Fuente: Sitio oficial Han Kang.-Ciudad
de México.- Nacida en Gwangju en 1970, Han Kang es poeta, literata y
madre y hoy la Academia de literatura la ha reconocido como la primera
mujer de su país en ganar el Premio Nobel de Literatura y con ello se
convierte en la número 18 en la historia de los 117 Premios que se han
entregado desde 1901.
El terreno de este reconocimiento continúa
siendo una muralla difícil de atravesar para las mujeres, por ello, el
fallo de la Academia a favor de Han Kang es una doble victoria: Primero,
sobre el androcentrismo del Nobel y posteriormente, contra el
eurocentrismo, pues sólo 4 personas asiáticas han sido reconocidas con
un Nobel; todos, hombres. Yasunari Kawabata (Japón), Kenzaburo Oe
(Japón), Gao Xingjjan (China) y Mo Yan (China), este último, en 2012.
Kang ha sido reconocida por su «intensa prosa poética que expone la fragilidad humana»
y posteriormente, la institución compartió una llamada con la escritora
donde refirió sentirse profundamente conmovida y que la noticia la
había sorprendido cocinando junto a su hijo. La celebración de Han Kang
será una tarde de té en familia.
La historia de una madre ama de
casa que, un día, despierta sin deseos de comer carne tras vivir
sanguinarias pesadillas, para posteriormente, deja de comer en absoluto.
Movida
por el deseo de sacudirse de la depresión y de comenzar a vivir como un
árbol, la historia confrontará los traumas humanos e históricos que
atraviesan a la pequeña isla de Corea del Sur; esta obra titulada La Vegetariana
es, tal vez, uno de los puntos primarios para entender los terrenos
literarios de Han Kang, la primera mujer asiática y surcoreana en ganar
un Premio Nobel.
A los 9 años, la escritora se mudó a Seúl y en
1993, publicó sus primeros poemas y dos años después, publicó un
recopilatorio de cuentos «Amor de Yeosu«. El éxito comenzaría a llegar a principios del milenio, cuando en 2002 publicaría su primera novela titulada «Tus manos frías».
Uno
de los sellos características de Han Kang es la facultad de exponer la
frialdad del sistema patriarcal y violento de Corea del Sur, pues
usualmente, sus obras son narradas desde la perspectiva de los hombres y
sus protagonistas, son mujeres; narra los pensamientos desdeñables
sobre el cuerpo de la protagonista, la violencia emocional, sexual, la
misoginia de los hombres disfrazada de empatía y finalmente, la libertad
onírica para sus protagonistas mujeres. Como por ejemplo:
«Así
pues, fue natural que eligiera casarme con ella, que tenía el aspecto
de ser la mujer más corriente del mundo. De hecho, jamás he podido
sentirme cómodo con las mujeres bonitas, inteligentes, sensuales o
provenientes de familias adineradas. Si al menos hubiera usado sostén
con relleno, no me habría hecho quedar tan mal cuando la presenté a mis
amigos.» (Fragmento, «La Vegetariana» de Han Kang)
Tres obras de Han Kang
Human acts (Actos humanos), 2014
En
la ciudad natal de Han Kang se presentó un movimiento estudiantil y
político llamado el Levantamiento de Gwanju en los años 80s que buscaban
la democracia para Corea del Sur. Ante la presión del movimiento, el
Estado reprimió haciendo uso del Ejército y asesinó a un aproximado de
165 estudiantes y civiles durante las manifestaciones.
La obra fue
elogiada por la Academia, pues de este cruento evento, se desprende una
mirada completamente innovadora de escribir donde las almas de los
cuerpos pueden separarse de los cuerpos y presenciar su muerte, cómo son
lanzados a fosas comunes sin ser identificados, la rabia y la tristeza
de haber perdido todo.
Según se refirió durante el evento de
anunciación «Human Acts» es la obra con la que se debe comenzar a leer a
Han Kang para empaparse de su pluma y su visión del mundo.
Decir adiós, es imposible (2024)
Inseon
ha sufrido un accidente y permanecerá internada un buen tiempo, su
preocupación fundamental, será alimentar a su pájaro. Por esto, busca a
Gyeongha, su amiga quien acepta moverse a su domicilio y cuidar del ave;
es invierno y debe apresurarse si quiere llegar bien a la casa de
Inseon.
Una vez en el domicilio, Gyeongha descubrirá por accidente
un archivo compilatorio sobre la masacre en la isla de Jeju en 1948
donde murieron aproximadamente 30 mil personas y con horror, encontrará
la conexión entre la familia de Inseon y este suceso.
La historia
contada en el presente conectará de forma natural con el pasado, las
heridas de la represión, las y los muertos que nunca encontraron la paz y
cómo, aunque se quiera, el presente nunca logrará escapar de la
violencia del pasado.
Esta obra ya ha sido traducida al español y
se apunta a que llegará a las librerías hispanohablantes bajo la
editorial Random House a lo largo de 2025.
Blanco (2020)
La
protagonista de esta historia ha cargado desde siempre un dolor
existencial; algo duele y no la deja vivir tranquila. Con esta inquietud
es que comenzará a buscar dentro de la cotidianidad qué es lo que la
aqueja y cómo esto, se liga directamente con la muerte de su hermana a
quien no conoció.
El hilo de la historia será el color blanco,
considerado en la cultura asiático el color del luto y del duelo,
indagará en todas aquellas cosas blancas que continúan albergando el
dolor; las bombillas, el escritorio de su hermana, los faros de los
autos que corren a medianoche y la luz que irradian las pantallas.
Cuestionará la idea de cómo sanar algo que nunca se conoció, la
existencia, la introspección y cómo librarse de la tristeza.
«Ella
está sentada ante el escritorio como alguien que no sufre ningún dolor.
Como si no hubiera existido nunca el tiempo en que el único consuelo
era que la eternidad no podía ser nuestra» (Fragmento «Blanco» de Han
Kang)
.-Ciudad
de México.- Son los primeros días de octubre lo que significa que es el
momento del año de nombrar a una de las matemáticas y programadoras más
poderosas de la historia; Ada Lovelace, a quien se le atribuye la
posibilidad de haber creado las primeras computadoras de la humanidad y
por ello, el segundo martes de octubre se celebra un día en su honor.
Nacida
en Gran Bretaña en 1815 es hija de Anabella Milbanke quien fue la
responsable del cuidado de Ada; ella se encargó de que su hija
aprendiera las matemáticas desde una edad muy temprana con tutores y
posteriormente, de forma autodidacta.
En aquella época, las
mujeres eran educadas para el trabajo doméstico y que su vida girara en
torno al matrimonio y labores de cuidado, sin embargo, la madre de Ada
Lovelace, la impulsó para elevar sus conocimientos matemáticos a la
creación de planos de aeronaves, máquinas y resolver problemas
complejos, esto, a pesar de que la salud de Ada se ha reconocido como «muy débil desde su nacimiento«.
Su
padre, el escritor Lord Byron se desentendió de ella a los meses de su
nacimiento; nunca le conoció, ni la buscó, según refiere la revista National Geographic.
El
tema de la programación resultaba lejano para la época, sin embargo, a
principios de sus veintes, la vida de Ada Lovelace cambiaría luego de un
encuentro con un hombre llamado Charles Babbage considerado el padre de
la programación e inventor de las máquinas calculadoras.
El
programador compartió con Ada el desarrollo de un innovador dispositivo
que permitiría calcular valores y funciones; la idea se enquistó en la
joven matemática y convirtió la programación en su terreno de
investigación.
La curiosidad se había despertado y esto sería sólo
el primer paso para desatar el potencial de la mujer que crearia las
bases de la programación contemporánea.
Ada Lovelace comenzó a
realizar anotaciones y algunas recomendaciones importantes sobre el
proyecto de su par, Charles Babbage quien se encontraba por Italia
exponiendo el prototipo de su máquina constituida por 25 mil piezas.
