Bajo la Lupa
Alfredo Jalife-Rahme
La Jornada
A nivel legal, se anticipa que Robert Mueller solicitará al Congreso
el impeachment de Trump. En la imagen, el presidente y su yerno,
Jared Kushner, durante la visita de ayer del primer ministro libanés,
Saad Hariri, a la Casa Blanca Foto : Ap
|
El ominoso Rusiagate, montado
por la cábala de las dos dinastías de los Bush y los Clinton, sumadas
del intrigante Obama, ha entrado a una delicada fase tanto por la
investigación de Robert Mueller (RM) –vinculado a los Bush y a James
Comey, anterior
soplóndel FBI defenestrado por Trump– como por el Comité de Espionaje del Senado que ha citado a Paul Manafort, anterior jefe de campaña del presidente 45, a su hijo Donald Jr. y a su pérfido yerno Jared Kushner (JK).
The Washington Post inculpa a JK de haber arrojado a su cuñado
debajo de un autobús(https://goo.gl/Q4c8uU). ¡Uf!
A nivel
legalse anticipa que RM solicitará el impeachment de Trump al Congreso, donde se requieren 2/3 partes para ello en el Senado, hoy controlado por el Partido Republicano (PR), cuando la maquinaria legal está controlada por los Clinton y Obama en las otrora prestigiosas facultades de Derecho de Yale y Harvard. El tortuoso camino al impeachment no será sencillo y puede ser detenido en el Senado, siempre y cuando Trump siga obteniendo triunfos en las elecciones parciales, como ha sido el caso en cuatro recientes (https://goo.gl/diBZYS).
No es ninguna consolación que Trump ostente en los primeros seis
meses de su mandato una pésima aceptación, cuando Hillary Clinton, la
malhadada candidata del Partido Demócrata (PD), exhibe un rechazo mucho
mayor. Más que del trumpismo propiamente dicho –fenómeno estructural
demográfico supremacista (https://goo.gl/BYc3n8)–,
hoy existen cuatro escenarios que decidirán el futuro de Trump que
(de)penden de cuatro factores:1.Desempeño del PR en las próximas
elecciones. 2. La situación antigravitatoria de la Bolsa de Wall Street:
una caída le perjudica, mientras su alza exorbitante lo mantiene a
flote. 3. Más que el rechazo del Obamacare, que ridiculiza la
incapacidad de maniobra política de los líderes del PR en el Congreso,
la obtención del gasto mayúsculo para infraestructura por un billón de
dólares, acompasados de megarecortes fiscales, puede significar el gran
despegue de la economía, que no de sus finanzas, con lo cual EU podría
empezar a paliar sus fenomenales déficits con Alemania y China, y 4. Una
aventura militar en uno de los eslabones más débiles del planeta.
Los tres primeros escenarios, como comenté con Carmen Aristegui (https://goo.gl/nsYKbc),
seguirían las suertes de los presidentes Kennedy (No.35),Nixon (37) y
Clinton (42). El cuarto escenario, que habría que considerar lejos de
los arrebatos catárticos, sería un
Trump 2: su relección.
1.- Escenario Kennedy: en EU el Deep State suele asesinar a
sus presidentes indeseables, como sucedió con John F. Kennedy, lo cual
está siempre presente para cualquier mandatario, en particular, para el
controvertido Trump, quien ha significado un
choque tectónicoen la estructura fracturada y carcomida de ese país. Por lo pronto, uno de los presuntos esbirros del mega-especulador George Soros ha exigido el magnicidio
anti-democráticode Trump en un tuit que luego borró (https://goo.gl/hyCV7K).
2.- Escenario Nixon: es el que anhelan y (re)claman George Soros y
sus políticos controlados tanto del PD en su aplastante mayoría hasta el
PR (el senador John McCain (https://goo.gl/2FTtcP). Tim Kaine, fallido acompañante de Hillary a la vicepresidencia por el PD, ha elevado la puja, no vista durante el Watergate, al indiciar que el Rusiagate, en su variante del nepotismo trumpiano con Donald Jr., significa una
traición a la patria. ¡Uf!
