8/06/2022

Conceptualizar es politizar

 Tribuna Feminista
Natalia Salvo Casaus

Natalia Salvo Casaus

Ex-Directora del Instituto Aragonés de la Mujer. Licenciada en Historia, especialidad en Historia de las Mujeres y estudios feministas.

La maestra de maestras, Celia Amorós, acuñó, hace ya un tiempo, la frase “conceptualizar es politizar”, y que implica la necesidad que tiene el feminismo de pasar de la anécdota a la categoría con la finalidad de visibilizar un fenómeno, o varios, que sufren de manera estructural las mujeres por el hecho de serlo; ponerles nombre, hacerlos presentes en la realidad y, de ese modo, poder implementar acciones coordinadas y coherentes sobre él o ellos, que partan de análisis previos que nos sirvan de guía para articular medidas responsables y realistas.

El feminismo se articula, desde hace más de tres siglos, como un conjunto de teorías filosófico-políticas, y como un movimiento social. En algunos momentos de la historia ha habido más teoría que movimiento y en otros, más movimiento que teoría.

Puede parecer una obviedad, pero en los tiempos que vivimos conviene recordar que el feminismo es lo que su cuerpo teórico viene articulando conceptualmente desde hace más de tres siglos, y lo que su movimiento materializa políticamente. Y digo que puede parecer una obviedad, pero habitamos un tiempo en el que la estrategia patriarcal de la confusión está erosionándolo con gran virulencia. Ni el feminismo es la madre de todas las reivindicaciones sociales, ni feminismo es lo que nuestras aspiraciones, anhelos o necesidades personales queremos que sea. Esta, la de la confusión, es la estrategia patriarcal que más lo deteriora, por ser sibilina en el fondo y diluirse en las formas de la sociedad moral y socialmente capitalista e individualista hasta la extenuación en la que vivimos.

Comenzamos 2022 debatiendo sobre si está bien o no abusar de mujeres en situación de ebriedad. Hemos seguido con la escalada de violencias contra las mujeres y los asesinatos machistas, hasta llegar al verano y conocer que en la reinvención constante a la que el patriarcado nos tiene sometidas, se ha detectado que hay hombres que entran a las discotecas de este país con jeringuillas para drogar mujeres y violarlas. La situación es insoportable e insostenible, y quien no sea consciente tiene un grave problema.

En este contexto de escalada violenta contra nosotras, el debate no puede ser otro que el de la revisión y actualización del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género, de los protocolos y procedimientos de prevención, abordaje integral y especializado de las víctimas y avance hacia la erradicación. Pero, sobre todas las cosas, el debate debe situarse sobre la defensa conceptual de la violencia por razón de género, entendiendo ésta como aquella violencia que sufren las mujeres por el hecho de serlo. Es decir, la violencia que se origina y perpetúa en un sistema patriarcal que articula, a partir de una diferencia sexual, una desigualdad social. Incluir confusión terminológica a la legislación vigente supone una indefensión jurídica para las mujeres, que somos la mitad de la humanidad y que, aún hoy, no hemos conseguido habitar un espacio, ni público ni privado, que no sea hostil a la palabra mujer.

Caer en la tentación de difuminar la propia conceptualización conlleva un grave riesgo de no saber dónde incidir políticamente, entendiendo como política, también lo personal, algo que el feminismo sabe desde la segunda mitad del siglo XX. El tiempo es ahora y requiere de compromisos, pero, sobre todo, de tener un rumbo fijo que parta de un convencimiento firme sobre cuál es el objetivo para poder politizar las respuestas de manera seria y rigurosa. No podremos ofrecer salidas a las mujeres, ni siquiera protegerlas con garantías, si no tenemos nítidamente claro qué supone la violencia por razón de género, qué la origina y sustenta y cuáles son sus implicaciones sociales. No es el momento ni de las frivolidades ni las extravagancias, es el momento de afrontar con seriedad una realidad estructural que afecta a la mitad de la sociedad y que supone un problema de primer orden para nuestro país.

Necesitamos 132 años para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres; ¿qué nos ha hecho retroceder?

