Ambivalente viaje de AMLO
Ciertos opositores desean fracaso
Clave, cena empresarial
El viernes, ¿Lozoya en México?
Hoy iniciará el Presidente
de México su primer viaje internacional. Lo hará a una especie de
destino manifiesto: la Casa Blanca, la sede del poder que en términos
geográficos y políticos ha condicionado, distorsionado o truncado en
demasiadas ocasiones (no todas violentas) el curso de las decisiones
nacionales mexicanas.
El anfitrión, Donald Trump, parece el menos deseable, pero en esencia
no es diferente, más que en modos, de lo que han sido los otros
presidentes de Estados Unidos respecto a México. El visitante, a su vez,
llegará en condiciones generales muy desventajosas (economía, pandemia,
inseguridad pública y crimen organizado) aunque, al mismo tiempo, con
características y empaque personales que son diferentes a los de sus
antecesores: Andrés Manuel López Obrador es movido por una visión de
compromiso histórico con causas populares que puede ser rebatida o
combatida por sus opositores, pero que, aún en circunstancias de extremo
pragmatismo necesario (como lo vivido con la migra 4T), no parece
estirar lo suficiente como para incurrir en actos de traición a la
patria o entreguismo, como algunos de sus adversarios tratan de
achacarle con anticipación.
El Presidente de México llegará a una cita políticamente peligrosa
con la carga a cuestas de un país debilitado por causas actuales (el
Covid-19 y la crisis económica concurrente), pero, sobre todo, por la
acumulación de traiciones a la patria cometidas por una buena parte de
la clase política y empresarial que hoy está en estridencia
nacionalistay
patriótica. Voces que hoy se escandalizan por los riesgos del viaje obradorista a Washington fueron entusiastas concelebrantes de pasadas fiestas de real entreguismo.
Viajero en avión comercial, huésped de la residencia correspondiente
al embajador mexicano en turno y acompañado de una muy reducida
comitiva, López Obrador cumplirá con las obligaciones que la geopolítica
imponen a cualquier poder mexicano y, además, las derivadas de la
cultivada relación de entendimiento con un mandatario estadunidense
siempre dispuesto a causar estropicio en cualquier país.
En el saldo histórico de la gestión de AMLO estarán, sin duda, las
cesiones hechas al depredador del norte, sobre todo en el ámbito
migratorio y en el económico relacionado con el tratado comercial
subcontinental. Como otros presidentes mexicanos, el tabasqueño habrá de
moverse entre el pragmatismo más descarnado y la necesidad de
supervivencia de alguna parte del proyecto llamado Cuarta
Transformación, que hoy más que nunca está en peligro de que un garnucho
imperial lo reduzca a la inviabilidad práctica.
A diferencia de lo que sucedía en otras ocasiones, cuando los convidados del régimen en turno convocaban a la
unidad nacionaly a
cerrar filasen torno a la figura presidencial, para darle mejores condiciones a sus visitas o negociaciones con el poder contiguo, ahora se han cebado contra López Obrador algunos de sus opositores de élite, despechados, revanchistas, armados de un fervor crítico que desea el fracaso de la visita a la Casa Blanca e incluso que el impertinente e impredecible monstruo naranja cometa algún acto de humillación contra el político al que ellos no han podido humillar en suelo patrio (aunque anoche se conoció que Trump llamó a López Obrador
amigo y hombre maravilloso).
Trasnacionales y evasión fiscal
Porrazo a las arcas nacionales
Reformasfiscales iban y venían para
fortalecerel erario, aunque en los hechos la evasión fiscal de los grandes corporativos nacionales y foráneos siempre gozó de cabal salud. La más reciente de ellas, con el sonsonete de
que paguen más quienes ganen más, fue la promovida por Luis Videgaray (hoy apanicado ante el inminente retorno de Emilio Lozoya), sólo para que los más acaudalados pagaran muy poco por impuestos y les regresaran o condonaran multimillonarias cantidades que, en los hechos, nunca ingresaban a las arcas nacionales.
Pero se acabó. El presidente López Obrador cerró esa llave y canceló
ambos mecanismos, que en los gobiernos neoliberales constituyeron
verdaderos barriles sin fondo para el erario y una de las razones
fundamentales para amasar fortunas de ensueño por parte del gran
capital.
