6/10/2017

Programa Tiempo de Mujeres en CFRU en la radio comunitaria de Guelph Canada sab 10 jun 2017


TIEMPO DE MUJERES
Desde cfru 93.3 fm la Radio de la Universidad de Guelph
en Ontario, Canadá
escúchalo cada sábado en www.cfru.ca

MUJERES POR LA DEMOCRACIA
Bienvenida al programa de hoy

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Noticias de Género en la Red
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el pasado 4 de junio volvimos a salir, tomamos las calles para denunciar la violencia contra las mujeres, la impunidad y con esto la violencia institucional de gobiernos que voltean la mirada al grave problema del feminicidio, una multitud no sólo de mujeres marchó el pasado 4 de junio desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo en Argentina, en la tercera #NiUnaMenos contra la violencia machista, la represión estatal la libertad a presas políticas, hablaremos al respecto sobre la marcha y su extenso documento consensuado por diversas organizaciones en 

Y el problema de los matrimonios entre niñas y adolescentes que tanto repudiamos se da en cualquier rincón del mundo pero hoy hablaremos de la situación que viven las niñas y adolescente en América del Norte,  el matrimonio infantil sigue siendo legal en los 50 estados que integran Estados Unidos, donde se casan miles de menores de 18 años por año, aunque la práctica suele vincularse más a países del Sur en desarrollo que a la mayor economía del mundo, como ejemplo el sudoccidental estado de Texas tiene la segunda mayor tasa de matrimonios infantiles en el país, con unos 40.000 menores de 18 años que se casaron entre 2000 y 2014, la mayoría de los contrayentes son niñas, y aproximadamente 77 por ciento del total se casaron con hombres adultos, a menudo mucho mayores que ellas 

En este programa hablamos continuamente sobre la importancia que tienen las Organizaciones Civiles llamadas ONGs, el apoyo que estos grupos dan a las capas más vulnerables de la sociedad es muy importante, muchos sabemos de la situación que viven Palestina, pero pocos nos ponemos a pensar más detenidamente lo que les sucede a sus mujeres en territorios ocupados, si ya de por si la mujer es vulnerada en estados llamados demócraticos y en paz, podemos adivinar que sucede en estos lugares, conocermos un poco más 

Entre las grandes organizaciones y encuentros de países, existe una agenda de problemas que provocan hacerles un frente, es el caso de la seguridad, el terrorismo, el crimen organizado, bien pues de todos estos asuntos está como consecuencia una mayor violencia contra las mujeres, y es necesario hacerles un frente pero también necesario es difundir, pero estos temas que nos aquejan, que nos bloquean, que nos asesinan o nos desaparecen parece ser no prioritarios para ellos, por lo que es primordial hacer un frente entre nosotras que nos permita con esa fuerza obligar a los estados a reconocer, y por consecuencia resolver estas violencias que afectan a gran parte de sus poblaciones

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(tiempo del Este)

No existe más digno ni más necesario internacionalismo que el feminismo


Feminismo & Internacionalismo
http://www.eldiario.es
"Nuestra propuesta ante los Donald Trump que amenazan el mundo es una alianza entre nosotras. Una alianza que nos haga fuertes" .

La semana pasada Donald Trump ha visitado Bruselas con motivo de la celebración de la cumbre de la OTAN, esa alianza "obsoleta", "baluarte de la paz y la seguridad internacionales", tal como él mismo la definió, eso sí, en dos instantes diferentes de su carrera. Poco antes de su visita en Florencia, se celebraba la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana.

En ella hemos hablado de seguridad, de terrorismo, de crimen organizado, de narcotráfico… y también hemos hablado de nosotras, las mujeres. Porque en un mundo globalizado, donde los Estados apenas tienen ya poder de decisión y los tratados comerciales socavan más que nunca la soberanía de los pueblos; donde la xenofobia y la intolerancia aumentan, espoleadas por figuras como la del inefable presidente americano, la solidaridad internacional entre mujeres es quizás más imperiosa que nunca. Creemos que no existe más digno ni más necesario internacionalismo que el feminismo. Porque quienes como la activista hondureña Berta Cáceres luchan y mueren por la tierra, por defender el agua, el territorio, los bienes comunes, la vida, para que ésta no caiga en manos de corporaciones privadas y sea destruida, necesitan que nos unamos.

Necesitan también saber que las escuchamos, que oímos sus voces y que las amplificamos en los espacios de poder en los que estamos presentes. Por eso hemos dado en Florencia las gracias a las mujeres periodistas, fotoperiodistas y activistas de México con las que hemos estado en contacto estos días. Mujeres que se juegan la vida documentando y denunciado cómo su país se está convirtiendo en un inmenso Ciudad Juárez. Porque, no lo olvidemos, todos los conflictos lo son siempre más duros para nosotras, ya que a la violencia del narcotráfico hay que sumar la violencia específica contra las mujeres solo por el hecho de serlo.

