8/10/2024

Madre, esposa y antifeminista: el papel de las trad wives en las ambiciones ultraderechistas

Berta Gómez Santo Tomás

¿Cuál es tu VMS? Esta es una de las preguntas iniciales que puede encontrar una usuaria al interesarse por la comunidad de las trad wives (forma acortada del inglés traditional wives, esposas tradicionales, en castellano). VMS son las siglas de “Valor en el Mercado Sexual” y miden el deseo sexual que una mujer despierta en un hombre: son ellos quienes otorgan una nota del 1 al 10 y esta es variable según el gusto de cada uno.

Las llamadas trad wives –organizadas bajo este nombre particular– constituyen un movimiento nacido en internet, en principio minoritario, pero que ha ido ganando popularidad e influencia en el discurso público de Estados Unidos y Europa durante los últimos años. El perfil de una trad wife, a grandes rasgos, es el de un ama de casa que prefiere servir a su marido y tener hijos e hijas en lugar de trabajar fuera del hogar. Mujeres cristianas que se oponen al feminismo, creen en el determinismo biológico que divide la función de hombres y mujeres en la sociedad y proclaman que las familias merecen reconocimiento social. Su ideario político está en sintonía con el autoritarismo nostálgico de la extrema derecha.

El perfil de una trad wife, a grandes rasgos, es el de un ama de casa que prefiere servir a su marido y tener hijos e hijas en lugar de trabajar fuera del hogar

“Estas mujeres, al igual que los activistas por los derechos de los hombres, perciben los roles de género como el resultado de la economía del sexo”, explica la periodista Julia Ebner en La vida secreta de los extremistas (Temas de hoy), que se ha infiltrado en unos de estos grupos online para saber como funcionan. “La comunidad heterosexual, creen, debería percibirse como un mercado en el que las mujeres venden sexo y los hombres lo compran. En consecuencia, para estos grupos el recurso más importante de una mujer es su VMS”, añade.

Cuando la periodista le pregunta a una de las integrantes del grupo por qué no se valoran otros factores como la inteligencia o el humor, ella contesta que “la feminidad y la edad son las cualidades más importantes para atraer a los hombres. La educación, la carrera o el lugar de trabajo no influyen en el VMS de una mujer. Piénsalo, esos valores no aumentan la satisfacción sexual de su pareja masculina”. Otra participante comenta a continuación que si Ebner no quiere que baje su VMS, debe prestar atención a su número n, “ya sabes, el número de pollas. La naturaleza humana del hombre es desear cada vez menos a una mujer conforme el número de n de esta aumenta”.

Internet: lugar de origen y desarrollo

El movimiento de las trad wives surgió en 2012 como el equivalente femenino de The Red Pill: una comunidad misógina de Reddit, el foro más grande de internet, donde se pretendía “generar debates sobre estrategia sexual en una cultura que carece cada vez más de una identidad masculina”. Algunos de los foros cuentan con millones de miembros: PUA (artistas del ligue, según sus siglas en inglés), donde se enseña a manipular las mentes de las mujeres para ligar; MGTOW, una comunidad anti matrimonio; o la que es la plataforma más grande y violenta hasta el momento, Celibato Involuntario (incel, por su acrónimo en inglés), un movimiento de hombres que busca venganza porque las mujeres de hoy en día no quieren acostarse con ellos.

“Estos grupos siguen estrategias diferentes para reconquistar el poder masculino, el orgullo y el privilegio, pero todos comparten una hostilidad manifiesta hacia el feminismo, el liberalismo y los roles de género modernos”

Aunque en un primer momento –y aún hoy en un enorme porcentaje– The Red Pill se constituyó como un movimiento exclusivamente masculino, el sector femenino ya tiene su aportación concreta: existen unas 30.000 mujeres solo en Reddit que se autodenominan trad wives o red pill woman. Como expone Ebner, “estos grupos siguen estrategias diferentes para reconquistar el poder masculino, el orgullo y el privilegio, pero todos comparten una hostilidad manifiesta hacia el feminismo, el liberalismo y los roles de género modernos. Ridiculizan movimientos como el #MeToo y acusan a las activistas por los derechos de la mujer de ser feminazis”.

Sería un error considerar que estas comunidades solo se desarrollan en lugares oscuros de internet. “La rebelión incel ya ha comenzado”, escribió en Facebook Alex Minassian, un chico de 25 años, antes de matar a 10 personas en Toronto atropellándolas con su furgoneta. Y lo mismo ocurre con las trad wives: internet solo es su lugar de reunión, un espacio para compartir acciones que tienen un anclaje sólido en su forma de participar en el mundo.

Sus post y vídeos están cargados de colores pastel, paisajes bucólicos, panes horneados con ingredientes “naturales”, sonrisas y niños y niñas rubios

Sus tentáculos ideológicos han perpetrado las redes sociales mainstream. #tradwife es un hashtag con 43 millones de menciones en Instagram y 84 millones de visualizaciones en TikTok, la red social donde más horas pasa hoy la generación Z (personas nacidas entre 1995 y 2009). Bajo este paraguas se reúnen críticas al feminismo radical, recetas de cocina, consejos para la crianza y formas de aumentar tu VMS. Sus post y vídeos están cargados de colores pastel, paisajes bucólicos, panes horneados con ingredientes “naturales”, sonrisas y niños y niñas rubios. Las mujeres tradicionales siguen en sus perfiles de redes sociales una estética particular, la de la esposa estadounidense de los años 50.

Pero existe una gran diferencia con ellas: si antes esta era sencillamente la vida que estaban obligadas a vivir la mayoría de las mujeres por el hecho de serlo, las trad wives del siglo XXI trabajan en una campaña para promocionar su forma patriarcal de ordenar al mundo. Es decir, son más bien influencers de los años 50: utilizan un lenguaje publicitario que vende la vuelta al hogar como una aspiración y una lucha diaria contra lo establecido. “Creo que mi vida adulta ha sido muy diferente de lo que es normal hoy en día: estoy casada y he sido mamá desde los 18 años. Solo Dios sabe cuánto dolor me infligí a mí misma y a los demás al no escuchar siempre la voz de coraje que encontré a esa edad. Todavía me causa dolor vivir con las consecuencias de haberme apoyado en la narrativa común de lo que es el éxito femenino”, escribió en Instagram para celebrar su cumpleaños la danesa Ekaterina Andersen, (@ekaterinaandersen), una de las trad wives con más influencia en Europa.

“Al autopromocionarse participan activamente de la esfera pública de una forma que nunca se habría permitido a un ama de casa subordinada en el sentido histórico”

Para la filósofa alemana Catherine Newmark este trabajo en redes sociales les otorga un estatus bien diferente al de antaño, “las trad wives no son solo amas de casa, esposas y madres, como pretenden ser”, expone en un artículo publicado en Zeit online. “Como estrellas de Instagram reciben mucha atención en forma de ‘me gusta’ y comentarios, algo que no se suele recibir por el trabajo reproductivo, ni por las repetitivas y anodinas tareas de limpieza y cocina en el día a día del hogar. Al autopromocionarse participan activamente de la esfera pública de una forma que nunca se habría permitido a un ama de casa subordinada en el sentido histórico”. Newmark concluye que resulta incluso difícil imaginar que este laborioso trabajo de autopromoción identitaria –sesiones de fotos, larguísimos textos, grabación de podcast y mantenimiento de páginas web– sea compatible con las tareas “femeninas” que se enorgullecen de realizar.

¿Quién quiere ser una trad wife?

El auge del movimiento #tradwife no puede entenderse sin las políticas neoliberales que han creado un mercado laboral precario, ultracompetitivo, donde predominan los trabajos temporales y la inseguridad. Su discurso neoconservador explota el malestar social de las clases populares del mismo modo que la ultraderecha.

Despliegan también su discurso de odio hacia la comunidad LGTBIQA+ por perturbar sus planes binaristas. En sus foros, la homosexualidad se puede curar y la transexualidad, que apenas se nombra, es una monstruosidad

El diagnóstico de la actualidad es para las trad wives igual de catastrofista que para los sectores reaccionarios: las mujeres blancas son más infelices que en 1950 y ya no tienen criaturas porque deben trabajar una doble jornada, dentro y fuera de casa. Este ejercicio nostálgico ofrece una exposición simple que los datos parecen corroborar y, al mismo tiempo, demuestra su incapacidad de avanzar hacia otros imaginarios: las esposas de la ultraderecha consideran que invertir los roles y dejar su papel familiar no es posible para la mayoría. Es entonces cuando se despliega el argumento biológico: las mujeres están programadas para estar en casa –como madres y cuidadoras– y los hombres están hechos para ganar dinero en el sistema productivo. Y sobre esta base despliegan también su discurso de odio hacia la comunidad LGTBIQA+ por perturbar sus planes binaristas. En sus foros, la homosexualidad se puede curar y la transexualidad, que apenas se nombra, es una monstruosidad.

