El 3 de septiembre de 2023, el día en que se había programado una consulta para que ciudadanos eligieran a la candidata presidencial del Frente Amplio por México, se le entregó la constancia a Xóchitl Gálvez como la elegida y la denominaron “candidata ciudadana” por las firmas de personas que recolectaron en el proceso y quienes al final no pudieron votar.
Ciudad de México, 28 de septiembre (SinEmbargo).- En los últimos meses, los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) no sólo se hicieron de una alianza y una candidata, sino también de los datos personales de 2 millones 297 mil 529 personas que los entregaron bajo la promesa de participar en una consulta para elegir a quien los representara en las elecciones presidenciales de 2024, algo que no ocurrió.
La consulta no se realizó porque los aspirantes se fueron bajando de la contienda. Eso sí, dejaron sus firmas recolectadas. Luego, los partidos y el Comité Organizador del Frente anunciaron que la candidata fue definida por una encuesta, por lo que el proceso de votación ya no fue necesario aunque la recolección de firmas continuó. Así se eligió en un acuerdo cupular a la Senadora Xóchitl Gálvez Ruiz en un proceso que los organizadores insistieron en señalar como ciudadano pese a que no hubo una votación de por medio.
SinEmbargo buscó una postura del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) sobre si había una irregularidad o un uso indebido de estos datos personales, pero la dependencia respondió que para poder indagar tiene que haber antes una denuncia de alguna de las personas que se haya registrado en la plataforma de la empresa contratada por el Frente.
En total, fueron 2 millones 297 mil 529 personas quienes entregaron su información a los partidos y a la empresa Hubox S de RL de CV. Hoy, la plataforma del Frente Amplio por México ya no está activa, pero de acuerdo con el Aviso de Privacidad, se le regalaron a la Alianza y a la empresa los derechos para hacer lo que deseen con toda la información que los aspirantes les solicitaron a los participantes para cumplir con el requisito que buscó darle el toque “ciudadano” a la elección de su candidato presidencial.
El Comité Organizador del proceso del Frente Amplio por México puso unas reglas claras para las firmas que los aspirantes debían presentar para pasar a una siguiente etapa: no serían aceptadas firmas en hojas de papel sino que estuvieron sujetas a una “prueba de vida”, es decir con foto de la persona. La información se subiría a una plataforma en la que también se daría de alta la credencial de elector del ciudadano y los datos biométricos de su rostro.
Así, se conformó un padrón en el que solo se eliminaron 600 mil registros por anomalías.
La empresa encargada de poner en marcha la aplicación se llama Hubox S de RL de CV, que de acuerdo con su página de internet, es una compañía mexicana dedicada a la implementación de “Inteligencia Estrategia Institucional”, especializada en la certificación de correo electrónicos, cumplimiento con Ley de Firma Electrónica Avanzada, manejo de oficios electrónicos, automatización de mensajería, uso de herramientas Big Data, así como a los datos abiertos.
¿Qué fue lo que firmaron los ciudadanos que confiaron en el proceso del Frente?
En pocas palabras, regalaron sus datos a los partidos para lo que ellos quieran, incluso, para publicidad.
De acuerdo con el Aviso de Privacidad, PRI, PAN y PRD poseen de los firmantes los “Datos Generales” que son “nombre completo o denominación o razón social, correo electrónico, teléfono fijo y/o teléfono móvil, Clave Única de Registro de Población (CURP), Registro Federal de Contribuyentes (RFC), domicilio completo (calle, número exterior, número interior, colonia, alcaldía o municipio, estado o ciudad, código postal y país) y redes sociales”.
También son dueños de los “Datos sensibles”, que son el “origen racial, étnico, estados de salud, información genética, creencias, filiación política, preferencias sexuales, información patrimonial, datos laborales, académicos y/o profesionales, entre otros”.
Y los “Datos biométricos” que son los que se obtienen a partir de un tratamiento técnico específico, “relativos a las características físicas, fisiológicas o conductuales de una persona que permitan o confirmen la identificación única de dicha persona, tales como fotografías e imágenes faciales y/o corporales, reconocimiento de voz, así como datos dactiloscópicos y huellas dactilares”.
Sobre la finalidad de los datos se establecen distintas cuestiones que se vuelven relevantes ya que luego de que se eligiera a Xóchitl Gálvez como la candidata, el fin público de los registros que era la consulta no se concretó, sin embargo, Hubox estableció que para cumplir con ello, podía transferir los datos a terceros.
Pero pasada la elección, PRI, PAN y PRD solicitaron “integrar expedientes y bases de datos y dar tratamiento a los mismos, ya sea directamente o a través de terceros para participar en las etapas del proceso […] o cuando así se requiera”.
Esos otros fines, llamados secundarios, pueden ser para publicidad y estudios estadísticos.
En cuanto a los datos biométricos, que fue el registro de huellas dactilares y del reconocimiento facial, la empresa y los partidos, como dueños de los datos, fueron una forma de autorización “expresa y comprobable” para integrar expedientes y resguardar los datos para los fines que se deseen, ya que también hay una cláusula en la que establecieron que PRI, PAN, PRD y Hubox “podrán modificar y actualizar” lo aceptado por los usuarios, “en cualquier tiempo, derivado de requerimientos legales; nuestras propias necesidades; nuestras prácticas de privacidad; por cualesquiera otras causas cuando así lo consideremos conveniente y/o necesario”.
Desde el pasado 22 de agosto, SinEmbargo consultó Rodrigo Morales Manzanares, integrante del Comité Organizador del Proceso del Frente sobre los puntos anteriores.
Se le hicieron las siguientes preguntas:
–Ya con el proceso avanzado, casi por concluir, ¿los partidos les compartieron el contrato que se pagó a la empresa Hubox S de RL de CV? ¿Será posible conocer el costo?
–Sobre la recolección de firmas, ¿todos los ciudadanos que dieron sus datos firmaron el Acuerdo de Privacidad que elaboraron tanto Hubox como los partidos? ¿Ustedes como Comité estuvieron al tanto de esos lineamientos?
–Hay un punto del Aviso de Privacidad que estipula que los datos personales (los generales, los sensibles y los biométricos), “podrán ser transferidos a terceros”. ¿Como Comité ustedes saben qué o quiénes son esos “terceros?
–Otro punto del mismo Aviso agrega que éste podrá ser modificado “derivado de requerimientos legales; nuestras propias necesidades; nuestras prácticas de privacidad; por cualesquiera otras causas cuando así lo consideremos conveniente y/o necesario”.
–¿Eso no supondría un riesgo para la información de las personas?
Ninguna tuvo respuesta.
Sobre el costo del proceso, el Comité informó que los gastos serían a cuenta de los partidos políticos que integran el Frente Amplio, pero de acuerdo con los datos de la Plataforma Nacional de Transparencia, ni PRI, ni PAN ni PRD han dado a conocer cifras al respecto ni el contrato celebrado con Hubox.
Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
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