Difundiendo
este hecho y en un intento de recaudar fondos, Ada Lovelace tradujo los
folletos -que estaban en italiano- y comenzó a repartirlos; la sorpresa
fue grata, no sólo para su compañero, sino que la esfera intelectual
británica puso especial foco en Lovelace.
Sus anotaciones eran
visionarias e incluían términos innovadores que continúan siendo
aplicados en la actualidad como el algoritmo informático.
Paralelamente,
desarrolló planos de otro aparato que permitiría leer datos y resolver
problemas matemáticos con precisión y velocidad, Ada Lovelace siempre
tuvo la mirada en el futuro y aseguraba que la humanidad crearía
maquinaria que pudiese hacer más que sólo calcular o procesar números,
sino que podrían realizar millones de tareas a la vez, la matemática
proyectaba que el futuro sería mucho más complejo y brillante.
Esta
idea le permitió entender que, a través de la manipulación de símbolos y
reglas definidas, las máquinas podrían actuar en otras cosas, como por
ejemplo, piezas musicales complejas.
Esto es, probablemente, la
punta de lanza que la distinguió de sus pares, Ada Lovelace entendió que
no todo se trataba de cálculos, sino más bien, de computar los aparatos
para que estos pudieran acotar tareas elaboradas que sólo fueran
limitadas por la creatividad de quien programe. A sus 28 años, Ada
Lovelace habló, por primera vez en la historia, en hablar de lenguaje
binario de programación.
Ada Lovelace: La lucha contra el machismo y el borradohistórico
Ada
Lovelace no accedió a la educación universitaria como el gremio de
matemáticos, ni tampoco gozó del reconocimiento por su mente brillante;
Ada Lovelace debía cumplir con su rol de esposa luego de contraer
matrimonio con el duque de Lovelace y posteriormente, cuidar de sus 3
hijos.
La maestra Amanda Hernández de la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales refiere en el artículo académico para el Consejo
Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONACYT) que las
mujeres de aquella época no eran enseñadas hacia las ciencias exactas y
que si bien, algunas clases sociales más nobles y aristócratas podían
acceder a la educación, esta estaba limitada a aprender de literatura,
poesía, danza, letras o canto.
Materias consideradas propio de su
sexo y que sólo eran consideradas un «aditamento» a su personalidad,
pues al momento de contraer nupcias, su prioridad sería el cuidar de su
esposo y posteriormente, tener hijas e hijos.
A pesar de este
rígido sistema patriarcal, algunas mujeres, como Ada Lovelace, se
rebelaban y de manera autodidacta, consultaban libros de matemáticas y
ciencias, de esta resistencia, es que existió la astrónoma Caroline
Herschel, la matemática Marie Sophie Gereximirmain o la estadística
sanitaria, Florence Nightingale.
Paralelamente, el artículo de la
CONACYT, refiere que estas pequeñas rebeldías se gestaban entre mismas
mujeres apasionadas por las matemáticas, pues en aquella época, se
publicaba «El diario de las señoritas» que contenía datos de interés
para las mujeres victorianas, algunos crucigramas o recetas, sin
embargo, entre sus hojas, se encontraban a veces problemas matemáticos
complejísimos.
Las mujeres resolvían estos ejercicios, los
firmaban de forma anónima -o con seudónimos- y posteriormente, los
enviaban a la revista que a la siguiente edición, publicaba las
respuestas. Esto incentivo a las matemáticas y aficionadas británicas
que encontraban en la revista un refugio.
Con esto se apunta a
derribar el mito de que no existían las mujeres programadoras o
matemáticas en la época victoriana; siempre lo hicieron.
A pesar
de ser una de las mentes más brillantes y reconocida por su par, el
maestro de la Universidad de Londres, August Morgan como una matemática
de primera categoría, el mismo Morgan, refirió en una carta que su
problema era no ser un joven (varón), pues de serlo, él lo habría
profesionalizado.
Ante la injusticia que la excluía de los
círculos de matemáticos a causa de su género, se unió el deber que debía
cumplir como madre y esposa de un conde.
Tenía compromisos todo
el tiempo, educaba y procuraba a sus hijos pequeños y la idea de
desarrollar la máquina que tanto anhelaba parecía cada vez más lejana;
no había posibilidad de dedicarse de lleno a la programación como el
maestro Morgan o Babbage, aunado a esto, la salud de Ada Lovelace
empeoraba sintiéndose cansada todo el tiempo y muy débil.
A la
edad de 36 años recibió la noticia de que tenía cancer y sólo un año
después, murió. Su máquina nunca fue construida, sus textos fueron
olvidados por más de un siglo y nunca fue reconocida por sus importantes
aportes a la programación.
No fue hasta 1953 que estas notas
fueron recopiladas y publicadas con su nombre real, originándose de
aquí, el reconocimiento que en vida tanto mereció y nombrándola como la
primera programadora en la historia que permitió la construcción de las
computadoras contemporáneas.
, pienso que el hecho de que Claudia Sheinbaum dirija nuestro
país en los próximos seis años fortalece nuestra fe en nosotras mismas y
alienta nuestro afán de superación. A raíz de su triunfo, muchas
aspirantes a universitarias insistirán en su carrera, muchas
dependientas en tiendas, muchas deportistas, enfermeras, secretarias en
oficinas sentirán que pueden lograr un reconocimiento inesperado. De ahí
que sea tan importante la aseveración de Sheinbaum: No llego sola, llegamos todas, el lema más alentador de los años recientes.
Al lanzar esas palabras desde la plaza pública, fortaleció nuestra
vocación por el estudio y nuestro deseo personal de superación. Además
de enaltecernos, su nombramiento nos hermana, porque a su lado sentimos
que también nosotras podemos superarnos y destacar en nuestro empeño. Su
insistencia en el No llego sola, llegamos todas da en el clavo de nuestras inseguridades y la imagen que tenemos de nosotras mismas.
Varias mujeres vivimos el triunfo de Claudia Sheinbaum como personal.
“Indudablemente –plantea la feminista Marta Lamas–, la llegada de
Claudia Sheinbaum a la Presidencia es un hecho histórico y simbólico,
pero lo que me parece más significativo es que sea precisamente Claudia
la que llegue al poder, porque ella tiene un proyecto para las mujeres.
Su eslogan, No llego sola, llegamos todas, nos asegura que ha
vivido los conflictos que tenemos las mexicanas que conciliamos trabajo y
familia. Claudia sabe lo que es tener un hijito enfermo en casa y no
poder llegar al trabajo o desvelarse para terminar la tesis.
“Claudia plantea echar a andar su proyecto del Sistema Nacional de
Cuidados con las jornaleras agrícolas y las obreras de la maquila. Tengo
la certeza de que ese proyecto será la palanca para lograr un cambio
estructural en nuestra sociedad. Lo del espacio público, el espacio
privado, el tema del cuidado a las personas mayores o con alguna
discapacidad, y el caso de enfermos que se quedan amarrados en casa para
que no se extravíen preocupa desde siempre a nuestra sociedad. Claudia
apunta a un cambio estructural importantísimo. Por eso, más allá del
hecho simbólico e histórico,me parece que su mandato va a cambiar la
vida de las mujeres en nuestro país.
“También pienso que no hay que mistificar ni creer que por ser mujer
va a dejar de cometer errores. No, no, Claudia es un ser humano. En los
países en los que una Presidenta se equivoca suele decirse: ‘¡Ah, las
mujeres no saben gobernar!’ Hay que tener una mirada equilibrada, en el
sentido de reconocer que lo importante y significativo del momento que
ahora vivimos es que Sheinbaum llegue al poder, porque ya ha demostrado
que sabe gobernar.
