"El domingo por la noche conduje, como en las elecciones del año pasado, una mesa de debate en el canal Estrellas, de Televisa, en la que participaron Alejandra Barrales, presidenta del PRD; Ricardo Anaya, del PAN, y Enrique Ochoa, del PRI. Andrés Manuel López Obrador, no quiso ir, rechazó la invitación, igual que hace un año, porque él no debatía con presidentes de los partidos.
"A través de su vocero, César Yáñez, me dijo que podrían mandar un representante, pero que definitivamente él no, que agradecía mucho la invitación, pero no aceptaba estar con los dirigentes de los partidos.
"A esto le contesté que un representante, no, que era debate de presidentes de partidos y que lo diría al aire para explicar su ausencia y no me cargara lo del 'cerco informativo', que no existía, en lo que estuvo de acuerdo (sic).
"Ya en el desarrollo de la mesa, registré en las redes el mensaje de López Obrador, denunciando el 'cerco informativo': la mafia del poder tiene a sus voceros que han recibido indicaciones de Los Pinos para dar la victoria del PRI. Han hecho un papel lamentable. ¡Benditas las redes sociales que podemos romper el 'cerco informativo'!
"En ese momento pedí a mi producción ese video para rechazar al aire su acusación, el 'cerco informativo', cuando el que se había negado a participar en la mesa, era él.
"Había una edición de 55 segundos, pero al verla al aire no contenía el pasaje de dicho 'cerco' y tomé la decisión, personalísima, de recuperarla, y reiteré mi rechazo a la acusación de su falso 'cerco informativo', porque él se había negado a sentarse a la mesa de debate.
"Apenas terminó el programa, Ricardo Anaya me reprochó, delante de Barrales y Ochoa, que no dijeron nada, la decisión de meter el reclamo de López Obrador, porque era inequitativo que no asistiera y difundiera su video.
Más tarde, en una reunión en Los Pinos con el presidente Enrique Peña Nieto, el mismo Ochoa, César Camacho y Emilio Gamboa criticaron la transmisión del video de López Obrador en el programa, que había sido por temor a él, y que el presidente del PRI no volvería a ningún programa de Televisa, mandaría una grabación, lo que, digo yo, además de desproporcionados, los juicios son falsos e injustos. El Presidente no hizo ningún comentario.
"No sé qué esperan el gobierno y López Obrador de Televisa que se encuentra entre la versión oficial de que está entregada a López Obrador y de que es vocera de la mafia en el poder, entregada al gobierno, dice él, criticando unos y otros la cobertura informativa."
Los abogados dicen que a confesión de parte relevo de pruebas. Con un México más dividido que antes de la elección del domingo 4, Peña Nieto se ocupa como jefe de grupo, de pandilla (AMLO dixit), en los pormenores del debate de un canal, cuando muchas televisoras produjeron deliberaciones o las retransmitieron. Además, en un país con graves problemas de inseguridad pública, carestía de la vida, salarios bajos...
Aparte de los méritos que esté haciendo el periodista formado (y deformado) por Televisa para volver a ésta, resulta reveladora la involuntaria confesión porque exhibe la intolerancia gubernamental hasta rayar en la imposición de la "verdad única", como la que impusieron sobre Venezuela, mas no en las "benditas redes sociales".
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