2/01/2020

Avances normativos y jurídicos no se han traducido en mejores condiciones de vida para las mujeres

Francisca Pérez Prado, integrante de La Morada, reconoció que nuestra región atraviesa por una crisis del sistema económico, político y cultural, “existe una reemergencia de los fundamentalismos que ponen en riesgo las grandes conquistas del feminismo”
Para Pérez Prado, la situación actual de crisis institucional,  política, cultural de la región hace necesario un cambio en distintos niveles, “somos las mujeres las que necesitamos el cambio y  las feministas hemos liderado parte de ese movimiento”.
La uruguaya, Lilian Celiberti, de Cotidiano mujer y la Articulación Feminista Marco Sur, participante de un encuentro previo con sindicatos de trabajadoras del hogar en la región, reflexionó sobre el lugar que da el sistema capitalista y patriarcal al trabajo de cuidados.
“Las mujeres sostenemos una parte sustancial de la vida social y la vida humana: los vínculos. Las mujeres estamos en las profesiones que son los oficios del lazo, es decir, los oficios que crean vínculos, como la educación, la salud, los cuidados. Sin embargo vivimos en una sociedad capitalista que desconoce la necesidad de esos vínculos como parte sustancial de lo humano”.
Evaluación de Beijing +25
Al foro realizado en el Centro Balmaceda Arte Joven, ubicado en el Parque Quinta Normal en la ciudad de Santiago, asistieron unas 250 mujeres provenientes de 22 países y se realiza previo a la XIV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe que comienza este lunes en la que se evaluará la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer 25 años después de realizar en Beijing, China.
Durante el encuentro se discutieron tres temas centrales: 1. Política, economía; 2. Participación política y 3. La violencia contra las mujeres.
Las entrevistadas coincidieron que si bien existen avances normativos y jurídicos importantes en la región, las mujeres en América Latina aún siguen siendo víctimas de violencias, es decir, que entre la ley y la práctica existen “abismos”.
“Los logros normativos, jurídicos no han logrado materializarse en acciones concretas y eficientes que permitan erradicar la violencia y asegurar condiciones de convivencia equitativa y democrática para las mujeres en América Latina y del caribe”, apuntó Francisca Pérez Prado.
Al foro también asistió la mexicana Hermelinda Tiburcio Cayetano, colaboradora de Kinal Atzetik Guerrero, quien busca impulsar el empoderamienrto económico de las mujeres indígenas.
Para Tiburcio Cayetano, el desafío entre leyes y realidades de las mujeres es muy claro en México toda vez que “aunque tenemos una Ley Federal para prevenir y Erradicar laTtrata de Personas y una Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, las niñas indígenas siguen siendo víctimas de matrimonios forzados.
Para Celiberti, la región presenta grandes abismos, Luces y sombras. Por un lado, hace 25 años “nuestras voces no tenían posibilidad de ser escuchadas porque nuestros gobiernos no sabían de que estábamos hablando. Tras 25 años, narró Celiberti, las feministas hemos construido un movimiento potente, las jóvenes demostraron su fuerza tomando las calles desde 2015.
“Hoy tenemos un protagonismo activo que no lo lograron los gobiernos, lo logró la potencia feminista, la sociedad organizada, la fuerza de nuestro movimiento.”
Patricia Pinto, coordinadora de la Agenda Política Mujeres en la Diversidad de Guatemala, cuestionó el papel de ONU Mujeres al señalar que en los últimos dos años en su país, el organismo internacional ha tenido un acercamiento al sector empresarial pero no ha apoyado a las organizaciones de mujeres, es decir, “el papel especializado de ONUMujeres como agencia específica para el adelanto de las mujeres se ha perdido”.
Pinto señaló también la falta de seguimiento de los gobiernos para implementar Beijing, pues han pasado muchos gobiernos con tendencias diferentes y no hay continuidad de las políticas para cumplir los acuerdos.
Expectativas
En el Foro que arrancó este lunes, las feministas esperan el reconocimiento como sujetas de Derechos Humanos, no retroceso en sus derechos y mayor inversión de los gobiernos en la igualdad de género.
“Llegar a un acuerdo que plantear a los Estados para seguir cambios que permitan transformar más democráticamente posible el lugar de las mujeres en todos los órdenes de la convivencia”, precisó Pérez Prado.
Para Celiberti, la expectativa es baja por parte de los gobiernos pero importante para las feministas. “Espero que tengamos la fuerza para no retroceder” y agregó que “hay que desmantelar los mecanismos de poder como lo que sucede en Chile la exigencia de una nueva constituyente”
“Queremos que los países nos reconozcan como ciudadanas y que tienen compromisos internacionales que deben rendir cuentas, que reconozcan nuestros derechos no solo en discurso sino en acciones positivas que requieren inversión para las mujeres”, concluyó Pinto. 


Santiago de Chile, Chi. 

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