OPINIÓN
Por: Lizeth Nayeli Rodríguez Flores*
El año pasado el Congreso de la Unión, mediante un decreto, declaró el
pasado 9 de mayo como “Día Nacional de la Salud Materna y Perinatal”,
debido a los retos que aún representan en nuestro país los altos índices
de muertes relacionadas con el embarazo, el parto y el puerperio
(cuarentena): en promedio, cada día mueren entre 2 y 3 mujeres. En el
marco del “Día de las Madres” se hace necesario mencionar a las otras
madres que su muerte pudo evitarse.
Cabe mencionar que México ha signado una serie de acuerdos y tratados
internacionales para prevenir la muerte materna y neonatal (mortalidad
de los nacidos antes de alcanzar los 28 días de edad). En 1993, México
se comprometió con la “Iniciativa Maternidad Segura” con la visión de
lograr el más alto nivel posible de salud y bienestar para las mujeres y
sus hijos.
En el año 2000 firmó la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas,
que incluyó ocho Objetivos de Desarrollo, el número 5 fue “Mejorar la
salud materna” y tenía como metas: “reducir en tres cuartas partes,
entre 1990 y 2015, la mortalidad materna, y lograr, para 2015, el acceso
universal a la salud reproductiva”, metas que no se alcanzaron. Datos
del Banco Mundial señalan que México no cumplió con esa meta, debió
reducir su Razón de Mortalidad Materna (RMM) a 22 y en el 2015 llegó a
38.
Tampoco es de asombrarse que Guerrero haya quedado por debajo de la
media nacional, pues históricamente ha estado en los primeros lugares;
sin embargo, a partir del 2011 se observan avances significativos, la
Numeralia 2014 del Observatorio de Mortalidad Materna en México señala
que Guerrero alcanzó una RMM de 58.7.
Pero, ¿por qué la Muerte Materna (MM) resulta un indicador tan
alarmante? A pesar de que puede haber un número mayor de muertes por
otras causas, diversos estudios en México señalan que más del 80 por
ciento fueron muertes prevenibles, siendo un indicador de desigualdad,
inequidad y de injusticia social.
Aunado a ello, constituye una violación de diversos derechos humanos de
las mujeres, entre ellos: el derecho a la vida, el derecho a la salud,
el derecho a la no discriminación (por raza, género, etnia, clase
social, edad y ruralidad), el derecho a la no violencia, el derecho a la
información y el derecho a decidir (Paola Sesia y Raffaela Schiavon,
2013), todos estos derechos tienen que ver con la ciudadanía
reproductiva de las mujeres y su dignidad humana.
De acuerdo a datos de la Dirección General de Información en Salud, del
2013 al 2015 en Guerrero ocurrieron 128 MM, casi el 70 por ciento se
concentró en seis municipios: Acapulco, Chilpancingo, Chilapa, Tlapa,
Ometepec y Acatepec; en ese mismo periodo ocurrieron mil 463 muertes
neonatales, una de las muertes con mayor subregistro y poco visibles por
nuestra sociedad y por los servicios públicos de salud.
Actualmente, el Programa de Acción Específico de Salud Materna Perinatal
2013-2018 con el que se rigen los programas y políticas en salud de las
entidades federativas, en el apartado de “Retos”, señala al menos cinco
“prioridades para acelerar la reducción de la mortalidad materna”.
Estas son: lograr el acceso universal; mejora de la calidad de atención;
contar con recursos humanos calificados; mayor infraestructura e
insumos y contar con información estratégica, siendo éste último
indispensable para cumplir las primeras cuatro prioridades, ya que sin
mecanismos relacionados con la transparencia, la rendición de cuentas,
la eficiencia del gasto público, el cumplimiento de normas y
procedimientos, nuevas investigaciones y la participación ciudadana en
el diseño, gestión y evaluación de las políticas públicas no sería
posible lograr avances sostenidos.
Cabe mencionar que, la semana pasada, en el marco del Día Internacional
de las Parteras, diversas organizaciones que integran el Comité por una
Maternidad Segura y la Salud de las Mujeres en Guerrero (CMSySMGro), en
coordinación con la Secretaria de Salud de Guerrero, y más de 40
organizaciones e instituciones, lanzaron la Campaña Estatal: En Guerrero
¡Vamos por la Partería!, un proceso que facilita Comunidad Raíz Zubia.
Esta campaña, conjuntamente con las mesas de trabajo que se han
sostenido entre el CMSySMGro y la SSA, ha convocado a dos reuniones
interinstitucionales y puede llegar a ser un referente de gobernanza
democrática.
En ese espacio, se han realizado planteamientos para que la campaña
forme parte de una estrategia de fortalecimiento de la partería y del
primer de atención médica (centros de salud) para contribuir a mejorar
los servicios de salud materna y perinatal, y que ésta posibilite el
reconocimiento social, político y económico de las parteras a través de
la canalización de programas públicos y becas para las parteras
tradicionales, la contratación de parteras profesionales, la inclusión
de las parteras en las unidades de salud, crear redes de coordinación y
colaboración entre los distintos agentes y niveles de atención de salud
vinculados a la atención de la mujer y el recién nacido, y contar con
una Ley de Partería que regule, proteja, preserve y fortalezca la
partería.
Las parteras son agentes de salud necesarias para contribuir a la
reducción de muertes maternas y neonatales prevenibles, por eso, en
Guerrero ¡Vamos todos y todas por la Partería!
* Activista, feminista descolonial e investigadora de Comunidad Raíz
Zubia, asociación civil que promueve el Derecho a Saber y la
participación comunitaria para el ejercicio de DDHH, cómo el Derecho a
la Salud de las mujeres en Guerrero.
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Acapulco de Juárez, Gro .-
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