8/07/2021

Las mujeres de todo el mundo están arrinconadas

In the Street (‘En la calle’).
Pintura: In the Street (‘En la calle’)

Pintura: In the Street (‘En la calle’)

Entre el 30 de junio y el 2 de julio de 2021, las Naciones Unidas y otras organizaciones multilaterales sostuvieron el Foro Generación Igualdad en París (Francia). El evento fue realizado para conmemorar el 25º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, establecido en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (1995). La relectura de la plataforma muestra que, en lugar de avanzar en las causas de la justicia y la equidad, muchos países han retrocedido. Entre las áreas de preocupación que deben abordarse están las siguientes:

  • La carga de la pobreza sobre las mujeres.
  • Desigualdades y deficiencias en el acceso a la educación, la formación, la atención sanitaria, el empleo y la toma de decisiones.
  • Violencia contra las mujeres, incluyendo los graves peligros que corren en los conflictos armados.
  • Falta de respeto hacia las mujeres, así como la inadecuada promoción y protección de los derechos humanos de las mujeres.
  • Discriminación persistente y violaciones de los derechos de las niñas.
  • Mecanismos insuficientes en todos los niveles para promover el desarrollo de las mujeres.

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Como parte del foro realizado en París la semana pasada, un grupo de agencias —incluyendo la Organización Mundial de la Salud— publicó una serie de doce artículos que consideran los avances de los últimos 25 años, con un énfasis en el impacto social de la pandemia. El artículo principal señala que “es desalentador que todavía ningún país pueda afirmar que ha logrado la igualdad de género”. Más aún, “la pandemia de COVID-19 ha significado un grave retroceso para la igualdad de género y para la salud de las mujeres”. De estos documentos se desprenden algunos requisitos clave para avanzar:

  1. “El primer requisito es que el trabajo remunerado y el trabajo de cuidados no remunerado se valoren por igual, reconociendo el hecho de que muchas mujeres no están empleadas o trabajan en el sector informal y que las mujeres asumen una carga desproporcionada de los trabajos de cuidados no remunerados”.
  2. Es necesaria la cobertura universal de la atención sanitaria, incluyendo la salud sexual y reproductiva de manera integral.
  3. Las protecciones sociales universales deben incluir disposiciones para el cuidado de niñxs, licencias pagadas por paternidad, enfermedad y cuidado familiar, y una pensión para las personas mayores.
  4. Los movimientos de mujeres deben ser apoyados, y las mujeres deben participar plenamente en la construcción de políticas en todos los sectores de la sociedad. Reflexionando sobre el rol de las mujeres en la política y los gobiernos, la directora de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, planteó en el foro: “Las mujeres son un cuarto de los cargos directivos, un cuarto de los parlamentarios, un cuarto de quienes negocian por el cambio climático, y menos de un cuarto de quienes negocian los acuerdos de paz. Todas estas decisiones tienen un impacto fundamental en su capacidad para tener una vida digna”.

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El año pasado, en un informe importante, ONU Mujeres concluyó que los avances que se habían logrado en el último cuarto de siglo se han desvanecido. Los principales impulsores de este retroceso son una combinación de la emergencia climática, políticas de austeridad crueles, conflictos, violencia, “el aumento de políticas de exclusión, caracterizadas por la misoginia y xenofobia”, toda la economía de los cuidados que recae sobre las mujeres, entre otros factores. A estas razones se suma ahora la pandemia, que —como demostró nuestro estudio Coronashock y patriarcado— ha golpeado muy duramente a las mujeres.

De muchos puntos importantes, aquí algunos a considerar:

  1. 510 millones de mujeres de todo el mundo —alrededor del 40% de todas las mujeres trabajadoras— están empleadas en los sectores más afectados por la pandemia, como el entretenimiento, los servicios de alimentación, la hostelería, la industria manufacturera y el turismo.
  2. Las mujeres se encuentran de forma desproporcionada en el sector informal (60%), donde no reciben protección social y económica.
  3. Las mujeres han tenido más probabilidades que los hombres de perder sus empleos durante la pandemia.
  4. Durante la pandemia, al menos 64 millones de mujeres perdieron su empleo, con una disminución de ingresos de al menos 800.000 millones de dólares. Esto no incluye a las mujeres del sector informal, que es el principal espacio para las mujeres trabajadoras en el sur de Asia y en África.
  5. Estudios realizados en todo el mundo muestran que las mujeres tuvieron que reducir sus horas de trabajo debido al aumento de las obligaciones de cuidado durante la pandemia y que estos recortes repercuten en los salarios y las pensiones a largo plazo. Esto también repercute en la capacidad de las mujeres para volver a trabajar y, a menudo, se traduce en un mayor aumento del trabajo de cuidados a largo plazo. Además, como señala la Organización Internacional del Trabajo, «las mujeres no solo se ven afectadas por la pérdida de puestos de trabajo, sino también por los recortes de gastos que reducen la prestación de servicios públicos, en particular los servicios de cuidados».
  6. Una encuesta realizada por ONUSIDA reveló que el 47% de lxs encuestadxs de la diversidad sexo-genérica se enfrentaban a dificultades económicas, ya que «una cuarta parte no podía satisfacer sus necesidades básicas, se saltaba comidas o reducía el tamaño de las mismas».

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Ocultas en las sombras de estos informes está la realidad de mujeres que viven en zonas rurales. En India, por ejemplo, las mujeres rurales son el 81,29% de la fuerza de trabajo femenina, pero solo el 12,9% de las mujeres son dueñas de tierra. La mayoría de estas mujeres son trabajadoras agrícolas sin tierra o del sector informal. Durante la reciente ola de la pandemia que afectó a India, desaparecieron 5,7 millones de puestos de trabajo de mujeres rurales en abril de 2021, lo que representa casi el 80% de toda la pérdida de trabajos de ese mes. La recuperación en mayo fue anémica. El dossier del Instituto Tricontinental de Investigación Social sobre la revuelta campesina es una lectura importante para el contexto de la crisis en la India rural. Nikore Associates, con sede en Delhi, presenta cuatro razones para la crisis que viven las mujeres rurales:

  1. En la India rural, antes de la pandemia, las mujeres dedicaban 5,017 horas al día al trabajo de cuidados no remunerado; en comparación, los hombres dedicaban 1,67 horas al día. Durante la pandemia, a medida que los miembros de la familia enfermaban, la responsabilidad del trabajo de cuidados recayó sobre los hombros de las mujeres.
  2. Debido a los confinamientos y otras presiones, las mujeres —que complementaban sus ingresos con el comercio de bienes y productos agrícolas, incluida la venta de pescado— tuvieron dificultades para acudir a los mercados.
  3. Las mujeres han sido importantes beneficiarias del plan de trabajo rural del gobierno (MNREGA), que ha sufrido una reducción de casi el 35% en el presupuesto del gobierno para 2020-21. En abril-mayo de 2021, los puestos de trabajo proporcionados a través de este programa cayeron un 21%.
  4. Las mujeres que trabajaban en el sector de la artesanía y las pequeñas industrias —incluso a través de la producción a destajo y en el hogar— vieron cómo el sector se tambaleaba durante la segunda oleada y no se recuperaba en los meses posteriores.

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En la reunión de París, Mlambo-Ngcuka, de ONU Mujeres, dijo que «las mujeres de todo el mundo están arrinconadas». Pero, por supuesto, están luchando. En todo el mundo, los sindicatos y los gremios agrícolas, las organizaciones de mujeres y los grupos de derechos humanos, así como los partidos políticos de izquierda, están contraatacando, saliendo del rincón y tratando de poner sobre la mesa la agenda de las mujeres trabajadoras. Las reivindicaciones que se plantean son básicas. Al final del estudio Coronashock y patriarcado se plantean 18 de ellas. Aquí presentamos un resumen, condensado en ocho demandas:

  1. Nombrar a líderes de organizaciones de mujeres de la clase trabajadora para los organismos políticos influyentes.
  2. Reconocer y contabilizar a las trabajadoras informales en las cuentas nacionales.
  3. Garantizar que las trabajadoras informales tengan protecciones básicas en el lugar de trabajo.
  4. Proporcionar ayuda inmediata en efectivo y alimentos a las trabajadoras.
  5. Proporcionar cobertura sanitaria inmediata a todxs lxs trabajadorxs.
  6. Establecer una moratoria en el pago de alquileres y servicios públicos.
  7. Potenciar los sistemas de protección social, incluyendo los programas de atención a la infancia y a la tercera edad.
  8. Proporcionar créditos a las cooperativas de mujeres.

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En 1995, las delegaciones eligieron a Chen Muhua (1921-2011) como presidenta de la Conferencia Mundial sobre la Mujer de la ONU. En 1938, Chen fue a Yan’an para unirse a la revolución comunista, estudiando en Kàngda y ayudando a construir la resistencia económica de las bases. Después de 1949, Chen trabajó en el Partido Comunista (llegando a ser miembro suplente del Politburó), en el Estado chino (llegando a ser gobernadora del Banco Popular de China) y en el movimiento de mujeres (dirigiendo la Federación de Mujeres de toda China). En la Conferencia de Pekín, Chen hizo un fuerte llamamiento a la emancipación de las mujeres: «Es evidente que las mujeres piden a gritos una mejora de su situación. Los tiempos lo exigen. La humanidad aspira a ello».