Frente al descenso de la natalidad, “no podemos renovar nuestra nación con los bebés de otros”, exclama Ayla Stewart como solución a la idea del “gran reemplazo” que proclaman los partidos de extrema derecha

Ayla Stewart es una de las trad wives más conocidas en Estados Unidos, responsable de popularizar el uso de este término en los medios tradicionales tras su apoyo al expresidente Donald Trump en la campaña de 2016. Hoy, lo primero que aparece en su página web Wife with a purpose (esposa con una misión) es un mensaje en letras grandes debajo de su foto: “La madre cristiana más censurada en Estados Unidos”. Stewart, con una marcada estética hiperfemenina, afirma ser una “exfeminista” y partidaria del “nacionalismo blanco”. Lo que ella considera censura se ha producido tras años publicando vídeos en diferentes canales en los que pedía a las mujeres que se sumaran al “reto del bebé blanco”. Frente al descenso de la natalidad, “no podemos renovar nuestra nación con los bebés de otros”, exclama, como solución a la idea del “gran reemplazo” que proclaman los partidos de extrema derecha.

Stewart sirve como paradigma del papel que han cumplido las trad wives en el ascenso de la ultraderecha durante los últimos años, transformando su imagen de una forma muy concreta. Tal y como explica la periodista Susanne Kaiser en el libro Odio a las mujeres (Katakrak), “estas mujeres aparentemente inofensivas quieren participar en una guerra racial imaginada con sus armas de mujer (que se reducen a la capacidad de dar a luz y criar a los hijos). Sin embargo, también hablan del legítimo deseo de sentirse realizadas en una vida matrimonial clásica y en la maternidad y de este modo alejan la atención del contenido extremista. Con sus bonitos rostros de niña y su actitud, que se puede confundir fácilmente con conservadurismo, estas jóvenes quieren conseguir una normalización en el centro de la sociedad”. Silenciando el núcleo violento de su ideología en los canales de marketing, estas mujeres son las encargadas de transmitir la idea, explica Kaiser, de que un “estilo de vida identitario” puede ser agradable, tranquilo y, por último, deseable.

Cada vez más, el movimiento #tradwife tiene influencia en la política institucional. En Polonia, el partido ultraderechista Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco) llegó al poder en 2015 gracias al voto femenino: más mujeres que hombres votaron por un partido que quería limitar sus derechos reproductivos y que consideraba una “amenaza a los grupos LGBTI”. ¿Por qué lo hicieron? Una de las primeras medidas que tomó el PiS tras alcanzar el poder fue lanzar el programa Familia 500+, concediendo a las familias una asignación mensual a partir del segundo hijo o hija y un bono especial si llega inmediatamente después del primer nacimiento. También se aprobó la concesión de 1.000 euros para aquellas mujeres que dieran a luz criaturas con una enfermedad terminal o discapacidad grave. Las madres de cuatro hijos o hijas o más tendrían derecho a una pensión básica aunque no hubieran trabajado y la edad de jubilación de las mujeres se redujo a 60 años –la de los hombres es de 65–.

Aunque estas medidas han beneficiado a muchas familias desde el punto de vista económico, también han expulsado a las mujeres del mercado laboral y empobrecido los hogares que no entran en la categoría de familia normativa. Y lo que es peor: hoy podemos comprobar que las medidas allanaron el camino para la prohibición casi total del aborto –también en casos de malformaciones en el feto–, provocando situaciones de extrema violencia e incluso a la muerte, para algunas embarazadas. Como han denunciado las miles de mujeres feministas que salieron a la calle para protestar por esta restrictiva ley, las ayudas de Familia 500+ empoderaron a algunas a costa de aumentar la precariedad de otras.

Esto sintetiza bien la situación del movimiento trad wives: al definirse en primer lugar como antifeministas, siempre estarán supeditadas al feminismo. Paradójicamente, la visibilidad y la influencia pública que tienen sobre millones de mujeres solo es posible gracias a las ideas que denigran. Pero como demuestra el caso de Polonia, y de su creciente impacto en la política institucional en Estados Unidos y otros países de Europa, el hecho que sean figuras de contingencia ligadas al feminismo las hace más peligrosas que si fuesen un movimiento silencioso y abnegado de repliegue al hogar.

Este reportaje fue publicado en el monográfico de Odios, en noviembre de 2022. Puedes conseguir un ejemplar en papel en nuestra tienda online.

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Grandes fortunas financian la principal red antiaborto de México

 

Las mujeres mexicanas tienen derecho a un aborto seguro.

 Algunas de las familias y empresas más ricas del país les ponen trabas, entre ellas la fundación del popular Dr. Simi.

Mark A Paulda /Getty Images / Pexels / Composición de James Battershill

MÉXICO – En 2005, cuando el fundador de una de las cadenas de farmacias más grandes de México hizo el intento (fallido) de postularse a la presidencia, expuso su postura a favor del aborto, una opinión por entonces polarizante ya que en el último censo 88 % de la población se había declarado católica.

A medida que crecían las movilizaciones y campañas por la autonomía reproductiva, muchos estados fueron legalizando el aborto y la Suprema Corte de Justicia lo despenalizó a nivel federal el año pasado.

Víctor González Torres también cambió, pero en sentido contrario. En los últimos siete años, el brazo filantrópico de su empresa Farmacias Similares donó 86 394 dólares a una poderosa organización mexicana que intenta evitar que las mujeres accedan a un aborto.

La Fundación del Dr. Simi, creada por González Torres, no está sola. openDemocracy descubrió una ola de dinero opaco que va de 22 influyentes fundaciones familiares y empresariales mexicanas a Vifac (Vida y Familia), una organización sin fines de lucro que maneja una red de ‘centros para embarazos en crisis’.

Estos centros dicen entregar a las personas embarazadas información sobre salud reproductiva, pero en realidad tratan de convencerlas de que no aborten, ofreciéndoles apoyo material pero también desinformación.

openDemocracy pasó seis meses revisando numerosos reportes fiscales y financieros para revelar que entre 2017 y 2023 estas fundaciones entregaron a Vifac 1,9 millones de dólares. Este dinero, que corresponde a 10 % de los ingresos totales declarados por Vifac en el período, contribuye a que la red sostenga sus polémicas actividades contra la salud y las opciones reproductivas de las personas que se embarazan en México.

Esas 22 fundaciones cubren una gran variedad de sectores de la economía. Entre las 10 que dieron más dinero a Vifac hay brazos filantrópicos de negocios financieros, cadenas de farmacias, tiendas y supermercados, compañías líderes en panificados, tequila y refrescos, construcción y maquilas.

En algunas de esas fundaciones hay familias con dilatadas posiciones antiabortistas, y otras que dicen apoyar la equidad de género y los derechos sexuales.

También encontramos una polémica organización que controla recursos fiscales recaudados por el gobierno de Chihuahua, en el norte del país, y una fundación creada por los propietarios de José Cuervo, la mayor productora mundial de tequila.

Solo algunas de las 22 fundaciones contestaron las preguntas de openDemocracy. Sus respuestas están incluidas en el artículo.

“Podemos ver claramente quiénes son los agentes antiderechos y la gran red de apoyo que tienen, lo que demuestra su capacidad de influencia y poder en distintos ámbitos de la sociedad”, dijo a openDemocracy la activista Sandra Cardona, integrante de la Red Necesito Abortar, que ayuda a las mujeres antes, durante y después de un aborto con medicamentos. “Actúan de manera organizada y estratégica, buscando limitar o eliminar derechos fundamentales”, agregó.

Aunque hace casi un año que la Suprema Corte de Justicia de México anuló la penalización del aborto a nivel federal, todavía son muchas las que no pueden acceder a una interrupción segura del embarazo.

Solamente 14 de los 32 estados han legalizado el aborto hasta la semana 12. Mientras, un decreto federal obliga a hospitales públicos y privados a atender la salud de víctimas de violencia doméstica, de género y sexual – incluyendo anticoncepción de emergencia y aborto.

Pero esto no se respeta en muchas zonas del país, sobre todo en los conservadores estados norteños, y las defensoras de la salud y los derechos de las mujeres se ven obligadas a trabajar con sigilo para proveer de píldoras abortivas a quienes las necesitan.

