3/02/2017

Los periodistas pal café. . . . .



Es tramposo decir que Josefina Vázquez Mota ha sido exonerada o liberada de responsabilidades por su participación en la triangulación de fondos federales que le permitió manejar de manera opaca, y con altos indicios de corrupción, un proyecto de ayuda clientelar a paisanos en Estados Unidos, al que Enrique Peña Nieto, su contrincante por la Presidencia de la República en 2012, hizo transferir mil 36 millones de pesos que, en dado caso, debería haber ejercido el órgano creado y autorizado para ello, el Instituto de Mexicanos en el Exterior (IME), o los propios consulados, directamente.
El IME es una oficina desconcentrada de la Secretaría de Relaciones Exteriores que atiende las iniciativas y necesidades comunitarias de los mexicanos que viven y trabajan fuera de nuestro país y ofrece programas y servicios en materia de salud, educación básica y universitaria, educación financiera, estadísticas y publicaciones sobre la diáspora mexicana, remesas productivas, organización comunitaria, vinculación con clubes, federaciones, redes de mexicanos y amigos de México en el exterior, iniciativas y convocatorias culturales, eventos deportivos, entre otros (https://goo.gl/pyZWsQ).
Pero, a pesar de contar con dicho IME y con los consulados, le pareció al amigo Enrique que sería mejor entregar mil millones de pesos, de 2014 a 2016, a la amiga Josefina para que hiciera, o dijera que hacía, más o menos lo mismo, pero desde dos entidades privadas, Parents Alliance y AEM-USA Foundation, que recibieron el dinero (equivalente a 5.4 veces el presupuesto ejercido por el IME en esos mismos años) que a su vez ejercía Juntos Podemos, con Vázquez Mota como presidenta honoraria, pero verdadera responsable del destino final de esos casi 60 millones de dólares (por ello ahora, sesgadamente, la ex candidata presidencial dice que no tiene culpa alguna, pues ella sólo preside Juntos Podemos, que formalmente no recibe el dinero público mexicano, sino las dos fundaciones antes mencionadas, convergentes en las manos de Josefina, pero legalmente distintas: lavado de paisanos).
De esos recursos no se han rendido cuentas verdaderas y varios de los rubros mencionados para justificar las erogaciones tienen enorme tufo a mera simulación contable, cuando menos en cuanto a 8 millones 732 mil dólares de los fondos recibidos del gobierno mexicano, que se destinaron a gastos operativos inflables (como diseño del programa, supervisión del mismo, visitas de campo, administración y publicación de resultados), según la investigación y denuncia de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (organización presidida por Claudio X González Guajardo), en un reportaje de Dulce González, de donde se han tomado varios datos para esta columna (https://goo.gl/LJ0kyT).
Entregar tanto dinero a un proyecto de opacidad ejecutiva a cargo de su amable contrincante panista de 2012 es una muestra del desdén real de Peña Nieto hacia la causa de los paisanos, a los que, además, ha desprotegido al nombrar en varios de los consulados a impresentables políticos y al sostener un servicio deficiente para los usuarios. Además, a determinados consulados (Los Ángeles, Nueva York, Chicago, Washington, Dallas y Laredo) se les quitó parte de su presupuesto (¿por qué?, ¿para qué?) a fin de darlo a las dos fundaciones que financian las actividades de Josefina, bajo el nombre blanqueado de Juntos Podemos.
El IME, por ejemplo, carece de proyecto político sostenido. En cuatro años ha tenido cinco directores: Arnulfo Valdivia, cuya experiencia previa había sido la de coordinador de asuntos internacionales del gobierno de, obviamente, el estado de México; el sonorense Ernesto de Lucas Hopkins, quien fue, en la campaña presidencial peñista, coordinador de deportes; Francisco de la Torre Galindo, miembro del Servicio Exterior Mexicano; Eunice Rendón Cárdenas, quien había sido subsecretaria de Gobernación, y el recién nombrado Carlos Mendoza Sánchez. ¿Qué proyecto serio se puede desplegar desde el IME si los directores más tardan en acomodarse que en ir de salida?
Silvano Aureoles ni siquiera fue una concesión libre de Los Pinos al PRD, sino la imposición de un deseo de Peña Nieto que fue procesado dentro del sol azteca. Adulador del mexiquense y promotor de sus iniciativas legislativas desde la oposición, Aureoles se ganó la candidatura para gobernar el caliente Michoacán. Ahora, ya como mandatario, dice ir por la postulación perredista a la Presidencia de la República, en una maniobra de cuña contra la pretensión de Miguel Ángel Mancera de manejarse como aspirante sin afiliarse al PRD. A fin de cuentas, maniobras para encarecer reacomodos grupales y concesiones políticas en el camino, con el beneplácito del general de división electoral, el jefe Enrique.
En 2007, el constitucionalista Raúl Carrancá, al tiempo de exigir el fundamento legal, que consideraba inexistente, para otorgar a Vicente Fox Quesada 4 millones 160 mil pesos por pago de seguro de separación individualizado, expresaba que esa erogación y las pensiones a ex presidentes son ilegales y contrarias al espíritu de la Constitución. El reconocido jurista dijo, según nota de Elizabeth Velasco en La Jornada, que vivimos en un régimen republicano y esas erogaciones son propias de una monarquía; por ello, no sólo son ilegales, también son inmorales, y se pronunció por eliminar esas pensiones ofensivas y ponerlas a la altura de lo digno. Respecto de Fox, el doctor en derecho pedía que se investigara su enriquecimiento inexplicable de manera “muy objetiva y a fondo (…) inclusive, debe dar vista al Ministerio Público de todo lo que averigüe” (https://goo.gl/KAMaLa).
Y, mientras Cementos Mexicanos, al reconocer su buena disposición a entrarle al negocio de la construcción del muro de las trumpetas, da muestra de que para
los hombres de negocios lo de menos son los conceptos (que no cotizan en bolsa) del nacionalismo, la soberanía y la solidaridad con los paisanos agredidos, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx



