Gustavo Leal F.*
Andrés Manuel López
Obrador, presidente electo, declaró que, como ofreciera en campaña y
como parte de las medidas de austeridad republicana, los altos
funcionarios públicos (y sus familiares) no dispondrán de seguros de
gastos médicos y atención privada.
Al decir de Octavio Careaga –de THB México– podrían perder estas
prestaciones casi 700 mil servidores públicos de altos niveles. Y
documentó que –en el gobierno– hay tres clases de pólizas: vida,
cubierta por Seguros Banorte (con costo de 5 mil 200 millones de pesos
en primas trianuales); gastos médicos mayores (GMM), atendida por
aseguradora MetLife México y aquella que ampara seguro para retiro,
también de MetLife. Las primas por GMM
se calculan en 6 mil 500 millones de pesos en primas trianualesy la aseguradora
estaríadejando de percibir ingresos por 3 mil 250 millones ( El Economista, 15/8/18).
Careaga considera que,
seguramenteaquellos que no quieran acudir al Issste, comprarán una póliza de gastos médicos mayores con otra aseguradora o permanecerán en MetLife. Aunque algunos
nopodrán costearla por disponer de un sueldo menor. Por su parte, para
evitarpérdidas MetLife podría seguir manteniendo su oferta a precios preferenciales o establecer
arreglossobre el costo de la cobertura.
Además de que cuentan con el seguro de
conversiónpor medio del cual si salen, cambian de patrón o llegan a quedar desempleados, la aseguradora se obliga a garantizar la prestación bajo las mismas condiciones, pero de manera
individualy respetando antigüedad. Por supuesto que, de cancelarse, aquellos que se
esténtratando de alguna enfermedad –por las condiciones de prexistencia–
difícilmenteserán aceptados por
otracompañía. Otra posible afectación sería un incremento en el precio de las pólizas.
Para Standard&Poor’s, la cancelación de GMM
notendrá un impacto en la solvencia de Metlife ( El Economista, 27/8/18). Hay quién estima que el ahorro por primas –2 mil 700 millones de pesos– podría
diluirsepor el
costodel aumento de consultas Issste ( La Jornada, 22/8/18). Y también hay quién propone que, una
alternativa, sería permitir que el gobierno federal mantuviera la
colectividaddel seguro GMM,
trasladandoel costo de la prima per cápita anual a los servidores públicos, actuando como
administradorde los descuentos. Así, el seguro
permaneceríapero
totalmentea cargo de los funcionarios (Grupo MDC, 8/18).
Cabe preguntar: ¿por qué reservar al gobierno federal como
administrador? ¿qué garantías podrían buscar las aseguradoras?
¿respaldar esa
colectividadsignifica mantener el mercado asegurador de funcionarios semicerrado?
Mientras tanto, los senadores de la República (64 Legislatura)
iniciaron labores (el primero de septiembre) sin seguros de vida, gastos
médicos mayores y separación individualizada. Igualmente ocurrió con
los legisladores en la Cámara de Diputados.
Curiosa, por decir lo menos, resulta la perspectiva de la principal
autoridad regulatoria: la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF),
a cargo de Norma Alicia Rosas. En su opinión el Issste quedará
sobrecargadosi se
cancelanlas pólizas:
vislumbro mucho más una problemática para el instituto que tendrá que cubrir todas esas necesidades. ¿En qué información empírica-dura funda ese juicio? “Creo –prosigue– que debe hacerse un estudio mucho más concienzudo para ver cuál es la implicación y no sobresaturar al Issste”. ¿Entonces su juicio previo no está realizado a conciencia? Es
probable, remató, que quienes disponen de un seguro de GMM con su
poderadquisitivo
puedanseguirlo comprando.
Sin dudahabrá oportunidad
interesantepara seguir
ofreciendoeste producto ( Reforma, 5/9/18).
Entonces: ¿ese segmento de la población sería usuario del Issste? Aún
sufragando de su bolsillo ¿optaría por la oferta privada? Pero, en
cualquier caso, su curiosa perspectiva –desde la máxima autoridad
regulatoria– aparece mucho más contigua a la de los intereses bajo su
regulación.
Norma Alicia Rosas comunica también que la CNSF, junto con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, están
trabajandopara que los aseguradores
ofrezcancoberturas de GMM
limitadas a personas que presenten enfermedades. Lo
hemosestado planteando: es
muyprobable que la esa cobertura
no seauno de los
mejoresproductos con los que
cuentael consumidor. Justo un problema ubicado en el centro del debate público sobre la participación complementaria del sector asegurador en las políticas modernas de salud.
Por su parte, el doctor Jorge Alcocer –designado secretario de Salud
del gobierno entrante– ha señalado que (a diferencia del ciclo
neoliberal 1982-2018), con la nueva política de salud federal se trata
de conformar un sistema
únicocon acceso igual para todos, así cómo ampliar la capacidad
realde atención y
fortalecerservicios de primer contacto ( La Jornada, 10/7/18). Lo que sigue es, entonces ¡mejorar los servicios Issste ya!
*Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco
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