Cuernavaca, Mor., Al cumplirse 100 años del asesinato de
Emiliano Zapata Salazar, el presidente Andrés Manuel López Obrador
reivindicó los ideales de justicia del Caudillo del Sur y los héroes
nacionales de la Independencia, la Reforma y la Revolución, y pidió a su
gabinete emularlos y no traicionarlos, porque
ahí está el plan de gobierno, el camino a seguir, lo demás no sirve, es politiquería.
Ante sus colaboradores, dijo que
no se puede ocupar un cargo sin perseguir un ideal de justicia, sin buscar una transformación, y sólo los corruptos,
los ambiciosos vulgares, buscan los cargos para sacar provecho en lo personal.
A la ceremonia oficial realizada en la Plaza de Armas de esta ciudad
–que inicialmente se había programado en Cuautla– sólo acudió una
bisnieta de Zapata, Lisseth Castro Zapata, después de que otros
familiares advirtieron la víspera que no participarían, en rechazo a que
el gobierno mantiene la termoeléctrica de Huexca.
Minutos después de que comenzó su discurso, cuando enarbolaba los
principios de los independentistas Miguel Hidalgo y José María Morelos,
el Presidente fue interrumpido a gritos por dos estudiantes de la
Universidad Autónoma Chapingo que demandaron solución a la huelga que
trabajadores administrativos mantienen desde hace 45 días en demanda de
la homologación salarial.
López Obrador les concedió unos minutos al término de la ceremonia,
acompañado por los secretarios de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y
de Agricultura, Víctor Villalobos.
En entrevista posterior, Karla Wolf y Azucena Ceniceros explicaron que el mandatario federal les dijo que el conflicto
era por causa de mafias, y que nosotros lo teníamos que erradicar. También, que al respetar nuestra autonomía no puede hacer muchoy que hoy a las 9 horas habrá una reunión en la Secretaría de Gobierno.
Antes, al retomar la palabra tras ser interpelado –acompañado también
por su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller; el gobernador Cuauhtémoc
Blanco; el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados,
Porfirio Muñoz Ledo, y autoridades locales–, López Obrador reprochó que
los conservadores denigraran a los héroes nacionales y a los dirigentes
sociales
en todos los tiempos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador
encabezó la ceremonia conmemorativa por el
100 aniversario luctuoso de Emiliano Zapata
en Cuernavaca.
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A Hidalgo, sostuvo, le llamaban
demagogo; al presidente Juárez
no lo bajaban de indio; a Madero
lo trataron de loco, y a Villa y Zapata,
de bandidos.
Para nosotros, remarcó, son los padres de nuestra patria, y anunció
que volverán los homenajes del Grito de Independencia por la noche, las
celebraciones del 16 de septiembre y de la Revolución Mexicana el 20 de
noviembre.
En su oportunidad, Muñoz Ledo resaltó que los postulados de Zapata en el Plan de Ayala: reforma, libertad y justicia, son
un enérgico reclamo contra el despojo que ha prevalecido desde la Conquista y en favor de los derechos históricos de los pueblos originales y de las comunidades agrarias, que fueron arrolladas por el liberalismo y el positivismo que importamos.
La bisnieta del Caudillo del Sur solicitó al Presidente que se haga
enfásis en el contenido del Plan de Ayala en la materia de historia, se
preserven los títulos agrarios originales de Anenecuilco y que se
dignifique la pensión a las viudas de los combatientes del Ejército
Libertador del Sur.
Horas antes, en conferencia de prensa matutina, López Obrador
encabezó, con la asistencia de Margarita Zapata –otra familiar del
general revolucionario– y la jefa de Gobierno de Ciudad de México,
Claudia Sheinbaum, la emisión de estampillas, billetes de lotería y 10
millones de boletos del Metro con la imagen del revolucionario.
(Con información de Alonso Urrutia)
Foto Marco Peláez
Alma E. Muñoz
Enviada
Periódico La Jornada
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