Instituto Tricontinental de Investigación Social, Boletín 27 (2021)


La condición de la mujer

 alainet.org

Mirta Sofia Brey Teitelbaum


I. La cuestión de la legalización –o despenalización– del aborto voluntario tiene una vertiente social que determina una diferencia importante entre las mujeres de las clases con ingresos medios y altos y las mujeres pobres. Cuando rige la prohibición del aborto, las mujeres de las clases medias y altas disponen de recursos suficientes para asegurarse una atención médica calificada en el mismo país o en el extranjero y, en cambio, las mujeres pobres deben conformarse con intervenciones artesanales y a veces insalubres con las consiguientes altas tasas de mortalidad. Dichas tasas de mortalidad vinculadas a la maternidad proporcionan una de las pruebas más patentes de la situación particularmente desventajosa de la mujer pobre.

La UNICEF informa que tomando en cuenta todos los factores, el riesgo de morir por causas vinculadas al embarazo o al parto es por los menos 40 veces más alto en los países pobres que en los países prósperos y es hasta 150 veces mayor en los países más pobres. En un documento de 2016 de la Organización Mundial de la Salud se lee: Cada día mueren en todo el mundo unas 830 mujeres por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto. En 2015 se estimaron unas 303 000 muertes de mujeres durante el embarazo y el parto o después de ellos. Prácticamente todas estas muertes se producen en países de ingresos bajos y la mayoría de ellas podrían haberse evitado. …El alto número de muertes maternas en algunas zonas del mundo refleja las inequidades en el acceso a los servicios de salud y subraya las diferencias entre ricos y pobres. La casi totalidad (99%) de la mortalidad materna corresponde a los países en desarrollo: más de la mitad al África subsahariana y casi un tercio a Asia Meridional. Más de la mitad de las muertes maternas se producen en entornos frágiles y contextos de crisis humanitaria. La ratio de mortalidad materna en los países en desarrollo en 2015 era de 239 por 100 000 nacidos vivos, mientras que en los países desarrollados era tan solo de 12 por 100 000. Hay grandes disparidades entre los países pero también en un mismo país y entre mujeres con ingresos altos y bajos y entre la población rural y la urbana. (http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs348/es/).

II. En el plano internacional, el tema del acoso sexual se ha visibilizado especialmente a través de las denuncias de personajes del mundo del espectáculo que debieron someterse para poder hacer carrera y llegar al estrellato. Pero poco se habla de la infinidad de obreras y empleadas que lo sufren cotidianamente y deben soportar el acoso sexual para poder conservar su empleo. Un sondeo del Instituto Francés de Opinión Pública publicado el 28 de febrero de 2018 indica que en 2014 el 20% de las mujeres en Francia sufrían diferentes formas de acoso sexual en el empleo, porcentaje que aumentó al 32% en 2017 (https://viehealthy-1278.kxcdn.com/wp content/ uploads/2018/02/VieHealthy_Ifop_Harcelement_Travail_26.02.2018-1.pdf). En un documento de la OIT (Acoso sexual en el lugar de trabajo– http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_norm/---declaration/documents/publication/wcms_decl_fs_115_es.pdf) se puede leer: La OIT define el acoso sexual como un comportamiento en función del sexo, de carácter desagradable y ofensivo para la persona que lo sufre. Para que se trate de acoso sexual es necesaria la confluencia de ambos aspectos negativos. El acoso sexual puede presentarse de dos formas:
1) Quid Pro Quo, cuando se condiciona a la víctima con la consecución de un beneficio laboral –aumento de sueldo, promoción o incluso la permanencia en el empleo– para que acceda a comportamientos de connotación sexual, o;
2) ambiente laboral hostil en el que la conducta da lugar a situaciones de intimidación o humillación de la víctima.
 

Comportamientos que se califican como acoso sexual. Físico: Violencia física, tocamientos, acercamientos innecesarios. Verbal: Comentarios y preguntas sobre el aspecto, el estilo de vida, la orientación sexual, llamadas de teléfono ofensivas. No verbales: Silbidos, gestos de connotación sexual, presentación de objetos pornográficos.

ESTADÍSTICAS CLAVES. Una encuesta publicada en Hong Kong en febrero de 2007 mostraba que cerca del 25 por ciento de los trabajadores entrevistados sufría acoso sexual, de los cuales un tercio eran hombres. Entre los varones, sólo el 6,6 por ciento denunció su situación (en comparación al 20 por ciento de las mujeres) por miedo a hacer el ridículo. Según un estudio publicado en 2004 en Italia, el 55,4 por ciento de las mujeres entre 14 y 59 años declararon haber sido víctimas de acoso sexual. Una de cada tres trabajadoras sufren intimidaciones para progresar en la profesión, con el 65 por ciento de acusaciones de chantaje semanal por parte del mismo acosador, generalmente un compañero o supervisor. Asimismo, el 55,6 por ciento de las mujeres que sufren intimidación sexual han presentado su dimisión. En la Unión Europea, entre el 40 y el 50 por ciento de las mujeres han denunciado alguna forma de acoso sexual en el lugar de trabajo. Oficina Internacional del Trabajo Declaración relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo.

TRABAJAR EN LIBERTAD. Según una encuesta realizada por la Comisión Australiana de Igualdad de Oportunidades en 2004, el 18 por ciento de los entrevistados de edades comprendidas entre los 18 y los 64 años declararon haber sufrido acoso sexual en el lugar de trabajo. De entre ellos, el 62 por ciento sufrieron acoso físico y menos del 37 por ciento quisieron denunciar los hechos. La investigación muestra que el tipo de mujer más vulnerable al acoso sexual es la mujer joven, económicamente dependiente, soltera o divorciada y con status de inmigrante. Respecto a los hombres, aquellos que sufren un mayor acoso son los jóvenes, homosexuales y miembros de minorías étnicas o raciales.

El derecho al aborto y la lucha contra el acoso sexual son reivindicaciones totalmente legítimas de la mujer, cualquiera sea su clase social, pero que no debieran dejar entre paréntesis u omitir, como suele suceder, la cuestión de los derechos de la mujer relacionados con las pésimas condiciones de vida de las mujeres que trabajan, con o sin salario o directamente en condiciones de esclavitud. Porque además del acoso sexual existe la esclavitud sexual y laboral de mujeres y niñas. El comercio de personas, según señala Naciones Unidas, constituye la tercera actividad más lucrativa del mundo, después del tráfico de armas y el de drogas, generando miles de millones de dólares por año. Cuatro millones de personas son retenidas anualmente para su explotación, de las cuales las mujeres y las niñas constituyen el 75 por ciento. La ONU (Tráfico de Personas. Modelos Mundiales. Oficina sobre Droga y Delito de la ONU) advierte que las redes de tráfico, sobre todo para prostitución pero también para la esclavitud laboral, se extienden por todo el planeta.

Prácticamente ningún Estado permanece ajeno a la trata. Hay 127 países de origen, 98 de tránsito y 137 de destino. Entre estos últimos hay 10 con una incidencia muy alta como Estados Unidos, Alemania, Japón y Holanda, entre otros. También incluye una veintena de Estados con una incidencia alta, entre los cuales se encuentra España. África es sobre todo un continente emisor de personas traficadas dentro del propio continente y a Europa occidental. Nigeria es el principal país de origen de las víctimas. En Asia las personas traficadas suelen permanecer en el continente. Proceden principalmente de China y la India. En Europa las víctimas suelen proceder del sureste y el centro de Europa, sobre todo de Albania, Bulgaria, Lituania y Rumanía. Su destino más frecuente es Europa Occidental. Bielorrusia, Moldavia, Rusia y Ucrania son los principales países de origen de las víctimas, que van hacia Europa Occidental y América del Norte. Australia y Nueva Zelandia son los destinos de personas traficadas procedentes sobre todo del sureste asiático. Esta calidad de vida deplorable y muchas veces dramática de la mujer pobre está íntimamente relacionada con la situación laboral de la gran mayoría de las mujeres que trabajan en relación de dependencia.

III. Nos referiremos, así sea esquemáticamente, a este tema crucial de la sociedad capitalista contemporánea, que afecta a centenares de millones de mujeres en el mundo. Abordaremos la situación de las mujeres trabajadoras con relación a los salarios, a la jornada de trabajo, a la seguridad e higiene en el trabajo, a la seguridad social, al acceso a la educación, al tiempo libre y a la situación de las trabajadoras migrantes.

IV. La mundialización ha producido cambios en las relaciones sociales y, en particular, en las relaciones de trabajo, una de cuyas características es la irrupción masiva de la mujer en el mercado de trabajo. Las condiciones y circunstancias en que se produjo este ingreso en el mercado del trabajo no han desmentido, sino confirmado, la discriminación de que la mujer ha sido y sigue siendo objeto en este campo.

La mujer se incorporó al mercado de trabajo por dos razones: la primera, su deseo de ser reconocida como persona y como ciudadana en una sociedad en la que tal reconocimiento depende sobre todo de la participación en el mercado de trabajo; la segunda, por la ineludible necesidad de trabajar frente al desempleo y la disminución de los ingresos de los miembros masculinos de la familia y frente a la disminución o desaparición de los beneficios sociales de que gozaba la familia encabezada por el hombre, miembro activo fundamental. Pero esta incorporación se produjo en condiciones tan discriminatorias como las preexistentes, con el agravante de que la mujer fue utilizada como mano de obra de reserva para imponer la disminución de los salarios y ofrecer condiciones menos favorables a todos los trabajadores.