  

CIMACFoto: Hazel Zamora Mendieta

De acuerdo con el Índice Global de la Brecha de Género 2022 del Foro Económico Mundial, entre 2021 y 2022, la brecha de género se cerró del 67.9 al 68.1 por ciento. En el ámbito de oportunidad y participación económica, la distancia entre hombres y mujeres disminuyó en un 60.3 por ciento.  Además, en salud y supervivencia, la brecha está cerrada en un 95.8 por ciento.

Por el contrario, en el ámbito de la educación, la brecha se abrió del 95.2 al 94.4 por ciento. Y, en el tema del empoderamiento político, el mundo se encuentra estancado en un 22 por ciento. En el ámbito del acceso a la salud también hay un estancamiento que hace difícil medir el avance en la igualdad de género.

El ámbito laboral es una de las esferas donde las mujeres experimentan la desigualdad. CIMACFoto: César Martínez López.

El capitalismo bárbaro y la brecha de género

Para Saadia Zahidi, directora general del Foro Económico Mundial, entre los factores que no permiten un avance significativo para cerrar la brecha de género se encuentran el encarecimiento de la vida, los conflictos locales e internacionales en diferentes regiones del mundo y el cambio climático. Pero vamos por pasos.

Para explicar cómo nos afecta el encarecimiento de la vida, los conflictos armados y el cambio climático es importante mencionar que, según el Índice Global, las mujeres acumulamos un 65 por ciento menos de riqueza que los hombres a lo largo de nuestras vidas. 

Por si fuera poco, de acuerdo con un informe del Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre, durante la pandemia de Covid-19, las mujeres dejaron de percibir ingresos equivalentes a 800 mil millones de dólares. ¿La razón? Con las escuelas cerradas, los despidos y los familiares enfermos, las mujeres emplearon cerca del 55 por ciento de su tiempo libre en trabajos de cuidado no remunerado.

Así, con menos dinero y más trabajo en casa, el acceso a servicios de salud, alimentación y educación se recortaron. Además, la participación de las mujeres en el ámbito de la participación y el desarrollo económico de las mujeres disminuyó

Detrás de esto hay un sistema económico pensado principalmente para varones: el capitalismo. Históricamente, este sistema de raíces patriarcales se ha basado en la reclusión de las mujeres al espacio doméstico para seguir cuidando a la familia. Pero más que cuidar, su labor también es reproducirse y procurar un linaje que siga administrando la riqueza.

A pesar de los siglos de lucha contra este sistema —y de las batallas que se han ganado en todo este tiempo—, el hecho de que las mujeres tengamos menor acumulación de riqueza deja ver que la resistencia del capitalismo voraz no cede por completo. Incluso se podría afirmar que, por el contrario, encuentra formas cada vez más crudas de hacer de las mujeres una de las bases para sostener su economía.

Los cuidados de la familia son una de las causas que frenan el desarrollo y la participación económica de las mujeres. Fotografía: Pexels.

Tal como explica la teórica feminista Rosa Cobo Bedía, en el sistema capitalista, las mujeres y nuestros cuerpos son vistos como mercancía o como fuentes de servicios que ayudan a sostener a las economías en subdesarrollo. La prostitución, los vientres de alquiler y la explotación en las labores domésticas son algunos de los rostros de esta mercantilización.

Incluso cuando las mujeres se resisten a ello, hay situaciones a nivel global que permiten —y hasta propician— estos tipos de explotación. Dos de ellas son, justamente, los conflictos armados y el cambio climático. 

Año con año, ambas problemáticas provocan el desplazamiento forzado de miles de mujeres que se quedan sin recursos para subsistir en sus lugares de origen. Sin embargo, el salir de estos lugares las expone a la trata de personas y, con ello, a la explotación sexual y laboral (entre muchas otras formas de mercantilización).

Otros factores que perpetúan la desigualdad

La brecha de género no sólo tiene que ver con el capitalismo: también se relaciona con las estructuras sociales que no permiten que la lucha feminista tenga los alcances reales que ha conquistado con el paso del tiempo.

En tales estructuras reposan exigencias sociales hacia las mujeres que todavía reinan en diferentes comunidades. Además, la desigualdad laboral impide que haya salarios equitativos entre hombres y mujeres. Y, en el ámbito legal, la corrupción y la negligencia de los sistemas de justicia hace que los derechos de las mujeres no sean respetados ni siquiera por las mismas autoridades. 