Foto
El 15 de junio de 2015, en la víspera de que Donald Trump lanzara su campaña presidencial, la fortuna personal de Carlos Slim era calculada por Bloomberg en 67 mil millones de dólares. Hoy es de alrededor de 51 mil millones. Posee 16 mil millones de dólares menos. Slim acaba de cumplir 77 años el pasado enero y en los tiempos recientes luce tan contento como si conservara su toque Midas o como si Peña Nieto le hubiera otorgado la concesión de un canal de televisión. Sin embargo, la fuente de su dicha parece que está ubicada en terrenos menos materiales y más sentimentales, no obstante que nadie en el mundo ha sufrido mayor pérdida que el hombre más rico de México en tiempos cercanos. En la más reciente actualización del Índice de Millonarios de Bloomberg ha caído a la sexta posición, por debajo de Mark Zuckerberg, Amancio Ortega, Jeff Bezos, Warren Buffett y Bill Gates. Su fortuna al día de ayer marcaba los 50.7 miles de millones de dólares. Slim, quien mantuviera el título del hombre más rico del mundo en 2013, tiene una fortuna 17 veces superior a Trump, que sólo posee 3 mil millones. Posiblemente a Slim no le interese el pronunciado descenso de su capital, pero otra cosa es lo que piensen y digan sus socios, para quienes fue el gurú financiero desde el siglo pasado.
Cuando sumar, resta...
¿Qué le hubiera podido aportar un político que cuenta con menos de 20 por ciento de aprobación popular a otro que también anda en el piso? Posiblemente no mucho. Pero algunos medios comentaron que Peña Nieto avalaba la probable candidatura presidencial del Bronco Rodríguez Calderón. Al inaugurar la planta de autopartes Nemak, en Nuevo León, Peña Nieto dedicó el inicio de su discurso a aclarar que su compromiso es apoyar el trabajo del gobernador independiente pero… ‘‘hasta ahí nos quedamos, señor gobernador, hasta ahí nos quedaremos en el apoyo de gobierno a gobierno. Cualquier otra cosa, de esas que se dicen por ahí, pues ya son especulaciones y son afirmaciones que están realmente fuera de lugar. Este gobierno apoyará al gobierno de Nuevo León para que les sirva a los de Nuevo León’’. Eso dijo, por si alguien estaba con pendiente.
Los tiempos que vienen
Los cuatro jinetes del apocalipsis son cinco, tratándose del futuro económico de México. Todos coinciden en que el crecimiento de este y el próximo años será de alrededor de 1%, una nada para un país que debería crecer al menos 10%. Una recesión andará revoloteando sobre nuestras vidas. De acuerdo con un análisis de CitiBanamex, lo peor que nos puede suceder es lo siguiente: (1) que diversas empresas cancelen o pospongan sus planes de inversión ante la postura de la administración de Trump contra México (ya lo están haciendo); (2) que políticas proteccionistas en Estados Unidos afecten a las exportaciones mexicanas (es el caso de la industria automotriz); (3) una reducción a la calificación crediticia del país (se está cocinando); (4) flujos de remesas menores a lo esperado (amenazadas), y (5) mayores episodios de volatilidad en los mercados financieros internacionales. En sentido contrario, dicen que lo bueno que podría ocurrir es un repunte de las exportaciones no petroleras ante un peso más débil y un resultado favorable para México en las negociaciones del TLC.
Chapulin amarillo
Después de que el coordinador del PRD en el Senado, Miguel Barbosa, manifestó su apoyo a López Obrador en sus aspiraciones presidenciales, llovieron las críticas fuera y dentro de su partido. Piden se separe del cargo en la cámara. Pero Barbosa dice que no deja la jugosa chamba, que está dispuesto a impugnar cualquier resolución en su contra de los órganos internos perredistas, porque no faltó a los intereses del partido al expresar su opinión como militante y disentir del mismo. ‘‘Cuando el PRD apoyara al PAN, hiciera coalición con el PAN (para la Presidencia) yo me iría del PRD. No estaría en un partido que fuera parte de la estrategia del PAN’’, dijo.
Ombudsman Social