En efecto, las empresas buscaron disminuir sus costos de producción para aumentar su competitividad en el mercado internacional. Muchas trasladaron sus sedes a países de mano de obra de más bajo precio y muy a menudo a las llamadas «zonas de elaboración para la exportación» (zonas industriales francas). Las altas tasas de desempleo funcionaron como factor de coerción en la negociación en que las empresas lograron disminuir los costos salariales, con el fin, alegaron, de resultar más competitivas. Las mujeres fueron quienes primero aceptaron la oferta de trabajo de ínfima remuneración, a tiempo parcial y sin beneficios sociales, como forma de asegurar la supervivencia familiar ante el desempleo de los hombres. Pero esta tendencia a la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo, aun en condiciones desfavorables, se ha estancado en los últimos años y aun se ha invertido.

V. Un informe de la OIT (Las mujeres en el trabajo. Tendencias en 2016) comienza así: A lo largo de su vida laboral, las mujeres siguen experimentando grandes dificultades para acceder a empleos decentes. Sólo se han logrado mejoras mínimas desde la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, por lo que existen grandes brechas que deben colmarse en la puesta en práctica de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada por las Naciones Unidas en 2015.

La desigualdad entre mujeres y hombres persiste en los mercados laborales mundiales, en lo que respecta a las oportunidades, al trato y a los resultados. En los dos últimos decenios, los notables progresos realizados por las mujeres en cuanto a los logros educativos no se han traducido en una mejora comparable de su posición en el trabajo. En muchas regiones del mundo, en comparación con los hombres, las mujeres tienen más probabilidades de encontrarse y permanecer en situación de desempleo, tienen menos oportunidades de participar en la fuerza de trabajo y suelen verse obligadas a aceptar empleos de peor calidad.

Los progresos realizados para superar estos obstáculos han sido lentos, y se limitan a algunas regiones del mundo. Incluso en muchos de los países en los que la disparidad en la participación de la fuerza de trabajo y el desempleo se ha reducido, y en los que las mujeres están dejando de lado el trabajo familiar auxiliar para centrarse en el sector de los servicios, la calidad de los empleos de las mujeres sigue suscitando preocupación. El reparto desigual de las labores de cuidado y las tareas domésticas no remuneradas entre las mujeres y los hombres, y entre las familias y la sociedad, es un determinante importante de las desigualdades de género en el trabajo.

En un comunicado de la CEPAL emitido el 7 de marzo de 2017 en vísperas de la Jornada Internacional de la Mujer se puede leer: Si bien durante la última década los indicadores del mercado de trabajo habían mostrado una evolución positiva, la tasa de participación laboral femenina se ha estancado en torno al 53%.Y el 78,1% de las mujeres que están ocupadas lo hacen en sectores definidos por la CEPAL como de baja productividad, lo que implica peores remuneraciones, baja cobertura de la seguridad social y menor contacto con las tecnologías y la innovación. Asimismo, las tasas de desempleo de las mujeres son sistemáticamente mayores que las de los hombres, subraya un documento preparado por el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG) de la CEPAL.

En mayo de 1953, es decir hace 64 años, entró en vigor el Convenio 100 de la OIT relativo a la igualdad de remuneración entre la mano de obra masculina y la mano de obra femenina por un trabajo de igual valor. Pero pese al tiempo transcurrido las diferencias salariales entre hombres y mujeres– otra de las maneras de acentuar la explotación capitalista– subsisten en todas partes. En el Prefacio del documento de la Organización Internacional del Trabajo Informe Mundial sobre Salarios 2014/2015 Salarios y desigualdad de ingresos (http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---dgreports/---dcomm/---publ/documents/publication/wcms_343034.pdf) se puede leer: …el crecimiento salarial mundial en los últimos años se vio impulsado por las economías emergentes y las economías en desarrollo, donde el salario real ha ido en aumento desde 2007, si bien el crecimiento salarial se ha desacelerado en 2013 en comparación con 2012. En las economías desarrolladas, en general, los salarios permanecieron estancados en 2012 y 2013, y en varios países se mantuvieron por debajo de su nivel en 2007 …En el clima actual, en el que la economía global corre el riesgo de volver a caer en una trampa de crecimiento bajo, sería deseable un mayor crecimiento salarial en los países cuyos salarios en el pasado quedaron a la zaga del crecimiento de la productividad…En muchos países la distribución de los salarios y del empleo remunerado ha sido un determinante fundamental de las tendencias recientes de la desigualdad. …La disparidad salarial entre mujeres y hombres, y entre nacionales y migrantes, sigue siendo importante…,

El informe muestra además que los grupos de ingresos más bajos dependen excesivamente de las transferencias sociales o de ingresos procedentes del empleo independiente. En realidad, en casi todos los países, las fuentes de ingresos son más diversas en los extremos superior e inferior, que en la parte media de la distribución de la renta familiar, donde los hogares dependen en mucha mayor medida de los salarios. Ello ilustra la importancia de lograr coherencia entre las políticas salariales y la protección social, junto con la creación de empleo remunerado, para reducir la desigualdad. Por ejemplo, actualmente en España, la diferencia salarial entre hombres y mujeres se revela en una cifra: 64,8%. Es el porcentaje del salario medio masculino que cobran las mujeres.

Uno de los factores más importantes en el tamaño de esa brecha salarial es el hecho de que, mientras solo un 7% de los hombres trabaja a tiempo parcial, esa cifra asciende al 25% entre las mujeres. Eso hace que mientras que apenas un 7,8% de los asalariados varones gana el equivalente a menos de un salario mínimo interprofesional, esa cifra se dispara a un 18,6% entre las mujeres. Cada vez más empresas recurren a trabajadores temporarios o de tiempo parcial, a contratos por tiempo limitado, a trabajadores exteriores, subcontratan una buena parte del trabajo o recurren a otras formas de trabajo exterior a la empresa.

Antes, el trabajo temporario respondía a una necesidad del empleado, a una elección. Las mujeres forman parte esencial de estas “fuentes exteriores” de trabajo. También constituyen una parte importante de los trabajadores informales, no declarados, que no disfrutan de ningún beneficio social o realizan tareas por cuenta propia que no les aseguran ingresos mínimos para la supervivencia. En la mayoría de los países industrializados la mayor participación de las mujeres en la población activa se explica por la generalización de los trabajos de dedicación parcial. Una gran parte de las mujeres en empleos de dedicación parcial son madres de niños pequeños y existe una correlación entre el trabajo de dedicación parcial y la disponibilidad de guarderías y horarios escolares más o menos extensos. Como este tipo de trabajo no entraña las mismas prestaciones, perspectivas de carrera y oportunidades de formación que el de dedicación plena, esto parece indicar la posible marginación de las mujeres que tienen responsabilidades familiares.

La tendencia a la flexibilización de las pautas y prácticas de trabajo, conjuntamente con el desempleo, han hecho que muchas mujeres con escasas calificaciones hayan sido empujadas al trabajo ocasional, temporal, doméstico o «independiente», así como al trabajo a domicilio o a formas de trabajo en el sector no estructurado, como vendedoras callejeras, empleadas domésticas o trabajadoras a domicilio no declaradas.

En África, Asia y América Latina sobreviven y permiten sobrevivir a sus hijos en condiciones de pobreza o extrema pobreza, gracias a este tipo de empleos del que se benefician las grandes empresas, sus subcontratistas u otras empresas lanzadas a la explotación irrestricta de mujeres, niños y minorías, con la protección o la tolerancia de los gobiernos y de los poderes económicos.

El trabajo a domicilio también se desarrolló notablemente tanto en los países industrializados como en los menos desarrollados. Esta modalidad de trabajo que permite a las mujeres superponer una actividad asalariada al trabajo doméstico y está remunerada muy por debajo de las normas generales para esas actividades y por debajo del salario mínimo. En general, obliga a realizar jornadas muy superiores a las legales, pues la modalidad de pago a destajo y la retribución insuficiente fuerzan al trabajador a tratar de producir el máximo posible a fin de obtener lo necesario para su subsistencia. Por estar aislados, los trabajadores a domicilio son más propensos a ser explotados, a lo cual se añade que la red de agentes, contratistas y subcontratistas también está al acecho de alguna ganancia a sus expensas.

En la agricultura, la introducción de nuevas tecnologías como las relacionadas con la mecanización y la biotecnología, produjo en un primer momento un aumento de la mano de obra femenina por el aumento de la superficie cultivada y la persistencia, durante cierto tiempo, de algunas tareas tradicionales que luego quedaron desplazadas. En realidad, las nuevas tecnologías suplantaron la mano de obra femenina en el campo y redujeron la participación de la mujer en la llamada población activa agrícola. En general, cuando la mecanización y las nuevas tecnologías son aplicadas a la actividad rural, los hombres suelen tomar los puestos de trabajo existentes, mucho menos numerosos que los ofrecidos por el trabajo agrícola tradicional.

En el África al sur del Sáhara, donde la mujer había tenido generalmente una situación favorable comparada con la de otros países subdesarrollados, según los indicadores de mortalidad, nutrición y salud, gracias a su importante función en el sistema agrícola, la nueva tecnología agrícola las ha desplazado de esa función. También ha contribuido a deteriorar su situación la promoción de los cultivos de exportación, que emplean mano de obra esencialmente masculina y el ajuste estructural. Ambos la han perjudicado al disminuir su acceso a la tierra, pues la adjudicación de tierras como consecuencia de los programas de ajuste estructural a menudo le han hecho perder sus tradicionales derechos de usufructo sobre tierras cultivables, debilitando así sus posibilidades de ingresos.