Una violencia cruel y desgarradora que deriva del odio relacionado con el género, y de las desiguales relaciones de poder entre hombres y mujeres. Una violencia específica que se evidencia con la mutilación de los cuerpos, la agresión sexual, la tortura y el intento de desaparición de los cuerpos. Las víctimas de feminicidio lo son triplemente en México y en muchos otros países del mundo: lo son cuando las asesinan, lo son cuando sus muertes no se investigan y lo son cuando la sociedad y los medios de comunicación las juzgan tras su muerte: por cómo vestían, cómo hablaban o cómo vivían.

Ya van siete asesinatos de periodistas en México este año para acallar a quien reportea el infierno. Por las y los periodistas de México debemos sumar nuestras voces al grito desesperado de: NO AL SILENCIO. No a la impunidad y no a una Comunidad Internacional que sigue prefiriendo mirar hacia otro lado, alzando muros en lugar de tender puentes. Vivimos una de las fases más intensas de la globalización capitalista, podríamos decir que estamos ya en las postrimerías del paso de la economía de mercado a la sociedad de mercado.

Una sociedad en la que todo, hasta nuestros vientres, nuestra capacidad de parir, se convierte en mercancía. Es cierto que el auge de la extrema derecha y de personajes como Donald Trump surge también como reacción a la omnipotencia del mercado y a la desposesión de las clases populares. Pero es una reacción que trae consigo terribles consecuencias. Necesitamos reaccionar, sí. Pero necesitamos una reacción basada en los valores de equidad, respeto, igualdad.

Una reacción feminista y no justo todo lo contrario. Somos las mujeres –brujas y curanderas, que diría Silvia Federicci– quienes desde muchos puntos del planeta, más nos hemos resistido siempre a las imposiciones del mercado. La economía de los cuidados que reclama el feminismo tiene que ver con una nueva forma de producir, de entendernos, de establecer las reglas que rigen nuestras sociedades. No sólo el beneficio económico cuenta. Cuenta la sostenibilidad de la vida. De una vida que merezca la pena ser vivida.

Debemos reclamar una vida digna y segura para nosotras y para nuestras hijas; donde la cultura de la violación no campe a sus anchas ni se expanda por culpa de unos medios de comunicación que hacen un uso irresponsable del altavoz que poseen como generadores de opinión pública y que tiene relación con la cosificacion de los cuerpos de las mujeres y, por tanto, con la mercantilización de la vida.

En España hay más de mil violaciones al año denunciadas. La punta del iceberg de todas aquellas que prefieren callar para no ser ellas las juzgadas. Últimamente, las violaciones en grupo de manadas de jóvenes que buscan diversión se están convirtiendo en espectáculos televisivos donde a quien se juzga es a la víctima y a quien se justifica es a ellos. Los medios de comunicación los defienden porque son jóvenes, sanos, normales, "guapos", hijos de sus madres, novios de sus novias. Son los hijos sanos del patriarcado. Uno de cada tres pagará por sexo sin importarle si quien presta su cuerpo lo hace libremente, forzada, sin papeles, coaccionada, amenazada.

Los hijos sanos del patriarcado: 60 de ellos asesinarán a sus parejas cada año en España, porque entienden que en el sexo y en el amor las mujeres les pertenecemos. Es crudo decirlo así. Pero es necesario decirlo: nos están matando. Movilizaciones inspiradoras, como Ni Una Menos, surgida en Argentina, son las que nos alumbran el camino. Porque hay una revolución pendiente. Y si algo bueno tiene la globalización es que nos da la oportunidad de compartir ideas e inquietudes, de generar redes de mujeres a ambas orillas del Océano, de crear espacios democráticos y consolidar una verdadera ciudadanía social que no excluya, como hasta ahora, a la mitad de la humanidad.

Por eso nuestra propuesta ante los Donald Trump que amenazan el mundo es una alianza entre nosotras. Una alianza que nos haga fuertes. Que dote al feminismo (eso que Clara Campoamor decía debiera llamarse, más bien, humanismo) de un papel protagonista en nuestra historia. Una alianza para que la igualdad y la equidad sean argumentos básicos del pacto global.

Resueltos los “Premios Género y Justicia al descubierto”


La revista de información que te cuenta lo que otros no creen importante

Los Premios Género y Justicia al Descubierto, cuya fase de votaciones se ha llevado a cabo del 3 al 31 de mayo, se han dado a conocer. Estos premios fueron creados por la organización internacional Women’s Link Worldwide para visibilizar cómo las decisiones judiciales tienen un impacto para bien o para mal en la vida de las mujeres y las niñas.
Las sentencias galardonadas por el jurado en esta novena edición, en sus categorías, son:

NOMINACIONES MALLETE DEL JURADO 2017. Decisiones que ayudan a promover la equidad de género.