Saquen la calculadora y hagan sus restas, ¿para cuánto les gusta la tasa de crecimiento económico en 2017? Apenas concluye el segundo mes de año y ya la estimación oficial ha sido recortada por la Secretaría de Hacienda y el Banco de México, además de que distintos organismos internacionales hicieron lo propio desde enero pasado.
¿Adónde va el barco de gran calado que ha sido presumido en los sexenios de tres marineritos de agua seca (Fox, Calderón y Peña Nieto) y que la realidad tardó menos en hundirlo más? A ninguna parte, porque encalló desde hace ya muchos ayeres, y la geniocracia no tiene la menor idea de cómo reflotarlo, porque al mantenerlo en esa situación garantiza los jugosos negocios privados a costillas de la nación y sin más socializa las pérdidas, que no son pocas.
En el autodenominado sexenio del cambio, Vicente Fox presumía estar al mando de un barco de gran calado, y a la presidenta, Martita Sahagún, le fascinaba llamar a su marido capitán de gran navío, pues, decía, tenemos un buen marinero al frente que lleva y llevará al país, a pesar de las grandes olas, a buen destino. Todo, desde luego, en referencia a la economía mexicana, la cual nunca ha estado tan bien como ahora, y con él al timón la nao del cambio llegaría, ciertamente, a puerto seguro.
Discursos y mamonerías aparte, el resultado concreto fue un crecimiento económico de 2.3 por ciento como tasa anual promedio sexenal, tres veces menos que en el último gobierno del viejo régimen, el de JLP. Dicha proporción fue la menor desde tiempos de Miguel de la Madrid, con todo y que el ingreso y los excedentes petroleros fueron súper abundantes. Pero no quedó allí el estado de la embarcación.
A Los Pinos arribó, haiga sido como haiga sido, otro marinerito de charco callejero. Felipe Calderón repitió hasta el exceso que la economía mexicana era un navío de gran calado (tan creativo fue el susodicho que sólo buscó un sinónimo para piratearse la frase foxista, aunque Margarita nunca lo vistió con tan llamativo disfraz). Y el coro lo hacía su secretario de Hacienda (hoy en el Banco de México), Agustín Carstens, quien afirmaba que el gobierno calderonista tenía en nuestras manos el timón y todos los implementos para garantizar una venturosa travesía a puerto seguro.
Otra vez la realidad superó con creces las mamonerías: el resultado concreto fue una tasa anual promedio de 1.87 por ciento (es decir, 3.5 veces menos que la alcanzada por el autodenominado último presidente de la Revolución, José López Portillo), de tal suerte que obtuvo la medalla de plata (la de oro la mantiene Miguel de la Madrid) y desplazó a Fox al tercer lugar en lo que a peor resultado económico se refiere.
Pero faltaba un marinerito más: Enrique Peña Nieto, el colocador de la cereza privatizadora de los bienes de la nación. Meses atrás, consumado el Brexit, el susodicho declaró que la decisión británica ha despertado incertidumbre, porque las aguas que se mueven ante estos efectos, también lo hacen con el barco en el que transitamos en el país. Resultado concreto: en el sexenio de las grandes reformas que los mexicanos necesitan, el del México en movimiento a duras penas la tasa anual promedio empata con la calderonista; es decir, 1.9 por ciento en cinco años de estadía en Los Pinos, y siempre y cuando se cumpla el nuevo pronosticó de la Secretaría de Hacienda (1.5 por ciento), aunque obviamente el marcador final puede ser mucho peor.



La Federación captura el grueso de los impuestos en México (96 por ciento) y después regresa a los estados parte de esos recursos mediante las participaciones y aportaciones. Aun así, la Federación gasta 60 por ciento del presupuesto. Este esquema ya no está funcionando bien, y no sólo en las fórmulas de distribución de las aportaciones a las entidades federativas en la Ley de Coordinación Fiscal, sino por las últimas medidas que recentralizan el control de los fondos: una completa contrarreforma de los avances federalistas de los años 90.
El gobierno del estado anuncia que el recurso del impuesto ecológico es para gastos de nómina educativa, y precisamente en ese rubro se ponen de manifiesto las desventajas para la entidad: en 2015 se le aprobaron a Zacatecas 6 mil 477 millones de pesos del fondo de aportaciones para la nómina educativa, pero se modificó la cifra y se ejercieron 6 mil 165 millones. La rebaja se debe a la nueva forma de administración recentralizada o desfederalizada, con la cual se eliminan las posibilidades de hacer sinergias entre los sistemas estatalizado y federalizado de educación.