La introducción de derechos de propiedad individual y la reducción de los derechos comunales sobre la tierra ha reducido el acceso de la mujer a recursos productivos también en Asia meridional. Otro de los efectos de la mundialización sobre la situación y el trabajo de la mujer es la migración hacia otros países. Según algunas fuentes, 80 millones de personas trabajaban fuera de su país en 1994 y dentro del territorio de Asia solamente, cada año, unos 300.000 trabajadores transponen las fronteras de su país para trabajar en el extranjero. En 2010, según la División sobre población de las Naciones Unidas, los migrantes internacionales en el mundo eran 214 millones, la mitad de los cuales eran mujeres.

Una buena parte de dichas mujeres trabajan en el servicio doméstico, en pequeñas empresas o industrias de gran densidad de mano de obra y en el sector no estructurado de los servicios. En Filipinas, que es el país asiático de mayor emigración, el número de mujeres que emigra supera al de sus compatriotas varones en la proporción 12 a 1. Muchas de ellas quedan sometidas a una situación de verdadera esclavitud y sufren toda clase de maltratos. Entre las causas del aumento de la pobreza y de la extrema pobreza en el mundo, característico de este período de mundialización, se encuentra la desocupación, pero también la creación de empleos remunerados por debajo de las necesidades mínimas de subsistencia y la disminución o supresión de los servicios sociales que eran prestados por el Estado. Las mujeres se encuentran entre las principales víctimas de la pobreza, según la regla general de que, cuanto más bajo en la escala social están los individuos o los grupos, más graves son para ellos las consecuencias de las políticas económicas que se están aplicando actualmente. Según la OIT, «varios estudios han demostrado que la distribución flexible del tiempo de la mujer ha sido uno de los aspectos que forman parte de la adaptación a la pobreza creciente; las mujeres han aumentado el tiempo que dedican a las actividades productivas y comunitarias, con frecuencia a expensas del trabajo en el hogar, del cuidado de la familia y de su propio tiempo libre».

En el marco de la mundialización, la contracción del papel que desempeña el Estado en la economía, particularmente la drástica disminución de los gastos sociales, perjudica más a las mujeres que a los hombres, porque muchos de los servicios reducidos o eliminados las ayudaban a aliviar una parte de sus tareas familiares y a hacer compatible el empleo con la maternidad. La disminución de los servicios de guardería las obliga a aceptar empleos de tiempo parcial o a dejar a sus hijos al cuidado de otras mujeres de la familia, lo que aumenta la carga de estas últimas. Los recortes en los gastos de educación o de salud les obligan a tratar penosamente de reemplazar dichos servicios o a dejar a sus hijos y familiares desamparados. La privatización de los servicios de salud obliga a las mujeres de condición más modesta a cuidar ellas mismas a sus enfermos. Todo eso ha aumentado significativamente la carga de trabajo de la mujer.

Como se indica en un documento de las Naciones Unidas, «hay cada vez más pruebas de que al aumentar la pobreza, el desempleo y el desamparo, las políticas de ajuste estructural llegan a exacerbar la violencia contra la mujer, ya que reducen su poder económico y aumentan su carga debido a la disminución o a la pérdida de servicios sociales».(ONU, “Paz: Medidas para eliminar la violencia contra la mujer en la familia y en la sociedad”, informe del Secretario General a la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer en su 38º período de sesiones, E/CN.6/1994/4, Nueva York, 7 al 18 de marzo de 1994, párr. 54). Las mujeres están, en todo el mundo, a cargo de las funciones reproductivas , que implican no sólo dar a luz sino también criar, alimentar, educar, cuidar la salud y ayudar a la socialización de los hijos y realizar tareas de cuidado de otros miembros de la familia y de los bienes de la misma. Ese trabajo doméstico no es remunerado, no es reconocido en las estadísticas económicas y no es tenido en cuenta para la jubilación. Por ejemplo en España el trabajo doméstico no remunerado es realizado en su mayoría por la mujer (73%) y equivaldría al 27,4% del PIB español, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Un trabajo no remunerado y, por tanto, invisible para la economía de un país, pues dicho trabajo realizado en el hogar queda fuera del cálculo del Producto Interior Bruto.

La incorporación masiva de la mujer al mercado de trabajo ha reducido el tiempo que dedica a esas tareas, pero ha reducido sobre todo su tiempo libre. La falta de tiempo libre obstaculiza no solamente su derecho al descanso y el esparcimiento, sino también a la educación y a su participación en la vida cultural y científica. Cuando la mujer carece del tiempo necesario para todas las tareas de que debe hacerse cargo (acarreo de agua y de leña, agricultura de subsistencia, preparación de alimentos y, muy a menudo, participación en el mercado de trabajo) suele descargar una parte de ellas en sus hijas mujeres, que están obligadas a abandonar la escuela.

En 1990 había en el mundo 948 millones de adultos analfabetos, encontrándose las tasas más altas de analfabetismo en los países pobres y, dentro de cada país, entre los pobres, especialmente las mujeres y las niñas (UNESCO, 1991). Y en los que se refiere a las niñas, «…la creciente tendencia en muchas zonas a mantener a las niñas fuera de la escuela para que ayuden en las tareas de sus madres, virtualmente asegura que otra generación de mujeres crecerá con menores perspectivas que sus hermanos. En África por ejemplo, «es cada vez mayor el número de niñas que abandonan la escuela tanto primaria como secundaria o que no asisten a ella debido a la creciente pobreza», según dice la señora Phoebe Asiyo, del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer» (Jodi Jacobson, 1992). «Hoy todavía, el 70% de los pobres y las dos terceras partes de los analfabetos en el mundo son mujeres. Las mujeres solo ocupan el 14 % de los puestos de responsabilidad y administrativos, el 10% por ciento de las bancas parlamentarias y el 6% de los cargos de ministros...Trabajan a menudo más horas que los hombres, su trabajo es sin embargo en gran parte ignorado, no reconocido y desvalorizado»… (PNUD, 1995). De este modo se encadena el círculo vicioso en el que la mujer carece de la formación necesaria y debe aceptar los puestos de trabajo de menor jerarquía, peor remunerados y de condiciones más duras, a menudo cercanas de la esclavitud.

Zonas francas y empresas maquiladoras. Las zonas francas son creadas por los Estados en las cuales éstos proporcionan exoneraciones fiscales y otras ventajas a las empresas extranjeras que se instalen en ellas para fabricar productos destinados a la exportación o la fabricación de una parte de un producto o realicen el montaje de piezas provenientes de otros países (maquiladoras). Estas últimas también existen en gran número fuera de las zonas francas como parte de la fragmentación del proceso productivo a escala mundial con miras a abaratar los costos de producción, en primer lugar el costo de la mano de obra. A mediados del decenio de 1980 había unas 176 zonas francas en 47 países periféricos, donde las sociedades transnacionales empleaban 1.300.000 personas y 600.000 más en sitios similares a las zonas francas.

Veinte años más tarde se estimaba que en el mundo había 2000 zonas francas que empleaban a 27 millones de trabajadores, en 2006 eran unas 3.500 repartidas entre 130 países –periféricos y centrales– con 66 millones de trabajadores, la mayoría mujeres. El denominador común de las zonas francas y las maquiladoras es el desconocimiento de los derechos laborales en materia de salarios, de jornada de trabajo, de seguridad e higiene, etc. Y la prohibición de la organización sindical. Cualquier intento en ese sentido es duramente reprimido.

En 2015 escribíamos: La frontera de México con Estados Unidos, que tiene una longitud aproximada de 3.185 kilómetros es sumamente permeable, legal e ilegalmente. Del lado mexicano de la frontera las “maquiladoras” en número de aproximadamente 3000, forman parte de cadenas binacionales de producción: importan componentes y materias primas de Estados Unidos, que las/os trabajadoras/os mexicanas/os se encargan de ensamblar por salarios unas diez veces inferiores a los de Estados Unidos y una vez terminados son reexportados al otro lado de la frontera. Por ejemplo en Ciudad Juárez (los asesinados por año se cuentan por miles), fronteriza con la ciudad de El Paso de los Estados Unidos, muchas mujeres trabajan en las “maquiladoras” en condiciones laborales penosas (salarios ínfimos y horarios prolongados) con el agravante de la inseguridad: viajan al trabajo de madrugada, en parte en ómnibus y en parte a pie, caminando en zonas prácticamente desérticas cuando todavía no hay luz de día y vuelven a sus domicilios ya de noche en las mismas condiciones. Algunas de ellas son atacadas y desaparecen. A veces se encuentran sus cadáveres y a veces no. (Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos https://www.alainet.org/es/active/79762). El 80% de los trabajadores en la industria textil y del vestido son mujeres jóvenes de entre 18 y 24 años. La mayoría de ellas trabaja en pésimas condiciones, con bajos salarios, horarios prolongados y condiciones de seguridad prácticamente inexistentes.

Y eso ocurre en países de todos los continentes. El 25 de marzo de 1911 murieron 146 mujeres y 76 resultaron heridas en el incendio de la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de New York. Murieron por asfixia, quemadas vivas o porque se arrojaron por las ventanas para escapar al incendio. La tragedia adquirió esa magnitud porque había salidas clausuradas a fin de que los patrones pudieran controlar mejor a las trabajadoras. Más de 100 años después las condiciones laborales de las mujeres de la industria textil y del vestido no parece haber cambiado demasiado en varias partes del mundo. Esto quedó en evidencia el 24 de abril de 2013, luego del derrumbe de la fábrica textil de Rana Plaza en Bangladesh, que tuvo como resultado 1.134 muertes, en su gran mayoría mujeres.