– Oro: Juzgar con perspectiva de género
El Tribunal de Justicia de Canarias define jurídicamente por primera vez la técnica de juzgar con perspectiva de género en España en un caso en el que otorga la pensión de viudedad a una mujer divorciada víctima de violencia de género.
– Plata: Caso Yuliana Samboní
Un juzgado condena a un hombre por el secuestro, abuso sexual y asesinato de una niña indígena y reconoce que lo ocurrido es consecuencia de la discriminación que la menor sufrió por ser mujer, niña, indígena y en situación de pobreza.
– Bronce: Edad mínima matrimonio
El Tribunal Superior de Tanzania determina que la Ley Matrimonial es una violación del derecho a la igualdad recogido en la Constitución porque establece la edad mínima para el matrimonio en 18 años para los hombres y en 15 años para las mujeres.

PREMIO MALLETE DEL PÚBLICO: Bebé robado

El Tribunal Superior de Uganda determina que la negligencia de un hospital público por la desaparición de un bebé recién nacido causó tortura psicológica para el padre y la madre y violó su derecho a la salud y a la información.

NOMINACIONES GARROTE DEL JURADO 2017. Decisiones que hacen retroceder la equidad de género.

– Oro: Ella así lo quiso
El Tribunal Superior de Kenya encontró inocente a un hombre de 23 años del crimen de corrupción de menores, afirmando que muchas veces las niñas interponen denuncias falsas sobre sexo no consentido.
– Plata: Si no grita no es violación
Un tribunal italiano absuelve a un hombre que violó a una de sus compañeras de trabajo con el argumento de que ella no gritó y, por lo tanto, no se puede probar que no hubo consentimiento sexual.
– Bronce: Sin métodos anticonceptivos
A petición de varios grupos ultra religiosos, la Corte Suprema de Filipinas prohibió el acceso a ciertas formas de control de la natalidad. Esta medida niega a millones de mujeres el derecho a elegir libremente qué métodos anticonceptivos usar.
PREMIO GARROTE DEL PÚBLICO: Sin ensañamiento
Un tribunal en España rebaja la pena de 25 a 17 años de prisión a un hombre con el argumento de que asesinar a su ex pareja de 30 puñaladas no tienen como objetivo aumentar el sufrimiento en la víctima.

La tortura sexual y sus razones de género


QUINTO PODER
Por: Argentina Casanova*


  La investigación de los delitos cometidos contra las mujeres afronta la dificultad de las estructuras sociales y las normas que naturalizan la violencia contra las mujeres, y esto se refleja en las dificultades para admitir las razones de género y su identificación, así como ocurre con el feminicidio, la violencia sexual, el acoso y el hostigamiento en el espacio público, y con delitos graves como la trata y la tortura sexual detrás de los cuales hay razones de género.
 
Hacer visibles estos contextos y motivaciones, facilitar su identificación para las y los ministerios públicos, abogados victimales y por supuesto las y los propios jueces, constituye como en su momento las razones de género para identificar las circunstancias bajo las cuales se dan los feminicidios, las circunstancias que confluyen en otros delitos contra las mujeres, de ahí que la creación de protocolos y manuales que faciliten esta tarea viene a contribuir al acceso a la justicia para las mujeres.
 
Desde un enfoque de Derechos Humanos y Género para el Acceso a la Justicia, hace unos días se presentó el Manual de capacitación con enfoque de género para delitos de tortura y desaparición forzada, del Instituto para la Seguridad y la Democracia AC, de mi autoría, en el que se proporcionan los criterios y categorías de análisis que permitan la comprensión, apropiación e incorporación de los conceptos para entender las implicaciones de género en la tortura y la desaparición forzada en el contexto del sistema penal y los derechos humanos.
 
El instrumento es una propuesta de aprendizaje a partir del reconocimiento de las necesidades prácticas de las y los operadores de justicia, y busca facilitar a sociedad civil y a operadores de justicia el uso de categorías de análisis que permitan la valoración del impacto de género del delito/violación de DDHH, y de aspectos que afectan la igualdad y la no discriminación en la justicia.
 
Uno de los aportes más significativos del Manual es que permite a las y los operadores de justicia y a activistas defensoras que acompañen casos de tortura sexual y desaparición forzada, a identificar las características de la violencia estructural, la discriminación basada en el género y la desigualdad institucionalizada de género, que ejercen servidoras y servidores públicos, personas operadoras de justicia, y otras actoras/actores públicos.
 
