¿A
poco Estados Unidos permanecerá al margen de la mayor explotación de
litio del mundo? ¿Aun cuando este yacimiento se encuentra a unos cuantos
kilómetros allende su frontera sur? Hoy por hoy el mayor depósito de
litio del planeta en proceso de ser explotado se encuentra en Sonora,
México, casualmente por el rumbo donde fueron masacrados mujeres y niños
de la familia LeBarón.
El incalificable crimen, ocurrido el
pasado 4 de noviembre, generó un escándalo mundial y un motivo de
tensión entre el gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador y el
estadunidense de Donald Trump. Presuroso, este último propuso iniciar
una guerra de exterminio en contra de los cárteles mexicanos. El
gobierno de México no aceptó tal propuesta, aunque tuvo que admitir “de
manera soberana” la participación de Estados Unidos en las
investigaciones de los hechos. Es preciso recordar que los integrantes
de la comunidad mormona a la que pertenecen los LeBarón cuentan con
doble nacionalidad: mexicana y estadunidense.
Así, el lunes 11 de noviembre se internó
en Sonora una caravana de 50 camionetas suburban de la Oficina Federal
de Investigaciones (FBI, por su sigla en inglés), con un número
indeterminado de agentes, para realizar investigaciones del cruento
ataque. El gobierno mexicano ha advertido que todas las diligencias se
realizan en presencia y con la anuencia de las autoridades mexicanas. Ha
señalado, además, que los elementos de la FBI no pueden portar armas en
México.
Integrantes de la familia LeBarón se han
trasladado a Washington para hablar con el presidente estadunidense.
Mediante una carta le han pedido que Estados Unidos considere como
“terroristas” a los cárteles de droga mexicanos. Ya en el Congreso de
ese país la bancada republicana cabildea una iniciativa para aprobar tal
propuesta y el propio Trump ha anunciado que enviará otra iniciativa en
el mismo sentido.
Vale destacar que la legislación
estadunidense justifica la acción de tropas y agentes, abiertos y
encubiertos, doquiera que haya organizaciones terroristas. Y ni siquiera
considera necesario contar con el acuerdo de los gobiernos de esos
países.
Por otra parte, el litio se ha
convertido en uno de los minerales más codiciados del mundo. Es ya causa
de una de las mayores disputas entre las potencias económicas (y
militares). Como es sabido, el litio es el elemento principal para la
fabricacion de baterías y de otros aditamentos de celulares,
computadoras, automóviles eléctrictos, arenovaes, naves espaciales,
submarinos… Está ligado al desarrollo científico-tecnológico y militar.
Quien asegure el suministro de este
mineral asegurará también el triunfo en la carrera armamentista,
económica, científica y tecnológica que hoy tiene cinco punteros:
Estados Unidos y China en la cima y en un segundo bloque cercano Rusia,
Israel y el Reino Unido.
El golpe de Estado en Bolivia, donde
probablemente se encuentren las mayores reservas mundiales sin explotar,
puede ser resultado de esta disputa, como ya lo ha dicho el presidente
depuesto, Evo Morales.
El pasado 30 de agosto el poderoso grupo de Mining Technology reveló cuáles son las 10 minas de litio más grandes del mundo (https://bit.ly/2QVTigC).
En el listado, titulado como “Top ten biggest lithium mines in the
world”, aparece en indiscutible primer lugar el Proyecto de Litio
Sonora, con reservadas probadas y probables de 243.8 millones de
toneladas.
Informa: “El proyecto de litio Sonora,
ubicado en Sonora, México, es el mayor depósito de litio en desarrollo”.
Y agrega: “Se propone que Sonora sea una operación a cielo abierto que
se desarrolle en dos etapas con una primera capacidad de producción de
17 mil 500 toneladas anuales de carbonato de litio. La segunda etapa
duplicará la capacidad de producción a 35 mil toneladas anuales”. Así,
se estima que podrán extraer toda al riqueza mineral en 19 años.
Los otros nueve depósitos de litio en
proceso de explotación se encuentran en Thacker Pass (Humboldt, Nevada,
Estados Unidos), con reservas probadas y probables de 179.4 millones de
toneladas; Wodgina (Port Hedland, Australia Occidental), con 151.94;
Pilgangoora (Pilbara, Australia Occidental), con 108.2; Earl Grey
(Greenstone, Forestania, Holland, Australia Occidental), con 94.5;
Greenbushes (Australia Occidental), con 86.4; Whabouchi (James Bay,
Quebec, Canadá), con 36.6 toneladas; Pilgangoora (Pilbara, Australia
Occidental), con 34.2; Goulamina (Bougouni, Mali), con 31.2, y Arcadia
(Harare, Zimbabwe), con 29.8 millones de toneladas.
El proyecto en territorio mexicano ya
está muy avanzado. Fue conesionado en el sexenio de Enrique Peña Nieto y
empezará la explotación en 2020. ¿Pero quién lo explotará? Como
decíamos, el Sonora Lithium se localiza en el municipio de Bacadéhuachi,
en la sierra alta de Sonora, en la misma región donde fueron atacados
los LeBarón y donde la presencia del narcotráfico lleva décadas. Quien
controla esa región es el brazo armado del Cártel de Sinaloa: Gente
Nueva, facción Los Salalzar.
La empresa que explotará lleva por
nombre Bacanora Minerals. Tiene sede en Canadá, está enlistada en la
Bolsa de Valores de Londres pero tiene capitales de los gobiernos de…
Omán y de China. Esta empresa no tiene otros negocios ni presencia en
ninguna otra parte del mundo.
El 15 de octubre pasado se concretó la
inversión de la empresa china Ganfeng Lithium en Bacanora Litthium.
Compró el 29.99 por ciento de las acciones de la empresa y Wang
Xiaoshen, vicepresidente de Ganfeng, inmediatamente fue nombrado
director de Bacanora Minerals.
Se calcula que el proyecto Litio de Sonora, con 100 mil hectáreas, tiene un valor de 1 mil 253 millones de dólares.
A las calladas y en las narices del Tío Sam,
los chinos se aprestan a explotar el yacimiento más importante de litio
a cielo abierto. La masacre dio un pretexto a Donald Trump para que
pusiera un pie en territorio sonorense. Con declarar “terroristas” a los
cárteles podrá poner los dos.
Tal vez no sean los veneros de petróleo
los que nos escrituró el diablo. Con perdón de Ramón López Velarde, los
de litio se revelan ahora como los que podrían atraer a más demonios.
Zósimo Camacho
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