Gustavo Leal F.*
La Jornada
Como en el IMSS, en
septiembre 2016 se documentó que la demanda de servicios de 13 millones
de derechohabientes había rebasado al Issste. Según los Indicadores de eficiencia de las unidades médicas 2016,
sólo 111 –de mil 182– reportaron porcentaje de ocupación hospitalaria
y, de ésas, 52 señalaron que superaban 80 por ciento de ocupación.
Algunas, incluso más de 100 por ciento.
La unidad más saturada se ubica en San Juan Bautista Tuxtepec,
Oaxaca, donde el porcentaje de ocupación era ¡428 por ciento! El de
medicina interna alcanzaba 170, cirugía general 82 y el promedio de
estancia de pacientes era de 13 días. Pero no es la única que operaba
así. En Coahuila, la unidad San Pedro de las Colinas registraba 110 por
ciento de ocupación en medicina interna y 98 por ciento en medicina
general.
El Informe observatorio del desempeño hospitalario 2011
(Ssa) asentaba que las tasas de ocupación recomendadas deberían ubicarse
entre 70 y 80 por ciento, dado que por arriba de 85 por ciento
afectan significativamente la seguridad del paciente, favoreciendo las infecciones nosocomiales. En 2011, el informe identificó sólo dos hospitales del Issste que superaban 90 por ciento de ocupación, a diferencia de 38 que exhibía el IMSS.
Sin embargo, para 2016 el Issste preveía ampliar la infraestructura
con cuatro hospitales mediante el esquema asociación público-privada
(APP). En Tabasco, el hospital general Dr. Daniel Gurría, 105 por ciento
de ocupación; en Mérida, el hospital regional, 100; Nayarit y DF,
sustitución del hospital general Dr. Gonzalo Castañeda, que atiende a la
población con el índice de mayor edad a escala nacional (Reforma, 12/9/16).
En tanto, el director general del Issste, José Reyes Baeza, comunicaba que la
pérdidade recursos institucionales por el resurtimiento
ilegalde recetas, alcanzaba mil 500 millones de pesos anuales, situación que
se evitaríacon implementar un
simple código de barras.
También detalló que, ante la
universalizaciónde los servicios, el Issste se encuentra
en posibilidadde ofrecer 234 servicios y de contratar
otros175 que puedan
brindarinstituciones como IMSS y Ssa.
Claro, puntualizó,
este proceso no es sinónimo de portabilidad y privatización. ¿Cómo sus cuatro hospitales privatizados vía APP?
Simultáneamente y cumpliendo con el Acuerdo para la Universalización
de Servicios de Salud, dictado por Peña y Narro el 7 de abril 2017,
Reyes Baeza ofreció abatir el rezago de 5 mil cirugías programables
(urología, oftalmología, otorrinolaringología y algunas
cardiovasculares), utilizando esquemas de fines de semana –como en el
IMSS–, así como
eficientarlas citas médicas para consolidar un tiempo de espera –no mayor a cuatro días– en medicina familiar y especialidades. También previó realizar 200 trasplantes durante 2016.
Mientras, Victoria Ranfla, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Issste,
aclarabaque la
universalización no implicaprivatización, fusión de instituciones, ni
portabilidadde derechos.
Lo que se marca en esta primera etapa, puntualizó,
es la posibilidad de intercambio de servicios.
Es el mismo argumento que repitió el doctor Narro el 28 de julio 2016 –flanqueado por Reyes Baeza y Mikel Arriola (IMSS)–:
Es mentira que la universalización de los servicios implique privatizarlos. Y agregó: el compromiso del presidente Peña es
fortalecer el carácter públicode las instituciones, aunque, simultáneamente, el propio Reyes Baeza entregaba 465 ambulancias
arrendadaspor el Issste por más de 845 millones de pesos hasta 2018,
el esquema del arrendamiento financiero ha sido muy benéfico para nuestra institución, declaró.
Sólo 24 horas después, el Issste publicaba la licitación para
remplazar, mediante APP, el hospital general Daniel Gurría Urgell en
(Tabasco) y, al mes siguiente asignaba a la constructora GIA+A la
edificación del hospital de Mérida, vía APP, a 25 años. La empresa GIA+A
pertenece a Hipólito Gerard Rivero (cuñado del ex presidente Carlos
Salinas), quien también erigió el hospital regional de alta especialidad
de Ixtapaluca, estado de México, y actualmente opera su área no médica.
En ningún momento las autoridades del Issste (o del IMSS) se han
atrevido a justificar comparativamente sus francas preferencias por el
esquema APP. No obstante, disponemos de una curiosa
explicación, por cuenta de David Palacios, director administrativo del IMSS, para quien “con el dinero que se requiere para construir un hospital de 150 camas, alrededor de mil 500 millones de pesos, es posible –mediante contratos de APP– poner en marcha cuatro de esas unidades médicas casi al mismo tiempo”. Ciertamente, es un mago de las finanzas!, que, increíblemente, no incorpora a su
explicaciónla contraprestación económica estipulada en el contrato y que, durante 25 años después, el IMSS deberá pagar al proveedor.
En noviembre 2016, el Inai ordenó al Issste informar sobre cómo se
ejercieron los 500 millones de pesos que se autorizó transferir a
Superissste para subsanar el adeudo que tenía con proveedores, mientras
–como en el IMSS– Reyes Baeza garantizaba que
la mitadde la citas médicas
ya se pueden solicitar por teléfono o por Internet, a pesar de los rebasados servicios institucionales, sus ofertas de
universalidady las privatizaciones en curso.
El 17 de diciembre, Reyes Baeza informó que, con una inversión
inicial de mil 200 millones de pesos, se edificará un hospital en
Nayarit (200 camas, 35 consultorios, siete quirófanos y 31
especialidades) bajo el esquema de inversión APP. El instituto se obliga
por 25 años a pagar una anualidad para su funcionamiento. Después será
de su propiedad.
El doble discurso como norma: negar de palabra aquello que vertebra las políticas institucionales.
*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
No hay comentarios.:
Publicar un comentario