El Manual está compuesto de 4 módulos con la siguiente estructura:
1: Identificar los conceptos de género e identidad de género, etnicidad e identidad cultural, patriarcado, estereotipos y roles.
2: Dotar de herramientas de análisis de acceso a la justicia desde enfoque de Derechos Humanos con perspectiva de género, impacto del delito, victimización, trato diferenciado, categorías sospechosas y criterios de igualdad y no discriminación.
3: Identificar los elementos del Sistema Penal Acusatorio para el desarrollo de sus etapas con perspectiva de género.
4: Análisis de criterios para la investigación en casos de Tortura y Desaparición forzada con perspectiva de género.
 
El Manual está basado en el análisis desde la Teoría de Género, la Teoría Feminista y otros trabajos multidisciplinarios que contribuyen al análisis y reflexión del contenido temático, vinculándolos con los principios, criterios y estándares aportados por los instrumentos internacionales como las recomendaciones generales de la CEDAW y los indicadores de la Convención de Belém do Pará, incorporándolos a los criterios de las operadoras de justicia.
 
El Manual se propone desde el enfoque de Derechos Humanos de las mujeres y otras identidades femeninas, es un enfoque basado en derechos para desarrollar las capacidades de las personas “garantes de derechos” y de los responsables de la puesta en práctica de la ley (el personal del sector judicial, seguridad/policía, salud y educación, entre otros) en cuanto a los Derechos Humanos y el género, su significado y cómo pueden ser aplicados en el contexto de la violencia contra las mujeres
 
Ofrece las categorías de análisis de la tortura que no podrían entenderse sin comprender la identidad de género, la violencia motivada por razones de género y que se expresan en relación con el género de la persona.
 
La tortura sexual es uno de los temas pendientes en la agenda de Derechos Humanos, no sólo para garantizar investigaciones objetivas y que visibilicen y denuncien las motivaciones de género que hay detrás de las graves violaciones de Derechos Humanos como la tortura sexual contra las mujeres, contra las que hay estas razones que enmascaran misoginia y desprecio por la dignidad y los cuerpos de las mujeres.
 
La práctica de la violencia sexual contra las mujeres está tan naturalizada que se cree que es parte del uso “correctivo” de la fuerza cuando las mujeres cometen algún delito y lo que hay detrás de la tortura sexual contra las mujeres es, al igual que la violencia de género contra mujeres, el propósito de mantener la opresión contra las mujeres, es además una forma de discriminación y la práctica de la violencia sexual como castigo.
 
* Integrante de la Red Nacional de Periodistas y del Observatorio de Feminicidio en Campeche.

CIMACFoto: César Martínez López Cimacnoticias | Campeche, Cam .- 

Contra la violencia machista y del Estado


Ni Una Menos: Manifestación 4 de Junio
/www.pagina12.com.ar

Una multitud marchó, este sábado 4 de Junio, desde el Congreso hasta Plaza de Mayo, en la tercera Ni Una Menos. La violencia machista, la represión estatal, la prisión de Higui y Milagro Sala fueron los ejes de un extenso documento consensuado por las organizadoras.

Arriba del escenario, pegada a Liliana Dauness, Mónica Ferreyra se dobló de dolor y se abrazó a la primera que tenía a su lado. En el medio de su remera blanca se veía una carita y la leyenda “Justicia por Araceli”, Araceli Fulles, su hija. Dauness leía el documento consensuado por las organizadoras de la marcha y acababa de recordar a la multitud que fueron las organizaciones sociales las que buscaron a la joven y que fueron las mujeres las que detuvieron al femicida. No el Estado, que terminó implicado. Abajo, alrededor del escenario, el impacto se dibujó en lágrimas y labios mordidos.

La escena, además de conmovedora, fue una buena síntesis y metáfora de los motivos y las pulsiones que empujaron esta tercera ola de mujeres y de reclamos feministas. Porque se marchó contra la violencia machista, que estaba dibujada en todas las fotos, en todas las pancartas y remeras, en todos los rostros con nombre y apellido que son los rostros de las víctimas, y en todos los rostros anónimos que fueron y son los rostros de todas las mujeres que se saben en peligro. Se marchó para responsabilizar al Estado por su ausencia en las medidas y programas de protección a las mujeres, y su presencia con represión a las militantes feministas.

La tercera marcha convocada por el Colectivo Ni Una Menos y organizada por una diversidad de organizaciones de mujeres, travestis, lesbianas y bisexuales esta vez tomó la calle, como multitud, un sábado. La convocatoria estaba fijada para las cuatro de la tarde, para marchar desde el Congreso y terminar en Plaza de Mayo, donde en un escenario móvil que daba la espalda a la Casa de Gobierno, la locutora Liliana Dauness y la madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, leerían un extenso documento.