Por otro lado, en campos como la salud, la infraestructura deficiente y la falta de presupuesto impiden que las mujeres reciban atención especializada en aspectos como el cáncer de mama o la salud reproductiva. En México, un reciente recorte presupuestal en esta esfera muestra que la brecha de género en atención a la salud está lejos de cerrarse.

Faltan 132 años para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres. Para lograrlo, dice el Índice Global de la Brecha de Género 2022, es necesario crear políticas locales e internacionales pero también mejorar todos los problemas estructurales que siguen ampliando la desigualdad. Esto significa combatir también el cambio climático y pensar en sistemas económicos que dejen de sostenerse en la explotación de las mujeres.

6 mil 564 mujeres en las cárceles mexicanas no tienen una sentencia, el sistema de justicia que las abandona en reclusión

  

CIMACFoto: César Martínez López

El Censo Nacional del Sistema Penitenciario 2022 realizado por el Inegi se llevó a cabo en 319 centros de detención tanto federales como estatales. Sus cifras dejan ver que una de las mayores problemáticas para las mujeres privadas de su libertad es la falta de acceso a servicios médicos.

De los 319 centros censados por el Inegi, sólo 298 cuentan con consultorios médicos y 59 con hospitales. Además, únicamente 217 tienen camas hospitalarias y en 212 hay áreas de atención psicológica y psiquiátrica.

No es necesario hacer muchas cuentas: comparadas con las más de 12 mil mujeres privadas de su libertad —y pensando, también, que muchas de ellas están en penales mixtos— resulta evidente que estas instalaciones son insuficientes para atender a toda la población penitenciaria.

Pero el tema de la salud cobra otros matices al hablar de mujeres, pues implica temas como la gestión menstrual y cuidados especiales cuando se trata de maternar. El censo del Inegi muestra que ambos aspectos no son prioritarios para el sistema penitenciario mexicano.

De acuerdo con dicho censo, de los 319 penales contabilizados, sólo en 129 se les proporcionó toallas sanitarias a las mujeres. Además, únicamente 36 de ellos ofrecieron pañales a quienes tienen hijas e hijos en prisión y sólo 65 reportaron tener espacios específicos para ejercer una maternidad digna.

Más allá de las cifras: la violencia en prisión

En una recomendación emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en agosto de 2021, la institución indicó que en lugares como Tijuana y Morelos, las mujeres presas tienen dificultades para acceder a productos de gestión menstrual.

Si bien hay tiendas dentro de las prisiones en las que pueden comprar toallas o tampones, la realidad es que pocas de ellas cuentan con recursos para hacerlo. Esto hace que dependan, por ejemplo, de los productos que sus familiares les llevan en los días de visita. Sin embargo, de acuerdo con la misma CNDH, el 60 por ciento de las mujeres reclusas son abandonadas por sus seres queridos.

El abandono es otro de los factores que dañan la integridad humana de las mujeres privadas de su libertad. Fotografía: Pexels.

Lo anterior obliga a las mujeres a usar calcetines y trapos para sobrellevar sus días de sangrado. También solicitan ayuda de otras compañeras que utilizan menos productos que ellas, pero, con la escasez de recursos, esto no siempre es sencillo.

A este abandono por parte de las autoridades y de las familias se suman otros riesgos como la violencia sexual. De acuerdo con la organización Documenta AC, al estar en penales mixtos, muchas veces, las mujeres pasan a formar parte de redes de trata y prostitución que se dan a costa de otros presos como en el caso de Santa Martha Acatitla, en la Ciudad de México.

No obstante, está documentado que esta violencia está presente incluso desde antes de que las mujeres pisen la cárcel. Según una publicación de las Naciones Unidas, el 41 por ciento de las mujeres detenidas por la Marina en 2020 fueron víctimas de abuso sexual, al igual que el 21 por ciento de mujeres detenidas por el Ejército Nacional.

Una vez dentro de los penales, a esta violencia se agrega la discriminación por parte de las y los custodios. Y este mismo estigma —dice Documenta AC— llega también a las y los familiares que sí visitan y apoyan a las mujeres en reclusión. Además de tener una carga extra de sus trabajos cotidianos, estas personas llevan a cuestas los señalamientos de la sociedad por tener a alguien en prisión.

