresas, porque de muchos años atrás México arrastra el creciente peso de la deuda resuelta, y el presupuesto se recorta en lo fundamental para poder pagar el cada día mayor servicio de la deuda.
Como bien advierte el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic: Presupuesto 2017, un nuevo ajuste rumbo a la desaceleración económica) no se podría entender el rezago en competitividad y productividad de México sin recordar el sacrificio de la inversión pública de los años ochenta. A partir de entonces, “la gestión del gobierno federal se ha visto marcada por una espada de Damocles que ha tomado la forma de los compromisos financieros generados por la deuda pública y los pasivos contingentes… El endeudamiento de la década de los años setenta provocó el desmantelamiento del sistema productivo nacional y dejó un legado de precariedad que no se ha logrado superar”, y el mayor problema estructural que enfrenta México es el bajo crecimiento económico.
Para 2017 el panorama es el mismo: el gobierno mexicano ha dado un paso atrás en el objetivo de crecimiento económico sustentado en las reformas estructurales. Tácitamente se ha reconocido que el crecimiento de 5 por ciento esperado cuando se elaboraron tanto el Plan Nacional de Desarrollo como el Programa de Financiamiento del Desarrollo de la actual administración, no verá la luz; el presupuesto está prospectado con un incremento del PIB de 2.5 por ciento.
El Idic detalla que el difícil proceso de renegociación del débito externo ocupó gran parte de los esfuerzos durante los gobiernos de Miguel de la Madrid y de Carlos Salinas de Gortari. Otra parte de los mismos se orientó a la modificación de la estructura del gasto público. La eliminación de los programas más ambiciosos de apoyo social, como el que giraba en torno a Conasupo y de inversión pública, estuvieron en el centro de la transformación de la administración pública de aquellos años.
Y como siempre, el costo económico y social del desequilibrio recayó en la población. La devaluación de la moneda, la inflación, la reducción del gasto social y de la inversión pública, así como el programa de estabilización que privilegió el control de los salarios, terminaron por recargar la mayor parte de la afectación en las familias y empresas nacionales. Sobre ese esquema se abrió la economía a mercados externos, sólo las empresas nacionales más grandes y algunas medianas pudieron entrar exitosamente a la globalización, el resto se refugió en un mercado interno que gradualmente se ha precarizado.
Pero lejos de resolver el problema, lo potenciaron. México no pudo recuperarse y con ello perdió su camino rumbo al desarrollo, y “la participación negativa de la deuda no culminó ahí, pues el débito público improductivo aún tendría un papel protagónico en otros capítulos de la historia contemporánea de México. La crisis de 1995 sería el siguiente. El desequilibrio de ese año fue producto de una estrategia de finanzas públicas inadecuada, y mientras la inversión pública caía el consumo público permaneció blindado, se permitió vivir a la parte improductiva del presupuesto.



La violencia en Veracruz ahora se cebó en dos sacerdotes de Poza Rica que, tras ser secuestrados, aparecieron asesinados un día después.
Naturalmente, el hecho indignó a la comunidad profesante y a la misma jerarquía católica, que sumó a sus reclamos para dar marcha atrás a la legalización de uniones entre parejas del mismo sexo –con sus obispos encabezando marchas callejeras– la de mayor seguridad en aquella región del estado.
Pero no es la primera ocasión en que miembros de la Iglesia católica son víctimas de la violencia en el gobierno de Javier Duarte.
El 29 de noviembre de 2013 cinco personas entraron a la casa parroquial de la iglesia San Cristóbal, en el municipio de Ixhuatlán de Madero, donde se encontraba el párroco, Hipólito Villalobos Lima, quien al negarse a entregar sus pertenencias fue atacado a golpes y herido con arma blanca. Al acudir en su auxilio, el sacerdote Nicolás de la Cruz Martínez fue golpeado con una piedra y acuchillado; ambos perecieron.
Casualmente, el asesinato de los curas Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz fue perpetrado un día después de que el Ejército Mexicano, junto con la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz, instaló seis bases de operaciones móviles para enfrentar la delincuencia, que ha alcanzado niveles insostenibles.


Opinión


Ayer, al mediodía, inició sus trabajos la Asamblea Constituyente, que tiene la responsabilidad de elaborar la primera carta magna del hasta hace poco Distrito Federal, reconvertido mediante una reforma política en Ciudad de México. El organismo, que sesiona en la vieja sede del Senado, tiene ante sí el desafío de recoger los anhelos y las reivindicaciones de los capitalinos, agregarlos a los derechos ya logrados en la entidad y plasmarlos en un documento armónico con el marco constitucional federal, en el que se establezcan los lineamientos para el desarrollo en todos los ámbitos –urbano, político, económico, educativo, social y cultural, entre otros– de la ciudad capital.

Piden detener construcción de edificios en Benito Juárez
Estimado doctor Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México: Como vecinos de la colonia Del Valle desde hace muchos años, vemos con creciente preocupación la cantidad de permisos que de manera indiscriminada otorga nuestra delegación (Benito Juárez) para la construcción de edificios en predios que anteriormente eran ocupados por casas. Estas obras no sólo están destruyendo el trazado urbano de una colonia predominantemente residencial, sino que están provocando una serie de problemas que nos atañen a todos como habitantes de la Ciudad de México: contaminación, escasez de agua y deterioro y deficiencias de otros servicios, principalmente drenaje y recolección de basura, por no mencionar la circulación –cada día más torpe– tanto de vehículos automotores como de peatones.