“Me preocupan las expectativas en situaciones que nos importan mucho a
las mujeres, porque no van a cambiar pronto; por ejemplo, el tema de
los feminicidios, que no va a poder resolverse en sus seis años de
gobierno, porque se trata de una violencia estructural del
microcapitalismo que ahora vivimos; va a poder sentar cimientos para una
política distinta, y a lo mejor en tres sexenios lograremos, gracias a
su gestión, acabar con los feminicidios en la Ciudad de México.
Claudia no tiene una varita mágica con la que pueda acabar con esa
barbaridad y ese horror que son los feminicidios y la violencia contra
las mujeres, porque también hay que acabar con la violencia de los
hombres. Yo diría: congratulémonos de que llega Claudia Sheinbaum, pero
al mismo tiempo también démosle la oportunidad de sentar las bases para
los cambios que queremos, y no nos hagamos ilusiones de que por ser
mujer ella va a poder cambiarlo todo.
La documentalista Soco Aguilar se entusiasma: Ella me cae muy
bien. Me parece maravilloso que llegue a la Presidencia porque las
mujeres siempre estamos sometidas a las decisiones que toman lo hombres.
Espero con todo mi corazón que Claudia, tan preparada, logre para
nosotras esta independencia de acción y decisión.
Soy Carolina Aranda, tengo 27 años. Terminé mi licenciatura en
literatura en la Universidad de las Américas, Puebla. El primero de
octubre me levanté y me sentí diferente porque Claudia es mi presidenta.
En lo primero que pensé fue en todas las brujas que quemaron en la
hoguera en el siglo XIV; pensé en las mujeres de la Revolución Mexicana,
como Jesusa Palancares; en las mujeres que buscaron a sus hijos
desaparecidos, como Rosario Ibarra de Piedra, y en otras a quienes
todavía les desaparecen a un hijo cuya ausencia se convierte en un
sufrimiento cotidiano.
“Yo soy María Martínez; tengo dos hijos, Alejandro y Nayeli; tengo 55
años y soy trabajadora del hogar. Tener ese empleo me ayudó mucho a
mantener a mis dos hijos; mi hijo Alejandro Ramírez tiene 18 años,
terminó su carrera de ingeniería en transporte en el Politécnico… Me
enorgullece haber podido ayudarlo al emplearme en el quehacer doméstico.
Me da gusto que una mujer dirija al país, porque siento que vamos
superándonos, que ya hay más igualdad. Ahora veo que más mujeres
estudian.”
“Soy Yunuhen González y soy bailarina de folclor. Como mexicana, me
emociona que seamos un referente al tener a la primera presidenta.
Brasil, Argentina, Chile, Costa Rica, por mencionar algunas naciones, ya
lo lograron, y si bien en México las mujeres se han responsabilizado de
cargos públicos de gran relevancia, la Presidencia parecía
inalcanzable. Recuerdo que la primera vez que fui a votar, Patricia
Mercado era la única mujer que contendía por la Presidencia de México;
le siguió Josefina Vázquez Mota y ahora gana Claudia Sheinbaum, para mi
beneplácito. En estas elecciones de 2024, me parece que el papel de la
mujer en la política tuvo la suficiente contundencia para fincar dos
opciones; dejar de ser una ‘representación femenina’ en sus respectivos
partidos para convertirse en protagonistas de la gran contienda
electoral. Ahora, con Claudia Sheinbaum en la Presidencia, hay
esperanza, porque su triunfo es un ejemplo a seguir para miles de
mujeres y niñas que sueñan con llegar tan lejos como sea posible. Cuando
la Presidenta dice: ‘No llego sola, llegamos todas’, su mensaje es
formidable, porque miles de madres, estudiantes, jornaleras, artesanas
confían en que ella hará un gran trabajo como la primera Presidenta de
México.”
María Consuelo Mejía, quien fue directora de Católicas por el Derecho
a Decidir nos comparte: “Por primera vez en sus 200 años como
República, México tiene una Presidenta, la doctora Claudia Sheinbaum
Pardo, física, ingeniera ambiental y de la energía; en sus palabras,
científica humanista con profundo amor a su patria y a su pueblo.
“En México, el machismo sigue siendo una actitud dominante en las
relaciones entre mujeres y hombres, así como la misoginia que se expresa
en los altísimos niveles de violencia contra las mujeres, las
adolescentes y las niñas. En este país machista y misógino ganó Claudia
con 35 millones de votos, más que los que obtuvo López Obrador en 2018, y
con una distancia de 30 puntos de su más cercana contendiente. Un
triunfo realmente histórico.
“Claudia Sheinbaum enarbola un proyecto de nación progresista e
incluyente, que ha denominado el ‘humanismo mexicano’, en el que, como
su antecesor, pone en el centro a las clases más desprotegidas: por el
bien de todas y todos, dijo en estos días, primero las mujeres
indígenas, primero las pobres.
Sin duda alguna, para implementar sus políticas, enfrentará
obstáculos y tendrá que resolverlos con el apoyo de un excelente equipo
de gobierno y de los 35 millones de personas que votaron por ella. Temas
como las consecuencias del cambio climático, el narcotráfico, la
violencia generalizada, el equilibrio político necesario para fortalecer
la democracia, la escasez de agua y el posible triunfo de Trump,
tendrán que ser abordados de manera prioritaria. ¡No la tiene fácil
nuestra primera Presidenta!
A mis 92 años (71 en el periodismo), la emoción de ver a Claudia
Sheinbaum llegar a la Presidencia es inmensa. En mi niñez y en mi
juventud supe de reinas por un día y princesas que perdían su zapato,
como Cenicienta, y eran rescatadas por un hombre, pero nunca imaginé que
una mujer rescataría a todo un pueblo; nunca pensé que a México lo
gobernaría una universitaria, una luchadora social, la hija de la
científica Annie Pardo, a cuyo lado me senté en la toma de posesión del
primero de octubre y no supe decirle qué orgullo sentí de estar ahí
junto a ella y de compartir el triunfo de Claudia Sheinbaum Pardo.
Rosalind Lee fue coautora del trabajo de 1993 sobre microARN por el que
su marido ha sido reconocido este lunes con el Nobel de Medicina, lo
que ha despertado de nuevo las críticas por sexismo a la Real Academia
Sueca: ¿están justificadas?
“Felicitaciones a nuestro premio Nobel de Medicina 2024,
Victor Ambros. Esta mañana celebró la noticia de su premio junto a su
colega y esposa Rosalind Lee, quien también fue la primera autora del
artículo Cell de 1993 citado por el Comité Nobel”. Estas dos
breves frases, acompañadas de una foto de la pareja, fueron publicadas
el pasado lunes a mediodía en la red social X por la organización de los premios Nobel (@NobelPrize).
Desde entonces se ha producido un aluvión de críticas por sexismo a la academia sueca, que tiene un amplio historial de injusticias
respecto a las mujeres científicas, a las que ha dejado y sigue dejando
sistemáticamente fuera del foco. “Si Rosalind fue la primera autora de
dicho artículo, ¿quizás también debería ser una de las premiadas?”, se
pregunta alguno de los investigadores a los que este mensaje de la
academia les ha parecido “machista y desalentador”. “Ella es autora de todos sus trabajos”, subraya otro de los mensajes. “Suena como la historia de Rosalind Franklin”.
Indignación por el motivo “equivocado”
Algunos de los científicos consultados por elDiario.es
coinciden en que el tuit es inoportuno y sexista y que las críticas al
machismo de los Nobel están justificadas, aunque en este caso se
producen por el motivo equivocado. Porque el hecho de ser
“primera autora” no significa lo mismo en todos los campos de la ciencia
ni es lo que se puede interpretar desde fuera de este mundillo. “En
Biomedicina, el último autor suele ser el senior, el que ha tenido la
idea en grande y el primer autor es el que hace el experimento y ha
hecho el trabajo material”, explica Sara Rodríguez Heras,
especialista en microARN de la Universidad de Granada (UGR). El Nobel
se suele dar a quien ha tenido la idea y ha dirigido a la gente para
demostrarla, subraya, pero este caso también refleja una situación que
se repite y sigue pasando: las mujeres son las que trabajan en el
laboratorio y él dirige el grupo.
