Entrevista a Jeanette Vizguerra, inmigrante refugiada en una iglesia
Democracy Now!
En
Denver, Colorado, una mujer indocumentada madre de cuatro hijos buscó
refugio en una iglesia el miércoles,después de que funcionarios del
Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por si sigla en
inglés) le negaran su solicitud para permanecer en Estados Unidos.
Jeanette Vizguerra no se presentó a un control de rutina con
funcionarios del ICE y, en su lugar, llevó a su familia a la Primera
Iglesia Unitaria. Vizguerra llegó a Estados Unidos desde México en 1997,
hace 20 años. Previamente había obtenido cinco aplazamientos de
deportación, pero dijo el miércoles que dudaba de poder ganar
aplazamientos similares bajo el gobierno de Donald Trump. Jeanette se
comunica con nosotros desde su santuario, dentro de la Primera Iglesia
Unitaria en Denver.
AMY GOODMAN: Bienvenida Jeanette a Democracy Now! ¿Por qué se ha refugiado en la Primera Iglesia Unitaria de Denver?
JEANETTE
VIZGUERRA: En 2013, cuando regresé de México, y sabía que mi caso solo
estaba bajo la discreción de ICE, que no estaba en cortes, empecé a
buscar opciones para poder seguir resistiendo, poder quedar aquí. Y
empecé el proceso para crear la Coalición Santuario, aquí en Denver,
pensando en que en algún momento lo iba a necesitar. No lo había
necesitado, no lo había tenido que necesitar hasta ese momento, la
primera persona en usarlo fue Arturo Hernández, que afortunadamente
sigue aquí con su familia, su caso no ha terminado, pero sigue luchando,
y viendo que mi extensión de tiempo terminó y no tenía respuestas, y el
silencio que tenía el Departamento de Seguridad Interior, que decían
que estaban evaluando mi caso, que estaban evaluando mi caso, me hizo
sentir por las acciones que pasaron la semana pasada, con el arresto y
deportación de Guadalupe. Y el arresto también de un joven soñador,
Daniel, me hizo sentir que yo iba a correr el mismo riesgo y decidí
venir y estar en la Iglesia.
AMY GOODMAN: Usted ha vivido en Estados Unidos durante 20 años. ¿Por qué decidió venir a este país en 1997?
JEANETTE
VIZGUERRA: Sí, tengo 20 años viviendo aquí, yo vine en el año 97 con mi
esposo y mi hija. Mi esposo vino primero, tres meses después, nosotros.
Fue por seguridad, ya que mi esposo había sufrido tres secuestros
express en México.
AMY GOODMAN: Usted tiene cuatro hijos. ¿Nos puede decir cuáles son sus nombres y sus edades?
JEANETTE
VIZGUERRA: Sí, tengo cuatro niños. La mayor tiene cerca de 27 años.
Ella está protegida bajo el programa de DACA, ella nació en México. Los
otros tres son nacidos aquí. Luna, de 12 años; Roberto, 10; y la
pequeña, Suri, de 6 años.
AMY GOODMAN: ¿Cómo les está afectado a
sus hijos la situación por la que usted está pasando? Ellos vinieron con
usted a la iglesia.
JEANETTE VIZGUERRA: Ellos ya tenían un poco
de experiencia en esto, ya que siempre están a mi lado trabajando. Todos
estos años, yo siempre les expliqué a ellos, cuando se fundó la
Coalición Santuario, que en algún momento yo lo iba a necesitar. No
estaban felices por la decisión, ayer lloramos, nos abrazamos. Pero
también, ellos me dieron la confianza que necesitaba, porque dijeron que
estaba en un lugar seguro, a diferencia de si me hubieran deportado y
estuviera en México. Que todavía estábamos juntos como familia.
AMY
GOODMAN: ¿Qué quiere decirle a las otras iglesias que están
considerando proporcionar refugio a inmigrantes, como lo ha hecho la
iglesia donde usted se encuentra, la Primera Iglesia Unitaria en Denver?
JEANETTE
VIZGUERRA: Bueno, en este momento son nueve iglesias, nueve iglesias de
las cuales solo dos son de santuario físico. En la otra iglesia está
Ingrid, que es otra compañera que lleva más de tres meses. Tenemos las
otras siete de santuario de apoyo, pero sí necesitamos más iglesias,
porque vemos que la amenaza, Trump, es real. Y necesitamos proteger a
nuestras familias.
AMY GOODMAN: ¿Cuál es su mensaje para el presidente Trump, Jeanette?
JEANETTE
VIZGUERRA: Mi mensaje para el presidente Trump es que no está haciendo
lo correcto, no solo con la comunidad inmigrante de diferentes países,
incluyendo la musulmana. Está manejando mal la situación del país, él
está actuando más como una persona individual que quiere poder, quiere
atención, y no se está fijando en el daño que le está haciendo al país.
La tercera parte del país no lo quiere, está manejando la situación mal.
