1/04/2016

“¿Cuál presidencialismo?”


Plan B por Lydia Cacho

Foto: quintanaroo.gob
Esta nueva oleada de virreyes y narcopolíticos lo quiere todo y no disimulan.
Cada vez que incrementan las violaciones a los derechos humanos, los secuestros, las violencias criminales alguien asegura: “Dicen que el presidente ya regañó al gobernador”; buena parte de la sociedad persiste en repetir el discurso del presidencialismo tradicional.
Pero la evidencia demuestra que Enrique Peña Nieto ha perdido por completo el control de sus propios gobernadores; la corrupción descarada no es punible desde la mirada de alguien que la ejerce con tanto descaro. Al habitante de Los Pinos le sirven los estados por sus maquinarias electorales bien afinadas, ellas son parte de un sistema que aún funciona mejor de lo que quisiéramos; por lo demás los deja gobernar como les place.
Esto viene a cuenta porque este año Sinaloa y Quintana Roo tienen elecciones para gobernadores, en ambos estados se cuecen habas: en el noroeste por la influencia evidente del cártel dominante cuyo líder, ahora libre, seguirá intentando gobernar municipios y el propio estado; allá la gente sueña con que un independiente les libre de una elección de Estado Criminal, pero todo indica que Manuel Clouthier, el único con la credibilidad y la preparación, no se lanzará este año. En Sinaloa se murmura que el asesinato del padre podría repetirse en el hijo si tiene la valentía. Esperemos que se equivoquen.
Sinaloa no es el único estado del país en que el homicidio de un candidato podría ser la salida de las mafias que han tomado el poder. El mes pasado una camioneta en la que viajarían el precandidato y subsecretario de Turismo, Carlos Joaquín González y su esposa, tuvo un aparatoso accidente carretero en una zona en la que los teléfonos celulares no tienen señal. Joaquín y su esposa decidieron de última hora no subir en el vehículo, nadie lo sabía. Casi inmediatamente que sucedió el trágico accidente que arrebató la vida a una familia local con la que se impactó la camioneta en la que supuestamente viajaría el candidato, los troles de redes sociales y algunos medios cercanos al gobernador acusaron de asesino al candidato. Aseguraron, sin una sola evidencia, que el chofer había huido de la escena, cuando en realidad los tripulantes estaban severamente heridos y uno de ellos quedó en coma. Nadie mencionó la presencia de un trailer que se lanzó contra la camioneta que terminó volteada en un vado.
Ahora la PGR ha recibido un informe detallado de los hechos que no coinciden en absoluto con la noticia original que parecía un copia-pega en los diarios pro-gobierno. Es bien sabido que Roberto Borge ha expresado frente a empresarios y políticos que jamás llegará al poder Carlos Joaquín; el gobernador incluso ha hostigado a empresarios que se han reunido con el hermanastro de Pedro Joaquín Coldwell, ex gobernador de Quintana Roo y actual Secretario de Energía.
La guerra intestina dentro del propio PRI en el estado hace cada vez más evidentes los alcances de las venganzas de cada grupo; el gobernador ha quemado a un candidato (Góngora) para proteger a otro (Toledo). Lo que le ocupa es que quede en su lugar uno de los suyos, que le proteja y evite que le investiguen cuando no tenga fuero. Teme que investiguen las desapariciones forzadas y el despojo multimillonario en Tulum y Majahual orquestado por él y su socio Félix González (ex gobernador del estado); teme que evidencien cómo secuestró al poder judicial y los 10 casos emblemáticos de tortura, entre ellos el de Héctor Casique Fernández y el de Pedro Canché. El primero sigue preso a pesar de la orden judicial de liberarlo, el segundo salió libre gracias a la organización internacional Article 19. Borge teme que se evidencien en un juicio todos los actos de corrupción, el robo de tierras, el aumento en el trasiego de drogas y de personas traficadas desde la frontera con Chetumal. Y porque teme, violenta y hostiga lo mismo a periodistas que a empresarios que no se cuadran a sus intereses. Ha gastado sumas multimillonarias para publicar panfletos y clonar medios a su antojo. Ha sometido al estado al peor endeudamiento de la historia para el estado que más recursos aporta al PIB nacional.
Mientras el PRI juega sus juegos mortales, Morena se ha convertido en Quintana Roo en la fuerza política más potente que hayamos tenido como oposición. Borge y sus actos de brutalidad han causado lo que el PRD nunca logró: unir a cientos de miles de personas jóvenes a sumarse a un partido opositor; si Morena no elige mal a su candidato tal vez le dé una sorpresa al país.

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