Tragedia en Torreón
Huérfano de madre, era alumno destacado
Hoy es el día, les dijo a sus compañeros, se vistió como uno de los asesinos de la masacre de Columbine y disparó indiscriminadamente en un pasillo del plantel
▲ El Colegio Cervantes, en Torreón, Coahuila, fue el lugar de la
balacera desatada después de las 8 de la mañana por uno de sus alumnos.
La comunidad escolar vivió después horas de pánico y desesperación. La
autoridades policiales acudieron al lugar a tomar conocimiento de los
hechos y a hacer el levantamiento de los cuerpos del agresor y de una de
la profesoras.
Torreón, Coah.,
Hoy es el día, dijo José Ángel
N, de 11 años de edad, a sus compañeros del Colegio Cervantes, una de las instituciones de educación primaria privadas de mayor tradición en Torreón, minutos antes de disparar dos pistolas tipo escuadra en contra de alumnos y profesores y luego pegarse un tiro en la frente.
Estudiante destacado del sexto grado, el homicida y suicida disparó
de manera indiscriminada en contra de sus compañeros de primaria y
secundaria; hirió en pies y abdomen a cinco alumnos y en un brazo al
profesor de educación física, Aldo Omar Saldívar Jiménez, de 50 años de
edad.
Después, José Ángel mató a la maestra María Assaf Medina, de 50 años,
quien trató de detenerlo. Frente al cuerpo de la mujer, en medio de uno
de los pasillos que comunican al área de salones de clase con una
cancha de basquetbol, el menor colocó una de las pistolas en su frente y
jaló el gatillo.
De acuerdo con testimonios de profesores y alumnos que la Fiscalía
General del Estado logró reunir, José Ángel era un estudiante destacado
en el plantel que se localiza frente al bosque urbano Venustiano
Carranza, en donde las clases inician a las 8 de la mañana, pero como de
costumbre estuvo ahí desde 20 minutos antes.
Hoy es el día, repitió a algunos de sus compañeros.
¿Cuál día? ¿El día de qué?, preguntaron con desconcierto los otros colegiales, y la respuesta no tardó en llegar. Minutos después de las 8, el homicida pidió permiso para ir al baño; tardó alrededor de 15 minutos y a su maestra le pareció tiempo de sobra, por lo que salió del salón para buscarlo.
La profesora lo vio salir del baño. No estaba vestido con el uniforme
de la escuela, sino con pantalón negro, tirantes del mismo color y
playera blanca. Tenía una pistola en cada mano y disparó de manera
indiscriminada.
El profesor de educación física trató de acercarse para detenerlo,
pero lo recibió con un disparo que le impactó en un brazo. Su maestra
también vio cuando otra profesora, María Assaf encaró a José Ángel y
éste le disparó, y cuando el niño se pegó un tiro en la frente. Al
cierre de la edición, las autoridades locales reportaron como estable el
estado de salud de todos los heridos .
Los cadáveres de José Angel y de la profesora María Assaf quedaron
uno frente al otro y en la misma posición, con el dorso echado atrás y
las piernas dobladas –como si hubieran estado de rodillas y luego se
recostaron hacia la espalda–. Entre las piernas del joven quedó una
Glock automática, fabricada en Austria.
No hay tragedia escolar de esta magnitud que se recuerde en Coahuila.
Una teoría de las autoridades es que el niño fue influenciado por el
videojuego Natural Selection, en elcual alienígenas se
enfrentan a muerte con marinos armados con ametralladoras, pero por su
atuendo, las autoridades también creen que imitó a Eric Harris, quien en
1999, junto con Dylan Bennet Klebold protagonizó la masacre de
Columbine, en una escuela de Denver, Colorado. Mataron a 12 de sus
compañeros y a un profesor e hirieron a 24 y después se suicidaron.
En la playera blanca de José Angel los peritos de la Fiscalía General
encontraron que estaba escrita con plumón la frase Natural Selection,
como en el atuendo del homicida estadunidense. Los hechos de este
viernes en el Colegio Cervantes de Torreón se dieron ocho días antes de
que se cumplan tres años del tiroteo en el Colegio Americano del
Noreste, en Monterrey, en el cual un alumno de secundaria, de 16 años,
mató a balazos a su maestra e hirió a tres de sus compañeros antes de
dispararse en el rostro.
Foto La Jornada, Leopoldo Ramos
Corresponsal, Periódico La Jornada
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