Leonardo García Tsao
El resultado se titula simplemente Beatles’64 y abre con escenas de la presidencia de John F. Kennedy culminando, claro, con su muerte en noviembre de 1963. La repetida tesis es que la llegada del cuarteto inglés y su gozosa música, en febrero del año siguiente, sacó a toda la población estadunidense de su estado de duelo colectivo.
Muy bien, pero eso no explica el furor que los Beatles causaron en otros países –como México– donde John, Paul, George y Ringo (no se necesitan apellidos ¿verdad?) nunca pisaron como grupo. A los mexicanos de entonces nos importaba poco el asesinato de Kennedy. Lo que queríamos era escuchar más canciones de los Beatles en la estación, Radio Éxitos, que se apropió del fenómeno.
Tedeschi ha reditado el increíble trabajo de los Maysles y ha añadido
testimonios de gringos que vivieron ese momento. Entre ellos, el de
Jamie Bernstein, hija de Leonard, quien habla de cómo George despertó en
ella sus primeros impulsos eróticos cuando soñó que él la besaba ¡en la
mejilla! También está el escritor Joe Queenan, quien compara el momento
en que primero escuchó a los Beatles a la sensación de que alguien había prendido la luz
.
Y hasta el cineasta David Lynch, entonces un preparatoriano, habla en
tonos de reverencia sobre haber visto al grupo tocando en vivo.
Desde luego, lo más interesante del documental es el pietaje de los Maysles. Ver a los Beatles interactuando con la cámara, en medio de un estado de cautiverio y enfrentando la actitud hostil de la mayoría de los adultos y la histeria de sus incontables fanáticas, es una revelación. Paul y Ringo son los más extrovertidos para payasear ante la cámara. De hecho, el primero siempre ha dado la impresión de ser quien más disfrutó ser un Beatle. John, típicamente, es el más reservado y pensativo. Mientras George, de apenas veintiún años, parece un niño en juguetería.
Otro detalle es la irreverencia de los cuatro ante la prensa gringa. Los Beatles –a diferencia de Elvis Presley, digamos– no se intimidaban ante las preguntas agresivas y contestaban con simpática socarronería. Según explica George en una entrevista de archivo, todos los habitantes de Liverpool se creían comediantes… y ellos no fueron la excepción.
Entrevistas con músicos negros como Smokey Robinson revelan que los Beatles fueron los primeros en reconocer la influencia de la música negra en sus propias composiciones. Y de ahí, el rechazo de la mayoría blanca. La fallecida Ronnie Spector cuenta la anécdota de cómo se llevó al cuarteto a Harlem, donde pudieron gozar por unos instantes del anonimato.
Y por si alguien todavía duda del estatus roquero de los Beatles, ahí tienen su exuberante interpretación de piezas como Long Tall Sally y Roll Over Beethoven, de Little Richard y Chuck Berry, respectivamente, en su primer concierto en Washington. El regocijo contagioso de los músicos da a imaginar que ellos ya estaban conscientes, desde entonces, de ser el cuarteto más trascendente en la historia de la humanidad.
(Beatles’64 se exhibe en la plataforma Disney+).
Beatles‘64
D: David Tedeschi / M: The Beatles / Ed: Maria Rehmet / Con: John Lennon, Paul McCartney, George Harrison, Ringo Starr / Sonido: Josh Berger, Allan Salezki /P: Park Post Road Production, Sikelia Productions, Estados Unidos, 2024.
X: @walyder
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