La Jornada
Editorial
Acontrapelo de los malos
augurios sobre el desempeño de la economía nacional en el presente año y
en el próximo, diversos hechos y valoraciones dibujan un panorama que,
sin ser satisfactorio y menos óptimo, dista mucho de los escenarios
catastróficos que han sido expresados en meses recientes, sea por
convicción o por animadversión política o ideológica al actual gobierno.
Por ejemplo, Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de
Bancos de México desestimó ayer, tras conocer las cifras
desestacionalizadas de crecimiento divulgadas poco antes por el
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la descripción de
recesión técnicaque se ha venido aplicando a la economía nacional y prefirió hablar de
estancamiento.
El dirigente empresarial agregó que las actividades que conforman el
producto interno bruto (PIB) tienen desempeños muy dispares, consideró
que la promesa formulada en su campaña por el ahora presidente Andrés
Manuel López Obrador de tasas de crecimiento de 4 por ciento
no están fuera de perspectivay anunció que el sector financiero tiene disponibles 600 mil millones de pesos
para poner a trabajar.
En otro sentido, Niño de Rivera se refirió a los recortes
presupuestales a organismos autónomos recientemente aprobados por la
Cámara de Diputados y manifestó que son acordes con la política
presidencial de hacer más eficiente el gasto y que
menos presupuesto no necesariamente se traduce en debilidad de las instituciones, a condición de que éstas
replanteen lo que hacen y cómo lo hacen.
Por otra parte, si resulta significativa la medida del Fondo
Monetario Internacional (FMI) de extender la línea de crédito flexible a
México por dos años más, lo es aún más que el gobierno federal haya
solicitado una reducción de ese monto –de 74 mil a 61 mil millones de
dólares–, en lo que constituye una doble muestra de confianza: del
organismo financiero en las finanzas nuestro país y de las autoridades
en su capacidad de man-tener la determinación de no recurrir al
endeudamiento.
Arturo Herrera, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público, señaló al respecto que si se optó por mantener abierta esa
línea de crédito no fue por la previsión de problemas internos, sino
para blindar al país frente a la incertidumbre por la que atraviesa la
economía mundial.
El subdirector del FMI, David Lipton, confirmó esa consideración al afirmar que
México continúa cumpliendo con los criterios de calificaciónpara el acceso a esa línea de crédito y que ha mantenido
políticas y marcos de política muy sólidos, lo que le han permitido “navegar
en un entorno externo complejo, aunque aseguró que existe una
continua incertidumbresobre las relaciones comerciales con Estados Unidos, habida cuenta que el nuevo acuerdo trilateral(T-MEC) de América del Norte aún no ha sido ratificado por los congresos estadunidense y canadiense.
Otro hecho positivo y saludable es que los directivos de Grupo
Santander anunciaron, luego de reunirse ayer con el jefe del Ejecutivo
federal, que esa institución bancaria dejará de cobrar desde hoy
comisiones por las transferencias de dinero de sus sucursales en Estados
Unidos a México, lo que representará un beneficio tangible y sustantivo
para las familias de migrantes destinatarias de las remesas que
nuestros connacionales hacen desde el norte de la frontera común.
Debe considerarse que tales envíos constituyen la principal fuente de divisas para la economía nacional.
En suma, si bien los números del acontecer económico distan mucho de
ser los deseables, no parece haber fundamentos para temer una recesión
económica, y menos para anunciar una situación de desastre.
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