Falta de sentencias y castigos injustos

José Luis Gutiérrez, de la organización civil ASILEGAL, afirma que de 2019 a 2021, la cantidad de mujeres en prisión preventiva aumentó en un 175 por ciento. Según el censo de Inegi, en 2021 se contabilizó a 932 mujeres que llevan dos años o más esperando una sentencia en algún centro de detención. 

Del lado opuesto, hay otras mujeres más recibiendo sentencias exageradas de acuerdo con los delitos que cometieron. Este es el caso de aquellas a quienes han procesado por posesión y venta de sustancias ilícitas. Según la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), estas mujeres reciben sentencias mucho mayores a las de los hombres acusados por el mismo delito.

Hacinamiento, falta de recursos y pésimas condiciones en la infraestructura: constantes en el sistema penitenciario mexicano. Fotografía: Pexels

Ambos factores contribuyen a la sobrepoblación en penales y reclusorios, los cuales, para colmo, experimentaron un recorte del 17 por ciento en su presupuesto el año pasado. De acuerdo con una publicación de la organización Equis justicia para las mujeres, precisamente, esa falta de presupuesto fue el pretexto para que las reclusas no tuvieran acceso a cubrebocas y muchos otros suministros necesarios durante la pandemia de Covid-19.

Durante esta emergencia sanitaria, la condición de las mujeres privadas de su libertad empeoró. La pausa del mundo exterior detuvo también sus procesos legales. No tenían información sobre sus casos ni sobre la pandemia, no podían ser visitadas y sus pocas actividades recreativas se suspendieron. Vivieron un encierro dentro de otro.

La mayoría de las mujeres en penales (el 18.6 por ciento) tiene entre 30 y 34 años. Esto quiere decir que necesitan atención específica respecto a su salud sexual y reproductiva propia de su edad. Además, el 39.6 por ciento únicamente estudió la secundaria, lo que las coloca en una posición vulnerable respecto al conocimiento de sus derechos básicos.

A pesar de lo anterior (las cifras, los reportes y las recomendaciones institucionales), estas mujeres permanecen invisibles para la justicia. El trabajo del sistema penal en México no termina con ejercer un castigo: también es su responsabilidad velar por los derechos humanos de las y los custodios —una tarea que, aparentemente, todavía está lejos de cumplirse—.

La respuesta violenta frente a la fuerza de las voces de las sobrevivientes

 tribunafeminista.org

Teresa C. Ulloa Ziáurriz

Teresa C. Ulloa Ziáurriz

Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, A.C. (CATWLAC por sus siglas en inglés).

Los días 6, 7 y 8 de julio, se llevó a cabo en México, el VII Congreso Latinoamericano de Trata y Tráfico de Personas, organizado por el Observatorio Latinoamericano, del que la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, es integrante desde su fundación, del Comité Latinoamericano, en calidad de red regional.

El Observatorio Latinoamericano sobre Trata y Tráfico de Personas (observaLAtrata), una instancia que articula a actores de la academia y organizaciones no gubernamentales con trabajo directo en estos dos temas. El objetivo del ObservaLAtrata es la producción colectiva de conocimientos, el diálogo de saberes, la formación e incidencia social y política en torno a los fenómenos de la trata y el tráfico en América Latina y el Caribe. Su creación se dio en 2010 y actualmente está conformado por 15 capítulos nacionales: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay, Haití, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, República Dominicana, Paraguay y México. Un total de 25 universidades, 76 organizaciones de sociedad civil, 6 redes nacionales, 4 redes regionales (CATWLAC, ECPAT, PIDHDD y OUTRAV) y una red Iberoamericana (SIPS) y su trabajo está guiado por los enfoques de derechos humanos, género, generacional, movilidad humana, interculturalidad y acceso a la justicia[†]. Se suma a esta red un acuerdo de cooperación con el CIPDH – UNESCO.

La Cámara de Diputados sólo apoyó prestando las instalaciones y no estuvo involucrada para nada en la organización del Congreso, sólo en cuestiones de las instalaciones. Fue la Universidad Autónoma de Tlaxcala, integrante del Capítulo México del ObservaLAtrata, la que en esta ocasión fue la sede del Congreso, como ha sucedido en los anteriores 5 Congresos, en que las Universidades de Latinoamérica han sido las sedes.

