Este 2 de abril se cumplen 6 años desde que Karla Valencia, una joven partera, médica, adscrita a la policía de investigación de la Secretaría de Seguridad Pública, fue asesinada al interior de su vehículo, frente a las instalaciones de la Clínica Número 20 del IMSS, ubicada en la calle Cerrada Sur de los 100 metros, colonia Nueva Vallejo, alcaldía Gustavo A. Madero.
Si bien esta zona es ampliamente transitada tanto por vendedores, personal y personas usuarias del Instituto, a 6 años de los hechos, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México solo cuenta con un retrato hablado del presunto asesino.
En una audiencia de ayer, la Fiscalía para la Investigación del Delito en Feminicidio en la Ciudad de México –que tomó el caso desde 2020, luego de que la Fiscalía de Homicidios no avanzó en las investigaciones– informó a Clara que en las semanas recientes se llevarán a cabo diligencias para que las y los testigos de los hechos aporten más información.
“Los licenciados del IMSS, que también caen en feminicidas, le prohibieron a su personal que hablaran, a los que vieron, junto con las guardias de seguridad que tenían contratadas; no se vale. Yo a toda la gente que convive aquí, a todos los negocios, a todos los señores que trabajan en los alrededores, les pido por favor que se tienten el corazón, que si saben algo, lo digan. No va haber represalias pero que tengan compasión. Hoy por mí, mañana por ustedes. Los feminicidios están a la orden del día, son casi 13 mujeres las que matan al día (…) si saben algo les ruego a todos que por favor hablen, que no se detengan”, dijo Clara Yáñez durante la protesta.
Karla murió por una herida de bala que la impactó en el tórax. De acuerdo con lo que explicó Clara a Cimacnoticias, al iniciar la investigación de los hechos, la policía capitalina dijo que no había cámaras ni testigos que permitieran saber qué pasó, esto a pesar de que los hechos ocurrieron frente a una caseta de seguridad privada del IMSS.
Es de recordar que, ante la desconfianza en las pesquisas ministeriales, Clara inició sus propias investigaciones. No obstante, ni el IMSS ni la empresa de seguridad privada le quisieron dar información y, de acuerdo con Clara, prohibieron a probables testigos dar declaraciones.
“Yo exijo justicia y estoy aquí. Sé que corro peligro y tengo miedo, tengo miedo por mi familia. También por ustedes que están aquí acompañándome”, expresó Clara, quien meses después del asesinato de su hija fue perseguida por un auto, conducido por un hombre que portaba un arma.
Al inicio de la manifestación, que consistió en una ceremonia espiritual, pronunciamientos y colocación de mantas, directivos de la Clínica 20 del IMSS retiraron de la explanada principal a Clara y a las otras madres de víctimas que la acompañaban, y les dijeron que llevarían a personal de limpieza para que retirara los elementos de su ceremonia. Por ello, la protesta tuvo que llevarse a cabo en la calle.
Irregularidades en el caso
En la averiguación previa, Clara pudo constatar que la cámara más cercana a los hechos dejó de funcionar tres horas antes de que fuera asesinada y que un policía de investigación entrevistó a una persona testiga que aseguró vio correr a un individuo hacia la avenida de los 100 metros y un coche en movimiento.
De acuerdo con una de las hipótesis del caso, el agresor disparó a Karla, corrió hacia un auto que lo recogió y luego se fue. La otra teoría es que ella era perseguida desde que salió de un cajero público, donde retiró dinero.
Clara explicó que al iniciar la investigación las autoridades le pidieron llevar el auto de Karla a lavar pero no registraron algunas pruebas claves que había en él. Por ejemplo, el parabrisas del coche estaba escurrido de alguna sustancia, por lo que supone que quien le disparó, antes le arrojó algo al auto para que ella frenara. Clara también se encontró que la manija tenía marcas de manos del lado de la puerta del conductor que podrían indicar que ella se aferró a la puerta para evitar que la sacaran de él y también encontró el casquillo de la bala con la que se asesinó a la joven.
Si bien en las primeras pesquisas sólo se consideró la herida de bala como la causa de muerte, una necropsia (contenida también en la investigación) demostró que Karla había sido golpeada tres veces en la cabeza.
Las propias investigaciones de Clara la llevaron a conocer que al ver pasar una patrulla de la policía auxiliar, Karla –presumiblemente aún con vida– prendió las intermitentes de su auto en signo de ayuda. Aún después de haber sido atacada, Karla seguía viva. No obstante, el conductor de esta patrulla sólo se asomó, observó los hechos y se fue.
Después de esto, dos camionetas pickup de la policía de Seguridad Pública de la CDMX (ahora Secretaría de la Seguridad Pública y Ciudadana), llegaron al lugar de los hechos pero, de acuerdo con Clara, tampoco ayudaron a Karla sino que esculcaron sus pertenencias y la robaron. Estos policías reportaron el hallazgo del cuerpo de la joven.
En una entrevista pasada hecha por esta agencia de noticias, la Fiscal Especializada, Sayuri Herrera, y el Ministerio Público a cargo de la investigación, Simón Moisés Ríos Ugarte, explicaron que el caso de Karla se inició por el delito de homicidio, sin embargo, se trata de una muerte violenta de mujer que debe investigarse desde una perspectiva de género, por lo que si en el avance de las investigaciones se logra acreditar algunas de las razones de género contempladas en el Código Penal de la CDMX, podría acreditarse como feminicidio.
Herrera explicó que si bien no hay más testigos ni videos incorporados, la carpeta de investigación está integrada por muchas otras pruebas como son la necropsia, una mecánica de lesiones, una mecánica de hechos, un dictamen de antropología, entre otras, sin embargo, en este caso la primera dificultad ha sido dar con la identidad del agresor porque los datos de prueba han sido limitados.
La Fiscal agregó que las sospechas de Clara con respecto a la mala actuación de los policías que encontraron el cuerpo de Karla y que investigaron los hechos, fue motivo de una vista a la Fiscalía de Delitos cometidos por Funcionarios Públicos y es una investigación que se está llevando a cabo por separado.
Sayuri Herrara explicó que como el caso de Karla, muchas de las carpetas de investigación que se integraron en el anterior sistema de justicia penal (hasta 2016) en la Fiscalía de Homicidio, carecen de perspectiva de género y tienen deficiencias en el procesamiento de los lugares de hechos.
Al respecto, el Ministerio Público que desde hace cuatro meses investiga el asesinato de Karla dijo que están reinvestigando el caso a través de nuevas diligencias, por ejemplo, se busca nuevamente a las y los testigos, se logró la difusión del retrato hablado y, a través de la solicitud de bitácoras, se busca a otras personas que pudieron haber presenciado los hechos pero no han declarado.
Por la actuación de la FGJCDMX en el caso de su hija, Clara interpuso una queja en la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, y ahora espera que la Fiscalía permita que grupos independientes, especializados, realicen nuevos peritajes.
22/AJSE/LGL
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