Para Sònia Guil,
líder del Grupo de Regulación del ARN y Cromatina del Instituto de
Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, la polémica, tal y como
se plantea, no tiene fundamento. “Ambros era el que lideraba el grupo
de investigación en el artículo del 93”, asegura. “Hasta donde yo sé, no
hay duda sobre su papel principal en la investigación de ese año y
posteriores y por tanto sobre el merecido premio”. “Esto no quita
—matiza—, que en otros casos se haya podido despreciar o no valorar como
se merecía el papel de las mujeres, pero no me parece que sea este sea
el caso”.
¿Un premio para más de dos?
Otros especialistas expresan serias dudas sobre la oportunidad
desaprovechada de reconocer a Rosalind Lee, que está como coautora en
todos los trabajos relevantes de la carrera de Victor Ambros, el único
de la pareja que ha sido reconocido. De hecho, ambos compartieron algún premio anterior
con el mismo nivel de reconocimiento. El trabajo de Rosalind Lee, junto
a la investigadora postdoctoral Rhonda Feinbaum —que aparece en el
famoso trabajo de 1993— fue esencial para generar las cepas de C. elegans
que sirvieron para estudiar el microARN en el laboratorio y
caracterizar su función, mérito suficiente para haber recibido el
Nobel.
“Ha habido muchas personas así en mi carrera, incluida mi
esposa, Rosalind Lee, que trabaja en mi laboratorio y ha contribuido
enormemente a mi éxito”, reconoció el propio Ambros en una entrevista. “Ella y una postdoctorada en mi laboratorio, Rhonda Feinbaum, fueron quienes clonaron y caracterizaron el primer microARN, lin-4, mientras yo estaba en Dartmouth”.
Mujeres fuera de la foto
Para algunos, son claras las reminiscencias con el caso de Rosalind Franklin, que fue eclipsada por Watson y Crick a
pesar de que su trabajo fue esencial para el descubrimiento de la
estructura del ADN. “El planteamiento de la polémica, apelando a su
condición de ‘primera autora’, no tiene sentido, pero viendo la
aportación que hizo Rosalind Lee, tiene toda la pinta de que esta mujer
podría haber compartido el Nobel”, asegura César Tomé, especialista en historia de la ciencia y coordinador del Cuaderno de Cultura Científica de la UPV/EHU. “La academia debería justificar por qué a esta señora no se la premia, pero no porque sea ”primera autora“ del paper, sino porque parece que contribuyó significativamente a los hallazgos”.
“Si el premio se otorga por el artículo de Cell de 1993
que citan, tendrían que ser premiados con el Nobel los tres autores, no
solo Ambros y Lee, sino también la tercera firmante”, sostiene Gemma Marfany,
catedrática de Genética de la Universidad de Barcelona (UB). Pero esto
raramente sucede, reconoce, aunque existen precedentes en los que se
reconoce al jefe y su estudiante de doctorado, como sucedió con Elizabeth Blackburn y Carol Greider en 2009.
Aunque habría que saber con precisión cuánto participó Lee en los
descubrimientos antes de calificar la decisión de los Nobel de machista,
defiende Marfany, “teniendo en cuenta que en todos los trabajos
destacados de él, ella también está, me parece que es más injusto su
olvido, porque todo lo bueno que Ambros ha aportado en el campo también
es por ella”.
El día de la marmota machista
Marta Macho, matemática y editora del espacio digital Mujeres con Ciencia, cree
que seguramente el comité del Nobel no es quien ha dejado fuera a
Rosalind Lee, sino las personas o entidades que han propuesto la
candidatura de Ambros. El hecho de que Lee se haya ocupado del trabajo
de laboratorio, opina, ha sido juzgado por muchos como secundario. “Los
roles y las relaciones de poder se afianzan y son difíciles de
invalidar, también en el entorno científico, que está altamente
jerarquizado”, subraya. “Lamentablemente, esto lleva al pensamiento de
que él lidera y ella colabora”.
Independientemente del fondo de la cuestión, el tuit de los
Nobel pone encima de la mesa un hecho: la recalcitrante falta de
sensibilidad de la Real Academia Sueca hacia la cuestión de la igualdad y
la necesidad de poner un poco de equilibrio en una larga lista de
reconocimientos exclusivamente masculinos. Y este nuevo episodio es
ilustrativo porque refleja una situación de asimetría en la
investigación entre hombres y mujeres que forma parte del paisaje, un
estereotipo en el que ellos son los jefes y ellas hacen el trabajo duro y
discreto por detrás.
“Esa asimetría existe, lo que ocurre es que se va desgastando
con el tiempo, cada vez hay mayor número de mujeres que son
investigadoras principales, jefas de laboratorio”, indica César Tomé.
“Ahora mismo se están premiando trabajos que provienen de una época
donde todavía la inmensa mayoría de los puestos de investigadores
principales las tenían varones. Yo quiero pensar que de aquí a 30 años,
cuando se estén premiando las cosas que se están investigando ahora,
cambiarán las tornas y empezará a haber un mayor número de mujeres
premiadas”.
Mientras tanto, y aunque parezca increíble, la rueda que deja a
las mujeres fuera de los premios y el reconocimiento sigue girando. “Un
caso muy conocido en genética es el de los fragmentos de Okazaki”,
recuerda Gemma Marfany. “Siempre se habla de él como el creador, pero
eran un matrimonio de investigadores y la aportación la hicieron los
dos”. A su juicio, es una enorme injusticia que ocurre bastante a
menudo. “Tienes un matrimonio que se dedica a hacer ciencia en el que el
famoso es él, aunque quien lleva el laboratorio es ella”, describe.
“Eso en España pasa y ha pasado durante muchos años”.
Para Marta Macho, el sexismo recorre todas las etapas de la
nominación para un premio, desde la decisión de a quién se propone para
un reconocimiento, pasando por las resoluciones intermedias, hasta el
momento final del fallo del comité del Nobel, en el caso de este
galardón. “Por eso tantas mujeres quedan fuera, porque van quedando
atrás en todas y cada una de las etapas”, concluye. “Y por eso desanima y
exaspera esta especie de ”día de la marmota“ en el que tantas mujeres
brillantes siguen sin conseguir el reconocimiento que sin duda merecen.
Ni es justo ni es aceptable el olvido sistemático de los éxitos de las
mujeres”.
Foto: Canva/Captura de pantalla.-Ciudad
de México.- Ahora que Morena es mayoría tanto en la Cámara de Diputados
y Senadores también lo es en las distintas comisiones por donde pasan
las reformas para llegar a su votación final. A continuación te contamos
quienes liderarán las 58 comisiones.
Es importante señalar que
las comisiones de la Cámara de Senadores se componen de grupos de
trabajo que pueden ser permanentes o constituidos para un objetivo
específico. Su función es discutir e informar sobre un proyecto de ley o
tema.
Estas comisiones son esenciales porque se encargan de
estudiar proyectos de ley y producir dictámenes sobre ellos. También
pueden crear comisiones especiales para investigar asuntos no
reglamentados o sobre las funciones del Senado. Estas comisiones también
contribuyen a que la Cámara de Senadores cumpla con sus atribuciones
constitucionales y legales.
Debido a la relevancia de estas
comisiones para aprobar proyectos de ley, no es sorpresa que, ahora que
Morena es mayoría, el partido guinda y aliados cuenten con la mayoría de
las presidencias de estas comisiones, facilitando la aprobación de
dictámenes.
Presidentas y presidentes de comisiones
En
el portal de las Comisiones Ordinarias del Senado de la República se
ostentan actualmente los rostros de las y los nuevos representantes de
cada una de las comisiones.
