Por J. Jesús Esquivel (apro).– El tráfico de armas de Estados Unidos a México es uno de los principales alicientes de la violencia que azota al país, tomando en cuenta que tan solo en 2017 el 66% de los homicidios se cometieron con armas de fuego, sentencia un informe especializado.
“El impacto rampante del tráfico de armas de Estados Unidos a México ha sido devastador”, destaca el reporte titulado Mas allá de nuestras fronteras: cuánto contribuyen las débiles leyes de EU a la violencia en el extranjero, elaborado por el Center for American Progress (CAP).
“En 2017 México registró el nivel más alto de homicidios cometidos en
los últimos 20 años, con un promedio de 20.5 homicidios por cada 100
mil habitantes. Aunque estas cifras se derivan en parte por los altos
niveles de impunidad para con el comportamiento criminal, el acceso a
las armas de fuego es uno de los factores que lo han disparado. En 1997,
15% de los homicidios se cometieron con armas de fuego, pero en 2017 se
incrementó a 66%”, subraya el informe.
Las estadísticas que presenta la investigación especial, como lo
indica el mismo CAP, serían motivo de que contrario a lo que dice el
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el gobierno mexicano tendría
que estar promoviendo amurallar su frontera norte y con ello intentar
contener el tráfico de armas estadunidenses para disminuir la violencia.
“La aislacionista, nativista, proteccionista y racista política
migratoria del presidente Trump está sustentada en el ridículo argumento
de que Estados Unidos necesita cerrar sus fronteras y restringir la
inmigración al país como un método para prevenir el ingreso de crímenes
violentos”, apunta el informe especializado.
“Sin embargo, regularmente en este debate no se toman en cuenta las
razones del por qué la exportación de la violencia corre en la otra
dirección, es decir; de Estados Unidos a otros países”, agrega el CAP.
De 2014 a 2016, en 15 naciones de América del Norte, Centroamérica y
el Caribe, 50,133 armas confiscadas como parte de una investigación
criminal se exportaron de los Estados Unidos.
“Pongámoslo de otra manera, las armas estadunidenses utilizadas para
cometer crímenes en países cercanos se utilizaron cada 31 minutos”,
expone el reporte del CAP.
En promedio, Estados Unidos legalmente exporta unas 298 mil armas
cada año, y el tráfico ilegal que se facilita por la debilidad de las
leyes que favorecen la compra, uso y portación de armas de todo tipo en
la Unión Americana, podría superar en mucho a las estadísticas
oficiales, como lo calcula el CAP.
Para poner solo un ejemplo, la investigación especializada contenida
en 19 páginas subraya que, “en 2015 un grupo de traficantes de armas
compro más de 100 armas en el mercado al mayoreo en la zona del Valle de
Río Grande, Texas, de las cuales por lo menos 14 fueron recuperadas en
México”.
El Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus
siglas en inglés), que es la agencia federal estadunidense encargada de
vigilar y regular la venta de armas, calcula que cada año se trafican a
México por lo menos 213,000 armas producidas y manufacturadas en los
Estados Unidos. “Casi la mitad de las armas traficadas de Estados Unidos
y confiscadas en México son rifles y pistolas semiautomáticas como
AK-47, AR-15 y sus variantes”, destaca el reporte.
Este tipo de armamento y otros de mayor calibre y potencia, son las
armas preferidas de los grupos criminales y de los narcotraficantes.
Citando a la Oficina Gubernamental de la Contraloría (GAO, por sus
siglas en inglés) dependiente del Congreso federal estadunidense, el CAP
añade que los grupos criminales mexicanos optan por las armas
semiautomáticas ya que con mucha facilidad las convierten en armas
automáticas altamente letales y efectivas.
“La GAO también reporta que de 2009 a 2014, la mayoría de las armas
involucradas en crímenes y recuperadas en México y que fueron compradas
en Estados Unidos procedieron de estados del sur de este país; 41% de
Texas, 19% de California y 15% de Arizona”, señala el informe del CAP.
“De 2014 a 2016, en México se recuperaron más de 33,000 armas
estadunidenses involucradas en actos e investigaciones criminales, esta
cifra excede a las armas confiscadas en actos criminales cometidos en
varios estados de Estados Unidos”, acota el CAP.
Para contener el problema de violencia que genera en el extranjero la
exportación de armas de Estados Unidos, el informe del CAP propone
institucionalizar la revisión universal de antecedentes penales para la
compra de cualquier arma.
También que Estados Unidos defina como crimen federal a la compra al
mayoreo y tráfico de armas, que las armerías reporten al ATF las ventas
de armas largas, así como incrementar el acceso a las bases de datos
sobre el tráfico internacional de armas y, rechazar las propuestas de
algunas organizaciones y empresas de debilitar la supervisión de las
exportaciones de armas.
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