4/08/2024

El estilo personal de debatir



Violeta Vázquez-Rojas Maldonado

El debate transcurrió sin sorpresas: en su formato rígido y complicado, las candidatas y el candidato expusieron contra reloj lo que llevaban preparado. El problema con los debates es que pasa como con los exámenes: lo único que muestran no es quién es más apto para el cargo, sino quién es bueno para ajustar la expresión de sus ideas a la estrechez del tiempo asignado. Sintetizar, tratar de entusiasmar a la audiencia con intervenciones breves estrictamente medidas y no obnubilarse bajo estrés es una habilidad especial, y a eso se reduce lo que exponen los debates. Pero a pesar de sus limitaciones, podemos colegir  algunas cosas a partir de la manera de conducirse de cada uno de los candidatos. 

Para sorpresa de nadie, Claudia Sheinbaum es la que se desempeña mejor. Serena, preparada, va seleccionando las participaciones pretendidamente filosas de sus rivales. Como es lógico, ella es el blanco de los ataques de los dos. Pero la materia de los reproches no es nueva. Incluso ya los conocemos con títulos: “El Rébsamen”, “La Línea 12”, porque sólo con decir esos nombres sabemos de lo que se habla. No son ni siquiera acusaciones -porque ni tienen un enunciado claro acerca de cuál es exactamente la responsabilidad de la candidata en esos sucesos, ni presentan evidencias que respalden esos eventuales enunciados, y las que han presentado han sido múltiples veces desmentidas-. Los reproches son, más bien, una especie de cartas manchadas que se sacan para encender en la memoria de la audiencia un recuerdo: “hubo un escándalo ahí”, y activar con él las sensaciones de alarma, de indignación y de impotencia que dejaron esas tragedias. Años después, los diseñadores de campañas, los que confeccionan lo mismo discursos políticos que eslogans para vender mercancías, aconsejan a sus clientes que es buena idea usar las tragedias como armas arrojadizas: “pégale con eso”, casi los oímos decir. Dardos que, de tan usados, han ido quedando romos, pero dardos al fin.

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