A una semana de su pírrica victoria, Trump ha realizado algunos nombramientos que trazan el sello de un gobierno dividido entre tres tendencias: el establishment republicano (que tanto criticó); los supremacistas blancos que hicieron una intensa campaña a su favor en medios, redes sociales y sus territorios; y los viejos halcones al estilo Newt Gingrich y Rudy Giuliani que se preparan para ser los “auténticos políticos” del trumpismo.
Como jefe del gabinete, Trump designó el domingo a Reince Priebus, presidente del Comité Nacional Republicano, vinculado a los congresistas de su partido que ganaron la mayoría, a pesar de deslindarse en muchos casos del peluquín anaranjado. Priebus puede garantizarle una relación cercana con el republicano Paul Ryan, el inminente presidente de la Cámara de Representantes.
Al día siguiente nombró a Steve Bannon, como jefe de estrategia y consejero principal de su administración. Bannon es un racista confeso y vocero de la llamada “neo derecha alternativa” en Estados Unidos. Desde su sitio web Breitbart News, Bannon proclamó toda la serie de prejuicios y discurso de odio en contra de los migrantes latinos, contra los judíos y las mujeres, contra las políticas de los demócratas y un sentimiento antiObama muy vinculado al racismo.
Algunas de las frases y titulares de su sitio son un buen diagnóstico de sus posiciones:
  1. “El miedo es una buena cosa. El miedo lleva a tomar medidas”.
  2. “No quiero que mis hijas vayan a una escuela con judíos. No me gustan los judíos ni la forma en la que crían a sus hijos”.
  3. ¿“¿Preferirías que tu hijo tuviese feminismo o cáncer?”.
  4. “Abolir la esclavitud fue una mala idea”.
  5. “La solución contra el acoso en internet es sencilla: las mujeres debían desconectarse”.
  6. “Todos los jóvenes musulmanes de Occidente son una bomba de relojería, cada vez simpatizan más con los radicales y terroristas.
  7. “La píldora anticonceptiva hace que las mujeres dejen de ser atractivas y se vuelvan locas”.
  8. “Ninguna de las personas involucradas en el calentamiento global merecen la más mínima pizca de respeto. Son pura escoria”.
Por supuesto, el nombramiento de Bannon ha prendido las alarmas. Junto a su portal y sus proclamas, la cadena Fox News palidece y parece hasta excesivamente liberal. La Liga Antidifamación que combate el antisemitismo y el racismo condenó de inmediato su nombramiento.
Bannon, por supuesto, no se considera racista ni supremacista. Afirma que viene de la clase obrera, de origen irlandés, que optó por ser republicano conservador en la era de Ronald Reagan. Fue oficial de la Navy y conoció en Hollywood a Andrew Breitbart, considerado como una figura importante en la derecha mediática norteamericana, al grado de ponerle su nombre a su portal informativo. Bannon trabajó en el progresista sitio informativo Hufftington Post y replicó el estilo de información y red de colaboraciones en Breitbart News. La campaña de Trump fue su auténtica primavera.
Su cuenta en Twitter @BreitbartNews cuenta con 480 mil seguidores. El portal vende chamarras y afiches de la campaña de Trump, y ahora se ha dedicado a replicar a los críticos del presidente electo, especialmente al precandidato demócrata Bernie Sanders, a los jóvenes que protestaron durante tres días seguidos después del triunfo de Trump, y a presumir su cercanía con Sarah Palin, lideresa del Tea Party. “El Steve Bannon que yo conozco es un apasionado defensor de la libertad”, se lee en la nota publicada este 15 de noviembre con una fotografía de Palin y Bannon.
El nombramiento de Giuliani, el famoso alcalde neoyorquino de la “tolerancia cero”, como secretario de Estado, no se ha concretado. La agencia AP lo dio como un rumor el lunes 14, pero el político se maneja y hace declaraciones como tal. A una cadena televisiva le confirmó que Trump construirá el muro en la frontera con México porque “es un compromiso de campaña”.
Este 15 de noviembre las redes sociales mencionan que Giualini, después de atacar a Hillary Clinton por sus vínculos con Qatar, él tiene relaciones comerciales con los gobernantes de este emirato y, además, se le vincula con un abogado de grupo disidente de Irán. De confirmarse estas relaciones, el exalcalde neoyorquino podría estar impedido de ser el secretario de Estado por sus conflictos de interés.
El caso de Giuliani no sería el único. El mismo Donald Trump como presidente de Estados Unidos estaría involucrado en muchos conflictos de interés, dada la extensión de su emporio inmobiliario y sus múltiples negocios realizados a través de una estructura de intermediarios.
Por mencionar sólo algunos: en Turquía él mismo admitió en 2015 tener un “pequeño conflicto de interés”. Lo admitió ante su actual jefe de estrategia Steve Bannon.
The New York Times consideró en un reportaje, este 14 de noviembre, que la presidencia de Donald Trump vivirá un “goteo constante” de historias que documentarán sus conflictos de interés.
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