El tema del VII Congreso fue: Capitalismo y patriarcado. Acciones institucionales y comunitarias para la erradicación: Reflexiones en la era del COVID-19.

 Entre las propuestas del VII Congreso, se propuso:

Poner el énfasis en explorar y reconocer otras finalidades de la trata de personas como la explotación laboral de niñas y mujeres en el servicio del hogar, como continuar indagando sobre otras posibles formas de explotación de los cuerpos de mujeres pobres y en situación de vulnerabilidad como el alquiler de sus vientres para reproducción humana y las nuevas formas de explotación sexual en plataformas digitales.

Destacar la responsabilidad del sector privado (mercado) que promueve valores e imaginarios que instrumentalizan el cuerpo de las mujeres como objeto de consumo.

Destacar las diferentes formas de trata de personas y violencias que afectan a las personas en situación de movilidad humana.

Señalar las elevadas tasas de impunidad que existen en referencia estos delitos en todos los países Latinoamericanos y del Caribe. Impunidad que obstaculiza la garantía reparación integral y de no repetición.

Fue en esta ocasión que la conferencia magistral inaugural estuvo a cargo de la Dra. Rosa Cobo Bedía, autora de dos libros muy importantes que han alimentado el abolicionismo moderno, el primero titulado La Prostitución en el Corazón del Capitalismo y el segundo titulado La Pornografía: El Placer del Poder. Y su conferencia magistral fue excepcional y mencionó en ella, entre muchas otras cosas muy importantes, la importancia de las voces de las sobrevivientes y cómo dentro de estos negocios ilícitos está implicado el patriarcado más rancio.

También tuvimos otra Conferencia Magistral a cargo de Sonia Sánchez, sobreviviente de la trata y la explotación de la prostitución con una voz contundente y clara contra el supuesto “trabajo sexual”.  Ella nos habló sobre las zonas de tolerancia y las llamó “campos de concentración a cielo abierto” y puso mucho énfasis en el prostituyente/torturador, pero además se enfrascó en la defensa de que la prostitución no es trabajo, como que tampoco el chupar penes era un trabajo digno. Sonia terminó su conferencia magistral exigiendo a los gobiernos latinoamericanos y caribeños a que doten de salud, vivienda, educación y trabajo a todas las mujeres en situación de vulnerabilidad y construyan opciones de salida digna para las mujeres prostituidas.

La CATWLAC presentó cuatro mesas de discusión:

La primera que se tituló: ¿Por qué el feminismo es Abolicionistas? Con el objetivo de mostrar por qué se dice que el Feminismo es Abolicionista, en la que participó Taina Bien Aimé, Directora Ejecutiva de la Coalición contra la Trata de Mujeres Internacional, la Dra. Antonia Chávez, de la Universidad Autónoma de Guadalajara, la Mtra. Grethel Baeza, Asesora Legislativa, la Dra. Aimée Vega Montiel del Laboratorio Feminista de los Derechos Digitales y que fue moderada por la Mtra. Ixchel Yglesias, de la BUAP.

La segunda se tituló: Los Vientres de Alquiler es Tráfico de Órganos, que tuvo por propósito que la comunidad latinoamericana reflexionara sobre los daos de los vientres de alquiler y las redes implicadas en este negocio multimillonario, que incluye también el tráfico de bebés que se compran y venden por contrato. En esta mesa participaron: Berta García de la Coalición Internacional contra la Maternidad por Sustitución, la Mtra. Keith López Nares, de la Colectiva Asteria y la Dra. Nuria González, Presidenta de la Escola. Esta Mesa fue moderada por la Lic. Beatriz Cosío.

La tercera se tituló: Las Sobrevivientes Toman la Palabra, cuyo propósito fue que se escucharan las propias voces de las sobrevivientes latinoamericanas y su argumentación por la que ahora son abolicionistas. En esta mesa participaron, Sonia Sánchez, de la Argentina, Susan Andrea Avella Rico, de Colombia y Verónica Muñoz de México. Todos sus argumentos contra la prostitución fueron de lo más contundentes y todas llamaron a sancionar al putero/prostituyente/torturador, porque aseveraron que sin ellos no hay prostitución y sin prostitución no hay trata, que es el mecanismo para surtir el mercado de cuerpos de las mujeres. También compartieron sus propuestas para construir opciones de salida digna.