También, como un siglo antes en Nueva York, las víctimas fueron tan numerosas porque varias salidas estaban clausuradas para mejor control patronal de las trabajadoras. Unos días después un incendio en otro taller textil causó 8 muertes y en noviembre de 2012 otro incendio en un taller de confección de ropa, también en Bangladesh, había causado 111 muertes. En los últimos años hubo en Bangladesh un total de 1700 muertos en accidentes similares. En otros sectores industriales la situación es semejante. Hay una especie de escala o “ranking” mundial de la explotación de las trabajadoras. Entre las más explotadas están las de varios países asiáticos, africanos y de América Latina, América Central y el Caribe.

VI. La mujer trabajadora en Europa. En febrero de 2007 la Confederación Sindical Internacional (CSI) publicó un Informe sobre Las normas fundamentales del trabajo reconocidas internacionalmente en la Unión Europea, donde se analizaba la situación en este aspecto país por país. Entre otras cosas, en el Informe se decía: Todos los Estados miembros de la UE han ratificado los dos convenios fundamentales de la OIT sobre trabajo forzoso. Con todo, la trata de personas, esencialmente mujeres y niñas para destinarlas a trabajos forzosos y a la explotación sexual, es un problema en cierta medida en prácticamente todos los países.

En algunos Estados miembros, los presos están obligados a trabajar para empresas privadas. En las Conclusiones del Informe se puede leer: En los Estados miembros de la UE sigue habiendo una profunda brecha entre la legislación y la práctica con respecto a la igualdad entre hombres y mujeres. En Europa las mujeres ganan hasta un 40 por ciento menos que sus colegas masculinos, registran índices de desempleo más elevados y están escasamente representadas en los cargos directivos.

La discriminación económica que sufre la mujer es particularmente grave en algunos de los Estados miembros de Europa Oriental, donde las diferencias salariales en el sector público muchas veces son incluso mayores a las del sector privado. En cualquier caso, la importante concentración de mujeres en puestos de trabajo a tiempo parcial y en el sector de servicios también ha cambiado de manera desfavorable la situación de las mujeres en algunos países de Europa Occidental. La discriminación de que son víctimas las minorías étnicas, particularmente la comunidad romaní, es objeto de profunda preocupación. El desempleo es muy superior entre los romaníes en relación con otros grupos de distintos orígenes étnicos. En muchos países, el acoso sexual sigue siendo un problema.

VII. En cuanto a los convenios internacionales de trabajo de la OIT, las medidas de protección para las mujeres en el empleo han sido en algunos casos derogadas, alegando que son un obstáculo para la igualdad de trato y de oportunidades para las mujeres en el empleo. Lo mismo ha ocurrido –y sigue ocurriendo– en muchas legislaciones nacionales.

Se dice que la prohibición del empleo de mujeres en ciertos trabajos les cierra oportunidades, o que las diferentes condiciones a que tienen derecho, en algunos casos, las hace más onerosas como mano de obra o les resta rendimiento en el trabajo, lo cual conduce a su discriminación. Lo que está en tela de juicio, en principio, no son las normas de protección de la maternidad, que todos parecen considerar necesarias, (aunque el Convenio 103 de Protección de la maternidad fue modificado por el 183 en el sentido de flexibilizar su aplicación) sino las que abarcan a todas las mujeres como tales o a aquéllas en edad fértil.

Se dice que el hecho de que las mujeres se concentren en las industrias tradicionalmente femeninas y en actividades poco calificadas, impide que sus salarios sean elevados, obstaculiza sus posibilidades de ascenso y las expone al desempleo. En los hechos, como lo hemos visto, en las industrias que tradicionalmente emplean de preferencia mano de obra femenina las remuneraciones son menos elevadas, no porque requieran menos calificación, sino porque los empleadores se valen de la desvalorización social de la mujer (pues ella misma, a menudo, es no sólo receptora, sino también difusora de las nociones culturales desvalorizantes) y se aprovechan de sus calificaciones sin una contraprestación adecuada. Por supuesto, los empleadores alegan generalmente que el mayor ausentismo de las mujeres debido a sus obligaciones familiares, la prohibición del trabajo nocturno, la obligación de instalar guarderías o servicios independientes, la licencia por maternidad o las protecciones que se les deben durante la maternidad y la lactancia, las hacen menos rentables como trabajadoras.

Basándose en que la legislación de protección de las mujeres promueve la discriminación contra ellas, uno de los primeros países que derogó toda legislación en ese sentido fue Estados Unidos, donde no existen actualmente reglamentos u otras medidas legales con respecto al horario de trabajo, ni limitaciones a las ocupaciones o al trabajo nocturno de las mujeres, ni requisitos sobre servicios especiales únicamente para mujeres.

En Australia, una ley de discriminación sexual de 1984 tuvo el efecto de invalidar las leyes estatales para la protección especial de las mujeres. En Nueva Zelandia se han derogado disposiciones especiales relativas al horario de trabajo de las mujeres en fábricas y las que prohibían a éstas trabajar con plomo. En cambio, se han extendido a todos los trabajadores las disposiciones relativas a los asíentos y a las pausas de descanso, que antes existían sólo para las mujeres. Esta última medida que extiende los beneficios de una ley a los hombres aparece como excepcional frente a la corriente general de limitar la protección de los trabajadores.

En 1976, la Directiva 76/207/EEC de la Comunidad Europea, sobre la aplicación del principio de igualdad de trato entre hombres y mujeres, condujo a una revisión, cuando no a la supresión, de las diversas medidas de protección de la mujer en el trabajo que existen en los Estados miembros de la Unión Europea, en materia de trabajo nocturno, manipulación de pesos máximos autorizados, trabajos con materiales conteniendo plomo, etc.). En base a esta Directiva, la Comisión Europea impuso a Francia en 1999 una multa de 900.000 francos diarios a partir del 30/11/2000 hasta que aboliera la prohibición legal del trabajo nocturno de las mujeres. Así fue como Francia abolió totalmente dicha prohibición en mayo de 2001. En Bélgica fue revocada la prohibición de actividades que entrañen exposición a compuestos de plomo o el levantamiento de cargas pesadas. En Grecia, las disposiciones por las que se concedía a las mujeres una protección especial han sido suprimidas de la legislación sobre la conservación y lubrificación de la maquinaria y el mantenimiento de las calderas, sobre los talleres de carpintería y la preparación y utilización de pinturas a base de plomo y sobre actividades en diversas industrias. Irlanda ha revocado las restricciones sobre el empleo de mujeres en actividades industriales durante los fines de semana y sobre el empleo de las mujeres en trabajos subterráneos en algunas actividades no manuales. Los Países Bajos han sustituido las disposiciones relativas a los servicios de aseo que hacían distinción entre hombres y mujeres. El Reino Unido ha revisado la legislación de protección con respecto al empleo subterráneo de mujeres en minas y canteras, al horario de trabajo y a la manipulación manual de objetos pesados. España está sustituyendo la legislación de protección por una legislación igual para ambos sexos.

Las organizaciones de trabajadores se han pronunciado reiteradamente por el mantenimiento de las medidas de protección de las mujeres y por la extensión de las mismas a los hombres. Se opusieron a toda derogación de las medidas especiales de protección de las mujeres en el trabajo en virtud de que existían diferencias biológicas que justificaban dichas medidas especiales y que, además, la división tradicional de funciones entre los sexos seguía existiendo en la sociedad actual, sometiendo a millones de trabajadoras a la doble carga de dedicarse a una actividad remunerada y, al mismo tiempo, ocuparse de los quehaceres domésticos y de la familia. Debido a que los trabajadores estaban experimentando cambios en las condiciones de trabajo, a causa del aumento de la intensidad y el ritmo de trabajo, de las nuevas tecnologías, al ruido, a las sustancias peligrosas, etc., opinaron que era necesario aumentar de forma general la protección en vez de debilitarla.

Los organismos gubernamentales y las organizaciones de empleadores, por el contrario, opinaron que las medidas de protección no se justificaban. La Comisión Europea, después de estudiar la legislación de protección de las mujeres en los Estados miembros de la Unión Europea, expuso, entre otras, las siguientes conclusiones: «...con el paso del tiempo resulta claro que muchas medidas de protección pueden ahora criticarse dado que son anómalas o inadecuadas porque han perdido su justificación original....por ejemplo, el trabajo arduo o las tareas que implican el levantamiento de cargas pesadas pueden ser prohibidos a todas las mujeres debido a que, en general, las mujeres suelen ser físicamente más débiles que los hombres; se prohíbe a las mujeres trabajar con ciertas sustancias que pueden ser peligrosas para la reproducción mientras que no se tienen en cuenta los casos particulares ni los peligros para las funciones reproductoras de ambos sexos y, algunas mujeres, pero no todas, y en ciertos sectores únicamente, reciben una protección especial contra el trabajo nocturno… en consecuencia, la Comisión opina que la legislación de protección debería, en principio, ser la misma para ambos sexos y para todos los sectores profesionales.»

