Pedro Echeverría V.
1. Este asunto de la campaña en el mundo contra el presidente Trump,
acusándolo de haber sido apoyado por el gobierno ruso para ganar el
proceso electoral, viene –obviamente- del llamado partido Demócrata
encabritado por la aplastante derrota que sufrió su candidata, la señora
Clinton. Yo, durante varias décadas he combatido a los gobiernos
yanquis por ser saqueadores de nuestros países y por las más de 100
guerras y ocupaciones que ha encabezado. En México de 100 guerras de
invasión yanqui sólo hemos protestado contra los rusos por las
invasiones de Checoslovaquia en 1968 y por las de Chechenia. De cada 100
invasiones yanquis asesinas, dos de los rusos.
2, Mientras los rusos vivían dominados por los monarcas del zarismo,
los yanquis invadían México para robarle más de la mitad de su
territorio. Cuando en Rusia se luchaba con las armas en la primera
guerra mundial y el pueblo ruso hizo una revolución, los yanquis estaban
atentos, con barcos de guerra y armas, para que la revolución mexicana y
su Constitución los beneficiara (¿Se recuerda que en 1914 los yanquis
ocuparon Veracruz para presionar a Carranza y provocar a Villa?) En esos
días también los yanquis hicieron campañas contra el “comunismo ruso”
encabezado entonces por los bolcheviques que buscaban transformar la
revolución burguesa de Kerenski en socialista.
3. Hoy se publica que los legisladores más guerreristas de los EEUU,
Bob Menendez (demócrata), Marco Rubio (republicano) y Tim Kaine
(demócrata) enviaron hoy una carta a Rex Tillerson (secretario de
Estado) donde señalan: “Al prepararse para partir hacia México, le
escribimos para instarle a que eleve la importancia de sistemas fuertes e
independientes en México y en América Latina en general. Estamos
profundamente preocupados por noticias recientes en las que se reporta
que Rusia está usando tecnología sofisticada para entrometerse en las
próximas elecciones de México”. De México viajará a Argentina, Perú,
Colombia y Jamaica. ¿Someter a México significa bloquear a López
Obrador?
4. Esta campaña contra el gobierno ruso trata de aniquilar a Trump y
busca golpear en serio al candidato socialdemócrata López Obrador, como
si éste estuviera aliado al partido Republicano de los EEUU. ¿Se olvida
que al término de la Segunda Guerra se firmó un acuerdo de “zonas de
Influencia” en el que EEUU, Rusia, Francia e Inglaterra conservaron
territorios de países cercanos para “ayudarlos”? ¿Por qué los gobiernos
de México han permitido la libre circulación en todo su territorio de
cientos de miles de agentes de la CIA, FBI, DEA, NSA y, al mismo tiempo
se ha impedido el trabajo de los rusos con su KGB, Ojrana, Checa? Se
sabe que en la embajada yanqui se conserva una nómina de agentes yanquis
y los lugares donde operan.
5. López Obrador nunca debe hablar de más por aquello de la “boca
cerrada” y los “oídos sordos”, pero al mismo tiempo tiene la obligación
de él y su equipo, de impedir que ese millón de agentes gringos siga
interviniendo en su política ¿Cuántos de esos agentes son asesores de
partidos políticos? En México cualquier acusación de “agentes rusos”
siempre ha sido propaganda anticomunista, aunque nunca ha existido el
comunismo o el socialismo en el mundo; ha sido siempre un ideal de
igualdad y justicia en el universo que no ha podido aplicarse porque el
imperio capitalista ha sido más fuerte, es decir, aunque se ha puesto
honestidad y voluntad para construirlo, el imperio yanqui con el poder
de sus armas atómicas y nucleares, sobre todo, la falsa conciencia, ha
dominado.
6. Así que no hay que hacer mucho caso a los legisladores gringos y
su carta a Tillerson. Pienso que la manta burlesca de “los rusos de
Tuxtla Chico” fue una gran idea que debe repetirse. Parece que el
triunfo electoral de López Obrador, aunque todavía falten cinco meses,
es seguro; pero el problema esencial hoy es que le entreguen el gobierno
y lo dejen gobernar. Ya algún marxista (¿Lenin?) señaló que los
partidos de los trabajadores deben desechar las elecciones burguesas
cuando no cuenten con un gran movimiento de masas tras ellos para
presionar a la burguesía. En los últimos meses hemos observado una gran
caída de la lucha social y, por el contrario, leyes y acciones del
gobierno para reprimir, encarcelar y asesinar las batallas sociales.
(1/II/18)
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