Linaloe R. Flores
El presidente del Instituto Nacional Electoral expone la razón para no hacer compras, ni contratos, ni ningún gasto millonario en estos precisos momentos. Por lo pronto, quedó suspendida la edificación de dos torres gemelas para concentrar en una sola sede a los trabajadores de ese órgano, así como la renta de celulares iphone 7 plus. Dice que es una medida de austeridad ante una economía frenada cuyo padecimiento se intensificó en esta cuesta de enero. Y dice que no sólo se pretende empatía; sino ejemplaridad. Las protestas de ahora le parecen tan graves que deben ser “entendidas y atendidas” porque pueden poner en riesgo las conquistas democráticas de las últimas tres décadas. En el edificio del otrora IFE, inaugurado en 1990, Lorenzo Córdova Vianello sostiene que aspira a que en el instituto se instalen mecanismos de transparencia inéditos frente a un paisaje en el que la corrupción es el eje de todos los problemas. Por ahora, no muestra interés en presentar la declaración patrimonial 3de3.
Ciudad de México, 16 de enero
(SinEmbargo).- Ha salido del ojo del huracán. La pretendida edificación
de un par de torres gemelas y la renta de celulares con el iphone 7 plus
para once consejeros, puso al Instituto Nacional Electoral [INE] en el
epicentro de la crítica. Pero esas compras han sido suspendidas.
El
INE inició el año determinado a hacer tal gasto millonario en un
contexto donde el Presupuesto de Egresos de la Federación disminuyó en
239 mil millones y la mayoría de las dependencias padeció recortes. El
impacto fue la desaparición de programas como el de Prevención del
Delito, así como de 31 rubros del sector agropecuario.
En
diciembre pasado, la Secretaría de Hacienda anunció un aumento de 20 por
ciento en las gasolinas Magna y Premium, así como del Diesel. Un mega
gasolinazo. Una crítica noticia con la que millones de mexicanos
atravesaron el Año Nuevo. El colmo de la incertidumbre porque pronto, el
20 de enero, Donald Trump tomará posesión como Presidente de Estados
Unidos. ¿Qué pasará? ¿Cumplirá el republicano con clausurar el TLCAN?
¿Deportará a los millones de connacionales que puntuales, envían remesas
a México?
Por lo pronto, las calles de varias ciudades de México
ardieron. Marchas airadas y saqueos de tiendas comerciales fueron la
crónica más fiel del enojo que causó el anuncio de Hacienda, bautizado
como “mega gasolinazo”.
Entonces, el INE decidió suspender sus
planes. Antes de que concluyera la primera quincena de enero, Lorenzo
Córdova Vianello, el presidente consejero, salió ante los medios para
anunciar que el consejo de esa autoridad electoral había determinado no
gastar en el nuevo edificio ni en celulares. Primero, convocó a una
conferencia de prensa. Después, citó para entrevistas a varios medios en
su despacho de Viaducto Tlalpan, en la antigua y emblemática
edificación de la autoridad electoral, el mismo sitio donde fue
inaugurada en 1990.
Ante SinEmbargo, el abogado con Doctorado en la Universidad de Turín, expuso:
“Las medidas de austeridad que hemos tomado tienen un doble propósito. Demostrar la sensibilidad que deben tener todas las instituciones públicas y todos los servidores ante una situación tan complicada para la sociedad mexicana. Por otra parte también tratar de contribuir con la racionalización de los recursos para enfrentar estas circunstancias graves para la economía nacional”.
– ¿Pero cómo serán las elecciones de 2018? ¿Esta convulsión social de ahora es ya la gran antesala?
–
Es el contexto en el que hemos venido operando. En 2015 tuvimos
elecciones que se realizaron en condiciones inéditas. Lamentablemente
inéditas. Las protestas cobraron una especie de legitimidad, de falsa
legitimidad. El discurso de boicot de las elecciones como una manera
para poder conseguir o reclamar la satisfacción de necesidades que
incluso en cuanto tales podían ser legítimas, como las de los derechos
humanos. En muchos sentidos fue expresión de inconformidades y
desasosiego con el estado de cosas en el país, que es justo lo que ha
venido ocurriendo con las protestas del gasolinazo. Esto nos habla de un
medio ambiente. De un contexto en el que la democracia se está
recreando. Un ambiente que es profundamente adverso porque termina por
estimular conductas y actitudes con la lógica misma de la democracia.
Pero las elecciones siguen teniendo un enorme poder civilizatorio. El
hecho de que nos estemos avecinando a lo que van a hacer las elecciones
más grandes, es también paradójicamente un momento de oportunidad.
