Estudian genes en tumores
Desde hace 4 años el Programa de Investigación en cáncer de mama del
Instituto de Biomédicas, de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), trabaja para encontrar un método que permita diagnosticar y dar
un tratamiento personalizado a cada paciente con cáncer de mama (CaMa).
A pesar de que los tratamientos contra CaMa en México son eficientes,
muchas veces las pacientes no responden a ellos por no ser los
apropiados para su condición, explicó el biólogo celular y uno de los
principales integrantes del programa de investigación, Alejandro
Zentalla Dehesa.
En entrevista con Cimacnoticias, detalló que este programa lleva 4 años
en la investigación de métodos para diagnosticar qué tipo de paciente se
tiene y así poder brindarle el tratamiento más adecuado, ya que en la
actualidad, se aplica el mismo tratamiento para todas las pacientes
cuando sus necesidades son diferentes.
El biólogo celular detalló que lo que hacen es investigar los genes
presentes en los tumores (marcadores moleculares) para poder clasificar
el tipo de pacientes.
Por ejemplo, explicó, 60 por ciento de las pacientes tiene receptores
estrógeno -un tipo de marcador molecular- que están relacionados con el
periodo de menstruación a lo largo de la vida de una mujer, es decir, si
se empezó a menstruar a una edad temprana y la menopausia se presenta
muy tarde, es un factor de riesgo para contraer cáncer de mama y este
tipo de receptor.
“A pesar de ser un grupo homogéneo, cuando se tratan, no todas las
pacientes responden igual, eso quiere decir que dentro de ese grupo hay
subgrupos. Si pudiéramos identificar al subgrupo que no va responder al
tratamiento sería muy útil porque ya no hay que darle un tratamiento que
no le va servir, además no se pierde tiempo, ya que el cáncer progresa
muy rápidamente y muchos de los tratamientos tienen efectos secundarios
tóxicos”, explicó el biólogo.
Zentalla Dehesa explicó que actualmente no se puede hacer una
subdivisión de estas pacientes, por lo tanto se dan muchos tratamientos
“inútiles” por eso de lo que se trata es de encontrar el mejor
tratamiento y personalizarlo.
El programa de investigación se basa en la detección de marcadores
moleculares, ya que es la herramienta de más fácil aplicación a la
realidad en poco tiempo y por bajos costos, a diferencia de la creación
de fármacos o aplicación de métodos naturales, explicó el investigador.
La primera etapa de la investigación se hizo en animales y ahora la
segunda, se empezó hace un par de semanas con pacientes de la clínica de
cáncer de CaMa del hospital ABC para buscar los marcadores en
expedientes de pacientes y ver cómo respondieron a los tratamientos
aplicados. “Esto nos permitiría que en 2 o 3 años podamos utilizarlos
como marcadores oficiales en todo el país”, agregó Zentalla.
FALTA PERSONAL ESPECIALIZADO
Para el biólogo, uno de los principales problemas para hacerle frente a
este tipo de cáncer en el país, que al día cobra la vida de 12
mexicanas, es la falta de personal médico especializado.
“Tenemos una cuarta parte de los mastógrafos necesarios desde el punto
de vista ideal internacional y sólo contamos con cerca de 200 médicos
imagenólogos (lo ideal es tener 5 veces más) certificados para utilizar
esos equipos. No se ha escatimado en comprar equipos y podrían funcionar
muy bien, pero nos quedamos atrás en preparar al personal médico
altamente especializado para poder utilizar la tecnología”.
Los médicos imagenólogos deben especializarse. Zentalla explicó que
estudian medicina y se especializan en imagenología (antes radiólogos)
además deben tomar cursos especiales para saber usar los mastógrafos y
certificarse como imagenólogos en CaMa, lo que ocupa alrededor de 9 años
de estudio. De 10 alumnos que estudian medicina, sólo dos terminan la
carrera, abundó.
Ante esta situación, el riesgo de interpretar mal una mastografía se
eleva “si se aplica a lo anterior, cuántas de estas se hicieron bien. La
mastografía no sólo hay que hacerla, hay que interpretarla bien”,
añadió el especialista.
Ello aunado a que en la gran mayoría de las pacientes se detecta el CaMa
en etapas avanzadas (información oficial señala que 60 por ciento de
las detecciones se dan en esta etapa), vuelve más compleja la atención.
En su opinión, la detección tardía se debe a dos factores:
institucionales y culturales.
“Por una parte el sistema no tiene la capacidad para brindar cobertura
médica al 100 por ciento de la población pero, por otro lado, la
población no tiene una cultura de prevención, no le adscribimos mucha
importancia a nuestra salud”.
De acuerdo con los datos estimados de defunciones de la Secretaría de
Salud (Ss), para el Tercer Informe de Gobierno (2014-2015), en 2014
ocurrieron 5 mil 598 defunciones por CaMa, lo que se traduce en una tasa
de 16.48 defunciones por cada 100 mil mujeres de 25 años de edad y más.
Previamente, la Ss ha reportado que a nivel federal hay 735 mastógrafos y
16 unidades móviles para realizar mastografías, lo que permite que se
tenga la capacidad de realizar 3 millones de mastografías al año, aunque
en realidad sólo se realizan un millón 500 mil.
De acuerdo con las estimaciones, la cobertura de las mastografías apenas
asciende a 21.6 por ciento de las mujeres mayores de 40 años,
porcentaje que se pretende duplicar al término de este sexenio (2018).
Según información oficial, del 1 de septiembre de 2014 al 31 de julio de
2015, se realizaron 777 mil 994 mastografías a mujeres de entre 40 y 69
años de edad, que corresponde al 91 por ciento de la meta programada
para ese periodo, aunque en el documento no se aclara a cuánto asciende
la cobertura.
Cabe recordar que México cuenta con la Norma Oficial Mexicana (NOM-041)
para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia del
cáncer de mama (CaMa) modificada en 2011 y que establece la edad mínima
de 40 años para que las mujeres tengan acceso a la mastografía.
Respecto a las 32 entidades federativas señala que pueden definir la
edad mínima para que las mujeres se practiquen el estudio, dependiendo
del número de mastógrafos y del personal capacitado con el que cuenten.
El biólogo e investigador Zentalla Dehesa reconoció que el trabajo que
realiza la UNAM es un ejemplo para mejorar la atención a la salud en el
país y dijo que el programa busca crecer a partir de la creación de un
centro virtual de investigación de cáncer de mama que reúna a los
investigadores de todo el país para trabajar en conjunto contra esta
enfermedad.
Especial Por: Hazel Zamora Mendieta, Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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