Resulta bien claro que la Comisión Europea esgrimió argumentos que serían válidos si propusiera la extensión de las medidas de protección a los hombres, pero que su ambigua conclusión («la legislación debería ser la misma») está concebida para abrir el paso a modificaciones legislativas que no amplíen sino que restrinjan la protección. En los hechos, es esto lo que han estado haciendo la mayoría de los Estados  miembros de la Unión Europea, dentro de su plan de liberalización de las normas que rigen el trabajo estructurado. Particularmente afectados han sido los horarios de trabajo, los períodos y días de descanso obligatorio y el tiempo libre, pues los trabajadores están siendo obligados cada vez más a permanecer a disposición de los empleadores en cualquier momento; el trabajo nocturno de las mujeres y la prolongación de los horarios nocturnos sin remuneración compensatoria; las normas que excluían a las mujeres de trabajos pesados, arduos o malsanos, porque su derogación lleva a muchas mujeres a asumir cargas de trabajo antes reservadas a los hombres (como en el trabajo subterráneo), pese a la intensidad del esfuerzo requerido. También han sido gravemente afectados los salarios mínimos, la edad de la jubilación de las mujeres y todas las prestaciones sociales, incluyendo las de maternidad. Todo esto se realiza invocando una pretendida «racionalización» que consiste en eliminar puestos de trabajo y a menudo descargar en un solo trabajador las tareas que antes realizaban varios.

Otros trabajos de la autora sobre la condición de la mujer pueden

Latinoamérica: Afrofeministas, unidas en la historia y la resistencia

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"Tenemos que intervenir en la actividad cotidiana combatiendo el racismo, en la búsqueda de una vida digna a partir de políticas públicas que puedan promover la igualdad racial. Tenemos que buscar un proyecto de sociedad antipatriarcal, antirracista y anticapitalista”



La Habana, 28 jul. 21. AmecoPress/SEMlac.- La vida de las mujeres negras y mestizas de América Latina y el Caribe expresa una historia común de discriminación, resistencias y aportes sociales.

"No me di cuenta de que era negra hasta que fui a la escuela y mis maestros y compañeros me decían negra con desprecio, de una manera racista y discriminatoria", recuerda Massay Crisanto, de Honduras.

Crisanto fue una de las participantes en el panel "Mujeres negras: resistiendo para vivir. Marchando para transformar", organizado por la Marcha Mundial de las Mujeres (MMM) en Brasil.

La MMM es un movimiento mundial que reúne a colectivos y organizaciones feministas y de mujeres de todo el mundo. Fundada en 1996, la organización declara su lucha contra el patriarcado, la violencia contra las mujeres y la pobreza que genera el capitalismo.

El panel, transmitido en las redes sociales digitales, se dedicó al Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora que se celebra el 25 de julio. Desde 1992 se conmemora la fecha para llamar la atención sobre las realidades de las mujeres afrodescendientes, su historia y la necesidad de promover políticas públicas que ayuden a mejorar su calidad de vida y a erradicar el racismo y la discriminación.

Las participantes en el encuentro virtual reconocieron una historia de discriminación común que se ha expresado en las violencias sobre sus cuerpos, la expropiación de sus territorios, la explotación laboral y la invisibilización de sus aportes a lo largo de la historia.

"A esto se une el encarcelamiento de los hombres negros, el exterminio de la juventud negra y la hipersexualización de las mujeres negras. Prácticas que se mantienen hoy. Las balas perdidas encuentran siempre los mismos cuerpos, que son, en general, los de nuestros hijos", afirmó Juliana Mittelbach, de Brasil.

Mittelbach es enfermera, coordinadora de la Red de Mujeres Negras del Estado Paraná e integrante de la MMM. Durante su intervención, denunció la complicidad entre colonialismo, racismo, capitalismo y patriarcado.

"El capitalismo es un sistema que explota al pueblo y que tiene en su raíz el mantenimiento de las desigualdades con la explotación, la desvalorización, la aceptación y naturalización de la historia de esclavización. Por tanto, la población negra es una población subvalorada y puede estar en el mercado de reserva, en los peores lugares de trabajo", dijo la activista.

A partir del reconocimiento crítico de esta realidad, la MMM apuesta por una lucha interseccional contra todas las opresiones. A decir de Mariana Lacerda, de la MMM en Brasil, "no podemos darnos el lujo de renunciar a ninguna de estas luchas".

"Tenemos que intervenir en la actividad cotidiana combatiendo el racismo, en la búsqueda de una vida digna a partir de políticas públicas que puedan promover la igualdad racial. Tenemos que buscar un proyecto de sociedad antipatriarcal, antirracista y anticapitalista. Ese es el gran desafío, tener que actuar en todos esos frentes asegurando la supervivencia, a la vez que luchamos por un nuevo proyecto de sociedad", agregó Mittelbach.

Cuba, entre la historia y la transformación

La filósofa Analoy Lafargue compartió avances y desafíos de las mujeres afrodescendientes en Cuba, en representación de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Lafargue reconoció la fortaleza de contar, desde 1961, con una organización de mujeres para impulsar la igualdad de género y la emancipación de las cubanas, a la vez que identificó vacíos y desafíos para las afrodescendientes en la nación del Caribe.

Las políticas a favor de la igualdad de género en el país impactaron positivamente en las afrocubanas, pero las investigaciones han develado que la pobreza en Cuba tiene rostro de mujer negra; ellas son mayoría entre las madres solteras jefas de hogar; están sobrerrepresentadas en el sector informal de la economía y enfrentan problemáticas como el embarazo adolescente.

Frente a estos problemas, el máster en Estudios Caribeños identificó, como una contribución, la existencia de afrofeminismos en el país y convocó a realizar acciones específicas en función de la diversidad de experiencias y realidades que viven las mujeres cubanas.

Lafargue destacó la necesidad de socializar la historia de lucha de las mujeres negras de los siglos XIX y XX. Propuso crear espacios de reflexión para generar conciencia racial y de género, de sororidad y empatía ante las diferencias y con compromiso social responsable.

En particular, planteó como un reto actual "representar con voz activa, agenda propia y articulada con la lucha antirracista, las necesidades emergentes de las mujeres afrodescendientes".

Necesitamos romper con la visión institucional de que todas las mujeres somos iguales, dijo.

"Sí, ’somos iguales ante la ley, no iguales ante la vida’. Ello significa romper las barreras ideológicas de lo común heredado de la sociedad occidental, muy bien asumido por las sociedades occidentalizadas negando la realidad de sociedad fragmentada en la que hemos sido constituidos", reflexionó la activista cubana.

En Cuba existen el Programa Nacional contra el Racismo y toda discriminación, y el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, dos plataformas gubernamentales que, según la especialista, son fundamentales para luchar contra las desigualdades desde la interseccionalidad.

"Desde la imbricación comprometida y responsable de las plataformas nacionales creadas para hacerle frente al racismo, las discriminaciones y todas las formas de la violencia, con el acompañamiento del Estado y gobierno cubanos, las mujeres afrodescendientes con provecho de nuestras facultades podremos, en mayor o menor medida, enfrentar los desafíos históricos, sistémicos, sistemáticos, estructurales y emergentes que problematizan y condicionan nuestras vidas", concluyó la activista.

Fotos: Archivo AmecoPress. 

La ONU lanza nueva campaña contra la trata de personas

 ipsnoticias.net

Una niña de ocho años oculta su rostro en un centro de Haití que proporciona atención y apoyo temporal a víctimas de la trata de personas, mientras las autoridades buscan a sus padres. En los últimos 15 años se ha triplicado en el mundo la trata de niños y niñas. Foto: Marco Dormino/Unicef
Una niña de ocho años oculta su rostro en un centro de Haití que proporciona atención y apoyo temporal a víctimas de la trata de personas, mientras las autoridades buscan a sus padres. En los últimos 15 años se ha triplicado en el mundo la trata de niños y niñas. Foto: Marco Dormino/Unicef
Corresponsal de IPS

VIENA – Una campaña para relievar las voces de las víctimas fue lanzada este viernes 30, Día Mundial contra la Trata de Personas, por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), al tiempo que se pide a los gobiernos más acción y concertación para combatir ese flagelo.

Ghada Waly, directora de la ONUDD, dijo que “las voces de las víctimas son fundamentales para prevenir la trata, apoyar a los supervivientes y llevar a los autores ante la justicia”, al lanzar la campaña “Las voces de las víctimas marcan el camino”.

Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, destacó que “la mitad de las víctimas en los países de bajos ingresos son niños, y a la mayoría de ellos se los somete a trata para obligarlos a realizar trabajos forzosos”.

“En todo el mundo, los criminales se valen de la tecnología para identificar, controlar y explotar a las personas vulnerables. Los niños son, cada vez más, blanco de las plataformas en línea para la explotación sexual, el matrimonio forzado y otras formas de abuso”, abundó Guterres.

Según el secretario general, a pesar de avances en los últimos 20 años contra la trata de personas, ese delito “todavía conlleva riesgos menores y altas ganancias” para los delincuentes, por lo que se requiere de los Estados “un esfuerzo aún más concertado para combatirlo”.

En 2018, según la ONUDD, 148 países detectaron y denunciaron alrededor de 50 000 víctimas de trata de personas. Sin embargo, dada la naturaleza oculta de este delito, el número real de víctimas es mucho mayor, indicó la oficina.

“Lo hemos vivido. Somos las mejores personas para ayudar a todos a comprender cómo es realmente. La realidad es terrible”: Marcela Loaiza.

Waly expuso, en una declaración junto a Ylva Johansson, comisaria europea de Asuntos de Interior, que las mujeres siguen siendo los principales objetivos de los traficantes y representan el 46 por ciento de todas las víctimas detectadas.