Pero existen prácticas que permanecen intocadas y, en este sentido,
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal, que ayer
divulgó su Panorama fiscal de América Latina y el Caribe 2020)
hace hincapié en los nuevos mecanismos de evasión fiscal de las empresas
trasnacionales que operan en México y el resto de la región, los que
debilitan las de por sí no muy sólidas arcas de cada una de las naciones
donde
invierten.
De acuerdo con el organismo,
en su afán por maximizar beneficios y extenderse internacionalmente para ampliar sus mercados, las trasnacionales suelen realizar numerosas maniobras para reducir su carga impositiva más allá de las fronteras de los países y las regiones en que operan y donde generan sus utilidades. Se ha destacado la importancia de las prácticas vinculadas con la traslación de utilidades y costos entre filiales de una misma empresa.
Múltiples y cada vez más sofisticadas, las estrategias de
planificación fiscal agresiva de las trasnacionales (y de no pocos
corporativos nacionales) pueden manifestarse en los canales comerciales,
mediante la manipulación de los precios de bienes y servicios entre
empresas vinculadas o en canales financieros relacionados con
operaciones de financiamiento corporativo a través del pago de intereses
o de regalías entre empresas subsidiarias para reducir el ingreso
gravable.
Las pandemias no
respetan jerarquías ni encierros, y aunque se tiene la impresión de que
las personas enclaustradas están mejor protegidas ante los contagios en
relación a las que se encuentran en la calle, no siempre es el caso.
Además, el costo económico y anímico del encierro deja muchas secuelas
en la sociedad. Con el Covid-19, los esfuerzos para mantener los
sistemas penitenciarios se han incrementado, debido a que ahora se
requieren controles más estrictos para evitar que los contagios se
multipliquen.
El desempeño de los reclusorios del estado de México destaca, debido a
que cuenta con 22 centros para una población de 13 mil presos, pero
concentra a más de 31 mil personas privadas de su libertad, más
alrededor de 5 mil trabajadores y proveedores que entran y salen en
forma regular de esas
microciudades. Por ello, la logística, los protocolos, la infraestructura y equipos para proteger a la gente del virus representan un gran desafío. A la fecha se ha logrado controlar la pandemia en este sistema a través de un disciplinado cerco sanitario de acuerdo con los estándares marcados por la Organización de las Naciones Unidas.
Manuel Palma-Rangel, Subsecretario de Control Penitenciario de la
Secretaría de Seguridad del Estado de México, explica que los sistemas
penitenciarios locales ya habían manifestado insuficiencia en sus
capacidades y la más evidente es la sobrepoblación. Ahora, con la
pandemia, se generaron nuevos retos en los ámbitos de gobierno
penitenciario, jurídico, de salud, administrativos y de logística, los
cuales han funcionado.
Salir del arraigo, osadía suicida
Como buen centro
neurálgico del país, el Zócalo de la Ciudad de México refleja sin temor,
digamos que con osadía suicida, la necesidad de la gente de no sólo
hacer compras que, en muchos casos, resultan innecesarias, sino de
volver a pisar los terrenos que han sido su vida.
Explotó el confinamiento, la prohibición prolongada, el miedo impío
que parecía cerrarse en torno al cuello de una sociedad culpable de los
pecados de la grasa y los azúcares, del tabaco y el sedentarismo, y al
reniego de todos sus males prefirió caminar al filo de la navaja que
seguir encadenada al terror de contraer la enfermedad que mata.
Y no, que nadie se confunda, no se trata de un acto heroico ni
valiente, sino de desesperación, pero una amargura nostálgica se apodera
de muchos que ya no encuentran los referentes de muchos años de sus
vidas: cerró la tlapalería de don José, al pequeño restaurante de la
esquina lo dieron por muerto al mes de la pandemia...
Cierto, lo más doloroso de este momento de la historia son las
muertes de miles de personas, pero el mal no para ahí: los
sobrevivientes deberán aceptar el deceso de muchas de sus costumbres, de
la pérdida de las formas de obtener una remuneración por la labor
desempeñada, de la desaparición de algunos sitios que eran parte del
entorno cotidiano, de todo eso y más, tal vez para siempre.
