A las normales
rurales se le sacrifica mediante su cierre. Además de que se reducen sus
espacios o se libra una batalla subterránea por privatizarlas por
nuevas vías, encarecerla y marginar de ellas a las hijas e hijos del
pueblo en condiciones de pobreza.
Son un proyecto histórico
educativo de trascendental importancia y actualidad para el pueblo
mexicano, las normales rurales son proyectos que plantean la labor de
recomunalidad en el seno del pueblo mexicano, su profesionalización
incluye la lucha por la reconstitución del tejido social en las
comunidades. En el caso de la Normal de El Mexe, siendo patente su
contribución en la formación del magisterio hidalguense y nacional,
también se percibe su ausencia con dolor y estragos educativos sociales
después de que el gobierno neoliberal decidiera cerrar el Internado por
razones represivas y antipopulares. La propia Secretaría de Educación
Pública de Hidalgo (SEPH) reconoce la falta de maestros y maestras en
Educación Básica, la carencia se refleja sensiblemente en la falta de
especializaciones hacia áreas cada vez de mayor importancia para la
educación de la niñez, los adolescentes y la juventud hidalguense.
Dicho proyecto formativo y del conjunto de las Normales Rurales del
país abiertas o cerradas desde hace varias décadas, tienen las
condiciones que permitirían la apertura de su sistema de enseñanza
pedagógica e investigativa altamente calificada a nivel licenciatura y
posgrado para hijos e hijas del pueblo, tanto como para su magisterio.
En general la línea educativa y pedagógica del normalismo rural potencia
las perspectivas de contribuir a elevar la formación y cantidad de
maestros y maestras para los niveles de preescolar, primaria, secundaria
y bachillerato de que tanto estamos necesitando en las diferentes
regiones del país.
El normalismo rural es un bastión de la
revolución mexicana, además, constituye un punto de apoyo para la
formación de las consciencias en sentido crítico, revolucionario y
popular; para lo cual debe mirarse el despojo al que fue conducido,
afrontando el deber de impulsar su sentido y posibilidades de
contribución a la educación popular en las actuales circunstancias
históricas.
El Mexe
De esta forma
particularmente El Mexe pronto podría aportar culturalmente en el ámbito
de Normal Rural como institución universitaria de la educación y la
pedagogía enfocada a la enseñanza popular atrayendo intelectualidades
que aportasen a esas perspectivas. Las y los egresados de la normal, en
conjunto con otras organizaciones sociales y comunitarias recibimos de
primera mano la manifestación de necesidad y oportunidad de reabrir El
Mexe para el pueblo, en condiciones en que realmente su proyecto tenga
arraigo entre las generaciones de jóvenes, estimule su desarrollo y
contribución hacia la sociedad y su cultura.
Para estos propósitos tomamos en consideración varias estrategias:
a) Posibilidades autogestionarias dado el espacio para la exploración y
explotación agropecuaria en protección del medio ambiente, que además
de complementar diversas necesidades, amplifican la red de conocimientos
a desarrollarse desde sus instalaciones.
De esta manera se
introducirían materias optativas en función con los potenciales
productivos de los Internados, fomentando el sentido de cooperativismo,
la recomunalidad y el trabajo de campo.
b) Por otra parte, el
presupuesto estatal que se le conceda tendría que enfocarse con toda
transparencia a cubrir algunas de sus prioridades ante académicos,
trabajadores y alimentos, en tanto otros recursos pueden obtenerse de
sus actividades agrícolas propias y otras posibles obras productivas. Se
requeriría una verdadera contribución oficial en equipamiento didáctico
y otros recursos necesarios.
El Mexe es una alternativa muy
importante para los hijos e hijas del pueblo en las condiciones actuales
de capitalismo salvaje que les despoja, expulsa y condena a una vida de
miseria. El Internado permitiría a varios miles de jóvenes optar por un
trabajo gratificador, digno y profundamente necesario al país. Pues sus
egresados formados en el arraigo comunitario y la potenciación de la
formación popular comunitaria acrecientan el desarrollo cultural local.
Por lo que se refiere a la Universidad Politécnica de Francisco I
Madero, esta instancia podría fusionarse en la renovación de la
educación Normal con nuevas implicaciones. Donde haya una trasfusión y
complementariedad entre las asignaturas y formación politécnica con las
áreas educativas para abrir nuevas posibilidades de profesionalización
de los jóvenes estudiantes. Al tiempo que la formación de las siguientes
generaciones de maestras y maestros se formen en el conocimiento
politécnico muy necesario para su desempeño profesional en las
comunidades.
Para que sea posible y sustentable en términos de
una justa organización interna cuyo propósito sea fortalecer un nuevo
sistema de enseñanza popular acorde con las necesidades emergentes en la
población del estado, consideramos indispensable practicar una
administración autónoma que sea una combinación colectiva entre
autoridades, personal, estudiantes y comunidad.
Se necesitaría
una consejería general, académica, estudiantil amplia que custodie el
buen desempeño de su labor administrativa y pedagógica. Consejo
integrado por el cuerpo académico, administrativo, trabajador,
estudiantil, comunitario y organizacional de los sectores interesados en
su adecuado funcionamiento. A la par de recuperar terreno en las
diversas áreas pedagógicas a nivel licenciatura y de atender las
carencias formativas que van manifestándose; podría crear programas de
maestrías y doctorado en áreas específicas de educación crítica para un
cuerpo externo de educandos principalmente venidos de la propia base
magisterial urgida de acceso a estudios superiores.
Se
priorizaría la formación de planes de estudio acordes con las
necesidades educativas del estado y sus distintas vertientes de
licenciatura en la enseñanza primaria (educación física, educación
artística, educación secundaria, psicología educativa, educación
indígena, investigación educativa, especialidades en las diversas ramas
de la enseñanza básica, educación básica general, educación especial,
historia, etc.), al paso que tiene expectativas de instruir en la
enseñanza primaria y alfabetización verdadera de la población rural,
además de dar cabida a nuevas carreras tecnológicas y de biodiversidad
destinadas a la educación y producción en el campo mexicano.
La
posible colaboración educativa de este centro y otro tipo de
universidades permitiría resolver las lagunas y problemas recurrentes de
actualización de los conocimientos o experiencias, siendo por tanto
viable el establecimiento de puntos de contacto a estos niveles.
Subsanando en este sentido las anteriores deficiencias programáticas
tendientes al teoricismo, pensando en una adecuada combinación
práctico-teórica-técnica comunitaria basada en las prioridades de la
enseñanza real en el Estado.
A ciencia cierta existen
compromisos para la reapertura de la Normal, en ese sentido, existe
corresponsabilidad para la reconstitución de la Normal Rural en
condiciones que le permitan sustentabilidad económica, pedagógica e
integracionista en el seno de la sociedad hidalguense y mexicana.
Así mismo, conscientes de la falta de posibilidades de estudios
superiores de posgrado para las maestras y maestros en la dirección de
desarrollar nuestras concepciones pedagógicas y otras áreas educativas
de importancia; en sus espacios se cabe integrar cursos, diplomados,
maestrías y doctorados.
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