Pedro Echeverría V.
1. Vinieron por mí los agentes del gobierno para arrebatarme lo poco
que tenía para comer con mi familia a pesar de que no me metía con
nadie, nada me interesaba y me negué siempre a apoyar cualquier causa.
Todo me valía un carajo hasta que hoy he comprendido que si no apoyo a
mis compañeros en las causas justas, cuando me llegue la joda o la
chinga, nadie se va a preocupar por mí. Pero debo confesar que no soy
culpable, que mis padres siempre me aconsejaron que por ningún motivo me
meta en nada y que sólo deba preocuparme en mí y nada más que por mí.
2. En vez de que me eduquen a pensar y decidir por cuenta propia
(Ernest Bloch); a ser analítico, crítico, reflexivo, me ensañaron a ser
esclavo: a obedecer, a la disciplina, a ser ordenado, individualista y a
repetir de memoria aquello del respeto a la patria, a la bandera, al
himno, a héroes, saludos militares y a toda esa sarta de “verdades” (yo
le llamo mamadas de mamar) y costumbres impuestas por el poder.
¡Comprendan por favor, no es fácil liberarse de lo que mamamos en el
hogar, la iglesia, la escuela y la sociedad!
3. Escuché que en África, en Asia, Europa, Guatemala, la gente es
reprimida, bombardeada, asesinada por aviones de los EEUU y yo, como no
soy de ninguno de esos lugares, pues siempre me importó un bledo porque
son territorios muy lejos de mi alcance. Más aún ni quiero enterarme. Oí
que algunos locos salían a protestar, a manifestarse en la calle,
contra los bombardeos en Irak, Afganistán, Siria, contra los del grupo
EI, contra los Talibanes y yo preferí ignorar lo que pasaba. ¿Por qué
debo interesarme si yo no pertenezco a esas naciones?
4. En la CDMX escucho que los maestros de la CNTE están protestando
contra la privatización de la educación; me entero que hacen marchas y
plantones; que la semana pasada a las dos de la mañana los subieron a
empellones a camiones para obligarlos a abandonar la Plaza de Santo
Domingo. Ahora se publica que regresaron los maestros a protestar en
están en el parque de La Ciudadela. Pero yo como no soy maestro ni padre
de familia ni se lesiona ninguno de mis intereses y estoy muy lejos del
DF, no me interesa ni debo meterme en nada.
5. Todavía más cerca: Leí que en los estados de Puebla y Veracruz que
los gobernadores: (un tal Moreno Valle y un tal Duarte Ochoa) son
trácalas de lo peor del país. Que al considerar muy tonto a poblanos y
veracruzanos hacen enormes negocios personales y no hay nadie que los
pueda parar. Se han publicado mil denuncias contra ellos, pero parece
haber un arreglo “bajo el agua”, en lo “oscurito”, entre el PRI y el PAN
para dividirse el pastel en esos dos estados. Y no protesto ni me meto
porque no pertenezco a ninguno de esos estados grandes e importantes.
6. Los problemas, aunque me empiecen a llegar a los pies por su
cercanía, en Tabasco, Campeche, Quintana Roo, donde los gobernadores han
sido unos verdaderos caciques que tratan a sus pobladores con la punta
de sus botas mientras hacen enormes negocios con el petróleo y el
turismo, la miseria del pueblo y la corrupción gubernamental se
agudizan. Veo que el pueblo ha comenzado a protestar y organizarse
contra esos gobernantes y empresarios que se enriquecen de la noche a la
mañana; pero no protesto ni ayudo a la población porque no sor de allí.
7. La realidad es que debo confesar que me enteré de los bombardeos
yanquis contra los pueblos del mundo; de las protestas de los profesores
en el DF contra el gobierno de Peña; me enteré de la enorme corrupción
de los gobernadores de Puebla y Veracruz; observé que lo que pasa en el
mundo y en México, también sucede aquí en la península de Yucatán
(Tabasco, Campeche y Quintana Roo), pero yo nunca he apoyado a los
trabajadores porque soy cobarde, individualista, egoísta y hasta tonto.
Por ello cuando vengan por mí nadie me va a defender o apoyar. (29/V/16)
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