Plan B por Lydia Cacho
Foto: quintanaroo.gob
Esta nueva oleada de virreyes y narcopolíticos lo quiere todo y no disimulan.
Cada vez que incrementan las violaciones a los derechos humanos, los
secuestros, las violencias criminales alguien asegura: “Dicen que el
presidente ya regañó al gobernador”; buena parte de la sociedad persiste
en repetir el discurso del presidencialismo tradicional.
Pero la evidencia demuestra que Enrique Peña Nieto ha perdido por completo el control de sus propios gobernadores; la
corrupción descarada no es punible desde la mirada de alguien que la
ejerce con tanto descaro. Al habitante de Los Pinos le sirven los
estados por sus maquinarias electorales bien afinadas, ellas son parte
de un sistema que aún funciona mejor de lo que quisiéramos; por lo demás
los deja gobernar como les place.
Esto viene a cuenta porque este año Sinaloa y Quintana Roo
tienen elecciones para gobernadores, en ambos estados se cuecen habas:
en el noroeste por la influencia evidente del cártel dominante cuyo
líder, ahora libre, seguirá intentando gobernar municipios y el propio
estado; allá la gente sueña con que un independiente les libre de una
elección de Estado Criminal, pero todo indica que Manuel Clouthier, el
único con la credibilidad y la preparación, no se lanzará este año. En
Sinaloa se murmura que el asesinato del padre podría repetirse en el
hijo si tiene la valentía. Esperemos que se equivoquen.
Sinaloa no es el único estado del país en que el homicidio de un
candidato podría ser la salida de las mafias que han tomado el poder. El
mes pasado una camioneta en la que viajarían el precandidato y subsecretario de Turismo, Carlos Joaquín González y
su esposa, tuvo un aparatoso accidente carretero en una zona en la que
los teléfonos celulares no tienen señal. Joaquín y su esposa decidieron
de última hora no subir en el vehículo, nadie lo sabía. Casi
inmediatamente que sucedió el trágico accidente que arrebató la vida a
una familia local con la que se impactó la camioneta en la que
supuestamente viajaría el candidato, los troles de redes sociales y
algunos medios cercanos al gobernador acusaron de asesino al candidato.
Aseguraron, sin una sola evidencia, que el chofer había huido de la
escena, cuando en realidad los tripulantes estaban severamente heridos y
uno de ellos quedó en coma. Nadie mencionó la presencia de un trailer
que se lanzó contra la camioneta que terminó volteada en un vado.
Ahora la PGR ha recibido un informe detallado de los hechos que no
coinciden en absoluto con la noticia original que parecía un copia-pega
en los diarios pro-gobierno. Es bien sabido que Roberto Borge ha expresado frente a empresarios y políticos que jamás llegará al poder Carlos Joaquín;
el gobernador incluso ha hostigado a empresarios que se han reunido con
el hermanastro de Pedro Joaquín Coldwell, ex gobernador de Quintana Roo
y actual Secretario de Energía.
La guerra intestina dentro del propio PRI en el estado hace cada vez más evidentes los alcances de las venganzas de cada grupo;
el gobernador ha quemado a un candidato (Góngora) para proteger a otro
(Toledo). Lo que le ocupa es que quede en su lugar uno de los suyos, que
le proteja y evite que le investiguen cuando no tenga fuero. Teme que
investiguen las desapariciones forzadas y el despojo multimillonario en Tulum
y Majahual orquestado por él y su socio Félix González (ex gobernador
del estado); teme que evidencien cómo secuestró al poder judicial y los
10 casos emblemáticos de tortura, entre ellos el de Héctor Casique
Fernández y el de Pedro Canché. El primero sigue preso a
pesar de la orden judicial de liberarlo, el segundo salió libre gracias
a la organización internacional Article 19. Borge teme que se
evidencien en un juicio todos los actos de corrupción, el robo de
tierras, el aumento en el trasiego de drogas y de personas traficadas
desde la frontera con Chetumal. Y porque teme, violenta y hostiga lo
mismo a periodistas que a empresarios que no se cuadran a sus intereses.
Ha gastado sumas multimillonarias para publicar panfletos y clonar
medios a su antojo. Ha sometido al estado al peor endeudamiento de la
historia para el estado que más recursos aporta al PIB nacional.
Mientras el PRI juega sus juegos mortales, Morena se ha convertido en
Quintana Roo en la fuerza política más potente que hayamos tenido como
oposición. Borge y sus actos de brutalidad han causado lo que el PRD
nunca logró: unir a cientos de miles de personas jóvenes a sumarse a un
partido opositor; si Morena no elige mal a su candidato tal vez le dé una sorpresa al país.
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