La empresa juguetera Mattel ha sido criticada por “una campaña de marketing encubierto”, tras repartir de forma gratuita muñecas de Barbie y Ken entre las escuelas de Reino Unido como parte de un programa para enseñar empatía a los niños, según un artículo publicado por The British Medical Journal (The BMJ). La polémica surge en pleno furor por el estreno de la película Barbie, dirigida por Greta Gerwig y protagonizada por Margot Robbie y Ryan Gosling.
El periodista de investigación Hristio Boytchev ha informado de que el programa “Escuela de la amistad de Barbie” de Mattell, en el que se regalan muñecas para que los niños realicen ejercicios de juegos de roles, se ha extendido a 700 escuelas de todo el Reino Unido, “con el potencial de llegar a más de 150.000 alumnos”, según la empresa.
Mattel afirma que ha patrocinado investigaciones que demuestran que jugar con muñecas ofrece “importantes beneficios” para el desarrollo de los niños, entre ellos el fomento de aptitudes como la empatía.
Mattel dice que patrocina investigaciones que demuestran que jugar con muñecas ofrece “importantes beneficios” para el desarrollo de los niños
Pero los expertos han criticado el programa, planteando cuestiones sobre los posibles efectos negativos de las muñecas Barbie en términos de estereotipos de género, cuestionando el uso de la investigación para justificar el programa. Además, se preguntan si las empresas deberían poder promocionar libremente sus productos en las escuelas.
“El proyecto me hace sospechar que puede ser abusivo”, dijo Philippa Perry, psicoterapeuta y autora de libros sobre crianza y educación. “Me produce una ligera repulsión”, señala.
Por su parte, Mark Petticrew, catedrático de evaluación de salud pública de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, calificó el programa de “alarmante”.
“Las entidades comerciales como Mattel no son expertas en salud o educación infantil, sino en vender productos para maximizar los beneficios”, agrega May van Schalkwyk, especialista en salud pública, también de la London School of Hygiene & Tropical Medicine. “Los materiales de Mattel llevan mucha marca: ¿por qué deberían exponerse los niños a este tipo de marketing encubierto?”.
Las entidades comerciales como Mattel no son expertas en salud o educación infantil, sino en vender productos para maximizar los beneficios
May van Schalkwyk, experto en salud pública
En múltiples ocasiones, en la información dirigida a profesores, padres y público en general, Mattel hace referencia a los estudios que ha financiado como base del programa.
La investigación forma parte de una colaboración de cinco años entre Mattel y la Universidad de Cardiff, afirma un portavoz de Mattel. Un estudio publicado en 2020 descubrió una mayor actividad cerebral en los niños cuando jugaban con muñecas de Mattel en comparación con los juegos en tabletas electrónicas.
También un reciente análisis patrocinado por Mattel del mismo grupo experimental concluyó en 2022 que los niños que jugaban con muñecas utilizaban más “lenguaje de estado interno” para describir sentimientos y pensamientos.
Investigación controvertida
Franziska Korb, psicóloga de la Universidad Tecnológica de Dresde (Alemania), declaró a The BMJ que la idea del estudio era buena y la metodología adecuada, pero subrayó que los estudios hallaron diferencias significativas entre el juego con muñecas y con tabletas cuando cada niño jugaba solo. Cuando los niños jugaban con un adulto, las diferencias desaparecían.
Korb también afirma que la investigación no puede utilizarse para hacer afirmaciones sobre efectos a largo plazo en el desarrollo o el comportamiento.
La juguetera ha afirmado que debido a los resultados positivos, estudiará la posibilidad de ampliar el programa a otros mercados
Ante las críticas al programa, un portavoz de Mattel envió testimonios anónimos de profesores que celebraban el programa por la respuesta positiva que ha suscitado en los alumnos y la diversidad de las muñecas, en cuanto a tipo de cuerpo, discapacidad y tono de piel.
El portavoz de la empresa también ha afirmado que, debido a los resultados positivos, la empresa estudiará la posibilidad de ampliar el programa a otros mercados.
El Ministerio de Educación británico se negó a confirmar si había evaluado el programa y declaró a The BMJ que las escuelas británicas tienen autonomía para introducir cualquier material educativo que consideren apropiado.