Vifac administra en esa región una cantidad de ‘centros para embarazos en crisis’ que atraen a las mujeres con tests y ecografías gratuitas y avisos en línea que sugieren su intención de informar para que las personas elijan mejor.

Vifac se sirve de sitios web o páginas de Facebook como ‘Interrumpir embarazo’, y publicidad y mensajes equívocos como “Disfruta de la libertad y autonomía de tu cuerpo” o “Recuerda que en tu cuerpo decides tú” para atraer a personas que necesitan un aborto.

Pero fuentes familiarizadas con sus centros en el norte del país describieron a openDemocracy tácticas para que las mujeres no interrumpieran sus embarazos, incluso cuando se trataba de menores de edad y posibles víctimas de violaciones. La organización ha sido acusada también de ofrecer adopciones de forma irregular.

“Me preocupaba ayudar a que las mujeres no abortaran”, dijo la fundadora de Vifac, Marilú Mariscal, en el Congreso Mundial de las Familias que se llevó a cabo en Ciudad de México en octubre de 2022. Ni Vifac ni Mariscal aceptaron contestar las preguntas de openDemocracy.

La organización, fundada en 1985, es opaca sobre las fuentes de una financiación que ronda los tres millones de dólares por año desde 2017.

Con 36 centros en México y uno en Brownsville, en el estadounidense estado de Texas, Vifac declaró ingresos por 21,4 millones al Servicio de Administración Tributaria (SAT) entre 2017 y 2023, sin mencionar a ninguno de sus donantes en sus reportes financieros.

Las donaciones recibidas aparecen distribuidas en las siguientes categorías: 12,9 millones de dólares de fundaciones privadas y corporativas; 6,9 millones de personas físicas; 1,3 millones de fondos públicos y 112.000 dólares de donantes extranjeros no identificados. Hay otros 129 000 dólares sin especificar.

Hasta abril del año pasado, el sitio web de Vifac (caído desde hace al menos 15 meses) mencionaba a 35 benefactores, entre empresas y fundaciones. Pero solamente nueve de esos 35 declararon al SAT haber hecho aportes a Vifac.

Es posible que varios hayan realizado aportes de otro tipo (como en especie) que no declararon o que quedaron fuera del radar, o puede tratarse de benefactores históricos que no entregaron recursos en el período analizado.

Pero la investigación de openDemocracy sobre los reportes fiscales corre en parte ese velo. Nuestras reporteras encontraron otras 13 fundaciones que no estaban en esa lista pero que sí declaran sus donaciones al grupo antiabortista.

Norte: Impuestos, opacidad y violencia

Chihuahua, con casi cuatro millones de habitantes y el estado más extenso de México, tiene relevancia internacional por su larga frontera con Estados Unidos, el intenso flujo de migrantes, el aumento de la violencia sexual contra mujeres y niñas en tránsito, y por los feminicidios de Juárez, la ciudad más poblada – casi 2400 muertas y casi 300 desaparecidas desde inicios de los 90.

Es también el estado sede de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (Fechac), el mayor donante de los 22 que encontramos, pues entregó casi 720 000 dólares a las sedes de Vifac en Chihuahua y Ciudad Juárez y a Yo Amo la Vida Delicias, un programa de Vifac que ofrece cursos de educación sexual basada en castidad y valores religiosos y que obtuvo estatus de donataria autorizada en 2015.

Este apoyo a Vifac data al menos desde 2012. Sin embargo, la fundación asegura estar comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, incluyendo la igualdad de género, la eliminación de la violencia hacia las mujeres y las niñas y el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y a los derechos reproductivos.

«Patrocinado por Fechac Oxxo Volkswagen», dice la publicidad impresa en la puerta 
 derecha de una camioneta de Vifac en Ciudad Juárez, Chihuahua. Imagen: 
 Verónica Martínez / openDemocracy

Fechac se fundó en 1996 para administrar un fideicomiso alimentado por una sobretasa al impuesto sobre nóminas que pagan las empresas y empleadores de Chihuahua, y que recolecta la Secretaría de Hacienda del estado, con el fin de atender necesidades de salud, educación e infraestructura de poblaciones vulnerables. En 2023 ese fideicomiso recibió más de 30 millones de dólares.

En 1997, Fechac obtuvo del SAT estatus de ‘donataria autorizada’, como se llama en México a una entidad benéfica y sin fines de lucro que puede recibir donaciones deducibles del impuesto a la renta.

Pero en 2019, el SAT le revocó esa autorización porque “incumplió con el deber de destinar sus activos exclusivamente a los fines propios de su objeto social”. La fundación litigó contra esa decisión y llegó incluso a la Suprema Corte de Justicia, que no hizo lugar al reclamo. Al momento de publicar esta investigación, la organización no está autorizada a recibir donaciones exentas de impuestos.

Varias auditorías públicas, la última en 2020, advirtieron sobre falta de transparencia en el manejo financiero y contable de Fechac y conflictos de interés en algunas contrataciones.

Hasta el momento de la publicación, la Fechac no contestó nuestros pedidos de entrevista.

La activista Mariela Castro Flores, portavoz de Marea Verde Chihuahua e investigadora de la Alianza para la Defensa del Estado Secular, dijo a openDemocracy que Vifac y su programa Yo Amo La Vida “obtienen recursos del empresariado y pueden ingresar a las escuelas a impartir sus programas” bajo el pretexto de que “ayudan a prevenir el embarazo adolescente”.

Castro Flores agregó: “Gozan de dinero público a pesar de que sus agendas son contrarias a los derechos humanos y a las orientaciones técnicas de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes”.

En total, 60 % del dinero donado a Vifac por las 22 fundaciones fue a centros en el norte del país, según la información reportada por los propios donantes en sus declaraciones fiscales.

Otros financiadores de Vifac en el norte (Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas) son la Asociación de Maquiladoras y Exportadoras de Chihuahua (con 41 049 dólares entregados a Vifac), y la Fundación Rosario Campos de Fernández, creada en 1994 por las empresas Novamex, Brasa y Grupo Arca para apoyar proyectos de educación (que donó 38 129 dólares); también el holding Xignux de energía y alimentos (37 621 dólares), y empresas del rubro construcción y siderurgia: Grupo de Cementos de Chihuahua (30 885 dólares), DeAcero (20 336 dólares) y Grupo Frisa (16 558 dólares).

El año pasado, openDemocracy y el diario La Verdad de Juárez entrevistaron a una mujer que había abortado, así como a personas que trabajaban o habían trabajado para Vifac, activistas y profesionales de la medicina para revelar las tácticas de la organización y de otros grupos conservadores en el norte.

Nuestra investigación también mostró cómo el personal de salud y las autoridades de la región incumplen de manera sistemática las regulaciones federales que aseguran el derecho a un aborto y a anticoncepcion de emergencia para las víctimas de violación.

La entonces directora de comunicación de Vifac, Teresa Eguiluz, dijo a openDemocracy: «Lamentamos informarle que no encontramos sustento, evidencia sólida y datos duros que respalden los hallazgos presentados por usted”.

«En Vifac estamos comprometidos con la transparencia y la integridad en nuestras actividades y programas. Nuestro objetivo es restablecer los derechos humanos y sociales de las mujeres embarazadas en situación difícil o vulnerable y ofrecerles alternativas para su desarrollo y el de sus hijos”, agregó.

Centavo a centavo

Un universo de captación de recursos más difícil de registrar son las campañas de ‘redondeos’, promociones, espectáculos y donaciones en especie a favor de Vifac, en las que aparecen Home Depot, las elaboradoras de chiles Clemente Jacques y La Costeña, Grupo México (minería, transporte e infraestructura), Fundación Carlos Slim y otras.

En los ‘redondeos’, las empresas ponen a disposición de Vifac su infraestructura para recaudar fondos. A los clientes que van a supermercados y otras tiendas minoristas – Grupo Merza, Soriana, farmacias Guadalajara, S-Mart, entre otras – se los invita a donar unos centavos en cada compra que realizan.

El redondeo más importante es de Femsa, la principal distribuidora de Coca Cola en América Latina, en sus tiendas de conveniencia Oxxo.

El programa de redondeo de Oxxo, creado en 2002, invita al comprador a cerrar sus cuentas al peso siguiente y entregar los centavos resultantes de la diferencia a una causa social. Nuestro reporteo pudo rastrear nueve campañas de Oxxo para Vifac, entre 2013 y enero de 2024 y en diferentes lugares del país por un monto estimado en 117 000 dólares.