Pero desde el mediodía, una radio abierta y diversos talleres sobre aborto, amor romántico, violencia machista y otras temáticas de género, prepararon el ambiente y avanzaban sobre la línea marcada: tomar la calle. Es difícil determinar la cantidad de participantes, pero como medida, cuando Dauness llevaba unos cuarenta minutos de lectura del documento, llegaban a Plaza de Mayo las últimas columnas que habían partido desde el Congreso. En la cabeza de la marcha, un enorme cartel con el texto “Ni una menos. Vivas y libres nos queremos”, atravesaba de vereda a vereda la avenida de Mayo y era sostenida por una representante de cada una de las organizaciones que habían tejido y consensuado, asamblea tras asamblea, los motivos y la estructura de la marcha. Para dar una idea de la horizontalidad de la organización, los lugares a lo largo de la columna fueron distribuidos por sorteo, mientras que en la cabeza todas las participantes tendrían su representación. Detrás de la cabecera, una cada vez más nutrida militancia de la Campaña Nacional por el Aborto legal, seguro y gratuito, con sus banderas y sus ya impuestos pañuelos verdes.

Después siguió el resto de las columnas, incluyendo al propio colectivo convocante Ni Una Menos. La cabecera quedó situada pasando San José, ya que las calles que rodean la plaza Congreso habían quedado desbordadas. Desde allí hacia avenida de Mayo, una nutrida multitud deambulaba, rodeaba a los grupos de artistas que desarrollaban sus intervenciones sobre el asfalto (fueron varios los grupos de teatro que produjeron lo suyo), y buscaban alcanzar un lugar en la Plaza de Mayo, o alrededor del escenario o a la altura del inicio de la plaza, en el Cabildo, para recibir a la columna. Era difícil en el recorrido encontrar a alguien sin su cartel, sin su pintura sobre la ropa o el cuerpo. Pero un pequeño grupo del Colegio de Sociólogos porteños y del Consejo nacional llevaba unas pancartas en las que se leían, cómo no, estadísticas que denunciaban, por ejemplo, que el 96,4 por ciento de las víctimas de violencia de género habían denunciado violencia psicológica.

Entre los grupos de teatro que aprovechaban el espacio todavía libre de la avenida de Mayo, las Magdalenas, un grupo de laboratorio e intervención teatral, representaba a mujeres comunes, que se desprendían desde el público y que caían fulminadas hasta que tomaban la calle, literalmente la caminaban, y apoyándose unas a otras se defendían de volver a ser víctimas. Esta Ni Una Menos, por algún motivo que el tiempo quizás revele, mostró una mayor presencia varonil, y buena cantidad de mujeres y hombres mayores. También hubo una notoria presencia estudiantil, especialmente de secundarios. Entre los carteles visibles, marchó el del Centro de Estudiantes del Ilse, Cilse.

El sábado, dejó su marca: mover semejante multitud un fin de semana señala una militancia que excede por lejos las estructuras y organizaciones. Poco antes de las seis de la tarde, la cabecera dio su primer paso. Empezaron entonces a circular los cánticos que preanunciaban la lectura del documento: a los ya instalados como “Alerta que camina, la lucha feminista por América Latina” o “Aborto legal para no morir / anticonceptivos para no abortar”; otros que aplicaban toda su dureza sobre el gobierno: “¡Macri, basura, vos sos la dictadura!”, se escuchaba gritar y cantar a la columna mientras avanzaba por avenida de Mayo. En la cabecera de la marcha, Nora Cortiñas marcaba el paso tomada a la pancarta central.

Aferrada a uno de los bordes del cartel, Francesca Mata, salvadoreña, marchaba en representación del Bloque de Trabajadorxs migrantes. Los reclamos de las migrantes, anulación del DNU que recortó hasta el extremo sus derechos y garantías, formaron parte del documento que, al cierre, leerían Dauness y Cortiñas. Pasadas las seis de la tarde, la columna llegó a la Plaza de Mayo, al grito de Ni una menos, vivas y libres nos queremos. Detrás, los carteles por la libertad de Milagro Sala, presa por orden de Gerardo Morales desde hace más de 500 días, y de Higui, cuya historia empezó a dar vuelta en los medios a partir de la movilización de las mujeres en noviembre pasado (la intentaron violar por lesbiana y fue detenida por defenderse y matar a uno de sus agresores).