También es cierto que a pesar de las complejidades, las elecciones
siempre se han llevado puntualmente y hasta ahora han servido para
cumplir el propósito que tienen en una democracia; es decir, ser las
vías institucionales para que el poder político se realice sin
derramamiento de sangre, como dicen los clásicos.
–¿Qué pasó? Cuando surgió el IFE había confianza. ¿Qué pasó en el camino de dos décadas?
…
Se están conjuntando muchos grandes problemas estructurales. Pobreza,
desigualdad, crisis de derechos humanos, ahora, un estancamiento y una
situación económica muy delicada. [Estos factores] están generando una
crispación que es justo lo que hemos visto en los días pasados [en
referencia a las protestas en contra del gasolinazo] con expresiones que
de no atenderse y no entenderse adecuadamente pueden poner en riesgo
las conquistas democráticas que hemos logrado afanosamente en más de
tres décadas.
– ¿Ve usted directrices para salir de esta crisis?
–
Si bien hoy tenemos gobiernos democráticamente electos están resultando
a ojos de todos ineficaces para enfrentar estos grandes problemas
estructurales. El modelo económico que acompañó la apuesta por la
transición se ha demostrado a todas las luces insuficiente para lograr
crecimiento. Ahí están las tasas de los últimos años que hoy nos tienen
en una situación muy delicada, sea por factores externos pero también de
una política que no logró generar el bienestar prometido a la par de la
democratización.
–
La crisis de credibilidad, según arrojan las encuestas y la misma
manifestación callejera, está dirigida a las instituciones y la clase
política. Y las sumas millonarias que reciben los partidos políticos es
uno de los grandes elementos del enojo social. Entonces, ¿cuál es la
transformación conveniente para el sistema de partidos?
– … Yo soy
un defensor del financiamiento público, pero eso no significa que esté
en contra de la racionalización del monto que se entrega por parte del
Estado a los partidos políticos. (Hay que tener cuidado) de caer en
estas posturas simplistas o demagógicas de ah, ‘quítesele la mitad del
dinero a los partidos’. Creo que plantearlo así incluso puede llegar a
ser irresponsable. Tiene que haber un diagnóstico. Si hay una lógica de
reducción de los recursos no caer en los extremos de cerrarles la llave
del financiamiento que orille a los partidos políticos a buscar dinero
donde no queremos que lo busquen. Hoy en México y el mundo hay muchos
dispuestos a financiar la política. Desde fuentes ilegales como grandes
intereses que podrían, lejos de robustecer el sistema democrático,
transformar las democracias en plutocracias; es decir, en el reino del
dinero. Eso no significa que no tengamos que avanzar de discutir los
montos con que se financia la política. En el caso de los partidos está
determinado con una fórmula determinada en la Constitución, pero hay
muchos recursos para que disminuya ese financiamiento. Su dinero está en
el centro de la atención y tensión social. (La disminución de
financiamiento público) puede ser una manera de recomponer la imagen
pública de los partidos políticos.
–Si la medida de austeridad del
INE intenta ser ejemplar y el mensaje ya está dado. ¿Qué institución
debe seguir en la aplicación de medidas de austeridad?
– Yo
aspiraría a que lo fuera. El mensaje de austeridad que nosotros quisimos
tenía dos propósitos, uno tratar de demostrar esa sensibilidad a la que
hacía referencia hace un momento de cara a la sociedad que está
padeciendo un momento económico muy complejo, muy complicado, y por otra
parte tratar de proveer al Estado mexicano de recursos que si bien
estamos convencidos tenían un destino y una racionalidad absolutamente
justificada, por el ejemplo, el dinero que se autorizó por la Cámara de
Diputados al INE para construir una nueva sede de oficinas centrales que
nos permitiera concentrar oficinas que hoy están dispersas en locales
rentados en un único espacio propio y que tenía el propósito del ahorro.
CÓRDOVA, SIN 3de3, SE LANZA POR LA TRANSPARENCIA
A
la par de las medidas de austeridad, Lorenzo Córdova Vianello expone
que aspira a que el instituto tenga mecanismos de rendición de cuentas
para que informe cada trimestre sobre el ejercicio de sus recursos
públicos. “Ningún órgano del Estado lo hace como nosotros lo hemos hasta
ahora”, expresa el presidente consejero.