Y, finalmente, la Cuarta y última mesa, que llevó por título: Los Obstáculos para el Acceso a la Justicia para las Víctimas de Trata y de Explotación Sexual. En esta mesa participaron la Maestra Natalia Rojas, de la Plataforma Abolicionista de Jalisco, quien hizo especial énfasis en los grandes índices de impunidad, la Lic. Alejandra Méndez, directora del Centro de Derechos Humanos, Fray Julián Garcés, que su representante habló también de la impunidad y de la negligencia del Ministerio Público de Tlaxcala y finalmente la que suscribe, que hablé sobre que el derecho es patriarcal, que falta compromiso y eficiencia de los órganos de administración y procuración de justicia en todos los delitos contra las mujeres. Aclaré que el abolicionismo no quiere perseguir a las mujeres, sino a los que las tratan y las explotan y las usan, que cuando tribunafeminista.org

La respuesta violenta frente a la fuerza de las voces de las sobrevivientes | Tribuna Feminista

Teresa C. Ulloa Ziáurriz

Teresa C. Ulloa Ziáurriz

Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, A.C. (CATWLAC por sus siglas en inglés).

Los días 6, 7 y 8 de julio, se llevó a cabo en México, el VII Congreso Latinoamericano de Trata y Tráfico de Personas, organizado por el Observatorio Latinoamericano, del que la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, es integrante desde su fundación, del Comité Latinoamericano, en calidad de red regional.

El Observatorio Latinoamericano sobre Trata y Tráfico de Personas (observaLAtrata), una instancia que articula a actores de la academia y organizaciones no gubernamentales con trabajo directo en estos dos temas. El objetivo del ObservaLAtrata es la producción colectiva de conocimientos, el diálogo de saberes, la formación e incidencia social y política en torno a los fenómenos de la trata y el tráfico en América Latina y el Caribe. Su creación se dio en 2010 y actualmente está conformado por 15 capítulos nacionales: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay, Haití, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, República Dominicana, Paraguay y México. Un total de 25 universidades, 76 organizaciones de sociedad civil, 6 redes nacionales, 4 redes regionales (CATWLAC, ECPAT, PIDHDD y OUTRAV) y una red Iberoamericana (SIPS) y su trabajo está guiado por los enfoques de derechos humanos, género, generacional, movilidad humana, interculturalidad y acceso a la justicia[†]. Se suma a esta red un acuerdo de cooperación con el CIPDH – UNESCO.

La Cámara de Diputados sólo apoyó prestando las instalaciones y no estuvo involucrada para nada en la organización del Congreso, sólo en cuestiones de las instalaciones. Fue la Universidad Autónoma de Tlaxcala, integrante del Capítulo México del ObservaLAtrata, la que en esta ocasión fue la sede del Congreso, como ha sucedido en los anteriores 5 Congresos, en que las Universidades de Latinoamérica han sido las sedes.

El tema del VII Congreso fue: Capitalismo y patriarcado. Acciones institucionales y comunitarias para la erradicación: Reflexiones en la era del COVID-19.

 Entre las propuestas del VII Congreso, se propuso:

Poner el énfasis en explorar y reconocer otras finalidades de la trata de personas como la explotación laboral de niñas y mujeres en el servicio del hogar, como continuar indagando sobre otras posibles formas de explotación de los cuerpos de mujeres pobres y en situación de vulnerabilidad como el alquiler de sus vientres para reproducción humana y las nuevas formas de explotación sexual en plataformas digitales.

Destacar la responsabilidad del sector privado (mercado) que promueve valores e imaginarios que instrumentalizan el cuerpo de las mujeres como objeto de consumo.

Destacar las diferentes formas de trata de personas y violencias que afectan a las personas en situación de movilidad humana.

Señalar las elevadas tasas de impunidad que existen en referencia estos delitos en todos los países Latinoamericanos y del Caribe. Impunidad que obstaculiza la garantía reparación integral y de no repetición.

