Mientras el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) presume la
afiliación de cada vez más trabajadoras del hogar, la mayoría de ellas
aún gana menos de cinco mil pesos mensuales.
El salario promedio mensual de quienes están incorporadas al Programa Piloto de Personas Trabajadoras del Hogar es de cuatro mil 708 pesos, de acuerdo con cifras reportadas por el IMSS el pasado 12 de enero de 2020.
Esto quiere decir que, en promedio, una trabajadora del hogar gana al
día 156 pesos, poco más de un salario mínimo en México que, para 2020,
quedó en 123 pesos para el centro del país.
Esta cifra está por debajo del sueldo del resto de las y los
mexicanos, quienes en promedio ganan 213 pesos diarios (seis mil 405
pesos mensuales), según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social (STyPS) hasta enero de 2020 .
Sin un sueldo suficiente, las trabajadoras del hogar enfrentan más
barreras para incorporarse al seguro social, ya que el IMSS requiere que
ellas ganen al menos un salario mínimo mensual.
Si una trabajadora labora en más de un hogar para alcanzar un sueldo
suficiente, debe solicitar a todos sus empleadores que acepten
registrarla ante el IMSS, y luego debe juntar las aportaciones de todos
ellos y la suya para pagar el monto total correspondiente.
Si una parte de todos esos empleadores se niega a pagar la cuota que
le corresponde, nadie puede obligarlo y la trabajadora no puede ejercer
este derecho.
¿Por qué persisten los bajos salarios?
Como parte del paquete de reformas laborales aprobadas en 2019, el
Senado estipuló que la Conasami fijaría los sueldos que deben pagarse a
las trabajadoras del hogar y que, en ningún caso, podrían ser menores a
dos salarios mínimos vigentes.
Sin embargo, en mayo pasado la Conasami informó que sería hasta
diciembre de 2019 cuando se fijarían los salarios mínimos generales y
profesionales. La propuesta que se debatía era asignar a las
trabajadoras del hogar un salario mínimo de 248.72 pesos diarios.
Hasta enero el Consejo de Representantes de la Conasami -integrado
por el sector público, privado y sindicatos- no había llegado a ningún
acuerdo para establecer el salario mínimo del gremio.
La deuda del gobierno mexicano con las trabajadoras del hogar para
fijar su salario es de hace medio siglo, ya que la primera vez que se
especificó esta obligación –hasta ahora incumplida– fue en 1970.
El tema es estructural
De acuerdo con un informe especial sobre México que en abril de 2019
presentó la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los bajos
salarios del sector son consecuencia del limitado poder de negociación
de las personas trabajadoras y de la percepción social de estas labores
como improductivas por no estar relacionadas directamente con
actividades de lucro o porque se realizan dentro de un hogar.
Según el informe, los salarios permanecen bajos aún si las
trabajadoras tienen mayor especialización, ya que entre choferes,
cocineras, vigilantes, etcétera, el promedio salarial en México es de
cuatro mil 150 pesos mensuales, incluso más bajo que el reportado por el
IMSS.
Los bajos salarios de las trabajadoras repercuten en que al menos
50.7 por ciento de quienes realizan trabajo del hogar remunerado vive en
pobreza o pobreza extrema, 34.3 por ciento presenta vulnerabilidad por
carencias, y 11.3 por ciento trabaja más de 48 horas a la semana.
En México 2.3 millones de personas se dedican al trabajo del hogar y
de estas, 9 de cada 10 son mujeres. Durante el mes de diciembre, se
afiliaron 15 mil 193 personas al Programa Piloto de Personas
Trabajadoras del Hogar, pero el IMSS no reportó datos desagregados por
sexo.
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