Entre las comisiones de Igualdad de
Género, Pueblos Indígenas y Afromexicanos, Salud, Bienestar, Asuntos
Migratorios, Defensa Nacional, Derechos Humanos, Economía, Educación y
Justicia, por mencionar algunas, podemos destacar a senadoras y
senadores de Morena, PT y PVEM.
Esto no sólo demuestra el músculo
legislativo de la mayoría, también nos permite entender cómo será la
toma de decisiones en adelante al interior del Senado.
Asimismo,
es importante señalar que algunas de las comisiones más importantes
lideradas por Morena y aliados, son presididas por mujeres.
Por ejemplo, la Comisión de Igualdad de Género está integrada sólo por mujeres y será presidida por Martha Lucía Micher Camarena (Morena); la Comisión dePueblos Indígenas y Afromexicanos será dirigida por Edith López Hernández (Morena); por su parte, la comisión de Derechos Humanos tendrá a la cabeza a Reyna Celeste Ascencio Ortega y la Comisión de Defensa Nacional tendrá como presidenta a Ana Lilia Rivera Rivera (Morena).
Otras comisiones de igual relevancia que no fueron otorgadas a miembros de Morena y aliados fue la Comisión de Marina, que será presidida por Alejandro Morena Cárdenas, presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde 2019, o la Comisión de Anticorrupción y Transparencia, dirigida por Francisco Daniel Barreda Pavón.
Podemos
destacar que la Cámara de Senadores cuenta con paridad de género en
cuanto al número de presidencias otorgadas a senadoras y senadores, pues
hay 29 senadoras (14, Morena; 3, PT; 3, PVEM, 5, PAN; 4, PRI) y 29
senadores (17, Morena; 1, PT; 1, PVEM; 5, PAN; 3, PRI y 2, MC).
El
día de hoy se instalarán en el Senado las comisiones de Medio Ambiente;
Federalismo; Marina; Desarrollo Social; Ciencia, Humanidades,
Tecnología e Innovación; Relaciones Exteriores Europa; Relaciones
Exteriores América del Norte y el Caribe; Relaciones Exteriores América
del Norte; Comisión de Trabajo y Previsión Social; Pueblos Indígenas y
Afromexicanos; Seguridad Pública; Deporte y Relaciones exteriores
Asia-Pacífico.
A continuación, te compartimos la lista los nombres
que presidirán las comisiones ordinarias y los partidos a los que
pertenecen:
NACIONES UNIDAS – Reem Alsalem, relatora especial de la ONU sobre
la Violencia contra las Mujeres y las Niñas, califica la prostitución
como un «sistema de violencia» que no beneficia en nada a la sociedad,
especialmente a las mujeres y niñas forzadas a formar parte de este
sistema.
Alsalem habló el miércoles 2 en la Roosevelt Public Policy House de
Nueva York sobre su informe especial, en el que sostiene que la
prostitución es una forma de violencia contra las mujeres y las niñas.
El informe se hizo público por primera vez en junio, donde se
presentó al Consejo de Derechos Humanos en Ginebra. Más de 60 Estados
miembros respaldaron el informe y sus conclusiones, entre ellos Ghana,
Sudáfrica, Egipto, Noruega, Suecia, Colombia, Francia, Bangladés, India y
Nigeria.
Alsalem recibió más de 300 contribuciones para el informe de
múltiples partes interesadas, entre ellas grupos de la sociedad civil,
académicos, expertos, responsables políticos y, lo que es más
importante, mujeres de todo el mundo con experiencias vividas.
En todo el mundo, la explotación de mujeres y niñas mediante la
prostitución y el tráfico sexual es un problema generalizado que amenaza
su seguridad y sus derechos.
Alsalem señaló que muchos sistemas de prostitución se basan en normas
patriarcales que sitúan el abuso de poder en manos principalmente de
los hombres, que son en gran medida los «compradores» o los que se
benefician del comercio sexual.
Las desigualdades económicas más profundas y las complejidades de las
situaciones humanitarias de emergencia no han hecho sino desplazar aún
más a las mujeres y las niñas de los sistemas que las habrían protegido y
empoderado.
La relatora especial señaló que los esfuerzos por normalizar o
reconocer la prostitución como una forma de trabajo, como referirse a
ella como «trabajo sexual», hacen más daño al convertir en luz de gas a
las mujeres que la han experimentado, y no tiene en cuenta las graves
violaciones de derechos humanos que pueden ocurrir dentro del sistema,
como el daño físico y psicológico que experimentan bajo este paraguas de
«trabajo».
Según Alsalem, la pornografía también debería clasificarse como una
forma de prostitución y violencia contra las mujeres en general.
Señaló que su proliferación no ha hecho más que normalizar los actos
de violencia y las actitudes perjudiciales hacia las mujeres y las
niñas.
Alsalem dijo a IPS que las plataformas en línea que alojan material
pornográfico sólo incentivan y promueven aún más estos actos y otras
formas de actos sexuales coercitivos y no consentidos.
Independientemente de la plataforma, de su marca o de cómo se entre
en el comercio, el sistema de prostitución se basa en la
mercantilización del cuerpo para someterlo a actividad física y bajo eso
no puede haber consentimiento, argumenta Alsalem.
«Tratar de fingir que existe algún tipo de consentimiento en la
prostitución, que las mujeres quieren hacerlo, en realidad no tiene
sentido en un contexto como el de la prostitución, porque el concepto de
consentimiento no es relevante cuando existen sistemas de explotación y
violencia», afirmó.
Añadió que «cuando el término consentimiento se utiliza como arma,
sabemos perfectamente que cualquier noción de acuerdo que puedan tener
las mujeres -o al menos algunas de ellas- se obtiene mediante la
coacción física, la manipulación y la violencia».
Cuando se trata de los marcos jurídicos en torno a la prostitución,
también se ponen de manifiesto las contradicciones existentes en los
países sobre la letra de la ley frente a su regulación en la práctica.
El informe de la relatora especial indica que, bajo ciertos enfoques,
en realidad se hace poco para desincentivar a los «compradores» u
«organizadores» a la hora de participar en sistemas de prostitución.
Criminalizar la prostitución tiene más probabilidades de castigar a
las personas prostituidas mediante la persecución y el encarcelamiento,
el ostracismo social e incluso nuevos abusos a manos de las fuerzas del
orden.
De hecho, con este enfoque, es raro que se castigue a los «compradores» o que se responsabilice a terceros.
Bajo el enfoque de la regulación, la prostitución legal asegura el
control al Estado a través de los establecimientos comerciales y las
leyes federales o nacionales, incluidas las leyes fiscales de las que se
benefician, a menudo a expensas de las trabajadoras del sexo.
La despenalización de la prostitución permite que todas las partes
operen sin temor a ser perseguidas; sin embargo, esto también ha dado
lugar a un aumento de la demanda, y no impide que las partes
explotadoras se lucren a costa de mujeres y niñas vulnerables y las
lleven al comercio sexual.
El informe se pronuncia a favor del enfoque de la abolición, también conocido como «modelo de igualdad» o «modelo nórdico».
Según este modelo, los terceros (los «organizadores») y los
compradores son penalizados por participar en la compra y promoción del
sexo, mientras que las trabajadoras del sexo no se enfrentan a
persecución penal.
En cambio, se invierte más en vías de salida para las trabajadoras
del sexo a fin de garantizarles un trabajo alternativo, estabilidad
económica, vivienda y apoyo para abordar traumas e incluso el abuso de
sustancias cuando sea necesario.
En el informe, Alsalem señala que el modelo nórdico mantiene la norma
internacional sobre explotación sexual y trata de personas al penalizar
a terceros, y que reconoce que la mayoría de los prostitutos son
mujeres y niñas.
