Jorge Carrasco
CIUDAD
DE MÉXICO (apro).- Con el control del aparato de gobierno desde la
década pasada en las administraciones del PRI y el PAN, la familia del
Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) busca ahora hacerse de
la candidatura independiente a la Presidencia de la República.
El
precursor de las candidaturas independientes en México, el excanciller
Jorge G. Castañeda, declinó en su aspiración y respaldó las intenciones
del senador “independiente” Armando Ríos Piter, un economista del ITAM
que forma parte del grupo de control político y administrativo que
encabeza el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso.
Parroquiana
como es la mayoría de la clase política mexicana y carente de
imaginación para buscar soluciones propias, cualquier acontecimiento
político importante en el mundo lo toma de manera oportunista para
justificar sus limitaciones o esconder sus propósitos.
Pasó hace
tres décadas cuando en Chile la multifraccionada izquierda y la centro
derecha de la Democracia Cristiana crearon la Concertación de Partidos
por la Democracia para sacar al dictador Augusto Pinochet del poder por
la vía pacífica.
De inmediato, hasta representantes del mismo PRI
fueron a Chile para replicar lo que devino en lo que Porfirio Muñoz Ledo
definió como una “concertacesión” entre el PRI y el PAN, como ha
ocurrido desde el gobierno de Ernesto Zedillo y en la que el ITAM comenzó como un surtidor de cuadros hasta llegar a tener casi todo el control en el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Ahora
es el caso con la candidatura que le quieren construir a Ríos Piter, un
político de 44 años que lo mismo ha trabajado para el PRI, el PAN y el
PRD, y que ahora comparan con el recién electo presidente de Francia,
Emmanuel Macron, de 39 años.
El próximo presidente francés es un
economista que después de renunciar al gobierno de Francois Hollande
creó el grupo En Marche!, una organización política que rebasó a los
partidos políticos tradicionales de ese país y cuyo discurso fue
precisamente en contra de la partidocracia.
Ríos Piter, por el
contrario, ha sido parte de esa ya vieja “concertacesión”. Fue asesor
del secretario de Hacienda de Ernesto Zedillo, José Ángel Gurría, ahora
secretario general de la OCDE, y alter ego de Peña Nieto. Luego, el itamita pasó a ser subsecretario de la Reforma Agraria con Vicente Fox.
Después
saltó a secretario de Desarrollo Rural de Zeferino Torreblanca en su
natal Guerrero, bajo las siglas del PRD, el mismo partido que lo hizo
diputado y actual senador. Pero en febrero pasado se declaró
“independiente”, después de que el mismo partido lo hizo constituyente
para la elaboración de la Constitución Política de la Ciudad de México.
Es
egresado de la maestría en Seguridad Nacional por la Universidad de
Georgetown, en Washington, aunque nunca se ha desempeñado en ese tema,
pues siempre ha trabajado para las áreas de la tecnocracia.
Como
legislador, están los registros de sus votos a favor de las reformas
energética y fiscal de Peña Nieto; es decir, de Luis Videgaray. También
cuando apoyó la homologación del IVA en las fronteras.
Ríos Piter
se ausentó de la votación en el Senado cuando la oposición buscaba sumar
fuerzas para impedir la designación, impulsada por Peña Nieto, de
Eduardo Medina Mora como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, y quien es otro que lo mismo ha servido al PAN que al PRI.
El Jaguar,
como se hace llamar a sí mismo y a su movimiento, será utilizado ahora
para construir la idea de una candidatura de izquierda moderada,
modernizada e internacionalista, en contraposición clara a la de Andrés
Manuel López Obrador.
Además de sus propios errores, todo suma para bajar al tabasqueño.
Comentarios: @jorgecarrascoa
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