Hace algunos días participé en la presentación del libro de memorias Banderas y harapos, de la periodista Gabriela Selser, y empiezo por contar su historia singular. Su padre, Gregorio Selser, se volvería para mi generación un personaje mítico. Entre los libros clandestinos que un adolescente se imponía leer en la Nicaragua de los Somoza, el que más marcó mi vida fue Sandino, general de hombres libres, escrito por él en Argentina, y que circulaba en copias mimeografiadas, y así mismo El pequeño ejército loco, nombre que Gabriela Mistral había dado al puñado de campesinos y artesanos que luchaba contra la intervención armada de Estados Unidos.

Una vez más, los funcionarios públicos del área financiera elaboraron la propuesta de presupuesto y la de ingresos para 2017. Lo hicieron repitiendo prácticas añejas, casi siempre dolorosas o, de plano, dañinas para muchos, quizá para millones de mexicanos. Ellos solos porque, en efecto, sólo son un puñado los que definen, según su entender, las prioridades y marcan las rutas a seguir. Tuvieron en consideración, como desde hace ya muchos años, las pautas marcadas por los grupos de poder y presión. Por esto se entiende el conjunto de grandes empresarios, locales y del exterior, que tienen acceso directo a tales deliberaciones. A tan selecto cortejo se le agregan, en distintos tiempos y modalidades, representantes de los organismos multilaterales (OCDE, FMI y BM) y un manojo no muy extenso de analistas del sistema bancario nacional. Lugar preponderante ocupan los personeros de las célebres calificadoras de riesgo (Moodys, Standard and Poor’s o Ficht.) Las agrupaciones empresariales tienen una pesada voz que hace audible su interesada opinión. También entran en ese juego de balances los deseos de la cúpula pública en cuanto a estimar, por ejemplo, las inversiones que podrían propiciarse o detenerse de acuerdo con expectativas, unas veces precisas pero la mayoría del tiempo nebulosas.

Todas las sociedades son piramidales y en ellas respiran dos tipos de poder: el de los de arriba (de facto), y el de los de abajo (en resistencia permanente). En ambos, circulan distintos grados de conflictividad. Y no tanto por razones ideológicas, cuanto por los múltiples intereses que entre sí y entre ellos se defienden.

El politólogo catalán Joan Subirats, en Qué democracia queremos, afirmó: la calidad de una democracia se mide por cómo trata a sus minorías. Dicha afirmación es clásica en sociedades pluriculturales y diversas; en otras palabras, cómo la sociedad democrática se esfuerza para integrar la diversidad y el respeto a los derechos de las minorías. Las marchas del 10 de septiembre convocadas por la ultraderecha católica, habilitadas por la jerarquía, tienen, por un lado, toda la legitimidad de garantías del derecho público y de libertades cívicas consagradas por la Constitución para exponer sus convicciones. Sin embargo, los convocantes se exceden: en nombre de una supuesta mayoría pretenden imponer un modelo de principios y valores éticos y religiosos sobre el conjunto de la sociedad, así como suprimir los derechos de minorías homosexuales. La ultraderecha católica logró doblegar al gobierno, mandando a la congeladora la iniciativa del presidente Peña Nieto sobre los matrimonios igualitarios. A pesar de ello, consciente de la fragilidad gubernamental, las demandas ahora van más allá. En materia moral, pretenden derogar el artículo 4º constitucional, imponiendo un tipo de familia natural, conformada por un hombre y una mujer, que puedan procrear. También, que los padres tengan el derecho a escoger el tipo de educación de sus hijos, en aspectos como el sexual o el religioso o la también llamada ideología de género. Se rescata la iniciativa presentada en febrero de 2016 por el Consejo Mexicano de la Familia, respaldada con 200 mil firmas. En esa línea, grupos evangélicos, recientemente también, ingresaron otra iniciativa de reforma al 4º constitucional con el respaldo de 300 mil firmas. Ahora un grupo de 48 legisladores de diversos partidos, en especial Encuentro Social y Acción Nacional, apoyará esta reforma regresiva. Caben muchas preguntas: ¿los derechos individuales están sujetos a la presión pública? ¿Los derechos humanos consagrados en el artículo primero de nuestra Constitución, que sostiene la no discriminación, están sujetos a modificaciones? Es un hecho que la Carta Magna objeta toda discriminación, incluidos aquellos que profesan diferentes preferencias sexuales; por ello se desprende que es inconstitucional que sólo los heterosexuales tengan derecho al matrimonio y a la procreación.

Los resultados del primer censo general de elefantes de la sabana africana acaban de ser publicados. Los datos son inquietantes y su revelación no podía ser más oportuna porque esta semana arranca en Johannesburgo (Sudáfrica) la conferencia internacional que podría sellar el destino final de estos animales. Se trata de la decimoséptima conferencia de las partes (COP17) de la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES). Y el centro de las deliberaciones está dominado por un debate sobre la suerte de los elefantes.

FotoHoy se abre al público una magna retrospectiva dedicada a René Magritte (1898-1967) en el Museo de Arte Contemporáneo Georges Pompidou, conocido como Beaubourg. La exposición, deslumbrante, reúne una centena de obras maestras provenientes en 60 por ciento de museos y 40 por ciento de colecciones privadas. Arriba, aspecto de la muestra del pintor belga en ese recinto parisino en la que figura Ceci n’est pas une pipe (Esto no es una pipa), cuadro del pintor en el que escribió: ¿Quién podría fumar la pipa de mi tela? Nadie. Entonces, no es una pipa Foto Afp

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