Sin embargo, este enfoque podría tener sus limitaciones, ya que otro
informe de la Escuela de Economía de Londres (LSE, en inglés) señala que
la legislación sobre comercio sexual sigue variando en los distintos
países que aplican este modelo, la seguridad de las trabajadoras del
sexo sigue siendo incierta y aún se enfrentan al riesgo de la vigilancia
policial.
En el caso de las trabajadoras del sexo inmigrantes, su condición les
impide acceder a las protecciones sociales y, según las leyes de
inmigración, la prostitución puede ser motivo de deportación.
Los problemas presentes en los actuales modelos legales de
prostitución reflejan algunas de las estructuras institucionales que
mantienen el statu quo en el que las trabajadoras del sexo son
explotadas y quedan desprotegidas. Al mismo tiempo, también reflejan una
cuestión cultural más amplia sobre cómo se discute y se percibe la
prostitución y, más ampliamente, el sexo.
«Además de ser una violación de los derechos humanos que necesita
soluciones jurídicas, lo que se menciona muy claramente en el informe es
que estamos ante una cuestión cultural», afirmó Taina Bien-Aimé,
directora ejecutiva de la Coalición contra la Trata de Mujeres.
Añadió que otros actos de violencia contra la mujer, como la
violencia en la pareja, la violencia sexual y el acoso, se reconocen
ahora como formas de abuso.
«Pero, por alguna razón, como en la prostitución se intercambia
dinero, de algún modo se considera fuera del contexto de la violencia y
la discriminación masculinas, en particular contra las mujeres y las
niñas», dijo.
En su informe, Alsalem ofrece recomendaciones a los gobiernos sobre
cómo pueden reconfigurar su legislación y sus políticas sobre
prostitución hacia una dirección que sea más consciente de los derechos
humanos y que se centre en las experiencias de las mujeres y niñas que
se ven obligadas a participar.
Los gobiernos también deben tomar medidas para abordar las causas
profundas de la prostitución y los factores que hacen que las mujeres y
las niñas corran un mayor riesgo de caer en ella.
«La importancia de este informe radica también en sus
recomendaciones, en las que la relatora especial pide a las
jurisdicciones y a los Estados miembros de todo el mundo que encuentren
soluciones legislativas y políticas a esta atroz violación de los
derechos humanos», afirmó Bien-Aimé.
Cuando se le pidió que explicara los pasos que deben dar actores
internacionales como las Naciones Unidas, Alsalem se refirió a la
recomendación de que las agencias de la ONU adopten también un enfoque
de la prostitución basado en los derechos.
La relatora especial comentó que se había puesto en contacto con varias agencias de la ONU.
En concreto, está manteniendo «conversaciones continuas» con la
Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional
del Trabajo (OIT), sobre su recomendación de que estos organismos
realicen estudios sobre las repercusiones más amplias de la prostitución
en los supervivientes, dentro de sus ámbitos de atención de la salud y
el trabajo.
Las organizaciones no gubernamentales, como Frontline Women’s Fund, y
los grupos locales de la sociedad civil desempeñan un papel importante
en la denuncia de este problema.
Alsalem dijo a IPS que necesitan unirse para escuchar a las
sobrevivientes de la prostitución, así como comprometerse con todos los
actores que trabajan en el asunto.
«Vemos que en los lugares de toma de decisiones, incluidos los
gobiernos, los parlamentos, siempre que se discute el tema, se prepara
la ley o se revisa la política, algunos tienen acceso privilegiado a
estos lugares de toma de decisiones, y esos pueden ser los que abogan
por la plena legalización de todos los aspectos», afirmó.
Añadió que «mientras que los que abogan por el modelo de abolición…
no pueden tener el mismo acceso, y eso incluye a las y los
supervivientes».
SAN SALVADOR – América Central aún tiene mucho por hacer para
atajar la trata de personas, dada la falta de compromiso de los Estados
para investigar a cabalidad los casos, así como la corrupción en
instituciones gubernamentales, que minan los esfuerzos de las sociedades
en su conjunto para frenar el fenómeno.
A esa conclusión llegan analistas y reportes internacionales que
monitorean los pocos avances que dan los Estados en esa materia, así
como los grandes retos que aún deben superar.
La región centroamericana es propensa a este tipo de criminalidad,
sobre todo por ser generadora y tránsito de migrantes irregulares en su
ruta hacia los Estados Unidos. Esos migrantes, sobre todo mujeres, niños
y niñas, están entre los grupos más vulnerables a ser víctima de las
redes de trata.
“Trabajamos el tema de migración al tránsito y migrantes deportados, y
en toda esta migración al tránsito se sabe que hay una red de trata
internacional que está operando y por lo que se escucha no es fácil
desarticularla”, explicó a IPS, desde la ciudad hondureña de San Pedro
Sula, Mercedes Pérez, activista de la Comisión de Acción Social
Menonita, que trabaja en la defensa de la población migrante en
Honduras.
“No puede desprenderse lo que está a
la base de estos delitos: la misoginia, la explotación del cuerpo de las
mujeres, también como objeto de mercancía”: Vilma Vaquerano.
El llamado Triángulo del Norte de América Central, conformado por
Guatemala, Honduras y El Salvador, han mostrado históricamente altos
niveles de violencia y de actividades relacionadas con el crimen
organizado, además de la fuerte presencia de pandillas, que se han
dedicado también a la trata de personas.
Las Naciones Unidas define la trata de personas como «la captación,
el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas,
recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras fuerzas de
coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o a una
situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o
beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga
autoridad sobre otra, con fines de explotación».
Explotación sexual a la cabeza
Eso incluye explotación sexual, trabajos o servicios forzados en
condiciones infrahumanas y sin remuneración, la esclavitud o las
prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de
órganos.
“Al final en la trata puede haber diferentes tipos de agresores pero
siempre son estructuras que de alguna manera tienen conexión entre
países o dentro de los países, es otro tipo de agente delincuencial que
los Estados están enfrentando”, señaló a IPS Vilma Vaquerano,
coordinadora del Observatorio de Violencia, de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa).
Vaquerano acotó que las víctimas de trata son sobre todo niñas,
adolescentes y mujeres jóvenes debido a que los delitos más comunes
vinculados a la trata son la explotación sexual o explotación laboral.
“No puede desprenderse lo que está a la base de estos delitos: la
misoginia, la explotación del cuerpo de las mujeres, también como objeto
de mercancía”, apuntó Vaquerano.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito publicó en enero de 2023
el Reporte Global sobre Trata de Personas 2022, en el que señala que en
América Central y el Caribe las mujeres representaron 25 % de las
víctimas, las niñas 58 %, los niños 15 % y los hombres 2 %.
En esta región, la explotación sexual va a la cabeza de las formas de
trata, con 71 %, seguido del trabajo forzado, con 21 %; otras formas de
trata con otros fines, con 7 % y el tráfico de órganos, con 1 %,
detalló el documento.
Agregó que mientras en América del Norte la gran mayoría de los
tratantes de la trata procesados y condenados son hombres, en América
Central las mujeres representan casi la mitad de las personas procesadas
y condenadas por el delito.
Esto sigue el patrón general de una mayor detección de la
participación de las mujeres en el negocio de la trata, afirmó el
documento.
Un paso para adelante, dos para atrás
En junio de 2024, el Departamento de Estado, de Estados Unidos, publicó su anual informe global sobre el fenómeno de la trata,
y sobre las naciones del Triángulo del Norte señaló, en cada uno de los
reportes por país, que no cumplen completamente con los estándares
mínimos para la eliminación del problema, aunque también reconoció los
avances dados.
Se calcula que en todo el mundo hay 27 millones de personas
explotadas laboralmente, por servicios de diversa índole o para el
comercio sexual, refirió el estudio.
Sobre Honduras, el informe destacó que entre los avances alcanzados
está el enjuiciamiento de más presuntos tratantes, la identificación de
más víctimas y el aumento del financiamiento otorgado a Comisión
Interinstitucional para Combatir la Explotación Sexual Comercial y la
Trata de Personas.