Además, “cada vez son más los niños quienes son víctimas de la trata, lo que representa alrededor de un tercio de las víctimas, y solo las niñas representan alrededor de 19 por ciento de todas las víctimas detectadas”, indicaron.

La mitad de las víctimas detectadas lo fueron con fines de explotación sexual, mientras que 38 por ciento fueron explotadas para trabajos forzados. Otras víctimas son obligadas a contraer matrimonio, mendigar y cometer actos delictivos, o son objeto de trata para el combate armado.

Solo en la Unión Europea 72 por ciento de todas las víctimas, así como 92 por ciento de las víctimas de trata con fines de explotación sexual, son mujeres y niñas. La mitad de las víctimas identificadas son ciudadanos de fuera de la UE.

En la mayoría de las regiones del mundo, los migrantes representan más de la mitad de todas las víctimas de trata identificadas. Sumaron 65 por ciento en Europa occidental y meridional, y 60 por ciento de las víctimas en Oriente Medio.

En muchos de los casos denunciados, los traficantes se aprovecharon del estatus migratorio de las víctimas para mantener el control, explotarlas y evitar que escapen o denuncien los abusos que sufrieron.

Por lo tanto, en el sistema de Naciones Unidas se considera que la protección de los migrantes es fundamental para erradicar la trata de personas.

Se solicita a los Estados mejorar la cooperación internacional, regional y local contra el flagelo, vigilar las rutas migratorias para prevenir la trata, y aupar la investigación transfronteriza y el enjuiciamiento de los perpetradores de ese delito.

También, proporcionar una plataforma de empoderamiento a las víctimas y sobrevivientes de la trata, para que sean agentes de cambio a partir de su experiencia.

Las voces de las víctimas y los supervivientes “deben ocupar un lugar central en los esfuerzos por poner fin a la trata de personas y la explotación”, de acuerdo con la nueva campaña de la ONUDD.

En palabras de Marcela Loaiza, una sobreviviente de la trata que aboga a través de su fundación en Colombia por respuestas al crimen centradas en las víctimas: “Lo hemos vivido. Somos las mejores personas para ayudar a todos a comprender cómo es realmente. La realidad es terrible”.

A-E/HM

Mujeres kurdas de Irán lanzan campaña contra el matrimonio infantil

 


Por Redaccion

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Según ha anunciado la asociación, la iniciativa se enmarca en las campañas contra los feminicidios y las ejecuciones de mujeres que se llevan a cabo desde principios de año


Madrid, 27 jul. 21. AmecoPress.- La Comunidad de Mujeres Libres de Rojhilat (Komalgeha Jinên Azad ên Rojhilatê Kurdistan, KJAR) lanzó una campaña contra el matrimonio infantil en Irán. Según ha anunciado la asociación, la iniciativa se enmarca en las campañas contra los feminicidios y las ejecuciones de mujeres que se llevan a cabo desde principios de año.

Los matrimonios infantiles son legales en la República Islámica de Irán. Según el artículo 1014 del Código Civil iraní, basado en la ley islámica, las niñas pueden casarse a partir de los 13 años y los niños a partir de los 15. Además, los padres de niñas menores de 13 años pueden hacer que un juez confirme que su hija “está preparada para el matrimonio”. Incluso las niñas de siete u ocho años pueden ser casadas legalmente por sus padres.

Según la vicepresidenta iraní para la Mujer y la Familia, Masoumeh Ebtekar, cada año se casan en Irán al menos 30.000 niñas menores de 14 años. Las organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres y los niños llevan años intentando prohibir los matrimonios infantiles. Hasta ahora, han fracasado debido a la resistencia del clero y de los partidos conservadores del Parlamento.

El régimen iraní promueve incluso el matrimonio infantil con préstamos matrimoniales baratos para que sea más fácil “formar una familia”. Como resultado, los matrimonios de menores aumentan considerablemente, sobre todo en las zonas rurales y mucho más pobres.

Desde la KJAR consideran que la legalidad vigente pretende minimizar la libertad de decisión y acción de las niñas y mujeres, y mantener la dinámica de poder patriarcal. En una declaración, la asociación explicó que en el país no hay grupos que se desarrollen con mayor dinamismo que los de las mujeres y los jóvenes. Las mujeres, en particular, son las que más impulsan el cambio y el progreso social, indicaron.

Por el contrario, señalaron, la mentalidad del régimen, que se caracteriza por las condiciones patriarcales de opresión, “quiere mantener el tratamiento de las mujeres como criaturas inferiores y frenarlas para mantener el poder del clero”.

“Esa visión patriarcal es diametralmente opuesta a nuestra forma de entender la igualdad”, declararon desde la KJAR. “Nuestro movimiento lucha contra esta mentalidad imperante que pone en riesgo la existencia misma de la sociedad a diario –agregaron-. Ya hemos lanzado una campaña bajo el lema ‘Es hora de defender la vida contra los feminicidios y las ejecuciones’”.

Para la KJAR, “nos hemos reunido con diferentes organizaciones de mujeres y de derechos civiles, hemos llevado a cabo una labor educativa y hemos adoptado otras amplias medidas”. “Este es un paso más contra el sistema patriarcal y la dominación racista del Estado iraní. Ahora nos reuniremos de nuevo con la sociedad, estimularemos el espíritu de lucha de las mujeres y resistiremos la mentalidad opresiva del patriarcado”, finalizaron la declaración.

FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina

Crisis en Haití deja a mujeres y niñas en mayor vulnerabilidad

Miles de personas, en su mayoría mujeres y niñas, han debido dejar sus hogares para escapar de la violencia desatada por pandillas que controlan barrios enteros en Puerto Príncipe y otras ciudades haitianas. Foto: Edris Fortuné/UNFPA
Miles de personas, en su mayoría mujeres y niñas, han debido dejar sus hogares para escapar de la violencia desatada por pandillas que controlan barrios enteros en Puerto Príncipe y otras ciudades haitianas. Foto: Edris Fortuné/UNFPA

Corresponsal de IPS

PUERTO PRÍNCIPE – Millones de mujeres y niñas haitianas necesitan ayuda humanitaria de emergencia, debido a la acumulación de crisis, agravada tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse, advirtió un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).

Ya antes del asesinato, el 7 de julio, este país caribeño –el más pobre del hemisferio- se encontraba en crisis, subrayada desde 2020 por la pandemia covid-19 y el paso del huracán Laura, el cual cobró la vida de decenas de personas, asoló miles de hogares, destruyó cultivos e intensificó la violencia de las pandillas.

Las pandillas controlan barrios enteros en esta capital y otras ciudades, libran a menudo combates entre ellas que dejan a civiles inocentes atrapados entre fuegos, y han obligado a huir de sus hogares a unas 20 000 personas.

El reporte del UNFPA presentó el testimonio de una residente del barrio capitalino Martissant, según quien “presuntos bandidos armados vinieron a violarnos de nuevo, nos expulsaron y nos golpearon. Quemaron nuestra casa, nos quitaron todo”.

En ese barrio de más de 300 000 habitantes en la entrada sur de Puerto Príncipe la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras cerró en julio su centro de operaciones debido a la inseguridad por la guerra entre pandillas.

Las mujeres “están atrapadas en el fuego cruzado, entre la covid-19 y la violencia”, observó Marie Deschamps, subdirectora de la institución médica Gheskio.

“Las víctimas están encerradas en sus hogares o refugios temporales y no pueden pedir ayuda. Otra debilidad es la falta de asistencia jurídica a la víctima que denuncia que ha sido violada sexualmente”, comentó Deschamps.

El año pasado los casos de violencia por motivos de género aumentaron en 377 por ciento y 6500 personas quedaron expuestas a la violencia sexual en los meses siguientes, de acuerdo con el reporte.

El clima de conflicto, inestabilidad y el desplazamiento han producido una crisis humanitaria y más de cuatro millones de personas, en este país de 27 750 kilómetros cuadrados y 11 millones de habitantes, necesitan ayuda de emergencia este año, y 60 por ciento de ellas son mujeres y niñas, según el UNFPA.

Cerca de 5000 personas desplazadas internas corren el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH/sida, y en los próximos tres meses es probable que 15 por ciento de 1000 partos previstos presenten complicaciones, lo que aumenta el riesgo de muerte materna.

“Hay necesidad en todos lados”, destaca el reporte. Unas 15 000 personas requieren servicios de planificación familiar y casi 3000 necesitan tratamiento para infecciones de transmisión sexual.

Hay centros de salud que pueden estar abiertos, pero el personal médico no tiene posibilidades de viajar para llegar a las personas que están en zonas afectadas.

La interrupción de las cadenas de suministro, los bloqueos de carreteras y los problemas de seguridad han provocado escasez de alimentos y suministros médicos.

El UNFPA ha desplegado personal y asistencia a los campamentos de desplazados internos, y en los primeros cinco meses del año atendió, con sus aliados, 6356 casos de violencia física y a 1347 sobrevivientes de violencia sexual, incluidos 110 hombres y casi 700 niños y niñas.

En la capital, los servicios de esta agencia de las Naciones Unidas han podido llegar a seis barrios, y unas 130 000 personas pudieron recibir atención en materia de salud sexual y reproductiva, planificación familiar y prevención de infecciones de transmisión sexual.

“Una vez más, las vidas y la dignidad de las mujeres y las niñas sufren innecesariamente a causa de los conflictos”, subrayó el reporte, al recordar que Haití es uno de los 10 países que más necesitan financiamiento para las respuestas de emergencia.