El Watergate obligó a Nixon a renunciar antes de que fuera defenestrado por el Congreso, lo cual puede ser imitado por el presidente no.45.
3.- Escenario Bill Clinton: los extravíos eróticos del hipócrita Bill
Clinton con su becaria Mónica Lewinsky en la desacralizada oficina
oral, más que Oval, de la Casa Blanca, merecían el impeachment, pero fue rescatado por su partido y sus aliados: los Bush. Cabe señalar que fue durante el sicalíptico mega-escándalo de Clinton –quien hoy opera como si nada hubiera ocurrido, y cobijado en la putrefacta
Fundación Clintonque destila un poderoso olor a azufre con sus aliados los
hermanos Podesta, implicados en pedofilia –que libró sus guerras.
Trump puede ser vilipendiado y enjuiciado hasta la ignominia y
al final de cuentas permanecer en la presidencia como Bill Clinton, si
es que el PR le sigue siendo fiel. ¿Cuáles son las guerras que podría
librar como distractores de su
socavón judicial? De la menos a la más probable: Rusia (pura cacofonía estéril), China (nada aconsejable cuando goza del paraguas nuclear de Rusia), Irán (una ominosa aventura sionista, con la que sueñan Newton Gingrich y la fauna publicitaria de Israel que controla gran parte de los multimedia de Occidente), Norcorea (que no sería un paseo dominical, y por alguna razón, desde Carter, los presidentes de EU se han auto-controlado), y Venezuela (el más vulnerable).
Los pletóricos detractores de Trump en EU han perdido de vista que ya
controla la Suprema Corte con la reciente ascensión de Neil Gorsuch y
que acaba de inaugurar el onceavo portaviones y primero a propulsión
nuclear Gerald Ford, que costó 12 mil 900 millones de dólares (https://goo.gl/EosxVp), lo cual valió un tuit jubiloso de Trump, quien alardeó las 100 mil toneladas del portaviones como un mensaje al mundo.
Otro punto nodal que no puede ser soslayado es la enfermedad terminal
del pugnaz y connotado rusófobo e iranófobo senador John McCain (se le
descubrió un glioblastoma cerebral), quien, desde el seno del PR y como
caballo de Troya de George Soros (https://goo.gl/DF1khm) y de un sector del Deep State, era el encargado de promover el impeachment de Trump (https://goo.gl/FVzDWm).
Con la evicción de McCain, Trump ha pasado a una feroz contraofensiva
mediante la despedida de su jefe de prensa, Sean Spicer, aliado de Paul
Ryan –alicaído líder de la Cámara de Representantes– y la puesta en
jaque de su pusilánime procurador Jeff Sessions, quien puede ser
sustituido por alguien más combativo y experimentado, como Rudolf
Giuliani (https://goo.gl/AVDif3).
Con todo y los defectos de Trump, hasta el célebre James Carville
–supremo estratega electoral de los Clinton y el PD– reconoce que es muy
difícil que su partido controle el Senado, por lo que queda claro que
un impeachment provendría más bien de la voluntad del PR, donde los
rebeldeshan perdido vigor con la enfermedad de McCain.
4.- Escenario
Trump 2: desde el primer día de su juramento, el republicano dio inicio a la recaudación para un segundo periodo que ha llegado a niveles récord. Amén de que Trump juega con la nada descabellada probabilidad de autoindultarse, con base en el artículo 2 de la Constitución (https://goo.gl/XCCT4L), sus idólatras fundamentalistas blancos comparan su
regresoen similitud al de Reagan (https://goo.gl/Ykf5T2).
En los tres primeros escenarios, quien tomaría las riendas del poder
sería el vicepresidente, Mike Pence, a quien comienzan a sopesar los
estrategas alemanes de corte financierista, pero confiesan que sería
mucho peor.
Evidentemente, si Trump, un pendenciero nato, supera los tres primeros escenarios habría que tomar muy en cuenta el cuarto.
Twitter: @AlfredoJalifeR_
Facebook: AlfredoJalife
Vk: id254048037
No hay comentarios.:
Publicar un comentario