Miguel Concha
Las
75 organizaciones que conforman la Red Nacional de Organismos Civiles
de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas y Todos, en 21
estados de la República, trabajaron conjuntamente en el contexto de su
aniversario vigésimo quinto, la agenda política 2015-2020 Ante la
Adversidad y la Indignación: la Construcción Colectiva (http://goo.gl/j1BFcS),
en la que dan cuenta de los problemas estructurales que se expresan en
graves violaciones a los derechos humanos en el país. Significa un
ejercicio del derecho a la participación política y representa un
esfuerzo de análisis conjunto a partir de la metodología de acción en
campos de lucha en los que, pasando por el control político y la
construcción de ideologías, se encuentran diversos actores políticos,
sociales y económicos disputándose nuestros recursos materiales.
En este sentido y partiendo de sus experiencias de defensa y
promoción de los derechos humanos, las organizaciones, además de poner
a disposición un análisis de lo que ocurre en México, con una
perspectiva integral y progresiva de los derechos humanos, se
posicionan y comprometen a seguir luchando y construyendo desde el
trabajo articulado con comunidades, colectivos, movimientos sociales y
civiles, así como personas defensoras de derechos humanos; pero sobre
todo a seguir respaldando las preocupaciones de las víctimas de
violaciones a derechos humanos y sus familiares, frente a la impunidad,
la corrupción y la opacidad con que el gobierno mexicano ha respondido
a un contexto de crisis de derechos humanos sin parangón. Y así, la
agenda está conformada por seis campos de lucha:
1. Tierra y
territorio, donde se expresa el impacto del modelo neoliberal,
traducido entre otras cosas en el acoso y despojo realizado por
empresas nacionales y trasnacionales para apropiarse de los bienes
naturales, tanto en el campo como en la ciudad, y el respaldo, omisión
y muchas veces complicidad del Estado. Estas afectaciones han sido
mucho más visibles en comunidades indígenas y campesinas, aunque en las
zonas urbanas se observa una tendencia en incremento hacia las
afectaciones de espacios públicos con proyectos de infraestructura que
impactan sobre el derecho a la ciudad.
2. Violencia e inseguridad generadas por la guerra contra el crimen
organizado. Son factores propicios para que el modelo de desarrollo
pueda reproducirse, y para fundar el miedo y el terror en la sociedad
mexicana, y por lo tanto pueda tenerse un control social, justificando
así un sistema de seguridad nacional militarizado. Las desapariciones
de personas, las ejecuciones extrajudiciales, la tortura, los
desplazamientos forzados, la ruptura del tejido social y la
normalización de la violencia de personas que viven y transitan por
México, son algunas de las violaciones graves a derechos humanos,
consecuencia de la guerra en contra del enemigo interno.
3. Mujeres,
género y población LGBTTTI. Los feminicidios, los crímenes de odio, la
criminalización y judicialización de las mujeres que ejercen su derecho
a decidir, así como la trata de personas, se han convertido en graves
problemas, de los que son responsables tanto actores estatales como no
estatales. La cultura hegemónica y patriarcal, traducida en el
machismo, la misoginia y la homofobia, son modelos construidos
histórica, social y culturalmente, que obstaculizan el goce de derechos
y desvalorizan, discriminan y excluyen.
4. Derechos económicos,
sociales, culturales y ambientales y Políticas públicas. Desde los años
80 en México se ha impulsado e implementado un modelo de desarrollo
económico que ha priorizado los intereses empresariales por encima de
los derechos humanos. Esta visión ha resultado en el diseño, aprobación
e implementación de leyes y políticas públicas que benefician a las
élites y contribuyen a profundizar las desigualdades económicas y
sociales de aquellas personas en mayores condiciones de vulnerabilidad,
menoscabando así su nivel de vida. Existe una tendencia a la
privatización de los derechos humanos en bienes y servicios, pero sobre
todo la reducción del campo de acción del gobierno a lo mínimo en lo
social, incrementando su control autoritario, la fuerza pública y
militar.
5.
Movilidad humana: migración, refugio y desplazamiento interno. Debido a
las condiciones en que las personas ejercen su derecho a la movilidad
es cada vez más correcto hablar de que ésta es de manera forzada, y que
cada vez menos se reconoce y respeta el derecho a no migrar y
permanecer en su lugar de origen o residencia habitual. Muchas son las
razones que contribuyen a que las personas tomen la decisión de
prácticamente arriesgar su vida y la de su familia por buscar una mejor
calidad de vida, arrebatada muchas veces por la implementación de
modelos neoliberales, pero también por un ambiente de inseguridad y
violencia, aunado a la falta de trabajo en condiciones justas y
equitativas, de educación, salud, vivienda y unidad familiar. 6.
Derecho a defender los derechos y criminalización de la protesta
social.
Ante el anterior contexto, el derecho a promover y defender los
derechos humanos se ha convertido en una labor de alto riesgo, ya que
con ella se afectan diversos intereses de quienes detentan el poder
político y económico en México. Ante esto, la respuesta del Estado
mexicano ha sido la afinación de una política represiva de
criminalización y judicialización en contra de la protesta y de todas
las personas que cuestionan un modelo neoliberal que pasa por encima de
la dignidad humana, desgastando movimientos sociales, deslegitimando a
sus líderes, y promoviendo reformas legales y políticas públicas para
limitar o condenar la protesta social. La exigencia de las
organizaciones de la Red TDT es que México cuente con una política de
Estado basada en la seguridad humana, y que el Estado cumpla con su
responsabilidad de respetar, promover, garantizar y proteger los
derechos humanos en el país.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario