Pedro Echeverría V.
1. El presidente López Obrador se ha negado a seguir entregando
subsidios o sobornos millonarios a medios de información y a
“intelectuales”, ¿Dónde entonces cobran ahora Loret de Mola, Aguilar
Camín, Silva Hérzog, Jorge Castañeda y Amparo Casar por su lucha contra
las políticas de López Obrador? Lo seguro es que esos “señoritos” estén
en espera viviendo de empresarios millonetas mientras logran derrocar al
presidente o lo obligan a cambiar su política. Los cinco intelectuales
poseen mucho dinero para viajes y darse la buena vida, pero dado que
muchos de ellos “no tienen llenadera”, buscan aprovechar cualquier beta
¿empresarial? para acumular más capital.
2. Los cinco sujetos son personalidades de la vida nacional no por
tener muchos seguidores, sino porque aparecen muchas veces contratados
en la radio y la TV lanzando discursos de propaganda contra cualquier
política del presidente AMLO. Combaten el “autoritarismo” de AMLO
cuando, lo que puede demostrarse, es precisamente lo contrario: un
gobernante que ha denunciado y debería tener en prisión a por lo menos
100 delincuentes de cuello blanco, sólo tiene a una o dos personas; un
presidente que ya debió cerrar uno o dos periódicos, dos televisoras y
poner en capilla a tres o cuatro empresarios e “intelectuales”
mentirosos, acaudalados y todo perdona.
3. Obvio, tampoco me agradaría ver o escuchar -no resistiría-, a
“intelectuales” que se dediquen a halagar al presidente López Obrador,
mucho menos a tratar de tapar sus errores que son muchos. Acepto a los
de La Octava: el astillero, los periodistas, etcétera, porque buscan
analizar los problemas pensando en no caer en los halagos o vituperios
fáciles. De ninguna manera adoptar una posición neutral. Independiente,
incolora o insípida. Hay que construir las opiniones adoptando un
contexto que seguramente se inclinará a favor de la mayoría, de los
pobres, de los explotados y oprimidos. No se puede servir igual en un
país o un mundo absolutamente desigual.
4. Estos cinco “señoritos” del verbo derechista fácil, juntos con una
señora Dresser y un tal Zuckerman –un personaje de ultraderecha que
también hace entrevistas televisivas- han conformado un equipo muy
dinámico dedicado exclusivamente a combatir el lópezobradorismo. AMLO se
ha defendido, pero sus discursos solamente son palabras sin contenido
práctico. Dirían por ahí: “las palabras sólo se las lleva el viento”.
Cuando AMLO encarcele a un expresidente, pondrá entonces a temblar a
todos provocando con ello que todos los delincuentes de cuello blanco
acudan presurosos a pedir perdón, por si acaso. Así ha sido en la
historia. (27/VII/20)
alterar26@gmail.com
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