Sin embargo, agregó que el gobierno “incumplió los estándares mínimos en varias áreas clave”.
Como ejemplo, el reporte señaló que si bien las autoridades
investigaron a más presuntos implicados en redes de trata y enjuiciaron a
más tratantes, al final hubo menos condenas: 21, una disminución con
respecto a las 36 personas condenadas en 2022.
Además, el gobierno no informó sobre ningún procesamiento o condena
de funcionarios por supuesta complicidad en delitos de trata, en un país
donde la corrupción y la complicidad oficial en esos delitos siguieron
siendo motivo de preocupación, “lo que inhibió la acción de las fuerzas
del orden durante el año”.
El reporte también dijo que los funcionarios de justicia penal
carecían de conocimientos especializados sobre los delitos de trata y
con frecuencia volvían a traumatizar a las víctimas durante los
procedimientos penales.
Se han dado pasos positivos, “pero necesitamos avanzar más en las
investigaciones, creo que tener una ley ya es bastante, pero tenemos el
reto de ver que esa ley se cumpla”, apuntó Pérez, refiriéndose a Ley contra la Trata de Personas, en vigor en Honduras.
Ese país reportó 95 víctimas, incluidas 78 explotadas en la trata
sexual y 17 en la trata laboral, según el informe del Departamento de
Estado. Esto representó un aumento con respecto a las 53 víctimas
identificadas en 2022.
En Honduras, los tratantes de personas explotan a víctimas nacionales
y extranjeras en ese país, y también las explotan en el extranjero,
acotó.
Además, explotan a mujeres y niños hondureños en la trata sexual
dentro del país y en otros países como Belice, El Salvador, Guatemala,
México, España y Estados Unidos, señaló el informe.
“Los traficantes se dirigen especialmente a hondureños LGBTI,
migrantes y solicitantes de asilo, hondureños indígenas y
afrodescendientes, desplazados internos, personas con discapacidad,
niños en trabajo infantil, niños cuyos padres han migrado y personas que
viven en zonas controladas por grupos delictivos organizados”, destacó
el estudio.
En el caso de Guatemala, las autoridades identificaron a 611 víctimas
en los últimos nueve meses de 2023, afirmó el informe. Se trató de 104
adultos y 507 niños, lo cual significó un aumento con respecto a las 318
víctimas localizadas en 2022.
El Salvador, por su parte, identificó a 40 víctimas: 27 explotadas en
trata sexual, cuatro en trata laboral y nueve en formas no
especificadas.
Sobre este país, el Departamento de Estado señaló como positivo que
el gobierno inició más investigaciones, asistió a más víctimas y aumentó
la capacitación a los funcionarios de primera línea en la
identificación y referencia proactiva de víctimas.
También mejoró el acceso a la justicia para las víctimas de trata que
se encuentran fuera de la capital al ampliar el mandato de sus Unidades
Especializadas de Atención a Mujeres, Niños y Adolescentes.
No obstante, a diferencia del año pasado, los tribunales no condenaron a ningún traficante.
Además, el gobierno arrestó y detuvo a miles de presuntos miembros de
pandillas bajo cargos de asociaciones ilícitas, desmantelando redes
criminales que alimentaban la trata sexual y laboral, sin embargo, “las
autoridades arrestaron y detuvieron a niños afiliados a pandillas sin
evaluar posibles indicadores de trata”, refirió el reporte.
En efecto, desde marzo de 2022, el gobierno de Nayib Bukele inició
una política de mano dura contra las pandillas salvadoreñas con apoyo de
un prolongado régimen de excepción, que si bien logró desarticularlas y
ahora las personas respiran un ambiente de mayor seguridad, también se
han cometido graves violaciones a los derechos humanos.
Empero, el desbaratamiento de las pandillas, parte activa en la trata
de personas, ha aliviado el fenómeno, algo que no pudiera estar
sucediendo en Guatemala y Honduras, donde esos grupos delictivos
mantienen su presencia.
“Sí, de alguna manera hay una disminución de estos delitos”, debido a
la desarticulación de las pandillas, sostuvo Vaquerano, de Ormusa,
“pero no se debe de perder de vista que no solamente las pandillas
estaban detrás de estos delitos, sino que hay otros agresores”.
Sobre Guatemala, el Departamento de Estado también mencionó algunos
pasos positivos dados por las autoridades, pero cuestionó el caso de un
oficial condenado que recibió la opción de pagar una multa en lugar de
prisión.
Además, los tribunales condenaron a menos traficantes y el gobierno
no asignó fondos suficientes para la aplicación de la ley contra la
trata o los servicios para las víctimas fuera de la capital. También las
víctimas adultas tenían pocas opciones de refugio, entre otros
señalamientos.
El reporte sostuvo que la corrupción y la complicidad oficial en los
delitos de trata de personas siguieron siendo un motivo de preocupación
importante, lo que inhibió la actuación de las fuerzas del orden durante
el año.
Este problema, añadió, fue especialmente agudo en las zonas
fronterizas donde la presencia del gobierno y el estado de derecho eran
débiles.
NACIONES UNIDAS – Cerca de 375 millones de niñas y mujeres vivas
en la actualidad –una de cada ocho– han sufrido violaciones o abusos
sexuales antes de los 18 años, estimó en un informe divulgado este
jueves 10 el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
“La violencia sexual contra la infancia es una mancha en nuestra
conciencia moral. Inflige traumas profundos y duraderos, a menudo
causados por personas que los niños y las niñas conocen y en quienes
confían, y en lugares donde deberían sentirse seguros”, afirmó la
directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell.
Unicef publica sus estimados en vísperas del Día Internacional de la
Niña -11 de octubre- para “dar una idea del alcance mundial de estas
prácticas nocivas, especialmente entre las adolescentes, así como de sus
implicaciones a lo largo de toda la vida”, indicó la entidad.
“La violencia sexual contra la
infancia es una mancha en nuestra conciencia moral. Inflige traumas
profundos y duraderos, a menudo causados por personas que los niños y
las niñas conocen y en quienes confían, y en lugares donde deberían
sentirse seguros”: Catherine Russell.
La cifra de 375 millones ya es enorme, y si en los cálculos se
incluyen formas de violencia sexual sin contacto físico, como el abuso
verbal o en línea, el estimado de niñas y mujeres afectadas en todo el
mundo se eleva hasta los 650 millones, una de cada cinco.
Se trata de “un hecho que subraya la urgente necesidad de adoptar
estrategias integrales de prevención y apoyo para hacer frente de forma
eficaz a toda forma de violencia y abuso”, destacó el informe.
Según sus datos, la violencia sexual contra la infancia está muy
extendida y traspasa las fronteras geográficas, culturales y económicas.
El mayor número de víctimas se registra en África subsahariana, con
79 millones de niñas y mujeres afectadas (21 %). Le siguen Asia oriental
y sudoriental, con 75 millones (20 %) y Asia central y meridional, con
73 millones (19,4 %).
Luego, Europa y América del Norte con 68 millones (18,1 %), América
Latina y el Caribe con 45 millones (12 %), Norte de África y Asia
occidental con 29 millones (7,7 %) y Oceanía con seis millones de
víctimas (1,6 %).
En entornos frágiles –como los de instituciones débiles, fuerzas de
mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas o un gran número de
refugiados desplazados por crisis políticas o de seguridad–, las niñas
corren un riesgo aún mayor.
La incidencia de las violaciones y los abusos sexuales durante la
infancia en esos peligrosos entornos se sitúa ligeramente por encima de
uno de cada cuatro casos.
“Los niños y las niñas de entornos frágiles son especialmente
vulnerables a la violencia sexual”, dijo Russell, y agregó que “estamos
asistiendo a horribles actos de violencia sexual en zonas de conflicto,
donde la violación y la violencia de género se utilizan a menudo como
armas de guerra”.