La publicidad gratis también cuenta. En 2015, la cadena de cines Cinemex, del Grupo México, puso en las pantallas un aviso publicitario de un minuto, en el que Vifac promovía abiertamente que niñas embarazadas siguieran adelante con su gestación. “Me embaracé a los 12 años”, dice una de las jóvenes que cuentan sus historias.

Cinemex y Grupo México declinaron hacer comentarios, Las demás empresas mencionadas en esta sección no contestaron nuestro pedido de entrevista, excepto Soriana (ver más abajo).

Filantropía e hipocresía

Además de Fechac, Vifac y la mitad de las 22 fundaciones corporativas se declaran comprometidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Una de ellas es la Fundación Beckmann, que transfirió a Vifac 50 961 dólares en donaciones realizadas en 2017 y 2019. Creada por la familia propietaria del mayor productor mundial de tequila, José Cuervo, su presidente es Juan Domingo Beckmann, octavo entre las personas más ricas de México, según Forbes, y también director general de la empresa.

Fundación Beckmann ha organizado charlas de Vifac contra el aborto y la anticoncepción de emergencia dirigidas a adolescentes embarazadas, y talleres sobre los “riesgos de la sexualidad temprana” para estudiantes de secundaria.

La cadena de supermercados Soriana – establecida en 1968 en el estado de Coahuila y una de las mayores de México con 798 tiendas e ingresos de 9600 millones de dólares en 2022 – entregó a Vifac 72 132 dólares vía su fundación corporativa.

Soriana Fundación se creó en 2004 para “apoyar activamente a instituciones y asociaciones de comunidades donde Soriana tiene presencia” con el fin de mejorar la calidad de vida de la población y desarrollar acciones de responsabilidad social y sostenibilidad. Su director general, Ricardo Martín Bringas, también preside la fundación.

En su sitio web, la organización asegura que sus fines están alineados con los ODS y el Pacto Global de la ONU, que propone a las corporaciones aplicar 10 principios sobre derechos humanos, normas laborales, ambiente y anticorrupción.

“Promovemos la libertad de asociación, diversidad, equidad de género y la no discriminación”, dice en su informe de sustentabilidad. Como respuesta a por qué entregan dinero a Vifac, Soriana contestó por correo electrónico que, para definir a sus beneficiarias, sigue “un arduo proceso de selección que evalúa un consejo multidisciplinario”.

Gigante, un holding presente en México, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Chile y Colombia, que abarca de 13 empresas inmobiliarias, de servicios y restaurantes, canaliza sus donaciones a través de una fundación que aportó 63.549 dólares a Vifac en 2017-2023.

La fundación asegura que cumple con los ODS y con el Pacto Global de la ONU.

Su informe anual 2022 dice: “Mediante la colaboración con Vifac, brindamos apoyo a 605 mujeres a través de programas de salud y nutrición especialmente diseñados para acompañarlas en su proceso de embarazo”. Este apoyo contribuye al ODS 10 (reducción de las desigualdades) y a la “promoción de los derechos humanos”.

La feminista Cardona dijo: “Los ODS incluyen el derecho a tener un aborto seguro y legal, así como el derecho a una educación sexual integral e informada. Sin estos derechos fundamentales, no se puede lograr un desarrollo sostenible real ni una equidad de género efectiva”.

En total, de las 22 fundaciones 15 están adheridas al Pacto Global de la ONU. Las donaciones identificadas evidencian que no siempre se aplica la debida diligencia prevista en ese acuerdo y en los Principios Rectores de Empresas y Derechos Humanos de Naciones Unidas, según el abogado Adalberto Méndez, coordinador de la Clinica de Empresas Sociales y Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad Iberoamericana.

La debida diligencia implica que “toda la ayuda tiene que tener cierta trazabilidad, porque de lo contrario se puede estar donando dinero que va a causas contrarias a la dignidad humana”, explicó Méndez.

La Red Mexicana del Pacto Global, una iniciativa del PNUD para atraer más empresas al acuerdo, no respondió nuestro pedido de entrevista.

La cadena de Farmacias Similares, con más de 9600 tiendas en México, Chile y Guatemala (y recién llegada a Colombia), se dedica desde 1997 a vender medicamentos genéricos de bajo costo.

El fundador, Víctor González Torres, había manifestado una postura abierta sobre el aborto en 2005, cuando quiso postularse a la presidencia de México. “Estoy a favor de un aborto con ciertas reglas…. Mi tema es la salud, no la moralidad, para la moralidad está la iglesia”, dijo entonces en una entrevista.

Pero el brazo filantrópico de Farmacias Similares, la Fundación del Dr. Simi, entregó 86 394 dólares en 80 donaciones (tanto en efectivo como en especie) a centros Vifac en Campeche, Chihuahua, Guadalajara, Guanajuato, Monterrey, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán, Zacatecas y a Vifac Nacional en el período 2017-2023.

También donó 32 629 dólares a otros tres grupos con tácticas antiabortistas parecidas, según los reportes al SAT. Su misión es “mejorar la calidad de vida de las personas que viven en la pobreza extrema”.

En marzo, González Torres fue nombrado por El Vaticano caballero de la orden San Gregorio Magno. Su hijo, Víctor González Herrera, que ahora dirige la cadena de farmacias y la fundación, fue incorporado en febrero al Consejo Internacional de Unicef, un grupo de 147 filántropos comprometidos con “un mundo más equitativo para la infancia y con el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

Ni el empresario ni la Fundación del Dr. Simi contestaron las preguntas de openDemocracy.

Un mural callejero del grupo antiabortista 40 Días por la Vida en Monterrey, 
Nuevo León. Imagen: Jorge Balleza / openDemocracy

La casa de empeño Nacional Monte de Piedad es la que lleva más años aportando anualmente a Vifac, desde 2008. Entre 2017 y 2023 transfirió 389.909 dólares a centros en Culiacán, Monterrey, Sonora, Yucatán y a Vifac México (que tiene sedes en la capital y en el vecino estado de México).

Se trata de la institución financiera más antigua de América, fundada en 1775 por el explotador de minas español Pedro Romero de Terreros y declarada entidad benéfica en 1872. En los últimos tres años, sus trabajadores se declararon en conflicto e incluso realizaron una huelga de un mes en reclamo de aumentos salariales y restitución de empleados despedidos.

Monte de Piedad destina sus remanentes operativos a fines sociales para “cerrar las brechas de desigualdad y combatir la pobreza”. En su reporte anual 2023 asegura que sus acciones están en línea con los ODS.

“Los proyectos presentados por Vifac han cumplido con nuestros criterios de selección”, que incluyen un procedimiento que “verifica aspectos de cumplimiento, legales, fiscales y administrativos de las organizaciones de la sociedad civil”, contestó la empresa a openDemocracy por correo electrónico. Y agregó: “Respetamos la autonomía e ideologías de las organizaciones de la sociedad civil”.

La tercera mayor donataria de Vifac, con 167 044 dólares, es la Fundación Sertull, que pertenece a los Servitje Montull, la cuarta familia más acaudalada de México en 2023, según la revista Forbes, y dueña de más de un tercio de las acciones del Grupo Bimbo, el gigante del sector panadero con presencia en 35 países. La familia es conocida por sus posturas conservadoras y su apoyo a organizaciones religiosas.

Preside la fundación María Cecilia Gabriela Servitje Montull, hija del fundador de Bimbo, Lorenzo Servitje, que declara compromiso con que “las personas y comunidades en situación de vulnerabilidad sean capaces de vencer sus carencias y rezagos” y tiene entre sus ejes la “equidad de género” y el “enfoque de derechos”.

En una respuesta a openDemocracy por escrito, la encargada de comunicación de Sertull, Zazil Canto, dijo: “Somos una organización independiente, con procesos de gobernanza autónomos de cualquier grupo empresarial”.

Otra donante antiaborto es la fundación Borges Coppel – que entre 2017 y 2023 dio a Vifac 87 434 dólares – vinculada al Grupo Coppel que opera en el negocio minorista y los servicios financieros.

Creada por un miembro de la familia Coppel “con el fin de donar fondos particulares, no de la empresa”, es independiente del grupo empresarial, según nos dijo en una respuesta por escrito su directora operativa, Beatriz Castillo. Ella y la presidenta Cecilia Coppel Calvo son las encargadas de revisar los proyectos a los que donan.

“Uno de los valores fundamentales que guía la selección de alianzas es la protección de la vida”, sostuvo Castillo. “Creemos firmemente que la vida empieza desde el momento de la concepción y que es nuestro deber protegerla en todas sus etapas”.

Castillo agregó que la fundación coincide con las actividades de Vifac y está al tanto de las investigaciones que documentan las tácticas que emplea para disuadir a mujeres y niñas de abortar. “Si Vifac trabajara de forma ilícita no existiría”, replicó.