Abunda que “la idea es
que se cree un contexto de exigencia y en consecuencia una mayor
rendición de cuentas. Finalmente decidimos instruir a la junta general
ejecutiva para que en el mes de febrero se presente además de estas
medidas, un análisis que nos permitan tomar medidas de racionalidad que
generen economías y eventualmente mayores recursos que podríamos poner a
disposición para tratar de compensar o de contribuir a tratar de
mejorar las condiciones actuales”.
–¿Cómo evalúa la corrupción nacional?
–
El problema de la corrupción es el resultado de la impunidad. Hay un
déficit en el país. No lo digo yo. Lo dicen análisis internacionales que
califican muy mal al país en esta materia. Creo que no hay que ir muy
lejos. Parte de la irritación social respecto de la clase política,
respecto de la función pública tiene que ver con episodios de corrupción
que son muy lamentables y que han generado la sensación de que se trate
de un fenómeno muy extendido. Ese es uno de los puntos clave que tienen
que combatirse y que estoy convencido están en la base de la irritación
social.
– Y entonces, ¿presentará su declaración 3de3? [al
momento de la entrevista, Lorenzo Córdoba Vianello es una de las
personas de interés que no han publicado en esta iniciativa ciudadana el
documento que ayudaría a ver cuál es su fortuna y si esta ha
evolucionado a partir del día que tomó posesión como presidente
consejero del INE, en 2014].
– Estoy convencido de que la
rendición de cuentas tiene que tener un mecanismos legales de absoluta
robustez. Y soy ¡copartícipe de la rendición de cuentas como parte de un
contexto de exigencia, como parte de la propia ciudadanía. ¿Qué quiero
decir? Que el problema de la corrupción no es solamente que la comunidad
se entere, sino que existan mecanismos institucionales legales eficaces
que evidencien y sancionen todo caso de corrupción y hoy estamos en una
situación muy precaria. Desde el punto de vista institucional en este
sentido, lo demás no sirve. Lo demás es fuego de artificio. No digo que
no sea necesario, pero la columna vertebral del combate a la corrupción
es que los mecanismos de sanción estén claramente establecidos
institucionalmente y funcionen, que sean eficaces.
AQUELLOS 90
Hubo
un tiempo, en los noventa, en que el INE (antes IFE) fue una de las
instituciones con mayor confianza de los mexicanos. En 1990, dos años
después del controvertido triunfo de Carlos Salinas de Gortari en las
elecciones en las que “se cayó el sistema”, nació el IFE que organizó su
primera elección a la Presidencia cuatro años después, con credencial
de elector con fotografía.
Al candidato priista, Luis Donaldo
Colosio Murrieta, lo asesinaron ese año y al final, su sustituto,
Ernesto Zedillo Ponce de León ganó la elección. No hubo impugnaciones,
ni señalamientos de fraude. El entonces IFE entregó los paquetes
electorales en un ejercicio que no fue cuestionado.
En 2000, el
instituto realizó las elecciones en las que el PRI concluyó 71 años en
el poder y con las que se inició la alternancia partidista. Entonces,
había confianza y esperanza, según dan cuenta ejemplares de diarios
nacionales de esa época. Años de fraudes quedarían sepultados. Ya no
existiría o empezaría a diluirse aquella conocida semántica de “la
operación ratón” o la “tamal”.
En 2006, el triunfo de Felipe
Calderón Hinojosa fue impugnado por el Partido de la Revolución
Democrática que había postulado a Andrés Manuel López Obrador. La
historia se repitió en 2012, con el regreso del PRI a Los Pinos con la
persona de Enrique Peña Nieto.
Hoy, al transformado INE, ya no lo
envuelven los factores de la confianza, ni de la esperanza. El año
pasado, en los comicios del 7 de junio en los que se eligieron
gobernadores, hubo un llamado extendido a no votar.
–¿Qué ocurrió doctor Córdoba? ¿Por qué se desmoronó una de las instituciones con mayor prestigio en México?
–
Yo creo que las instituciones electorales han padecido a la par del
desgaste y del desencanto democrático … Lo que ha pasado desde el año
2000 a la fecha ha sido un asentamiento del proceso democrático. Pero
también, digámoslo así, los gobiernos emanados de procesos democráticos
no han sido capaces de resolver los grandes desafíos en materia de
derechos humanos que se plantearon a la par del proceso de transición en
el mundo. Hoy vemos que hay un desencanto con la democracia, con los
partidos políticos. El año pasado estuvo plagado de fenómenos en los que
esto se presentó de manera clara muy nítida. A la par de este proceso
de desencanto ha habido este desprestigio cada vez mayor respecto a la
clase política y también a las instituciones del Estado. Y las
instituciones electorales no han sido ajenas.
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