El UNFPA, que ha pedido recursos para sus labores en Haití por 25,5 millones de dólares, espera disponer de 4,5 millones de dólares en forma inmediata para apoyo y asistencia en materia de salud sexual, reproductiva y materna a víctimas de la violencia por motivos de género.

A-E/HM

8/05/2021

Prensa México jueves 5 de agosto de 2021

LA JORNADA
Demanda México ante Corte de EU a fabricantes de armas

México presentó ayer ante una corte federal de Estados Unidos una demanda en contra del comercio negligente e ilícito de armas en aquel país. Los denunciados son los fabricantes de armamento, a quienes México reclama una compensación económica para reparar los daños sufridos por sus prácticas negligentes, pero la principal motivación radica en que las empresas asuman una responsabilidad y adopten estrictas medidas de autorregulación para evitar el tráfico ilícito.

Un día después del segundo aniversario del tiroteo en un Walmart de El Paso, Texas, que dejó 23 muertos, muchos de ellos mexicanos, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, señaló que la demanda civil interpuesta ante un tribunal de Boston, Massachusetts,tiene como objetivo que "las empresas cesen de inmediato las prácticas negligentes que ocasionan daño y muertes en México".

El argumento central del litigio es que, desde hace varias décadas, las empresas demandadas son conscientes de que las armas que comercializan son traficadas y usadas en actividades ilícitas en México, inclusive en ataques en contra de las autoridades. Sin poder ignorar el uso que se da a ese armamento en México, los demandados promueven su venta al público en general destacando sus características militares, permiten ventas múltiples a un solo comprador y facilitan las ventas entre particulares, en las que no se efectúan revisiones de antecedentes del comprador o del origen del arma. En una conferencia transmitida en línea por la SRE, Ebrard informó que una de las exigencias de México es que los productores de armamento desarrollen e implementen estándares para monitorear y, en su caso, disciplinar a sus distribuidores que participan en el tráfico ilegal de sus artefactos. "Las firmas saben esto, pero argumentan que cuando sus productos salen a la venta ellos ya no tienen ninguna responsabilidad, pero sí la tienen. Por supuesto que tienen la información precisa de quién compra armamento pesado", subrayó Ebrard.

CONTRAPORTADA
Con juicio sumario, opositores deponen al titular del TEPJF

Ayer estalló la crisis que por meses se gestó en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Los cinco magistrados integrantes del bloque opositor a los "despropósitos" de la Presidencia, promovieron desde el inicio de la sesión evaluar su desempeño –objetivo que se detuvo inicialmente al suspenderse la sesión– y, más tarde, al forzar la reanudación de aquella, depusieron a José Luis Vargas como presidente y designaron a Reyes Rodríguez en su lugar.

Con la ausencia de Vargas, reanudaron por su cuenta la sesión para realizar un juicio sumario contra aquél e hicieron públicos "excesos de su caótica gestión" plagada de "abusos" contra sus pares y en la que el colofón ocurrió la semana pasada ante la "inadmisible" alusión de Vargas al acusarlos de actuar "en manada". Así, los magistrados culparon al magistrado presidente de todo: alterar los turnos de los expedientes, atentar contra la elemental certeza que debe tener ese órgano, postergar unilateralmente la polémica sesión para discutir las candidaturas a gobernador de Morena en Guerrero y Michoacán, colocar en riesgo la autonomía de la institución… y rubricaron con el "hecho público y notorio" de las investigaciones por presunto enriquecimiento inexplicable que realiza contra Vargas la Unidad de Inteligencia Financiera.

EL UNIVERSAL
Rebelión y crisis, en el Tribunal electoral

La crisis que ha vivido el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) desde hace meses terminó ayer en una rebelión de cinco de los siete magistrados que integran su Sala Superior, que llevó a que, hoy, este órgano jurisdiccional tenga dos presidentes, en medio —todavía— de la discusión de impugnaciones sobre el reciente proceso electoral.

Y es que, ayer, la magistrada Janine Otálora y los magistrados Felipe Fuentes, Felipe de la Mata, Indalfer Infante y Reyes Rodríguez buscaron que se incluyera en la sesión pública un punto para discutir el desempeño del magistrado presidente, José Luis Vargas, con miras a su destitución. El punto fue presentado por el magistrado Felipe de la Mata. Vargas Valdez y la magistrada Mónica Soto, se opusieron.

En consecuencia, el magistrado presidente decretó un receso de la sesión. La magistrada Janine Otálora, entonces, hizo uso de su facultad de magistrada decana del TEPJF y convocó a todas las magistraturas a sesión.

MILENIO
Crisis en el Tribunal Electoral que ayer tuvo tres presidentes

Ayer, el TEPJF tuvo tres presidentes: una decana, un expulsado y otro con nombramiento exprés. Y nadie tiene la absoluta certeza de cuál es el constitucional y cuál se quedará sólo como legítimo.

EXCÉLSIOR
El gobierno no cede y gaseros levantan paro

El paro de los distribuidores de gas LP que se rebelaron contra el tope de precios al combustible que fijó el gobierno federal duró un día.

Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la posibilidad de demandar a los comisionistas que nieguen el servicio, así como resguardar con elementos de la Guardia Nacional los camiones y pipas de quienes sí decidan salir a trabajar, a las 14:00 horas se anunció el levantamiento del paro.

EL HERALDO
Tribunal realiza cambio

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se sumergió en una crisis a causa de la división de dos grupos, lo que culminó en la definición de que el máximo órgano electoral lo presiden dos magistrados: José Luis Vargas Valdez y Reyes Rodríguez Mondragón.

Cinco de los siete magistrados dieron un albazo para remover a Vargas Valdez como presidente de la Sala Superior del órgano electoral y sustituirlo por Rodríguez Mondragón.

Ayer, al arrancar una sesión ordinaria del Tribunal, los magistrados Felipe Fuentes, Janine Otálora, Indalfer Infante, Felipe de la Mata y Reyes Rodríguez presionaron para meter de manera sorpresiva un punto para analizar el desempeño de Vargas Valdez al frente del Tribunal.

REPORTE ÍNDIGO
Tribunal Electoral, ruptura total 

En un episodio inédito en la historia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), cinco de los siete magistrados que integran el pleno, votaron por remover de la presidencia al magistrado José Luis Vargas Valdez y, en su lugar, designaron a Reyes Rodríguez Mondragón.

No obstante, horas después de lo sucedido, en un mensaje emitido por el propio Vargas a través del canal de YouTube del órgano que encabeza, aseguró que las acciones emprendidas por el magistrado Felipe de la Mata, y respaldadas por sus homólogos: Jeanine Otálora Malassis, Reyes Rodríguez, Felipe Fuentes e Indalfer Infante, carecen de sustento legal y constituyen “una ruptura constitucional ilegal”.

La jornada del día de ayer ha dado paso a la que es ya la peor crisis institucional por la que ha atravesado el máximo tribunal en materia electoral en sus casi 25 años de vida, y ha llevado a la división entre los magistrados a un punto de no retorno. No solo está en juego la presidencia, sino que el cisma provocado por la accidentada sesión de este miércoles pone en riesgo la permanencia de todos los miembros de la Sala Superior.

LA RAZÓN
Crisis, destitución...y Tribunal Electoral, con 2 presidentes

En acción inesperada, cinco magistrados quitan del cargo al polémico Vargas; dan cuenta de actuaciones indebidas y de la indagatoria de UIF en su contra; el depuesto magistrado alista controversia; el líder de la Jucopo plantea que el Senado actúe para evitar crisis, sus pares de oposición difieren 

EL SOL DE MÉXICO
México demanda a fabricantes de armas

El Gobierno mexicano, a través de la Cancillería, presentó una demanda en la Corte Federal de Boston contra 15 armadoras por sus actividades irresponsables en el tráfico de armas que van a parar a manos del crimen organizado.

La demanda señala que México busca una compensación, pues alega que Smith & Wesson, Barrett Firearms, Colt's Manufacturing Company, Glock Inc, Sturm, Ruger & Co Inc y otras sabían que sus prácticas comerciales generaban daño al país, así como ser productores de más del 68% de las más de medio millón de armas que se introducen ilegalmente a México cada año.

REFORMA
Tumban a Vargas; entra Trife en crisis

Acusado de violentar reglamentos internos y de actuar de manera discrecional, el Magistrado José Luis Vargas fue destituido ayer como presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Cinco de los siete integrantes de ese organismo votaron por la remoción del Magistrado Vargas a sólo nueve meses de que asumió las riendas del Tribunal Electoral y a cinco días de que fue reabierta la investigación de enriquecimiento ilícito que presentó en su contra la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).

EL FINANCIERO
Fractura y crisis en el Tribunal Electoral

La crisis que desde hace meses se vive en la cúpula del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se desbordó ayer, en medio del proceso de calificación de la elección de junio pasado.

En un hecho sorpresivo e inédito, cinco de las siete magistradas y magistrados de la Sala Superior removieron a su presidente, José Luis Vargas, y en su lugar nombraron al magistrado Reyes Rodríguez.

EL ECONOMISTA
Repartidores de gas del Valle de México levantan paro por el tope a precios

Se reanudó la distribución del carburante en el Valle de México, luego de que López Obrador anunciará que habría denuncias contra los permisionarios y planteara la presencia de la Guardia Nacional para evitar bloqueos a las plantas.