Las declaraciones fiscales de varios donantes de Vifac muestran que la causa antiaborto es clave en la filantropía que ejercen. En el mismo período analizado, 2017-2023, nueve de estos donantes entregaron más de un millón de dólares a otras ocho organizaciones antiabortistas, entre ellas el Centro de Ayuda para la Mujer Latinoamericana (CAM), que cuenta con decenas de centros en México y en la región.

En respuesta a estos hallazgos, Castro Flores dijo: “Vifac es solo una cara de las muchas ramificaciones ahora convertidas en múltiples organizaciones que, siguiendo su ejemplo, han diseñado sus propios programas de origen religioso”.

Cardona agregó: “Estas organizaciones no solo limitan las opciones disponibles, sino que también perpetúan un ciclo de dependencia y falta de autonomía”.

*Verónica García León contribuyó en la investigación y lectura de reportes fiscales para este artículo. Visualización de datos: Carla Abreu.

Este artículo se publicó originalmente en openDemocracy.

RV: EG

Justicia para Sonya Massey: debemos continuar pronunciando su nombre



Amy Goodman y Denis Moynihan

Se fue julio, un mes que ha conmocionado el panorama político estadounidense. El mes se destacó, también, por eventos que suponen importantes progresos para las mujeres negras en Estados Unidos, pero también los constantes peligros que estas continúan enfrentando. Un indicio de progreso es la posibilidad de que Kamala Harris se convierta en la primera mujer negra y la primera persona de ascendencia sudasiática en ser candidata presidencial de un partido mayoritario en Estados Unidos. Otra señal de progreso ocurrió el 31 de julio, día en que tres periodistas negras interpelaron al expresidente Donald Trump en una acalorada entrevista que tuvo lugar durante la convención anual de la Asociación Nacional de Periodistas Negros que se desarrolló en la ciudad de Chicago. Pero ser mujer negra en Estados Unidos sigue siendo peligroso, como lo demuestra la reciente muerte de Sonya Massey a manos de la policía.

Massey, una mujer negra de 36 años, madre de dos hijos, murió a manos de un agente de policía dentro de su propia casa, situada en la ciudad de Springfield, estado de Illinois. Alrededor de la una de la madrugada del 6 de julio, Massey hizo una llamada al teléfono de emergencias en la que denunciaba la posible presencia de un intruso cerca de su casa. La muerte de Sonya Massey a manos de la policía fue totalmente absurda, pero no siguió la trayectoria que suelen seguir las muertes de persona de color a manos de la policía, ya que el oficial blanco que mató a Massey fue posteriormente destituido y acusado de asesinato en primer grado.

El momento en el que el oficial de policía del condado de Sangamon Sean Grayson le dispara a Massey fue capturado en video por la cámara corporal de su compañero, presuntamente un agente llamado Dawson D. Farley, aunque el departamento del sheriff aún no ha confirmado su identidad. Grayson solo encendió su cámara corporal después de haber disparado. La Policía Estatal de Illinois inició una investigación sobre el incidente, pero recién el 22 de julio hizo públicas las imágenes registradas por la cámara corporal del compañero de Grayson.

El video muestra cómo los dos agentes ingresan a la casa de Massey y, después de pedirle sus documentos de identidad, le ordenan que retire del fuego una olla con agua hirviendo, cosa que ella se apresura a hacer de inmediato. En las imágenes se puede ver que Massey, una mujer menuda que vestía camisón y bata, sostiene con dos almohadillas la pequeña olla de agua y la sitúa cerca del fregadero de la cocina. Sean Grayson, un hombre corpulento de 30 años, estaba a tres metros de distancia, en la sala de estar, separado de Massey por una barra divisora.

Este dato es importante, ya que la razón que Grayson dio para lo que ocurrió después fue, tal como quedó registrado: “No voy a dejar que me tiren agua hirviendo en mi p…ta cabeza”. Sin embargo, el video de la cámara corporal de Farley no muestra en ningún momento que Sonya Massey tuviera la intención de arrojar agua caliente a ninguno de los dos agentes.

La familia de Sonya Massey está siendo representada por el reconocido abogado de derechos civiles Benjamin Crump. En una entrevista que mantuvo con Democracy Now!, Crump describió su reacción al ver las imágenes de video:

“Nunca he visto un video de una muerte por disparos policiales más terrible que este. Es totalmente absurdo. Lo que muestra el video es perturbador, al igual que lo que se escucha. Cuando uno mira el video y observa cómo se mueve alrededor de la barra [el agente Sean Grayson], a pesar de que luego alegó que disparó porque temía que Sonya le arrojara la olla de agua caliente en la cara, la misma que él le había ordenado retirar [de la hornalla de la cocina], desde una perspectiva objetiva, parece que está tratando de obtener una mejor posición para disparar. […] Cuando su compañero le dice 'voy a ir a buscar mi equipo de reanimación cardiopulmonar', él responde: 'No, es un disparo en la cabeza. No te preocupes [por eso]. No servirá de nada. Ella ya se ha ido'. Luego, en un momento del video, [Grayson] expresa 'Déjala que…', y no completa la frase, pero una persona podría deducir razonablemente que quiso decir 'Déjala que se muera'. El hecho es preocupante en todos los niveles. [Massey] necesitaba ayuda, no un tiro en la cara”.

El video registra también el momento en el que Grayson interactúa con los oficiales que llegan después de los disparos, a los que les dice: “Esta maldita perra está loca”.

Las comunicaciones de la radio de la policía revelan que la herida mortal de bala fue reportada inicialmente como “autoinfligida”. Los impactantes detalles del asesinato de Massey permanecieron confusos hasta que se hizo público el video de la cámara corporal, casi dos semanas después. La familia de Sonya no tenía idea de que la policía la había matado hasta que se informó de ello en los medios.

Una página de GoFundMe para recaudar dinero para la familia de Sonya Massey dice en un fragmento:

“Sonya era una madre atenta y cariñosa con sus dos hijos: un hijo de 17 años y una hija de 15. A Sonya le encantaba cocinar, hacer peinados, criar a sus hijos y pasar tiempo con su familia. Era también un miembro devoto de la iglesia”.

Tanto el presidente Joe Biden como la vicepresidenta Kamala Harris emitieron declaraciones de apoyo a la familia Massey. Harris hizo un llamamiento al Congreso estadounidense: “[Es momento de] aprobar la Ley George Floyd de Justicia en la Vigilancia Policial, […] en honor a la memoria de Sonya y de muchas otras personas cuyos nombres tal vez nunca lleguemos a conocer”.

Sonya Massey pasa ahora a integrar una lista demasiado larga de mujeres negras que han muerto a manos de la policía, como Breonna Taylor, Sandra Bland, Atatiana Jefferson… En los tres meses que quedan hasta las elecciones de noviembre, la sociedad estadounidense debe continuar pronunciando sus nombres.

© 2024 Amy Goodman

Traducción al español de la columna original en inglés. Edición: Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org

Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
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No deberíamos estar acá

 

Ese día fui a la marcha por el asesinato de un compañero periodista, llevaba puesta una playera morada con una leyenda que dice: “nos queremos vivas e informando”. Había conversado con varias compañeras sobre las condiciones de trabajo, venía pensando que las cosas están peor que cuando hacía diarismo…antes tan solo teníamos que lidiar con la censura del gobierno, la explotación laboral de los empresarios de los medios, ahora, todo ha empeorado. El crimen organizado está en todas partes, en todas.

Entré a una tienda del centro buscando una camiseta negra y mientras esperaba a pagar coincidí con dos mujeres venezolanas. Les pregunté si ellas podían trenzarme, y me dijeron que no sabían, pero en el hotel que estaban hospedadas y que estaba a tan sola una cuadra de donde estábamos, podría encontrar a una mujer de República Dominicana que por 50 o 100 pesos me trenzaría el pelo. Les pedí ir con ellas, y me dijeron que sí, pero tenían que hacer otras compras.

Íbamos caminando sobre la calle central, cerca de la zona de mercados, en donde no importa la hora ni el día, todo el tiempo hay movimiento. Me empecé a dar cuenta que en las calles no solo había vendedores ambulantes, señoras que regatean por unas cebollas o plátanos, gente que entra y sale de las tiendas; también había en varios lados niños, niñas y adolescentes que también eran migrantes.

