Secretaría de Salud no ha sacado convocatoria para proyectos
La
medida de Andrés Manuel López Obrador de no transferir recursos
públicos a las organizaciones de la sociedad civil puso al borde de la
crisis no sólo a los refugios para mujeres víctimas de violencia
extrema, el trabajo de las agrupaciones civiles en la prevención,
detección y atención de personas que viven con el Virus de
Inmunodeficiencia Humana (VIH) también está en riesgo.
El pasado 14 de febrero el presidente envió una circular a las
personas de su gabinete instruyéndolas a no transferir recursos públicos
a las agrupaciones de la sociedad civil, “con el objetivo de terminar
con la intermediación, opacidad y corrupción”.
La medida llevó a la Secretaría de Salud a suspender arbitrariamente
los procesos de financiamiento de diversos programas que operan
organizaciones civiles. Entre ellos, la convocatoria que emite el Centro
Nacional para la Prevención y el Control del VIH Sida (Censida) para
entregar subsidios a las organizaciones civiles dedicadas a la
prevención y detección del VIH e infecciones de transmisión sexual
(ITS).
El programa de financiamiento del Censida destina recursos a las
organizaciones civiles desde 2006. Este año en el Presupuesto de Egresos
de la Federación por medio de la partida 43401 “Subsidios a la
prestación de servicios públicos” se etiquetó para el Censida, un monto
de 116 millones 525 mil 102 pesos destinados a las actividades que
realizan las organizaciones civiles.
La convocatoria normalmente se publicaba en el mes de febrero, pero a
la fecha no ha salido, por ahora lo único que ha manifestado el Censida
en un comunicado publicado el pasado 11 de marzo, es que “uno de los
mecanismos utilizados para fortalecer la respuesta comunitaria ante la
infección por el VIH ha sido la implementación de proyectos de
colaboración con actores clave”, por lo que el Centro “está llevando a
cabo consultas con las autoridades administrativas correspondientes, a
fin de encontrar las formas más adecuadas para continuar con el trabajo
de colaboración”.
De acuerdo con información del Censida, en 2018 benefició con esta
convocatoria a 98 organizaciones de la sociedad civil para el apoyo de
123 proyectos, de un total de 313 proyectos inscritos por 198
organizaciones de la sociedad civil.
Los proyectos se tratan de centros comunitarios para la detección del
VIH, sífilis y otras ITS; intervención integral de detección
focalizada; programas para el ministro de insumos de prevención;
reducción de daños en personas que se inyectan drogas; prevención de la
transmisión vertical del VIH y sífilis congénita; y prevención para
mejorar la calidad de vida de las personas con VIH.
Estas organizaciones recibieron apoyos que varían entre los 600 mil y 1 millón 300 mil pesos.
En un informe sobre las experiencias de países en la contratación de
actores no gubernamentales para proporcionar servicios de VIH, el Fondo
Mundial para lucha contra el sida/VIH, tuberculosis y malaria reconoció
la importancia en México de la participación de las organizaciones
civiles por dar servicios de consultoría, concientización e
investigación sobre el tema y enfatizó que la creación de un órgano
desconcentrado de la Secretaría de Salud, como el Censida, “puede
ofrecer un mecanismo de financiamiento público transparente y
competitivo”.
La circular que giró el presidente ordena que “todos los apoyos para
el bienestar del pueblo se entregarán de manera directa a los
beneficiarios”.
Cabe recordar que la Norma Oficial Mexicana para la prevención y el
control de la infección por VIH, NOM-010-SSA2-2010, en el rubro 5 de
“Medidas de prevención del VIH y promoción de la salud” indica que deben
llevarse a cabo estas acciones con “la participación de autoridades
estatales, municipales, comités locales de salud, personal de salud,
líderes comunitarios, organizaciones sociales”.
LOS COSTOS HUMANOS
En México Censida calcula que cada día 41 personas adquieren VIH.
Para diciembre de 2017 se estimó que 230 mil personas vivían con este
virus, 48.6 mil eran mujeres (21 por ciento).
Censida reconoció que las condiciones estructurales de desigualdad
social propician una mayor vulnerabilidad en las mujeres, la cual
también es de tipo biológico, epidemiológico, social y cultural. A nivel
biológico, se ha comprobado que en las relaciones heterosexuales la
mujer es de dos a cuatro veces más vulnerable a la infección por el VIH
que el hombre.
A pesar de estas cifras, a diferencia de los refugios para mujeres y
sus hijos e hijas en situación de violencia extrema que lograron se
reabriera la convocatoria para recibir recursos federales, igualmente de
la Secretaría de Salud, las agrupaciones civiles que combaten el VIH no
han tenido respuestas.
Luego del anuncio presidencial de la suspensión de recursos y los
señalamientos de corrupción que hizo López Obrador sobre las
organizaciones civiles, un grupo conformado por más de 200 agrupaciones
con trabajo en VIH respondió al presidente en un pronunciamiento que el
Estado no tiene el capital humano suficiente, capacitado y sensible a
las realidades de la población con VIH.
También respondieron a las acusaciones del presidente sobre el mal
uso de los recursos públicos, argumentando que las organizaciones son
sometidas al Sistema de Monitoreo de Acciones en Prevención para la
asignación, monitoreo, y evaluación de los proyectos y servicios que
brindan, además de autorías.
Hasta ahora el presidente no ha mencionado qué ocurrirá con la
convocatoria del Censida, por lo que el pasado 12 de marzo la senadora
feminista del Movimiento Ciudadano, Patricia Mercado Castro, presentó un
punto de acuerdo para exhortar el titular de Ejecutivo que por medio
del Censida publique la convocatoria.
La senadora indicó que de cerrar la convocatoria del Censida serán
altos los costos humanos que traerá consigo, especialmente por las
personas con VIH que no podrán ser identificadas de manera oportuna o
recibir acompañamiento. Tareas que ha venido realizando la sociedad
civil.
Además se desacelerará el avance en el control de la epidemia
alcanzado por nuestro país, por lo que también exhortó a las secretarías
de Relaciones Exteriores, Salud y del Bienestar, a presentar un Plan
Nacional de prevención, detección, atención y erradicación que atienda
los compromisos internacionales de México en materia de VIH/Sida.
En específico la “Acción Acelerada: pongamos fin a la epidemia del
sida para 2030 de Onusida, que incluye alcanzar para 2020 las Metas
90-90-90: que 90 por ciento de las personas que viven con el VIH
conozcan su estado serológico respecto al VIH; que 90 por ciento de las
personas diagnosticadas con el VIH reciban terapia antirretrovírica
continua; y que 90 por ciento de las personas que reciben terapia
antirretrovírica tengan supresión viral.
CIMACFoto: Sonia Gerth
Por: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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