Admite funcionario de la Policía Federal que desconocen el número exacto de casos
ONU:
desaparición de personas en el país, de dimensiones aterradoras
El trabajo de los servicios periciales y forenses se caracteriza por la falta de profesionalismo
Durante foro sobre desapariciones, realizado en el Senado, familiares de víctimas exigieron justicia
Periódico La Jornada
El problema de la desaparición forzada de personas está tomando
dimensiones aterradoras en México, con el hallazgo de fosas clandestinas y cuerpos por todo el país, afirmó el representante adjunto de la Oficina del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Jesús Peña.
Durante la inauguración del foro Necesidades forenses en México
frente a las desapariciones y fosas, organizado por la ONU y el
Instituto Belisario Domínguez del Senado, Mario Arturo Álvarez
Torrecilla, de la División Científica de la Policía Federal, reconoció
que es un problema que está rebasando a todas las instituciones.
Si nos preguntan cuál es el número exacto de desaparecidos o personas no localizadas o que han perdido la vida, ninguna institución les va a dar la respuesta, porque es un tema que no se conoce, recalcó.
El perito legista insistió:
Hay cifras que se han dado a conocer; sin embargo, hay otros números y casos que no se han hecho públicos por diferentes causas, es decir, es una cifra negra donde no tenemos algún resultado.
Gerardo Esquivel, coordinador de investigación del Instituto
Belisario Domínguez, explicó que de acuerdo con cifras oficiales, hasta
el año pasado el registro es de 29 mil 917 desaparecidos, con un aumento
importante en 2016, cuando se reportaron 3 mil 803 casos, más de 10
cada día.
Que aprueben ley, el reclamo
Un tema recurrente entre los ponentes fue la urgencia de
aprobar la ley contra la desaparición forzada, que está en dictamen en
el Senado. La legislación debe garantizar la búsqueda inmediata y
efectiva, así como investigaciones imparciales y diligentes que permitan
identificar a los perpetradores de la desaparición y muerte de las
víctimas, y que sean debidamente sancionados, señaló el jefe de la
delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja en México, América
Latina y Cuba, Juan Pedro Schaerer.
En su intervención, Jesús Peña destacó el informe especial de la
Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que habla de la
existencia de 855 fosas clandestinas y que sólo en cuatro estados
encontraron 35 mil restos humanos.
Expuso que la ONU ha formulado numerosas recomendaciones a México con
la finalidad de resolver la crisis. Uno de los retos que enfrenta el
país, dijo, es crear una institución de servicios forenses autónoma e
independiente, esencial para la administración de la justicia y el
derecho a la verdad de las víctimas.
Peña expuso que se debe permitir la intervención de peritos
independientes y dar valor probatorio a sus informes, así como
establecer una reglamentación de cementerios, inhumaciones,
exhumaciones, conservación y entrega de restos, con el propósito de
frenar las irregularidades en la localización y atender debidamente a
las víctimas.
Daniel Zapico, integrante de la Oficina del Alto Comisionado de la
ONU para los Derechos Humanos en México, recalcó que los servicios
periciales y forenses en el país se caracterizan por falta de controles
de calidad, de profesionales preparados en diversas disciplinas,
recursos insuficientes para el desarrollo de sus funciones y falta de
respeto a los criterios científicos y técnicos. Además, sostuvo, quienes
se desempeñan en esta tarea tienen miedo a represalias internas.
Indicó que se mantiene el uso de procedimientos inadecuados u
obsoletos y hay falta de transparencia respecto de las víctimas o sus
familias, ausencia de adaptación a nuevos métodos o conocimientos; no
existe rendición de cuentas ni protocolos homologados científicamente
certificados.
Semefos saturados
Albertina Ortega, directora de antropología forense en la
Escuela Nacional de Antropología e Historia, detalló la carencia de
recursos materiales y humanos. Dijo que en el país existen sólo 38
peritos en antropología forense, de los cuales 20 están en Ciudad de
México y el resto distribuido en los estados.
Comentó que el trabajo forense en México se reduce a una muestra de
genética, que muchas veces puede tener errores, estar alterada o
tergiversada, debido a la escasa profesionalización de quienes la
realizan.
No se cuenta con capacidad técnica ni recursos materiales acordes a
la realidad que se vive, con gran cantidad de cadáveres en los servicios
médicos forenses y en fosas comunes. Puso de ejemplo que en Guerrero
hay un cementerio municipal que tiene casi 27 fosas con 800 cadáveres.
Siana Bustos, del Equipo Mexicano de Antropología Forense, consideró
indispensable que en la ley en la materia se estipule la participación
de científicos en el diseño de las herramientas que se emplearán en la
identificación humana y las entidades que se desempeñarán en estas
tareas.
Foto Cuartoscuro
Andrea Becerril
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