El reporte indica que la mayoría de los casos de violencia sexual en
la infancia se producen durante la adolescencia, con un repunte
significativo entre los 14 y los 17 años.
Los estudios muestran además que los niños y niñas que sufren
violencia sexual son más proclives a padecer abusos repetidos. En ese
sentido, la implementación de intervenciones específicas durante la
adolescencia es crucial para romper ese círculo y mitigar las
consecuencias a largo plazo de los traumas.
Las supervivientes suelen arrastrar el trauma del abuso sexual hasta
la edad adulta y corren un mayor riesgo de contraer enfermedades de
transmisión sexual o de caer en el abuso de sustancias, el aislamiento
social o trastornos mentales como la ansiedad y la depresión, además de
encontrar dificultades para forjar relaciones sanas.
Los datos muestran también que las consecuencias se agravan cuando
los niños y las niñas retrasan el momento de revelar sus experiencias de
abuso sexual, a veces durante largos períodos, o simplemente mantienen
el abuso en secreto.
Aunque las niñas y las mujeres son las más afectadas y sus
experiencias están mejor documentadas, los datos muestran que los niños
varones y los hombres también son víctimas de abusos.
Se calcula que entre 240 y 310 millones de niños y hombres
–aproximadamente uno de cada 11– han sufrido violaciones o abusos
sexuales durante la infancia. El estimado se eleva a entre 410 y 530
millones si se incluyen formas de abuso sin contacto físico.
La persistencia en la falta de datos, especialmente sobre la
experiencia de los niños varones y las formas de violencia sexual sin
contacto físico, muestra la necesidad de aumentar la inversión en la
recopilación de datos para poder evaluar la dimensión exacta de la
violencia sexual ejercida contra la infancia, indicó el reporte.
Unicef saludó que dirigentes gubernamentales y de la sociedad civil
–incluidos activistas, supervivientes y jóvenes– preparan la Primera
Conferencia Ministerial Mundial para Poner Fin a la Violencia contra
Niños, Niñas y Adolescentes, que se celebrará en Colombia el mes
próximo.
Presentó su informe como aporte para intensificar el combate mundial a
la violencia sexual contra la infancia y construir un futuro más seguro
para los niños y las niñas.
Entre las medidas que recomienda figura en primer lugar cuestionar y
cambiar las normas sociales y culturales que permiten que se produzca la
violencia sexual y disuaden a los niños y las niñas de pedir ayuda.
Luego, dotar a todos los niños y niñas de información precisa,
accesible y adecuada a su edad, que los capacite para reconocer y
denunciar la violencia sexual.
Asimismo, garantizar que todos los niños y niñas víctimas y
supervivientes de la violencia sexual tengan acceso a servicios que
promuevan la justicia y la sanación, y reduzcan el riesgo de mayores
daños.
Propone reforzar las disposiciones legales destinadas a proteger a
los niños y las niñas de todas las formas de violencia sexual (en
particular, en las organizaciones que trabajan con la infancia), e
invertir en las personas, los recursos y los sistemas necesarios para
aplicarlas.
Finalmente, plantea establecer mejores sistemas nacionales de datos
para supervisar los avances, y garantizar la rendición de cuentas bajo
normas como la Clasificación Internacional de la Violencia contra la
Niñez.
Los derechos humanos de las mujeres y de las niñas en Afganistán han estado bajo constante y cruel asedio por el Gobierno defacto de los talibanes. En semanas recientes, sin embargo, las restricciones han tomado proporciones insólitas: la Ley para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, expedida en agosto de 2024 –la ley de moralidad–,
prohíbe a las mujeres hablar en público por considerar que la voz
femenina solo debe expresarse en un entorno íntimo, e incluso les impide
cantar públicamente.
Cuando se lee esta
noticia en la prensa, la primera impresión es que podría tratarse de una
noticia falsa por lo absurdo y extremo que resulta pensar en vetar una
expresión tan normal y propia de la esencia y dignidad humana, además de un
derecho fundamental. Tristemente, es real. Esta ley es un componente más de un
modelo de sociedad basado en medidas de deshumanización progresiva de las
mujeres y las niñas.
Si bien anteriormente el Gobierno de facto en Afganistán
ya había intentado borrar y silenciar a las mujeres en los espacios públicos,
ahora presenciamos un silenciamiento literal y ya no sólo metafórico.
Normas rígidas también para los hombres y las minorías
La ley de moralidad del
Emirato Islámico de Afganistán ordena a las mujeres “cubrirse totalmente el
cuerpo y el rostro y no hablar ni cantar en voz alta de un modo en que las
puedan oír personas ajenas a su familia”. Cabe hacer notar que los hombres y
los niños están sujetos también a normas rígidas de vestimenta por las que
deben cubrirse “del ombligo a las rodillas”.
La ley criminaliza y
persigue a las personas LGBTQ+ y restringe los derechos de las minorías
religiosas, entre otras medidas, prohibiendo las ceremonias no islámicas y
prohibiendo también asociarse con no creyentes, afectando con ello no sólo a
las mujeres y las niñas –la mitad de la población–, sino también a las minorías
étnicas y religiosas no musulmanas.
Se ha enfatizado por
personas estudiosas de la Sharia, incluyendo organizaciones
feministas musulmanas, que este tipo de perspectivas son una
interpretación errónea del islam y que no representan auténticamente la
doctrina religiosa musulmana.
La ley de moralidad
–condenada por activistas, medios de comunicación, mecanismos independientes de derechos humanos de la ONU y
distintos órganos de Naciones Unidas, incluyendo el Consejo de Seguridad, con la notable ausencia
de China, Argelia y Rusia– también incluye poderes discrecionales de aplicar
castigos severos por su incumplimiento, acrecentando aún más un clima social de
miedo e incertidumbre.
Si bien la indignación
sobre la situación de las mujeres y niñas en Afganistán es crucial, es también
esencial entenderla no como un hecho aislado de un solo país, sino como una
situación sintomática –ciertamente de las más graves– de los retrocesos y los ataques a la igualdad de género a nivel
global.
Siendo así, Afganistán
es una prueba para la comunidad internacional, sus valores fundacionales y sus
líneas rojas: la reacción a esta realidad indicará el camino frente a
(potenciales) actos de opresión de género en otras partes del mundo. Evocando a
Martin Luther King, “recordaremos no las palabras de nuestros enemigos, sino
los silencios de nuestros amigos”.
Resulta notable y
conmovedor ser testigos de las respuestas de las mujeres afganas que, cubiertas
completamente de cuerpo y cara, se han grabado en vídeos circulados
en redes sociales, cantando a manera de desafiar el régimen de dominación. La
lucha por la igualdad y justicia de género ha sido apoyada por distintas
figuras públicas, entre ellas Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz 2014,
ella misma sobreviviente de un disparo en la cabeza a los 14 años por parte de
fundamentalistas talibanes a raíz de su defensa del derecho a la educación de
las niñas.
Persecución de género
La realidad de las
mujeres y niñas afganas puede caracterizarse como persecución de género, un crimen contra la
humanidad perseguible por la Corte Penal Internacional. Se ha sugerido que la
discriminación, segregación y subyugación institucionalizada y sistemática que
ellas viven reviste también la condición de apartheid de género y que debe
reconocerse así explícitamente por el derecho internacional.
A tres años vista de la
toma del poder en Afganistán por los talibanes, resulta decisivo seguir
apoyando la lucha de las mujeres afganas y solidarizarnos con sus
movimientos. Esto puede hacerse de maneras concretas como la
financiación a las organizaciones lideradas por mujeres, la difusión de sus
propuestas, el reconocimiento por terceros países del estatuto jurídico de
refugiadas a quienes huyen y la ayuda para amplificar sus voces y su esperanza,
aún viva, de que otro Afganistán, y otro mundo, son posibles.
Dorothy Estrada Tanck. Profesora Contratada Doctora de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Murcia