A las 18.38 Liliana Dauness comenzó a leer el extenso documento (leyó solo interrumpida por cánticos y aplausos durante 55 minutos) en el escenario. A su lado estaba sentada Nora Cortiñas. A ambas las rodeaban las representantes de todas las organizaciones y colectivos que dieron forma a la tercera Ni Una Menos. El documento tuvo una muy fuerte carga de denuncia contra la violencia machista. Muere una mujer o travesti o lesbiana, por día por ser lo que son. Las cifras no sólo no se redujeron sino que se incrementaron desde que se realizó la primera Ni Una Menos, el 3 de junio de 2015. También se cargó contra la responsabilidad del Estado en su ausencia en la protección de las mujeres, por el levantamiento de los programas de Educación Sexual, por el desinterés en las muertes de mujeres provocadas por la realización de abortos clandestinos (la Iglesia se llevó también sus cánticos).

Se planteó que no hay Ni una menos si hay mujeres presas por mujeres. Milagro Sala e Higui fueron los nombres de estos reclamos en representación de una multitud de mujeres que pueblan las cárceles. También contra la falta de igualdad en las posibilidades económicas (perder la autonomía económica significa preparar a las mujeres para ser sometidas y víctimas). “¡Nos mueve el deseo!”, gritó Dauness y le respondieron con aplausos y vítores. Y cerró al grito de “¡Viva el 3 de junio, día de la lucha del movimiento feminista en Argentina, en América latina y en el mundo! Estamos de pie! Que vivan la lucha contra el patriarcado y el neoliberalismo.

Ni una menos. Vivas y libres nos queremos!”, cerró el multitudinario acto. Lo habían logrado otra vez. Solas, pero todas, sin apoyo de estructuras. El escenario móvil desde el que se dirigieron a la Plaza de Mayo, lo habían contratado entre todas las asambleístas, juntando el aporte de cada una. Una revolución horizontal.

Fuente:https://www.pagina12.com.ar/42049-contra-la-violencia-machista-y-del-estado 

Miles de niñas contraen matrimonio cada año en EEUU


Se prevé que la asamblea legislativa de Nueva York aprobará un proyecto de ley que eleva la edad mínima de matrimonio de 14 a 17 años. Crédito: George Gao / IPS

Se prevé que la asamblea legislativa de Nueva York aprobará un proyecto de ley que eleva la edad mínima de matrimonio de 14 a 17 años. Crédito: George Gao / IPS

(IPS) - El matrimonio infantil sigue siendo legal en los 50 estados que integran Estados Unidos, donde se casan miles de menores de 18 años por año, aunque la práctica suele vincularse más a países del Sur en desarrollo que a la mayor economía del mundo.
“Son leyes antiguas que nunca se modificaron porque la gente no se daba cuenta de lo que sucedía”, aseguró Fraidy Reiss, directora de Al Fin Sin Cadenas, una organización que lucha por erradicar el matrimonio de niñas y niños menores de 18 años en Estados Unidos.
"El daño que sufre una niña que se casa en el estado de Nueva York no es tan distinto al que padece una niña en República Centroafricana": Heather Barr.