Las mujeres venezolanas con las que caminaba me iban preguntando dónde encontrar algunos víveres y cosas de higiene personal, calculo que ni una de las dos rebasaba los 35 años. Ellas irían a comprar varias cosas así que me dijeron que lo mejor era que yo me fuera por mi cuenta al hotel a buscar la chica que me trenzaría. Solo tenía que preguntar por ella en la recepción.

El hotel está en pleno centro, es un edificio que se habrá levantado en los años 60´ y que no creo que desde ese entonces haya recibido algún tipo de mantenimiento mayor. Un hombre de unos 45 años, que no era amable, pero tampoco grosero, me topó en la entrada. Tenía un radio en la mano y un celular en la otra…

-A dónde va?

Le expliqué que buscaba a una chica de República Dominicana para que me trenzara, que me había encontrado a sus amigas y ellas me dijeron dónde encontrarla. Me dio un número de cuarto y me dijo que podía subir por el elevador.

Hace unos meses fui a Cintalapa y en el hotel donde nos hospedamos también había migrantes, pero ocupaban algunos cuartos y asumí que en este caso se trataba de lo mismo. Entré al elevador y cuando empezó a ascender fue la primera vez que me pasó por la cabeza: “Qué hago acá?”. Pero mi miedo más era porque ese elevador, que hacía más ruido que avanzar, se fuera a caer. Por fin…llegué al cuarto piso…

Al salir del ascensor me esperaba un joven alto que sabía que buscaba a la chica de República Dominicana que hace trenzas, me dijo que me siguiera por todo el pasillo y que al fondo la encontraría…fui pasando por un pasillo largo con un montón de puertas…421, 422, 423, 424….por fin llegué al cuarto 435, era el último.

Era el único cuarto con la puerta abierta, ahí estaba Liliana cocinando en una pequeña parrilla eléctrica. El lugar no era más grande que la habitación de una casa de interés social. En ese espacio había una cama individual con sábanas viejas, una mesa de madera y una repisa en la que estaban unos sartenes y la parrilla en la que cocinaba Liliana.

No pasé al cuarto, desde la puerta le dije quién era y qué quería…me dijo que me trenzaría, pero que tenía que esperar a que terminara el “sancocho”, ahí supe qué estaba cocinando. Me dijo que la esperara en los sillones que estaban abajo. Regresé por el mismo pasillo y ahí me di cuenta que había otro cuarto abierto en el que estaban arrumbados un montón de bases de cama y colchones. Me seguí de largo, pero esta vez ya no utilice el elevador, sino me fui por las escaleras.

Fui bajando piso por piso y en cada uno era una sorpresa diferente. En donde estaba Liliana, no había gente. Solo me encontré con ella y el joven que me indicó dónde encontrarla, pero de ahí ni un alma. En el tercer piso habían personas por todos lados: en los pasillos, los cuartos, la sala en común.

La mayoría eran niños, niñas (creo que vi a lo mucho dos niñas) y adolescentes (también habrá sido unas dos a lo mucho). Apenas logré identificar un par de adultos. Nadie parecía reparar en mi presencia, todos andaban en su propia dinámica: aventándose cojines, revisando su celular, intentando dormir, comiendo frituras y refrescos.

Empezaba a entender qué pasaba. Bajé al siguiente piso, había menos gente, pero se notaba que era un lugar habitado. Había familias completas. Nadie se daba cuenta que ahí estaba.

En el primer piso lo visible era una amplia sala -también muy vieja- que estaba en una especie de recepción. Ahí estaban unos cuatro hombres, con radios en las manos, alcancé a ver envases de caguamas y frituras. Pasé a lado de ellos y les dije “buenas tardes” y me seguí de largo, pero dos me alcanzaron y se me pusieron en frente.

-¿A dónde vas? ¿Pediste permiso? Me dijeron…

Los hombres se tambaleaban de lo ebrios o drogados (o ambas) y aunque trataban de reclamarme algo los notaba más bien apenados, tímidos al tratar de increparme…los dos se pusieron frente a mí en las escaleras como intentando no dejarme pasar, pero quedé frente a una ventana y desde ahí veía la calle cerca y eso me daba mucha seguridad, además de que en el estado de que estaban esos hombres era muy fácil empujarlos por las escaleras…lo único que les conteste fue…

-¿Perdón? ¿Pedir permiso?

Uno de ellos se dio cuenta que no era de las personas que se quedaban en el hotel, y se lo hizo ver al otro. Apenados ambos intentaron disculparse  y tambaleándose se regresaron. Llegué a la recepción y me dispuse a esperar que Liliana se desocupara, o más bien, a procesar lo que había pasado.

Era claro que todo el hotel estaba ocupado por migrantes, que los hombres que intentaron detenerme eran los “coyotes” o “cuidadores”, que el grupo estaba conformado en su mayoría por niños, niñas y adolescentes.

Estaba sorprendida que pude subir y bajar sin ningún problema, que nadie reparaba en mí, ni siquiera porque llevaba una playera que en letras grandes decía: “nos queremos vivas e informando”, que nadie de ahí podía sumar dos más dos y darse cuenta que era periodista, y que mi intención podría ser (no era esa, pero pudo haber sido) no trenzarme, sino registrar lo que ahí estaba pasando. También estaba sorprendida que seguía ahí.

Me acomodé en la recepción, que era también el lugar por el que entraban los carros porque al fondo hay un estacionamiento. Me di cuenta que mi celular no tenía pila e intenté buscar una conexión funcional en ese lugar. No corrí con suerte.

Del hotel entraba y salían los migrantes que estaban hospedados, la mayoría chavitos entre los 10 y 18 años de edad. Los más pequeños salían acompañados de quienes se veían más grandes.

En la recepción había mapas grandes de la república mexicana y algunos póster de lugares turísticos de Chiapas, que parecían que se pegaron el día de la inauguración del hotel. Los niños para entretenerse los veían. Colocaban sus deditos en donde veían que decía Chiapas y luego los subían hasta el norte.

Veían las cascadas de Agua Azul, la zona arqueológica de Palenque, las pinturas de Bonampak en esos carteles que fueron impresos, le calculo, al menos dos décadas atrás. Ni uno de esos sitios son su destino, su mirada está en otro lado, ellos van al norte.

En esa misma pared estaba una lista de precios…

Habitación individual: 380 pesos

Habituación doble (dos camas matrimoniales): 560 pesos

Persona extra: 150 pesos

Todas las habitaciones, según el anuncio, incluía: agua caliente, clima, televisión por cable e internet.

Para esas alturas ya no me mantenía ahí la intención de hacerme trencitas, sino la curiosidad. Quería confirmar que si lo que pensaba era cierto y tenía muchas preguntas al respecto y confiaba que Liliana me las pudiera contestar…así fue.

Las chicas venezolanas regresaron y con ellas subí de nuevo (ahora por el ascensor). Llegamos al cuarto piso y ahí me enteré que en ese piso solo se quedaban mujeres. Cuatro o seis en cada cuarto, pero solo habían abierto tres porque aunque eran muchos, todos los demás eran inhabitables.

Pasé al cuarto de ellas, que tenía clima (que también hacía un ruido espantoso), ahí me trenzaron, pasé al baño, probé el puré de plátano y me contaron sobre sus países de origen y su travesía.

Tenían un par de días en Tuxtla, no tenían claro por qué las trajeron acá, ellas no buscan obtener algún tipo de documentación para avanzar o quedarse, ellas tienen claro que su meta es llegar a los Estados Unidos y no pretenden perder el tiempo buscando refugio.

Avanzan por tramos, y cambian de “coyotes” cada tanto. La mayoría son personas originarias de los lugares que llegan, algunos son más amables que otros, hasta ahora ni uno ha sido grosero. Les pregunto si siempre se embriagan y si les controlan la salidas.

-Cuando no nos vamos a mover, a veces, toman. Pero, nunca se han metido con nadie. Solo hay que avisar que vamos a salir, y a los niños no los dejan salir solos.

No tengo prejuicios (según yo) con las personas que se dedican al traslado internacional de migrantes sin documentos (llamados “coyotes”). Creo que en ese oficio, como en todos, hay de todo: cabrones que solo se aprovechan de la necesidad ajena y que son abusivos; gente que su contexto la llevó a ese trabajo y lo desempeña con empatía; y todas las variantes que pueden haber en medio de esas formas de hacer este trabajo.

Muchas veces sin el trabajo de estas personas más migrantes morirían o pasarían por infiernos peores, y también muchas veces son estas personas que las hacen pasar esos infiernos.

En el caso de estas mujeres, algunas  hicieron tratos desde su país de origen y otras van acomodándose en el camino. Confían en este grupo de “facilitadores” de transporte porque con ellos han cruzado sus familiares que ya están en los Estados Unidos. Ni una de ellas viaja con todo el dinero que se requiere para el viaje, les van depositando en determinados lugares a los que llegan.

