Autor:
Marcial Yangali
Visibilizar,
sensibilizar y pedir la búsqueda con vida de mujeres desaparecidas fue
el objetivo de la manifestación de este 27 marzo: un grupo de
familiares, amigos y activistas realizaron este miércoles una
movilización “diferente”, “artística” y “con rostro humano” frente a las
oficinas de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.
Un performance, cantos,
lecturas y pintas tuvieron lugar. “Es un homenaje a la vida de nuestras
hijas, hermanas, amigas y compañeras desaparecidas”, expresó Mitzi
Robles, integrante del Espacio Sororal de Acompañamiento al caso de
Mariela Díaz, desaparecida el 27 de abril de 2018.
“Nuestra preocupación está en recuperar y
narrar la vida de quienes no pueden hacerlo en primera persona y que,
sin embargo, están cada día más presentes”, comentó.
Cuando Juana contó la vida de su hermana
Viviana Garrido, desaparecida el 30 de noviembre de 2018, los ojos de
su madre y de su hermano se inundaron. Y es que los detalles íntimos que
leyó pertenecen a la “mujer llena de alegría” que les hace falta. “Qué
difícil es redactar algunos verbos en pretérito. Pero no es que crea que
ya no está viva, sino que hemos dejado de compartir esos momentos con
ella”.
La imagen de Viviana también fue visible
durante la manifestación: Diana, una vecina suya, se encargó de pintar
su rostro y sus cabellos chinos. Junto a ella, otros artistas también
intervinieron el espacio dejando impregnadas siluetas, sonidos y frases.
“Le dijeron a mi familia que seguramente
me había ido por cuenta propia. Estoy aquí porque quiero que sigan
recordando mi voz y no sea un número más”, expresó una integrante de la
Colectiva Invisibles Somos Visibles caracterizando a Mariela Díaz
durante un performance. “Estamos aquí por la omisión, por la injusticia y por la impunidad; porque las autoridades no hacen su trabajo”.
Más que cifras, personas
En entrevista, Mitzi Robles explica que
los datos permiten dimensionar el fenómeno, pero demasiada exposición a
cifras “invisibiliza” que detrás hay personas. Además, las estadísticas
oficiales del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o
Desaparecidas con las que hoy se cuentan son “inexactas” y no fueron
actualizadas desde abril de 2018.
Víctor Caballero, abogado que ha
brindado apoyo a familiares de mujeres desaparecidas, entiende que el
problema es bien conocido pero existe el riesgo de que la sociedad
normalice los casos. Por eso, durante la manifestación decidió sacar una
guitarra y cantar un mensaje para las desaparecidas: “quédate, no te
vayas”.
Comenta a Contralínea que desde
niño se ha dedicado a la música. Por ese motivo decidió que además de
la ayuda legal, en esta ocasión era pertinente aportar con su guitarra y
su voz. “Yo creo que la resistencia también tiene que tener alegría: en
medio de tanto dolor, eso fortalece”.
María del Carmen –madre de Pamela
Gallardo, desaparecida el 5 de noviembre de 2017– opina que “el ser
humano ha perdido esa forma de amor que es voltear a ver al otro”. Por
ello, aprecia las manifestaciones artísticas que tuvieron lugar y
considera que permiten sensibilizar a todos sobre el tema.
“Hay mesas, pero sin resultados”
Le preguntaron a María del Carmen si
deseaba que le pintaran en el rostro alguna consigna y no dudó en
aceptar. “Justicia”, escrita en letras rojas, es una demanda dirigida a
las autoridades quienes, según comenta en entrevista, “tardan meses para
empezar diligencias”.
La abogada Socorro Damián, integrante
del Espacio Sororal de Acompañamiento, explica que recientemente ha
habido cambios en la Fiscalía. Esto ha permitido que se organicen mesas
de trabajo y se atiendan los casos que acompañan los colectivos. Pero
“no se ven resultados”.
“Cada 3 semanas hay una mesa pero sólo
nos sentamos a vernos las caras: en realidad no hay avances”. Explica
que no hay una investigación de contexto que permita saber cómo están
desapareciendo las mujeres ni en qué circunstancias regresan algunas.
“Cuando aparecen ya no hay un seguimiento ni una denuncia que se vincule
a algún delito, no hay responsables”.
Mitzi Robles hace énfasis en que el
tratamiento individualizado no debería ser únicamente para aquellos
casos respaldados por colectivos. “El problema es muy grande y no se
vale que sólo atiendan a las familias que tuvieron la fortuna de
encontrarse con alguien que acompañara su caso”.
En este sentido, comenta que si bien la
movilización pide la búsqueda de las víctimas representadas, también es
una exigencia por “las otras desaparecidas”.
Marcial Yangali
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