Francisca
Pérez Prado, integrante de La Morada, reconoció que nuestra región atraviesa
por una crisis del sistema económico, político y cultural, “existe una
reemergencia de los fundamentalismos que ponen en riesgo las grandes conquistas
del feminismo”
Para
Pérez Prado, la situación actual de crisis institucional, política, cultural de la región hace
necesario un cambio en distintos niveles, “somos las mujeres las que
necesitamos el cambio y las feministas
hemos liderado parte de ese movimiento”.
La
uruguaya, Lilian Celiberti, de Cotidiano mujer y la Articulación Feminista Marco
Sur, participante de un encuentro previo con sindicatos de trabajadoras del
hogar en la región, reflexionó sobre el lugar que da el sistema capitalista y
patriarcal al trabajo de cuidados.
“Las
mujeres sostenemos una parte sustancial de la vida social y la vida humana: los
vínculos. Las mujeres estamos en las profesiones que son los oficios del lazo,
es decir, los oficios que crean vínculos, como la educación, la salud, los
cuidados. Sin embargo vivimos en una sociedad capitalista que desconoce la
necesidad de esos vínculos como parte sustancial de lo humano”.
Evaluación
de Beijing +25
Al
foro realizado en el Centro Balmaceda Arte Joven, ubicado en el Parque Quinta Normal
en la ciudad de Santiago, asistieron unas 250 mujeres provenientes de 22 países
y se realiza previo a la XIV Conferencia Regional sobre la Mujer de América
Latina y el Caribe que comienza este lunes en
la que se evaluará la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial de
la Mujer 25 años después de realizar en Beijing, China.
Durante
el encuentro se discutieron tres temas centrales: 1. Política, economía; 2.
Participación política y 3. La violencia contra las mujeres.
Las
entrevistadas coincidieron que si bien existen avances normativos y jurídicos
importantes en la región, las mujeres en América Latina aún siguen siendo
víctimas de violencias, es decir, que entre la ley y la práctica existen
“abismos”.
“Los
logros normativos, jurídicos no han logrado materializarse en acciones concretas
y eficientes que permitan erradicar la violencia y asegurar condiciones de
convivencia equitativa y democrática para las mujeres en América Latina y del
caribe”, apuntó Francisca Pérez Prado.
Al
foro también asistió la mexicana Hermelinda Tiburcio Cayetano, colaboradora de
Kinal Atzetik Guerrero, quien busca impulsar el empoderamienrto económico de
las mujeres indígenas.
Para
Tiburcio Cayetano, el desafío entre leyes y realidades de las mujeres es muy
claro en México toda vez que “aunque tenemos una Ley Federal para prevenir y
Erradicar laTtrata de Personas y una Ley General de Acceso de las Mujeres a una
Vida Libre de Violencia, las niñas indígenas siguen siendo víctimas de
matrimonios forzados.
Para
Celiberti, la región presenta grandes abismos, Luces
y sombras. Por un lado, hace 25 años “nuestras voces no tenían posibilidad
de ser escuchadas porque nuestros gobiernos no sabían de que estábamos
hablando. Tras 25 años, narró Celiberti, las feministas hemos construido un
movimiento potente, las jóvenes demostraron su fuerza tomando las calles desde
2015.
“Hoy
tenemos un protagonismo activo que no lo lograron los gobiernos, lo logró la
potencia feminista, la sociedad organizada, la fuerza de nuestro movimiento.”
Patricia
Pinto, coordinadora de la Agenda Política Mujeres en la Diversidad de Guatemala,
cuestionó el papel de ONU Mujeres al señalar que en los últimos dos años en su
país, el organismo internacional ha tenido un acercamiento al sector
empresarial pero no ha apoyado a las organizaciones de mujeres, es decir, “el
papel especializado de ONUMujeres como agencia específica para el adelanto de
las mujeres se ha perdido”.
Pinto
señaló también la falta de seguimiento de los gobiernos para implementar
Beijing, pues han pasado muchos gobiernos con tendencias diferentes y no hay
continuidad de las políticas para cumplir los acuerdos.
Expectativas
En
el Foro que arrancó este lunes, las feministas esperan el reconocimiento como
sujetas de Derechos Humanos, no retroceso en sus derechos y mayor inversión de
los gobiernos en la igualdad de género.
“Llegar
a un acuerdo que plantear a los Estados para seguir cambios que permitan transformar
más democráticamente posible el lugar de las mujeres en todos los órdenes de la
convivencia”, precisó Pérez Prado.
Para
Celiberti, la expectativa es baja por parte de los gobiernos pero importante
para las feministas. “Espero que tengamos la fuerza para no retroceder” y
agregó que “hay que desmantelar los mecanismos de poder como lo que sucede en
Chile la exigencia de una nueva constituyente”
“Queremos que los países nos reconozcan como ciudadanas y que tienen
compromisos internacionales que deben rendir cuentas, que reconozcan
nuestros derechos no solo en discurso sino en acciones positivas que
requieren inversión para las mujeres”, concluyó Pinto.
Santiago de Chile, Chi.
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