El grupo que se encontró en este hotel no es el mismo con el que salieron, ni será el mismo con el que lleguen, ni siquiera a la próxima parada. Ni ellas mismas entienden de qué depende las rutas, cómo van moviendo a las personas. Hay lugares donde no pueden salir del lugar donde las dejan y otros, como este, donde pueden salir sin ningún problema.

Del grupo de niños, niñas y adolescentes ellas no saben mucho, por algunos tramos de su trayecto han viajado con algunos de ellos, pero esta vez se han juntado muchos. Se han dado cuenta que la mayoría viaja solos, a veces los cuidan sobre todo a los más pequeños y a las niñas, que confirmo que son solo dos.

Aunque ellas tienen hijos y es probable que también tengan que cruzar así cuando se reúnan en Estados Unidos, no se preocupan tanto por todos esos menores que viajan solos… “no crean, se saben cuidar”, me dicen.

En el trayecto…un adolescente de 12 años, sea mujer u hombre, ya rifa como grande, y hasta se tiene que hacer cargo de niños más pequeños. Contrario a lo que se pueda creer, estos niños, niñas y adolescentes no se ven así mismos (lo digo desde lo que he conversado con ellos y he observado) como víctimas (lo son de un sistema que les expulsa de su lugar de origen y los pone en situación de vulnerabilidad).

Son infancias que se están moviendo, a la mayoría los escucho esperanzados, es literal que llevan en la mente el “sueño americano”, el camino es parte de la aventura. Ellos mismos crean sus estrategias de sobrevivencia, así ha sido desde que nacieron…si se ven así mismos como víctimas, si se creen el discurso que escuchan a cada rato de “¡Ay! Pobrecitos” se rompen el camino y este trayecto es un campo de batalla en donde es muy difícil cargar a personas rotas así sean muy pequeñas.

Lo que converso de ellas sobre su trayecto no es tanto como pareciera, realmente, hablé sobre la nostalgia que da la comida, sobre el pelo afro, sus anhelos, sobre lo que dejaron y lo que quieren encontrar (de eso algún día también voy a escribir).

Me queda claro que hay un montón de formas de migrar y vivir la migración, cada grupo y cada historia es diferente. Lo que vi ese día no lo había visto antes y por eso sentí la necesidad de contarlo, aunque este texto no estaba hecho para ver la luz, pero siempre la necesidad de teclear y compartirlo me gana.

Debo de confesar que una de las razones por las que no quería publicarlo era porque ninguno de las y los que estábamos ese día en ese hotel deberíamos de haber estado ahí. Que el saber las historias de las y los otros nos ayuden a comprender su camino y desde donde estemos podamos hacerlo más fácil.

Orgasmo femenino: sin pudor, ni vergüenza. Conmemoración gozosa

 

.- Ciudad de México.-«La mitad de las mexicanas nunca han experimentado un orgasmo», anuncia la última encuesta del Instituto Mexicano de Sexología (Imesex); la lectura va más allá de hablar de prácticas puramente sexuales, sino más bien, el dato abre la puerta a cuestionar hasta dónde se ha anidado el patriarcado en el cuerpo que ha vinculado a palabras como la vergüenza, el recato y el pudor con la sexualidad femenina. 

Cada 8 de agosto se conmemora el Día Internacional del Orgasmo Femenino con el objetivo de crear conciencia sobre la sexualidad femenina y con ello el derecho al placer de las mujeres. 

En una sociedad con valores patriarcales enraizados y donde las mujeres no experimentan un orgasmo en toda su vida, la posibilidad de la autoexploración y el autoerotismo termina por encauzar en la posibilidad de erosionar todo el sistema donde descansa nuestra sexualidad y nos reconoce como sujetas sociales, políticas y por supuesto, sexuales. 

El gestionar, controlar y gozar del orgasmo femenino, constituye así, parte de una revolución por recuperar la autonomía corpórea; saber que nuestro territorio no pertenece a nadie más, que no hay pudor ni vergüenza, sólo plenitud.

Despojarse de los valores negativos contenidos en la sexualidad femenina, es paralelamente, quebrar con el rol asignado al género. Esta ruptura supone repensarnos desde una mirada que no sea la patriarcal, sino desde una mirada afectiva, amorosa, erótica y liberadora. 

El autocuestionamiento sobre la relación que hemos desarrollado con nuestro territorio resulta en una emancipación; la libertad. 

En la más reciente participación de la teórica feminista, Rosa Cobo refiere que el sistema patriarcal se ha encargado de dividir el cuerpo del individuo, es decir, la idea de que estos dos conceptos se encuentran separados; «No es así, el cuerpo es el individuo», explica la teórica. 

Con esto se quiere señalar que explorar, disfrutar y proteger el cuerpo que habitamos es parte intrínseca de la autodefensa de quién somos. Por ello, desde el momento en que se ejerce la libertad del goce y el placer, no sólo conlleva la emancipación del cuerpo, sino también, a nosotras mismas; después, llega la revolución colectiva por la autonomía. 

Esto último, lo ataja la filosofa feminista española Ana de Miguel Álvarez, quien refiere que la sexualidad y el placer sólo han reproducido las relaciones de desigualdad. 

«Los hombres han sido «el sujeto» en casi todos los sentidos posibles, y como tales, definieron la sexualidad como «su sexualidad» 

Fuente: Cimac Foto

De placer y género: Un privilegio diferenciado

Ivonne Szasz escribe en «Sexualidad y género: algunas experiencias de investigación en México» que en nuestro país, el valor que se le da a la sexualidad consta de dos cosas: La penetración y la eyaculación. 

Estos dos episodios sexuales reproducen una serie de cuestiones sistémicas, como por ejemplo, el matrimonio temprano, el embarazo no deseado y la transmisión de enfermedades sexuales, sin embargo, esta es la manera en que la población ha sido instruida para vivir de su sexualidad. 

Existen ciertos comportamientos sexuales que poseen la característica de ser reafirmantes de la identidad masculina; la masturbación y el acceso al placer sin culpas. 

Fuente: Cimac Foto

Según señala la autora de la investigación, el hecho de que las personas seamos socializadas sexualmente de esta manera, sólo alienta a un profundo rezago sobre el conocimiento del placer, el autoerotismo y la sensualidad, especialmente, cuando de mujeres se trata quienes son privadas de ejercer su derecho a la autonomía placentera y limitadas a la creencia patriarcal de que el goce sólo debe de limitarse a la penetración y a la eyaculación del otro. 

Esto también es sustentado por la maestra Ana Amuchástegui en Mitos y dilemas de los jóvenes en tiempos del SIDA que la mujer en México es valorada por el placer que le brinda al hombre durante la penetración, la preservación de la «virginidad«, la fidelidad, la ignorancia sexual -como inocencia «positiva» al carecer de experiencia sexual- y la discreción, siendo valores recrudecidos aún más, cuando se trata de mujeres en contextos precarizados. 

En este sentido, es urgente que el hablar del placer comience a ser una práctica normalizada; que el autoerotismo sea compañero y que las mujeres comiencen a alejarse del margen patriarcal que ha condenado el placer a la penetración. 

Fuente: THE «O» PROJECT, serie de fotografías de Marcos Alberti

Ante un escenario donde la desigualdad de género es tan manifiesta, es urgente desmarcarse de los valores arraigados a la relación que entablamos con nuestro cuerpo.

JJOO, etre justos homenajes e inmerecidos agravios a las mujeres

 tribunafeminista.org

Sandra Moreno

La paridad en la participación entre mujeres y hombres

Laprimera, y fundamental, es la toma colectiva de conciencia de la gran importancia de la CEDAW, la Declaración de Brighton de 1994, la Carta Olímpica, y los demás instrumentos internacionales de protección de los derechos de las mujeres, así como de las leyes y políticas públicas que reconocen la igualdaddederechos, trato y oportunidades para mujeres y hombres. Por primera vez en los 128 años de celebración de las Olimpiadas, tenemos paridad entre mujeres y hombres deportistas en la representación y participación, ya que de los 10.500 atletas, la mitad son mujeres y la otra mitad hombres.