Basándose en los datos existentes, la organización calcula que más de 250 mil menores de 18 años contrajeron matrimonio en Estados Unidos entre 2000 y 2010, incluso niñas de 12 años en los estados de Alaska, Carolina del Sur y Luisiana.
El Centro de Justicia Tahirih, que protege a mujeres y niñas de situaciones de violencia de género, concluyó que el sudoccidental estado de Texas tiene la segunda mayor tasa de matrimonios infantiles en el país, con unos 40.000 menores de 18 años que se casaron entre 2000 y 2014.
La mayoría de los contrayentes son niñas, y aproximadamente 77 por ciento del total se casaron con hombres adultos, a menudo mucho mayores que ellas.
Esos casos abarcan diversas religiones, orígenes étnicos y circunstancias, desde una joven de 15 años cuya familia musulmana la obligó a casarse con un hombre de 23 años porque la encontraron citándose con alguien de diferente origen en Nevada, a una joven cuya comunidad cristiana en Colorado la presionó para que se casara porque estaba embarazada.
“Creo que es absolutamente escandaloso”, opinó Heather Barr, investigadora de Human Rights Watch. El matrimonio infantil es un problema que sucede en todos los continentes y con consecuencias similares, aseguró.
“El daño que sufre una niña que se casa en el estado de Nueva York no es tan distinto al que le sucede a una niña en República Centroafricana”, observó.
El matrimonio infantil está estrechamente ligado a las altas tasas de abandono escolar y a la pobreza. Quienes se casan ​​antes de los 18 años tienen tres veces más probabilidades de experimentar violencia de género que aquellas que lo hacen después de cumplir los 21 años.
Las mujeres y niñas que contraen matrimonio a una edad temprana también suelen experimentar problemas de salud física y mental, lo que incluye mayores tasas de mortalidad materna e infecciones de transmisión sexual.
Reiss señaló a IPS cómo el matrimonio forzado repercute en la salud mental de las niñas, ya que muchas recurren al suicidio como salida. Otras simplemente se rinden y continúan con el matrimonio porque no tienen otra opción.
“Saben que al continuar con el matrimonio eso significa que las van a violar en su noche de bodas y a partir de entonces, que las retirarán de escuela, que todos sus sueños para el futuro habrán desaparecido”, sostuvo.
Aunque la edad mínima para contraer matrimonio es de 18 años, la mayoría de los estados permiten que las y los menores se casen con el consentimiento de los padres o de un tribunal. Sin embargo, tanto Reiss como Barr consideran que eso es problemático y “ridículo”.
“Los matrimonios infantiles a menudo son arreglados o forzados por los padres, por lo que en una situación en la que en realidad son los progenitores quienes obligan a una niña a casarse, el consentimiento… no tienen ningún sentido”, razonó Barr.
En cuanto al consentimiento judicial, la ley no especifica ningún criterio que un juez debe considerar antes de aprobar el matrimonio. En 27 estados las leyes no especifican ninguna edad por debajo de la cual una niña o niño no pueda casarse.
“La edad mínima para el matrimonio se reduce efectivamente a cero”, según Reiss.
En los últimos años hubo varias iniciativas para erradicar el matrimonio infantil en Estados Unidos.
En mayo, el congreso legislativo de Texas aprobó un proyecto de ley que fija en 18 años la edad legal para contraer matrimonio. Aunque permite el casamiento a menores de 18 años, solo podrán hacerlo si un juez concluye que viven por su cuenta y ya no dependen de tutores para mantenerse. La iniciativa entrará en vigor una vez que tenga la firma del gobernador Greg Abbott.
El senado de Nueva York aprobó un proyecto de ley que eleva la edad mínima de matrimonio de 14 a 17 años. Se espera que la asamblea legislativa del estado también lo apruebe.
No obstante, Reiss criticó el proyecto de ley porque, en su opinión, los menores de 17 años siguen siendo niños.
“Esta idea de permitir que las jóvenes de 17 años se casen porque los legisladores suponen que es de alguna manera menos reprobable que el casamiento de una niña de siete años…, (pues) no lo es”, aseguró en diálogo con IPS.
En marzo, el estado de Nuevo Hampshire rechazó un proyecto de ley que elevaba a 18 la edad mínima para contraer matrimonio con el argumento de que perjudicaría a las adolescentes embarazadas y a los militares menores de edad, por lo que el límite se dejó en 13 años.
En Nueva Jersey, el gobernador Chris Christie vetó condicionalmente un proyecto de ley que prohibía el matrimonio a menores de 18 años porque “no concuerda con las sensibilidades y, en algunos casos, las costumbres religiosas, de la población de este estado”.
Tanto Reiss como Barr condenaron la medida y subrayaron que el matrimonio infantil no tiene nada que ver con la religión.
“No se trata de un asunto de tradición, sino de derechos humanos”, destacó Barr.
La actitud de Estados Unidos como país donante resulta hipócrita cuando critica a otros países por su escasa protección contra el matrimonio infantil, comentó.
“Realmente socava su credibilidad… creemos que la reforma en este tema en Estados Unidos y otros países occidentales que son países donantes también puede ayudar a apoyar el esfuerzo mundial” contra la práctica, dijo Barr.
En 2016, el Departamento de Estado de Estados Unidos calificó el matrimonio infantil de “abuso de derechos humanos” que “genera repercusiones devastadoras para la vida de una niña, terminando efectivamente con su infancia”.
“Es una batalla cuesta arriba”, añadió Reiss.
Según Niñas, No Novias, cada año 1,5 millones de niñas se casan antes de los 18 años. Si la tendencia continúa, para 2050 habrá 1.200 mujeres que contrajeron matrimonio cuando eran niñas.
Entre las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible número cinco, relativo a la igualdad de género, se encuentra eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado.
Traducido por Álvaro Queiruga 

AVG impulsa política pública: Bárbara Yllán

   Se tendría que combinar alerta con modelos de erradicación



La Alerta de Violencia de Género (AVG) ha permitido que los gobiernos  reconozcan que existe un problema de violencia contra las mujeres y que se incluya en la política pública para atender el problema, afirmó la abogada y especialista en género, Bárbara Yllán Rondero.

Incluida en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV), la AVG es un mecanismo de emergencia para enfrentar la violencia feminicida u otro obstáculo que impida el ejercicio pleno de los Derechos Humanos de las mujeres, en un territorio determinado (municipio o entidad federativa).

