Familiares recorren el mundo para demandar justicia
A
seis meses del asesinato de la Concejala de Rio de Janeiro y defensora
de Derechos Humanos, Marielle Franco, y su chofer Anderson Gomes, el
crimen sigue impune, y las autoridades no han encontrado ni a los
autores materiales ni a los intelectuales.
El 14 de marzo del presente año, un vehículo se paró al lado del auto
en que viajaba Marielle, en pleno centro de la ciudad de Rio, y
personas desconocidas dispararon nueve veces antes de huir. A seis meses
de esa fecha, se montó un tuitazo para demandar justicia por ella.
Tanto su madre, la abogada Marinete da Silva, como su viuda, la
arquitecta Mónica Benício, lamentaron que las autoridades hasta ahora no
han presentado resultados de sus investigaciones. Benicio relató a
diferentes medios que recién ahora vinieron a pedir la contraseña del
celular de Marielle para hacer un peritaje.
Ambas mujeres han estado recorriendo el mundo para demandar justicia
para la defensora, pero Mónica también denunció amenazas en contra de
ella. En entrevista con la cooperativa de comunicación feminista
Manifiesta, de Argentina, subrayó que los asesinos no lograron callar
una voz que luchaba a favor de las personas negras, LGBT, y pobres- al
contrario.
“La gente podría haber dado un paso atrás y volver al clóset, volver a
la cocina, pero no fue el caso. Dimos un paso al frente, con mucha
fuerza, con una recuperación de la lucha para decir, queremos seguir,
queremos continuar, y que ninguna barbarie del 14 de marzo pueda impedir
eso”, narró.
Para Benício, la principal demanda de Marielle Franco era la
visibilidad: “Necesitamos ser vistas, oidas, para ser respetadas, y
tener garantía a nuestro derecho a la vida”, contó al portal Manifiesta.
De la misma manera, la madre de Marielle, Marinete, acentuó el
derecho de las mujeres a una vida libre de violencia en una columna para
el diario The Times. “Marielle dedicaba su tiempo a apoyar madres en
los tiempos más difíciles de su vida: porque habían perdido a sus hijas o
hijos, muchos asesinados por fuerzas armadas que deberían estar ahí
para protegerlas”, escribió y narró que hoy en día, muchas mujeres la
llaman, quieren saber cómo está, y la motivan a seguir adelante.
En el consejo de la ciudad de Rio, Franco había sido una crítica
fuerte de la militarización de las calles, aprobada justo un mes antes
de su muerte. Criada en la Maré, una favela azotada por la pobreza y la
violencia, llegó a ser la quinta concejala más votada de la ciudad en
las elecciones de 2016.
Fue una “lideresa natural”, como la describió su madre, y desde
joven, empezó a luchar por los derechos de las personas pobres y en
contra de la violencia, tanto en la iglesia, como en proyectos de
jardinería. “A la gente le molestaba que ella era una mujer negra de la
favela que se atrevía a estar en un lugar que históricamente no le
correspondía”, consideró Marinete da Silva.
Ella expresó que el día de hoy, siente que “estamos ganando, porque
resistimos, y con la ayuda de activistas de todo el mundo, crece el
reconocimiento de la labor de mi hija.” Esto, a su vez, se transforma en
una lucha por justicia. “Queremos saber quién mató a mi hija, y no
vamos a descansar hasta tener respuestas”, afirmó.
CIMACFoto: Lucía Lagunes Huerta
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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