Para quien pudiera
tener alguna duda todavía, las recientes declaraciones del Secretario de
Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, son más que útiles, el
funcionario imperialista dijo que Washington dará ayuda a los “gobiernos
legítimos” de América Latina para evitar que los reclamos sociales y
protestas que acontecen se “conviertan en sublevaciones”. Las palabras
de Pompeo, con toda claridad, son parte de la distorsión mediática y el
cinismo con que actúa el imperialismo, hablar de gobierno “legítimos”
cuando millones de latinoamericanos se manifiestan en contra de las
medidas económicas impuestas por el FMI y el Banco Mundial y los propios
Estados Unidos, es el juego clásico de desvirtuar la protesta negando
sus causas reales y referirla como una manipulación del caos, el mismo
funcionario en el marco de su intervención en la Universidad de
Louisville, estado de Kentucky, el pasado 2 de diciembre, dijo también,
que las movilizaciones anti-neoliberales no reflejan “la voluntad
democrática del pueblo”, aunque sabemos, que lo que en realidad quiso
significar es que la resistencia no va de acuerdo con el interés
imperialista y por ello la niegan y reprimen, por supuesto, en su
intervención Pompeo olvidó hablar del golpe de Estado en Bolivia, un
verdadero gobierno de facto y absolutamente ilegal e ilegitimo, impuesto
con la fuerza militar y el apoyo de sectores neofascistas, nada dijo
tampoco de los crímenes de lesa humanidad cometidos por los gobiernos
que llama “legítimos” en Chile, Ecuador, Colombia, Haití y la propia
Bolivia.
Por si esto fuera poco, la omisión se repitió a la hora de
hablar de la persecución contra Evo Morales mediante acusaciones
absurdas, el asesinato de líderes indígenas y sociales en Colombia y el
recrudecimiento de los bloqueos económicos impuestos a Cuba y Venezuela
junto al incremento de las acusaciones a estos dos países de ser quienes
promueven y asesoran los reclamos sociales que hoy convulsionan Nuestra
América, nada en realidad nuevo bajo el sol, las mismas burlas a la
democracia y la soberanía, la misma simulación de interés por los
pueblos y las libertades, lo que Pompeo manifestó fue la creciente
preocupación del imperialismo por el avance y extensión global del
rechazo al neoliberalismo y por ende al capitalismo, su preocupación por
que la chispa prende nuevamente en países como Francia y en el propio
interior de los Estados Unidos, el mensaje del Secretario de Estado es
eso, una clara declaración de intervención imperialista y el anuncio del
recrudecimiento de la represión y violencia sistema buscando retomar el
control que va perdiendo el interés estadounidense.
Según
Pompeo la política de los Estados Unidos en Latinoamérica está basada en
“claridad moral y estratégica”, por lo que Washington “no puede
tolerar” a los gobierno que se resisten a su dominación ni tampoco puede
permitir el incremento de la protesta, cínicamente señaló que Estados
Unidos puede intervenir por ser “mayor ejemplo de democracia en la
historia del mundo”. Con semejante ejemplo es natural comprender porque
gobiernos represivos, antipopulares y claramente neofascistas actúan con
impunidad al cometer crimines de lesa humanidad, violando todo derecho
humano y todo tratado internacional, pues la democracia pregonada por
los Estados Unidos no es otra que aquella sustentada en la más feroz y
brutal dominación de los pueblos a través ya sea de títeres en el poder,
invasiones militares y el asesinato de millones de seres humanos, o,
por medio de golpes de Estado, parlamentarios y del fomento y creación
de figuras títeres y ridículas como Juan Guaidó y Jeanine Áñez, que en
Bolivia y Venezuela sirven para ejecutar los planes imperialista o al
menos intentarlo, la democracia promovida por Washington es la misma de
las dictaduras latinoamericanas, como la que han llevado en las últimas
décadas al medio oriente, democracia igual a devastación social, saque
económico y sumisión política, la democracia imperialista es la excusa
vieja para los nuevos planes geopolíticos del imperio en decadencia, la
urgencia de retomar el control por parte de los Estados Unidos responde a
la perdida de consenso y hegemonía frente a la resistencia de los
pueblos que luchan por defender su territorio, sus derechos, su vida y
cultura, y por el anhelo de construir un mundo mejor tan ansiado hasta
la fecha.
Ante el avance el anuncio de Pompeo de una nueva
oleada injerencista, la profundización de la organización popular, la
generación de proyecto revolucionarios y la extensión de la consciencia
de clase, para frenar las agresiones venideras y poder dar el paso
esperado de ofensiva que termine de cambiar el orden de la correlación
de fuerzas, retomar al socialismo como bandera de los pueblos, es la
garante de la liberación esperada.
Cristóbal León Campos es integrante del Colectivo Disyuntivas
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