Penelope Duggan
Madrid,
03 abril 17. AmecoPress/VientoSur.- Después las más grandes y amplias
movilizaciones nunca antes vistas alrededor de un coordinado llamado
internacional este 8 de Marzo, Día internacional de la Mujer, Penelope
Duggan de International Viewpoint platicó con Cinzia Arruzza, una de las
organizadoras de la Huelga de Mujeres en EUA y reconocida escritora y
activista feminista marxista, acerca del amplio significado de esas
movilizaciones.
Después
del 21 de Enero, escribí un artículo “Marchas de mujeres: ¿de protesta a
movimiento?” (“Women’s Marches: from protest to movement?”). ¿Qué
opinas, podemos llamar a lo que estamos viendo un movimiento? ¿En EE UU?
¿En todo el mundo?
Cuando me hice esa misma pregunta el
verano pasado, me respondí negativamente. Estoy muy feliz de poder
cambiar mi respuesta ahora: sí, yo pienso que estamos probablemente
presenciando el nacimiento de un nuevo movimiento feminista a nivel
internacional. Por supuesto, esto no significa que tenemos un movimiento
feminista en todas partes. A la Huelga Internacional de Mujeres se
unieron cincuenta países, pero la participación en la huelga fue
desigual entre los distintos países: Polonia, Argentina, Italia, España,
Irlanda, Turquía tuvieron las más grandes manifestaciones. En otros
países, la huelga tuvo visibilidad mediática y podemos estar
presenciando el primer paso en la reconstrucción de una fuerte y amplia
corriente y movimiento feminista anticapitalista: este es el caso de los
Estados Unidos de América, por ejemplo, donde la marcha de 7 000
personas en Nueva York tuvo una de las más grandes audiencias en años
para una manifestación convocada en una plataforma explícitamente
radical. Pero lo que es particularmente relevante es el hecho de que
esta fue una movilización planeada y coordinada internacionalmente. No
hemos visto nada comparable a este nivel de coordinación internacional
desde principios de los años 2000 y del movimiento de justicia mundial.
Un
camarada en México estaba feliz por responder afirmativamente antes del
8 de Marzo: “Tomar la Palabra”. ¿Qué te parece, él estaba yendo
demasiado rápido?
Ya existían las bases para una
respuesta afirmativa antes del 8 de Marzo, dadas las impresionantes
huelgas de mujeres en Polonia y Argentina en Octubre, y la manifestación
masiva en Italia en Noviembre. Las señales estuvieron presentes antes
del Día Internacional de la Mujer, y su participación en la huelga las
confirmó.
Hablamos de una “ola” de los movimientos de
mujeres a finales de 1960 y principios de 1970 porque fue una fuerza que
puso a las mujeres y sus demandas en el mapa político en países de todo
el mundo y forzó a una respuesta a nivel gubernamental. ¿Crees que
podemos ver la misma fuerza ahora, a pesar de una situación defensiva
más general?
Yo diría que en un nivel discursivo, esta
movilización está teniendo un efecto poderoso en términos de
redefinición de prioridades políticas y ha ganado importantes victorias
en algunos países, por ejemplo en Polonia. Por supuesto, la situación es
defensiva, pero precisamente por esta razón, este nuevo movimiento
feminista es muy importante. Podría actuar como desencadenante para
movimientos sociales más amplios, mientras que al mismo tiempo asegura
que las demandas y las voces de las mujeres permanezcan en el centro de
ellas. Esto sería un gran logro.
En los últimos 40 años,
ha habido, por supuesto, actividad feminista. Pero ha sido más
fragmentada, en muchos casos a través de canales relativamente
institucionalizados (gobiernos, ONG) o con formas de protesta
absolutamente individuales, a pesar de esfuerzos tales como la Marcha
Mundial de Mujeres. Desde luego, todo esto tiene que tomarse en un
contexto político general comenzando con el posmodernismo en los años
90’s. ¿Hemos superado esto para volver a una forma más colectiva de
acción? ¿Es esto lo que haría posible hablar de una nueva ola?
Pienso
que estas movilizaciones están demostrando una nueva conciencia
creciente de la necesidad de reconstruir la solidaridad y acción
colectiva como las únicas maneras en que podemos defendernos de los
continuos ataques contra nuestro cuerpos, libertad, y autodeterminación,
así como contra las políticas imperialistas y neoliberales. Además,
están actuando como un antídoto contra la declinación liberal del
discurso y la práctica feminista. Al mismo tiempo, superar el
‘posmodernismo’, individualismo, o un cierto tipo de identidad política
no puede significar simplemente volver a los años sesentas. Volver nunca
es una opción, como Marx nos enseñó. En décadas recientes, hemos
adquirido una gran conciencia de la estratificación de la condición
social de mujeres cis y trans, según la clase, etnia, raza, edad,
habilidad y orientación sexual. El reto al que se enfrenta el nuevo
movimiento feminista es el articular formas de acción, organización y
demandas que no hacen invisibles esas diferencias, sino que, por lo
contrario, las toman en serio. Esta diversidad debe convertirse en
nuestra arma, más que un obstáculo o algo que nos divida. Pero para
poder hacerlo, necesitamos dar visibilidad, voz y protagonismo
especialmente a los sectores más oprimidos de mujeres cis y trans. En
otras palabras, la única manera de dar nacimiento a un política
verdaderamente universalista no es haciendo la abstracción de las
diferencias, sino combinándolas en una crítica más amplia de las
relaciones sociales capitalistas y heteropatriarcales. Cada
subjetivación política basada en una opresión específica nos puede
proporcionar nuevas ideas sobre las diversas formas en que el
capitalismo, racismo y sexismo afectan nuestras vidas.