El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, señaló ayer que el gobierno del que forma parte está interesado en la aprobación de una ley de seguridad interior que no otorgue a las fuerzas armadas funciones de policía, que ese instrumento legal no debe dar margen a la militarización del país ni al uso de las instituciones castrenses en la represión de movimientos sociales, y que la actuación de soldados, marinos y policías federales en tareas de seguridad pública debe ser temporal y constreñirse a circunstancias excepcionales.

Llaman a elevar el presupuesto para defender a migrantes
Un juicio de deportación cuesta en promedio 20 mil dólares, lo que demuestra que los mil millones de pesos aportados por el titular de la Secretaría de Hacienda, José Antonio Meade, a un fondo de auxilio a los paisanos son insuficientes. Menos alcanza para reabrir el consulado mexicano en Anchorage, Alaska, e inaugurar el que se requiere en Nashville, Tenesi.

Personalmente desconfío de quien tiene fobia a los gérmenes, no bebe alcohol, no fuma y no toma café. Hitler tenía hábitos similares, valga la analogía, aunque ésta no explique nada. Pero, además, Trump debe su fortuna al negocio inmobiliario, que está ligado, quiérase o no, a varios de los sectores más corruptos en Estados Unidos: los sindicatos de constructores y transportistas de materiales de construcción, con frecuencia y desde hace muchos años ligados a mafias relacionadas con el narcotráfico, trata de blancas, contrabando y demás. Alguien debería investigar con lupa ese pasado de Trump; seguro que algo turbio y deshonesto sale, como sugiere la novela de Justin Scott cuyo título en español fue La venganza (1991), referida precisamente al mundo de la mafia de Nueva York y a los constructores, entre los que citó, aunque fuera de soslayo, al mismo Trump.

Por favor, no crean más en las encuestas. No aciertan en este nuevo tiempo político. Seguramente siguen con factores de expansión poblacional del pasado, con base en una caracterización sociocultural-económica de otra época. Y además no son capaces de captar el voto oculto, vergonzante. Fallan habitualmente, pero seguimos ansiosamente creyendo en ellas durante la espera. Las encuestas dejaron de ser un instrumento de ayuda para convertirse en una trampa analítica. Las encuestas se convierten en una guerra de cifras, utilizadas como arma política en favor de lo que se desea.

Donald Trump lleva escasas seis semanas en la Casa Blanca y ya ha parado al mundo de cabeza. Ha actuado de manera poco usual en la designación de su gabinete. Se ha peleado con las agencias de inteligencia, incluyendo la CIA y el FBI. Ha criticado con dureza a varios jueces federales. Ha puesto a temblar a millones de inmigrantes indocumentados. Ha construido estructuras de poder en la Casa Blanca con parte de su familia y personajes nefastos, como Steve Bannon. Ha asustado a la burocracia de carrera de Washington. Y, con su insólito estilo de comunicación directa vía Twitter, con su base política y su guerra feroz contra el cuarto poder, ha logrado monopolizar la conversación dentro y fuera de Estados Unidos.

La derecha latinoamericana venía de acumular avances, desde las elecciones parlamentarias en Venezuela, la presidencial en Argentina, el referendo vicioso en Bolivia, el golpe en Brasil, y se apresuraba a festejar una victoria más. Sus portavoces, de derecha y remanentes de ultraizquierda, contaban con un gran resultado de la alianza de los candidatos opositores al gobierno de Alianza País. Guillermo Lasso, el banquero más rico de la nación, y Cinthia Viteri, otra variante del neoliberalismo, apenas se disputaban quién enfrentaría al candidato del gobierno en la segunda vuelta.

El impacto del trumpismo en la relación de Estados Unidos con México es un gran riesgo existencial para el país. Es asunto nacional, regional y mundial. Incluye la vigencia del Derecho Internacional. Son vitales para la defensa nacional mexicana los principios históricos de su política exterior y recurrir al entramado multilateral, desde la ONU hasta la Corte Penal Internacional y la OMC, como a la movilización popular para la Defensa Nacional. Sin esa movilización no hay defensa.
Hace unos días el gobierno cubano impidió la entrada al país de un grupo de personajes unidos por la fascinación hacia el desprestigiado dogma neoliberal, la necesidad de apuntalar desinflados proyectos políticos en sus países y otras motivaciones non sanctas. Es el caso de Luis Almagro, secretario general de la OEA, quien se desvive por cumplir el papel que le han asignado el comando sur de las fuerzas armadas de Estados Unidos y las derechas locales en la desestabilización de los gobiernos verdaderamente independientes de nuestra América.

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