Editorial
Es un hecho conocido que la pandemia de Covid-19 ha dado un auge sin precedente al teletrabajo, trabajo en casa o home office,
un hecho lógico e incluso inevitable en circunstancias en que millones
de personas en todo el mundo deben permanecer confinadas, sea porque
pertenecen a algún grupo de riesgo ante los efectos del coronavirus, o
bien porque deben acatar disposiciones gubernamentales de permanecer en
casa.
Consideran innecesario e inoportuno el viaje de amlo a Washington
El presidente Andrés Manuel
López Obrador realizará (8 y 9 de julio) su primer viaje fuera del país,
con destino a Washington, Estados Unidos, donde se reunirá con su
homólogo, Donald Trump.
Lo humano del ser
humano se ha congelado. La pandemia evidencia la fragilidad de nuestras
existencias. No es propio de la especie pasar semanas o meses confinados
en un espacio cerrado, muchas veces claustrofóbico. Las causas son
diversas, pero siempre debido a la intervención del ser humano. En 2010,
por falta de inversiones en seguridad, 33 mineros quedaron atrapados
durante 69 días en la mina de San José, en Chile. Sus relatos son
significativos. Forjar moral, evitar discusiones, racionar el alimento.
Fue una situación extraordinaria en condiciones extremas. En
semioscuridad, con un aire viciado, a cientos de metros de profundidad
debieron cooperar, unirse y esperar un rescate. Vivir para ser
liberados. Pero en 2020, una decisión política frente a una crisis
producto del capitalismo salvaje, mezcla de opulencia y extrema pobreza,
hambre inducida y especulación alimentaria, calentamiento global,
extractivismo y contaminación, nos llamó a un confinamiento de urgencia.
El 24 de junio,
fiesta de San Juan Bautista, termina en Guerrero (sobre todo en Tierra
Caliente) la siembra de maíz de temporal. Herederos del culto
prehispánico, los campesinos que lo cultivan piden por buenas aguas y el
alejamiento del granizo. Sin embargo, este año, a las peticiones
ancestrales deben añadir una: abono. Cuando llegó la fecha para
celebrar, muchos se encontraron con la mala noticia de que no tenían
fertilizante para la planta.
De los intelectuales del ex
círculo rojo, ubicado a la derecha del espectro político, ha salido la demencial y fingida idea de que la 4T es una revolución que, como
todas las revoluciones, la mexicana de 1910, la francesa de 1789, o la bolchevique de 1917, va contra los bienes de los ricos. Fingen creer que peligra la propiedad privada de los de arriba. Además de los insultos, el ex círculo emite así uno más de sus lloriqueos de orfandad causada por el destete aplicado por la 4T. La falsedad se alarga diciendo que AMLO llevará al país a ser otra Venezuela.
El proyecto tren que
llaman maya está en curso y el director de Fonatur despliega su
estrategia para burlar el derecho de los pueblos indígenas. Como
sabemos, hay organizaciones mayas y de derechos humanos que realizan
acciones de resistencia jurídica y política, y denuncian el impacto del
proyecto contra sus territorios, a través de los llamados polos de
desarrollo que lo acompañan y cuyo énfasis se omite en la etapa en
curso. También un conjunto de autoridades ejidales se han prestado a
apoyar este proyecto en nombre de comunidades que no necesariamente
están informadas de los compromisos asumidos por aquéllas. Ello fue
evidente en el proceso de la llamada consulta realizada a finales del
año pasado, donde sin una participación significativa y sin información
previa y suficiente sobre el impacto positivo y aun el negativo del
proyecto, se anunció que se obtuvo
el consentimiento. La oficina en México del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU dio cuenta de que en ese ejercicio no se cumplió con los estándares internacionales en torno al derecho de consulta. Con ese supuesto
avalse siguió con las licitaciones y adjudicaciones y las empresas ganadoras participaron con el titular del Poder Ejecutivo, en el llamado banderazo al Tren Maya. El panorama es muy complejo para las comunidades y organizaciones opositoras. Enfrentan enormes desafíos, más aún con la pandemia, para movilizarse e informar a comunidades, pero también en el plano jurídico, pues pareciera que en el Poder Judicial se está configurando un patrón, pues lo que se dice en los juzgados de distrito, el colegiado cede en favor de Fonatur y restringe los impactos de las suspensiones inicialmente definidas en tres juicios de amparo. Sin embargo, ya lo están denunciando e incluso la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch Xíinbal acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), solicitando medidas cautelares; también a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
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