De acuerdo con la Secretaría de Gobernación, hasta el momento se han tramitado 22 solicitudes de alerta en el país; de éstas, han sido emitidas siete declaratorias: en julio 2015 para 11 municipios del Estado de México, para agosto del mismo año en ocho municipios de Morelos; en 2016 se decretó en 14 municipios de Michoacán, siete de Chiapas, cinco de Nuevo León y 11 de Veracruz. En marzo de 2017, se declaró en 5 municipios de Sinaloa.

LO QUE HA PERMITIDO LA AVG

Yllán Rondero, explicó en entrevista con Cimacnoticias que la implementación de la AVG no garantiza que se elimine el feminicidio pero sí funciona para revivir el tema, para posicionar la problemática y hacer que los estados “hagan cosas”, dijo.

De acuerdo con la abogada, la presión de las organizaciones civiles que buscan la declaratoria y las recomendaciones que emite el Grupo de Trabajo a los gobiernos locales, tras una investigación de análisis, permiten sentar las bases para que los estados reorganicen y fortalezcan las instancias públicas de atención para las mujeres, renueven su legislación y capaciten a los funcionarios públicos, detalló.

“La declaración de la Alerta de Género ha ayudado mucho a la política pública que se ha hecho en algunos estados, hace que los gobiernos digan ¿cómo le vamos a hacer? que se discuta el tema, que digan tenemos que trabajar por aquí”, describió Yllán, quien tras ser subprocuradora en Atención a Víctimas de la Procuraduría capitalina en los años noventa, es ahora consultora independiente.

PLAN DE ERRADICACIÓN

Bárbara Yllán conoce los elementos que se necesitan para enfrentar el feminicidio. En 2004 fue integrante del grupo de especialistas que creó el “Plan Alternativo” con el fin de esclarecer el feminicidio en Ciudad Juárez, Chihuahua. Entre ellas estaba la entonces directora del Programa Institucional de Estudios de la Mujer (PIEM) del Colegio de México, Adriana Ortiz, y la directora del Programa Universitario de Estudios de Género –hoy CIEG- de la UNAM, María Isabel Belausteguigoitia.

Este programa incluía la creación de una estructura única y autónoma para coordinar las investigaciones de feminicidio que ocurren desde 1993 en Ciudad Juárez, la sistematización de los casos, y reparar el daño a las familias de las víctimas o mujeres sobrevivientes.

Con esta experiencia, la abogada señaló que para que una estrategia de erradicación tenga resultados se necesitan características con los que no cuenta la AVG, como un plan de trabajo a largo plazo (4 años, puntualizó), además de acciones focales en colonias donde se detecte la violencia, y la contención de estos lugares. “Se tendría que combinar este mecanismo con modelos de erradicación”, dijo.

Ejemplo es el caso paradigmático del Estado de México, resaltó Yllán.  En esta entidad, explicó, la AVG se presentó como una estrategia necesaria para posicionar, enfrentar y trabajar desde el gobierno local en los asesinatos violentos de mujeres, que desde 2005 a agosto de 2014 sumaban 933, indican cifras del informe del procedimiento de la AVG.

Pero ya en su funcionamiento, la especialista cuestionó la actuación en su implementación, “Yo pregunto en el Estado de México: ¿cuáles son las colonias donde se presentan casos de feminicidio, dónde está el cerco de estos lugares?”.

“La política pública es para toda la población de un estado, pero la erradicación tiene un componente, es focal. Yo le apuesto un 70 por ciento a Alerta, sólo para los fines institucionales”, señaló Yllán Rondero.


Bárbara Yllán Rondero, abogada y especialista en género. “La Alerta de Género se ha politizado mucho. Porque implica que se le decrete a un estado y eso siempre genera un rotundo no”. CIMACFoto: César Martínez López

POLITIZACIÓN, BUROCRACIA Y RETRASO
 

A pesar de ser un “mecanismo de emergencia”, Yllán indicó que otro elemento que interfiere en su aplicación es la “politización del instrumento”. Decretar una Alerta implica admitir que existe un problema que no aceptan los gobiernos, expresó.

“La Alerta de Género se ha politizado mucho. Porque implica que se le decrete a un estado y eso siempre genera un rotundo no”.

Además, aseveró que desde las modificaciones al Reglamento para su aplicación –establecidas en 2013- la AVG no funciona de “manera correcta”. El objetivo de la reforma fue evitar trabas en el proceso, y que la decisión la respaldara el Grupo Experto, pero esto ha hecho a la AVG un trámite burocrático, comentó.

Como resultado, se obtienen procesos largos para analizar la procedencia de la AVG, lo que se observa en los trámites que actualmente pasan los estados de Campeche, Colima, Guerrero, Jalisco, Nayarit, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Tlaxcala, y Zacatecas.

CIMACFoto: César Martínez LópezPor: Hazel Zamora Mendieta Cimacnoticias | Ciudad de México.-