La propia reincorporación de Javier Lozano Alarcón al PRI, quien tras
12 años de beneficiarse del PAN volvió a su entraña, explica también
que las más sucias prácticas políticas se intensificarán, al mismo
tiempo que se fortalece la alianza de Felipe Calderón con Peña, en un
nuevo capítulo del amasiato que iniciaron ambos en la elección de 2006,
con Margarita Zavala como un factor en el cálculo.
No es fortuito que, además de Lozano Alarcón, una de las estrategas
de Meade sea Alejandra Sota, la vocera de Calderón en la Presidencia de
la República y contratista millonaria de Luis Videgaray, el personaje
que articuló todas las relaciones del panista y Peña desde el Estado de
México.
Navarrete Prida, que de suyo es un político truculento y que fue
procurador de Justicia de Montiel –tío de Peña–, llega a la secretaría
de Gobernación acompañado de dos personajes que, ni duda, operarán
políticamente contra los opositores y en favor de Meade: Uno es el
subsecretario de Gobierno, Manuel Cadena Morales, y el otro Alberto
Bazbaz Sacal, director general del Centro de Investigación y Seguridad
Nacional (Cisen).
La relevancia de Barbaz no es sólo por su actuación como procurador
de Peña en el caso de Paulette Gebara Farah, la niña que primero dijo
que fue asesinada, luego que plagiada y al final que se asfixió en el
hueco de una cama que fue multirrevisada sin que nadie la haya visto,
sino también por su cargo de responsable de la Unidad de Inteligencia
Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP),
encargada del combate y prevención del lavado de dinero.
Bazbaz ha acumulado en es ese cargo un arsenal de información que
eventualmente será utilizado, en el curso de la campaña, como golpeteo o
chantaje contra opositores, sobre todo estando al frente del órgano de
espionaje del gobierno que, como se ha visto, está al servicio de los
intereses políticos, no de la inteligencia para combatir a los grupos
criminales.
No hay que perder de vista otro dato: Bazbaz Sacal fue abogado de
Raúl Salinas, hermano mayor del expresidente Carlos Salinas, junto con
los despachos de los hermanos Collado y Asociados; Bufete Aguilar y
Quevedo, y Nassar Daw y Asociados.
Como mano derecha en la Secretaría de Gobernación, Navarrete Prida
colocó como secretario de Gobierno a otro salinista: Manuel Cadena,
quien era secretario general del PRI en la fraudulenta elección de 1988 y
en el sexenio de Salinas ocupó la dirección de Fertilizantes Mexicanos y
la secretaría general del IMSS.
Fue secretario de Gobierno de Montiel, con Navarrete Prida como
procurador, y quiso ser presidente municipal de Texcoco, en 2012, cuando
fue derrotado por Delfina Gómez, excandidata de Morena a gobernadora y
actual aspirante a senadora.
La apuesta de Peña con los movimientos que hizo en la Secretaría de
Gobernación, articulada con la designación del operador electoral Eviel
Pérez Magaña en la Secretaría de Desarrollo Social –con un presupuesto
de 106 mil 645 millones de pesos, entre ellos 99 mil millones destinados
a subsidios–, es claramente electorera.
Ante el escándalo de las investigaciones de corrupción en Chihuahua,
que será la agenda electoral de la alianza PAN-PRD-MC, la consigna de
Peña es clara: Meade a como dé lugar…
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado
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