¿Qué pasaría si este país realmente se quedara sin la mano de obra de
los inmigrantes? Las industrias de hostelería, restaurantes,
construcción, el campo… No tendrían gente para trabajar. Por lo tanto,
el país estaría perdiendo dinero. La otra cosa que quisiera decirle es
que yo soy solo una madre que ha venido a trabajar muy duro para que mis
hijos tengan una mejor vida. A él no le ha tocado porque él tiene
dinero, tiene poder, a sus hijos no les ha tocado sufrir. Pero, aun con
todo ese dinero que él tiene y ese supuesto poder, si un día les pasa
algo a sus hijos, ese dinero no les va a ayudar si tienen alguna
enfermedad terminal. Y, ¿qué significa ser un criminal para él? En mi
caso, por haber manejado sin permiso, con licencias vencidas, y tratar
de utilizar unos documentos falsos para poder trabajar y llevar comida a
la mesa, soy un criminal. ¿Y cómo le vamos a llamar a él, que por
tantos años no ha hecho lo correcto al pagar sus impuestos? Eso es
evasión de impuestos y también es un crimen.
AMY GOODMAN: Eso es
algo que se malinterpreta a menudo en este país. Jeanette, usted ha
pagado impuestos durante todos estos años.
JEANETTE VIZGUERRA:
Sí, durante 20 años. Desde el año 98, en el que yo comencé a trabajar y
mi esposo también, hemos pagado nuestros impuestos. Año con año. Y
muchas veces, el dinero que pagamos los inmigrantes, unos no reclaman
ese dinero, es dinero que se queda aquí en el país. Yo le diría: Si me
vas a deportar, si me vas a regresar, ¿[qué hay] del dinero de 20 años
de trabajo que yo he dejado en este país?
AMY GOODMAN: Jeanette,
usted ha sido arrestada en dos ocasiones, una por estar en posesión de
documentos falsos, nos gustaría que explicara qué ocurrió, y otra porque
regresó a México para el funeral de su madre.
JEANETTE
VIZGUERRA: Sí, la primera vez fue por esa razón. La segunda vez fue, al
cruzar la frontera, lo que ellos llaman ‘reentry’, pero que al final es
una falta administrativa, ese es el segundo cargo. Entonces, por esa
razón, quedé con orden final de deportación, y he seguido luchando, y
ellos mismos estuvieron dando las extensiones de tiempo. No entiendo por
qué razón ahora, tal vez por la nueva administración, está sucediendo
todo esto, que me negaran la extensión de tiempo.
AMY GOODMAN: En
este momento los líderes electos en Denver están apoyándola, desde el
congresista Jared Polis, quien emitió un extenso comunicado y ha tratado
de realizar una propuesta de ley en el Congreso para asegurar que usted
pueda permanecer en este país, hasta el alcalde Hancock y la
congresista Diana DeGette. ¿Qué significa para usted este apoyo?
JEANETTE
VIZGUERRA: Bueno, sí, hay diferentes personas elegidas que han estado
apoyando mi caso. El congresista Polis, que ha soportado poniendo un
‘bill’ privado por más de tres años, que es un respaldo político para
mí. El senador Bennet, que también desde el año 2009 ha estado apoyando
mi caso. Si yo necesito cartas, en su oficina me las dan. Y ahora está
saliendo la congresista Diana DeGette; me ha apoyado también el concejal
Paul López; ahora, Michael Hancock, también quiere aportar. Entonces,
ellos están viendo la necesidad de parar con estas cosas que está
haciendo el presidente Trump. No es justo que se esté atacando de esta
manera a las personas.
AMY GOODMAN: Finalmente, ¿cuál es el
mensaje que quiere enviar a la personas inmigrantes como usted que estén
viendo o escuchando esta entrevista?
JEANETTE VIZGUERRA: Lo que
yo les puedo decir es que desde que llegamos a este país nuestra vida es
una lucha, una lucha constante y que, aunque estos cuatro años van a
ser muy difíciles, no nos tenemos que rendir. En el pasado tuvimos leyes
similares, que nos estaban afectando; trabajamos muy duro
organizándonos, uniéndonos, y pudimos quitar todas esas leyes. Ahora no
va a ser la excepción. Van a ser cuatro años difíciles, pero no
imposibles. Al igual que yo, necesitan resistir. No sé cuántos días,
meses o incluso hasta años voy a estar aquí, en esta iglesia, pero sé
que en algún momento voy a salir, y voy a salir victoriosa, porque
aunque esté aquí adentro, todavía puedo hacer mucho para mi comunidad.
La tecnología es una parte importante.
AMY GOODMAN: ¿Cuánto tiempo está dispuesta a permanecer en la iglesia, refugiada en la Iglesia Unitaria?
JEANETTE
VIZGUERRA: No sé cuánto tiempo, todo va a depender de la discreción de
ICE. Si niegan mi aplicación en Washington también, voy a continuar
luchando hasta que haya algún cambio. _______________ Producido por
Democracy Now! y Democracy Now! en Español.
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