Sin duda, la paridad supone un merecido y justo avance en la lucha por la igualdad, pero no olvidemos que hemos debido esperar 128 añosde lucha feminista para que la paridad en la participaciónen las Olimpiadas fuera una realidad. Lo más significativo de estos datos es que debemos seguir trabajando con más ahínco, si cabe, para lograr que esa igualdad de derechos y oportunidades se refleje también en el trato que reciben las mujeres deportistas en materia de remuneración y reconocimiento social de su profesión, especialmente en los medios de comunicación, que las siguen invisibilizando o relegando. Así como también la necesidad de garantizar la protección por embarazo, lactancia y maternidad ydereforzar las garantías frente a las distintas formas discriminación y de violencia sexual y acoso que siguen sufriendo las deportistas por el hecho de ser mujeres.

Y, lo que es más urgente en nuestra realidad actual, que se proteja de forma eficaz la categoría femenina en los deportes, garantizando el cumplimiento de la regla del juego limpio, máxima fundamental que rige en materia deportiva, para lo que resulta indispensable que se asegure desde el COI, los Estados y todas las Federaciones y organizaciones internacionales deportivas que sólo las nacidas mujeres puedan participar en la categoría femenina, sin excepción.

Esto quiere decir, que los nacidos varones, al margen de sus percepciones internas, deben participar en la categoría correspondiente a su sexo, pues los deportes se practican con el cuerpo (el sexo),y no con los sentimientos y roles y estereotipos con los que se identifican (el género).

De las Olimpiadas de París esperamos que quede categóricamente establecido en las normas y protocolos del COI, y la interpretación de las mismas,que sólo se puede hablar de igualdad de derechos entre mujeres y hombres, si se protegen de forma efectiva los derechos de las mujeres deportistas, garantizando que la categoría femenina sea sólo para las mujeres y niñas.

El homenaje feminista a las mujeres ilustres de Francia

Lo más destacable de la ceremonia de los Juegos Olímpicos de París ha sido, sin duda, el justo reconocimiento que se hizopor parte del país que es cuna de algunas de las mujeres que cambiaron la historia de la humanidad.

Aunque los datos relativos y absolutos referentes a la violencia machista indican que Francia es un país que necesita reformas sociales y políticas profundas para combatir lasdiversas formas de discriminación y violencia estructural que persisten contra las mujeres y niñas, no es menos cierto que enel país galo también se honra la figura de las mujeres, cuyo ejemplo más emblemático es la Marianne, que representa a la venerada República francesa. Además, es de reconocer que tiene dos leyes de excepcional importancia para la defensa de los derechos de las mujeres y niñas: la ley Veil, elevada a canon constitucional, y la ley abolicionista de la prostitución, avalada por el TEDH.

Por ello, es de justicia recordar en las Olimpiadas a las mujeres que han dejado una marca indeleble en la historia de Francia y de la misma humanidad, por su importante defensa de la valía femenina y de los derechos de las mujeres. Es de celebrar, pues, el reconocimientoen el acto de inauguración de las Olimpiadas delasvidas y contribuciones de las diez mujeres francesas homenajeadas: Christine de Pizan, Olympe de Gouges, Paulette Nardal, Jeanne Barret,Alice Milliat, Gisèle Halimi, Simone de Beauvoir, Louise Michel, Alice Guy y Simone Veil. Listado al que habría que añadir a las dos francesas más universales: Juana de Arco y Marie Curie.

La transgresión de la Carta Olímpica.De la fraternité a la diversitéqueer

No obstante lo anterior, también hemos asistido con estupefacción al ofensivo  y esperpéntico espectáculo de la performance queer de una ‘Última Cena’, interpretada por individuos caracterizados con la indumentaria, el maquillaje y las expresiones gestuales del concepto hipersexualizado, deformado e histriónico de lo que los hombres misóginosconsideranque es la feminidad, conocido como el show drag queen.

Cabe decir que a esta representación vulgar y burlesca ya le había precedidola escenificada por el drag ‘Mínima Gesté’, elegido junto a otro hombre, para portar la antorcha olímpica durante su recorrido por el distrito 19 de París, el pasado día 14 de julio, durante la celebración de la Fiesta Nacional Francesa, a invitación de la alcaldesa de París, la política de origen español, Anne Hidaldo. Es decir, la “paridad” la escenificaban dos hombres, uno ellos ataviado de drag.

Resulta inconcebible el protagonismo que se les ha dado a los dragen los JJOO, porque valida la misoginia que comportan estos shows. Si en los JJOO se hubiera tomado al otro grupo humano que más opresión y violencia ha sufrido,después de las mujeres, las consecuencias de esta transgresión habrían sido muy distintas:si existe consenso el considerar como actos de racismo intolerablesver a gente de origen europeo disfrazarse de gente de origen africano, pintándose la piel, exagerando las facciones, las expresiones corporales y otras manifestaciones de su cultura, ¿por qué no se considera misoginia ver a hombres disfrazándose con estereotipos que se atribuyen a las mujeres, ridiculizando su figura y simbolismo hasta los extremos más ofensivos e inaceptables?Pues porque las objeto de degradación somos las mujeres y, como grupo humano oprimido por el grupo dominante, se espera que toleremos todos los agravios. ¿En queda, “la sororité”,como insignia de esta ceremonia?

Hay quienes alegan que el espectáculo “drag” es una manifestación de arte y de libertad de expresión, dentro de un supuesto ejercicio de tolerancia. Discrepo totalmente. Lo dragno es arte, porque utiliza la figura de las mujeres para desfigurarla y corromperla, haciendo mofa de los estereotipos y roles sexistas que se imponen a las mujeres. Un espectáculo tan grotesco y vejatorio loaleja delos cánones del arte. Lo drag tampoco es libertad de expresión, porque se basa en la humillación y la degradación pública de las mujeres, de nuestra dignidad y lo que representamos por nuestra biología, para propiciar la burla y el menosprecio colectivo, traspasando todos los límites de la libertad de expresión, que bien sabemos no ampara el insulto ni el escarnio.

Al ultrajar y despreciar abiertamente a las mujeres, convirtiéndolas en objeto de afrenta y bufonada pública; así como a los sentimientos religiosos de las mujeres y hombres cristianos, única religión a la que se atreven adesafiar, y al permitirse la participación de menores en dicho espectáculo, la organización de los Juegos Olímpicos de París ha infringidogravemente las normas y principios de la Carta Olímpica, vigente desde el 23/10/2023, a la que están obligados.

Entre las normas infringidas destacan, los Principios Fundamentales del Olimpismo, Nº 1, 2, 4, 6, que establecen con meridiana claridad que:

El Olimpismo es una filosofía de vida, que exalta y combina en un conjunto armónico las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu. Al asociar el deporte con la cultura y la educación, el Olimpismo se propone crear un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo, la responsabilidad social y el respeto de los derechos humanos reconocidos internacionalmente y los principios éticos fundamentales universales dentro del ámbito de competencia del Movimiento Olímpico”.

El objetivo del Olimpismo es poner siempre el deporte al servicio del desarrollo armónico del ser humano, con el fin de favorecer el establecimiento de una sociedad pacífica y comprometida con el mantenimiento de la dignidad humana”.

El disfrute de los derechos y libertades establecidos en esta Carta Olímpica debe garantizarse sin ningún tipo de discriminación, ya sea por raza, color, sexo, religión…”

Art. 50. Publicidad, manifestaciones, propaganda 1. Excepto cuando lo autorice la Comisión Ejecutiva del COI en casos excepcionales, no se permitirá ningún tipo de anuncios ni publicidad…. 2.No se permitirá ningún tipo de manifestación ni propaganda política, religiosa o racial en ningún emplazamiento, instalación u otro lugar que se considere parte de los emplazamientos olímpicos”.

Vistas las infracciones cometidas, resulta exigible que el COI dé aplicación al Régimen de Medidas y Sanciones previsto en la Carta Olímpica, para lo que resulta imperioso que abra una investigación,a fin de depurar las responsabilidades en las que hayan incurridoel ComitéOrganizador francés, al violarseen el acto inaugural la dignidad y los derechos de las mujeres, así como los sentimientos religiosos de las mujeres y hombres cristianos y permitir la participación de menores de edad en edad escolar, inobservando las normas, principiosy códigos éticos que establecen límites de edad.

Francia, país conocido por su devoción a la libertad, la igualdad y la fraternidad, estátrasformando sus valores democráticos, para abrazar el dogma queerdeuna diversidad malentendida, porque la llamada ‘diversidad’ queersólo se centra en defender hasta el paroxismo las distintas formas en las que se expresan los hombres misóginos no hegemónicos del siglo XXI.

Resulta insólito tener que recordar que humillar a las mujeres, violando nuestros derechos y dignidad, no es un derecho de los hombres. Por el contrario, es una violación de los DDHH de las mujeres que los Estados y organizaciones internacional deben garantizar, conforme establecen las normas que nos protegen.

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