El
derecho de la mujer a elegir y la lucha contra la violencia parecen ser
temas centrales, más que, por ejemplo, el derecho de las mujeres como
trabajadoras. Hay gremios que mantienen actividad sobre derechos de las
mujeres y gremios que llamaron a huelgas el 8 de Marzo, como en Francia
donde los sindicatos CGT y SUD convocaron a huelgas a partir de las 3:40
pm para señalar la brecha salarial entre mujeres y hombres. ¿Crees que
es más fácil movilizar a las mujeres sobre una base local o de la
comunidad que en el lugar de trabajo?
Al contrario, yo
diría que lo que caracteriza a este nuevo movimiento feminista es
precisamente que está haciendo visible el trabajo de la mujer y
dirigiéndose a las mujeres no simplemente como mujeres, sino como
trabajadoras. No fue por casualidad que nos apropiamos del término
“huelga” para el 8 de Marzo. Varios países tenían plataformas nacionales
específicas que enfatizaron el hecho de que la violencia contra las
mujeres no es sólo violencia interpersonal o doméstica, sino también una
lenta violencia del mercado capitalista, así como la violencia del
racismo, la islamofobia y de las políticas y guerras inmigración.
Estamos movilizando a las mujeres como mujeres y como trabajadoras: este
fue uno de los más poderosos mensajes del 8 de Marzo. No hay necesidad
de elegir aquí. Por eso en Estados Unidos, adoptamos el eslogan del
feminismo del 99%: queremos un movimiento feminista de clase, pero
estamos perfectamente conscientes de que las mujeres, y particularmente
las mujeres racializadas, son el sector más explotado de la clase obrera
y también el sector que más trabaja, tanto en el hogar como fuera del
hogar.
Ha habido un debate en los Estados Unidos de que el
llamado de las mujeres a la huelga es un llamado para las mujeres
privilegiadas. tu has combatido eso y me parece que no ha ocurrido en
otro lugar. ¿Es sólo Hillary Clinton, partidarios del Partido Demócrata?
La
afirmación de que protestar es para personas privilegiadas es
obviamente absurda, terriblemente condescendiente y, además,
antihistórico. Pero lo que es interesante en esto es la apropiación del
típico discurso liberal sobre el privilegio y “white-guilt” al servicio
de un ataque antiobrero y antisindical. Decir que la huelga es para
personas privilegiadas es también una manera de sugerir a los
trabajadores sindicalizados o trabajadores que quienes tienen derechos
de huelga son algo “privilegiados”. Se hace visible el hecho de que si
trabajadores tienen sindicatos o derechos laborales es porque ellos
enfrentaron riesgos y lucharon duro para tenerlos. Más aún, esta
afirmación también hace invisible el hecho de que mujeres migrantes y
mujeres de color históricamente han enfrentado graves riesgos para
luchar por sus derechos, y no tienen la necesidad de sermones
condescendientes sobre lo que pueden hacer o no pueden hacer. En lo que
respecta a los partidarios feministas de la CDH, Maureen Shaw, en su
artículo sobre la huelga de las mujeres, sugirió básicamente que una
mejor forma de acción para estas mujeres sería llamar a sus
representantes demócratas/1. Esto lo dice todo acerca de cuáles son las
preocupaciones detrás de este discurso de “huelga para mujeres
privilegiadas”.
¿Cuáles son sus ideas acerca de qué hacer después?
En
los Estados Unidos, continuaremos trabajando junto con nuestra
coalición social nacional y trabajaremos para construir una fuerte
participación y presencia feminista en la movilización de inmigrantes
para el primer día de Mayo. Más en general, pienso que el movimiento
feminista debería tratar de llegar a amplios sectores sociales y actuar
como una fuerza dirigente hacia el renacimiento de extensos movimientos
sociales. Por supuesto, esto también dependerá de la capacidad de la
izquierda para superar prejuicios sexistas que aún subsisten. Si la
izquierda, a nivel internacional, no entiende que las feministas están
encabezando el camino y no valoran este hecho y en consecuencia, se
transforman, hará un serio perjuicio a sí mismo y a la clase obrera en
su conjunto.
Notas 1/ Ver Maureen Shaw “The ‘Day
Without a Woman’ strike is going to be mostly a day without privileged
women”. Ver también la respuesta de Tithi Bhattacharya and Cinzia
Arruzza in The Nation, marzo 7, 2017 “When Did Solidarity Among Working
Women Become a ‘Privilege’?”. Sobreel mismo tema del privilegio, Elle,
febrero 15, 2017, Winnie Wong “Go Ahead and Strike, but Know That Many
of Your Sisters Can’t” y otra respuesta en The Nation, febrero 24, 2017
deMagally A. Miranda Alcazar y Kate D. Griffiths “Striking on
International Women’s Day Is Not a Privilege”.
Traducido por Blanca Radillo Murguía, de la Coordinadora Socialista Revolucionaria.
Tomado de International View Point, http://www.internationalviewpoint.org/spip.php?article4896
Foto: VientoSur.