5/29/2016

CUANDO UN AMIGO SE VA



LA COLUMNA ROTA/ FRIDAGUERRERA VILLALVAZO

"Aquí dirán mis amigos: yace un soñador. Mis enemigos, aquí yace un loco; pero nunca nadie podrá decir, aquí yace un traidor a sus ideales"

Con lágrimas en los ojos y el corazón en la mano, hago un paréntesis en el tema que los últimos meses ha acaparado mi atención, el feminicidio, hoy es necesario tratar de juntar palabras para honrar a quien, en vida, fue y será un luchador social que jamás se doblego ante nada, nada es el sistema que lo sobajó, lo puso preso, e intento aniquilar; El Doctor Felipe Martínez Soriano.
Felipe Martínez Soriano, Nació el 5 de febrero de 1927, en una choza humilde indígena campesina y zapoteca de San Andrés Zautla, Etla, Oaxaca.
Sus padres fueron, Francisco Martínez y Tomasa Soriano Ruiz, se dedicaban a la agricultura tradicional usando el: pico, la coa, y la pala, para sembrar maíz y fríjol.
Quedo huérfano de madre a los seis meses de edad, luego de mil situaciones políticas, sociales, económicas; fue el primer rector electo de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, UABJO, fue designado por el Consejo Universitario en octubre de 1976 y ratificado en referéndum el 13 de mayo de 1977.

 Martínez Soriano fue acusado de pertenecer a la "Liga Comunista 23 de Septiembre o la Unión del Pueblo". El 2 de abril de 1990 fue involucrado en la muerte de dos guardias del periódico La Jornada. Nueve años después salió libre sin haber sido condenado
.
Felipe Martínez Soriano, fue perseguido, encarcelado, separado de su familia, su esposa Josefina Martínez Rojas, su leal amiga de vida que abrazó las causas de su esposo, camarada y compañera vida desde diciembre de 1956, la mujer, la que caminó a lado de quien ella sabía era un hombre, coherente, honesto y quien aún con todo en contra acompañó hasta el final.
Martínez Soriano, acompañó el movimiento magisterial en 2006, y también fue acusado de actos “delictivos” que por su edad era difícil que cometiera, fue entonces cuando él llego a mi vida.
Lo conocí el 2 de noviembre de 2006, en la refriega contra la APPO, en Ciudad Universitaria, fue la primera persona a la que como comunicadora entreviste, me sentí dichosa, sabía quién era y fue el más grande honor hablar con él.

Tres años después la vida nos llevó a acompañar una gira de trabajo a lado de Gabino Cué entonces Senador de la Republica, y Andrés Manuel López Obrador, convivimos juntos a diario cuatro meses de nuestras vidas.
Fue cuando conocí al amigo, al luchador, al que donde se paraba era reconocido, a quien disfrutaba con los niños jugar básquetbol, quien me contó decenas de anécdotas vividas en la cárcel, cuando le ofrecieron millones para que dejara de exigir.
Conocí a quien en confianza y con cariño llamaríamos “Caballito”, por esa necesidad imperiosa de siempre luchar por un México igualitario, luchando porque se acabara el sometimiento de la “religión” en los mexicanos y que entendieran que no estaban pobres por la gracias de “Dios”. , que era así como los gobernantes querían mantener a los pueblos para seguir negociando su hambre, su muerte, su dolor.

El domingo pasado recibí a las 15: 19 horas, la dolorosa noticia de que mi amigo, el huarachudo, el cabezón, el pobre, el luchador social, que jamás se dobló, ante nadie, quien jamás se corrompió, aquel que era amigo de todos aquellos que buscaban la igualdad, el respeto, el derecho por este país, había dejado de existir, mi caballito, mi amigo, el que en vida dejó siempre un aprendizaje de dignidad.

Hoy quiero agradecer a la vida por darme la oportunidad de conocer a ese gran hombre, a quien marcó historia en Oaxaca, a quien con todo el dolor vi lleno de decepción, y a quien siempre que lo veía me decía, “Caballito, hay que armar la revolución”.

El viernes 27 de mayo de 2016, después de largos días de homenajes justos y necesarios; su cuerpo descansará en el lugar donde nació, donde aprendió a sobrevivir, a luchar.
 Luego del llanto, por su perdida, de saber que necesitaré de su análisis para muchos temas, hoy, entiendo que como alguna vez le escribí en un collage de fotos que le hice, “Los hombres con conocimiento son libres; Los hombres libres son justos; Los hombres justos, viven en paz.
Y así nació, vivió, y murió un verdadero hombre; alguien que siempre escuchó mi enorme necesidad de querer dignificar a este mundo, y que solo me decía… cuando dejas de luchar, empiezas a morir…

Gracias Doctor, gracias luchador, gracias por tu coherencia, gracias por el gran aprendizaje, gracias por ser… FELIPE MARTÍNEZ SORIANO.

26 de mayo de 2016
@FridaGuerrera

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Verónica Villalvazo
http://fridaguerrera.blogspot.com
solo cuento con mis ojos y mi mente son las herramientas  que uso para trabajar

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