Fue en esta ocasión que la conferencia magistral inaugural estuvo a cargo de la Dra. Rosa Cobo Bedía, autora de dos libros muy importantes que han alimentado el abolicionismo moderno, el primero titulado La Prostitución en el Corazón del Capitalismo y el segundo titulado La Pornografía: El Placer del Poder. Y su conferencia magistral fue excepcional y mencionó en ella, entre muchas otras cosas muy importantes, la importancia de las voces de las sobrevivientes y cómo dentro de estos negocios ilícitos está implicado el patriarcado más rancio.

También tuvimos otra Conferencia Magistral a cargo de Sonia Sánchez, sobreviviente de la trata y la explotación de la prostitución con una voz contundente y clara contra el supuesto “trabajo sexual”.  Ella nos habló sobre las zonas de tolerancia y las llamó “campos de concentración a cielo abierto” y puso mucho énfasis en el prostituyente/torturador, pero además se enfrascó en la defensa de que la prostitución no es trabajo, como que tampoco el chupar penes era un trabajo digno. Sonia terminó su conferencia magistral exigiendo a los gobiernos latinoamericanos y caribeños a que doten de salud, vivienda, educación y trabajo a todas las mujeres en situación de vulnerabilidad y construyan opciones de salida digna para las mujeres prostituidas.

La CATWLAC presentó cuatro mesas de discusión:

La primera que se tituló: ¿Por qué el feminismo es Abolicionistas? Con el objetivo de mostrar por qué se dice que el Feminismo es Abolicionista, en la que participó Taina Bien Aimé, Directora Ejecutiva de la Coalición contra la Trata de Mujeres Internacional, la Dra. Antonia Chávez, de la Universidad Autónoma de Guadalajara, la Mtra. Grethel Baeza, Asesora Legislativa, la Dra. Aimée Vega Montiel del Laboratorio Feminista de los Derechos Digitales y que fue moderada por la Mtra. Ixchel Yglesias, de la BUAP.

La segunda se tituló: Los Vientres de Alquiler es Tráfico de Órganos, que tuvo por propósito que la comunidad latinoamericana reflexionara sobre los daos de los vientres de alquiler y las redes implicadas en este negocio multimillonario, que incluye también el tráfico de bebés que se compran y venden por contrato. En esta mesa participaron: Berta García de la Coalición Internacional contra la Maternidad por Sustitución, la Mtra. Keith López Nares, de la Colectiva Asteria y la Dra. Nuria González, Presidenta de la Escola. Esta Mesa fue moderada por la Lic. Beatriz Cosío.

La tercera se tituló: Las Sobrevivientes Toman la Palabra, cuyo propósito fue que se escucharan las propias voces de las sobrevivientes latinoamericanas y su argumentación por la que ahora son abolicionistas. En esta mesa participaron, Sonia Sánchez, de la Argentina, Susan Andrea Avella Rico, de Colombia y Verónica Muñoz de México. Todos sus argumentos contra la prostitución fueron de lo más contundentes y todas llamaron a sancionar al putero/prostituyente/torturador, porque aseveraron que sin ellos no hay prostitución y sin prostitución no hay trata, que es el mecanismo para surtir el mercado de cuerpos de las mujeres. También compartieron sus propuestas para construir opciones de salida digna.

Y, finalmente, la Cuarta y última mesa, que llevó por título: Los Obstáculos para el Acceso a la Justicia para las Víctimas de Trata y de Explotación Sexual. En esta mesa participaron la Maestra Natalia Rojas, de la Plataforma Abolicionista de Jalisco, quien hizo especial énfasis en los grandes índices de impunidad, la Lic. Alejandra Méndez, directora del Centro de Derechos Humanos, Fray Julián Garcés, que su representante habló también de la impunidad y de la negligencia del Ministerio Público de Tlaxcala y finalmente la que suscribe, que hablé sobre que el derecho es patriarcal, que falta compromiso y eficiencia de los órganos de administración y procuración de justicia en todos los delitos contra las mujeres. Aclaré que el abolicionismo no quiere perseguir a las mujeres, sino a los que las tratan y las explotan y las usan, que cuando planteamos las opciones de salida digna, es para las que las quieran, que nunca hemos planteado sacarlas de la prostitución en contra de su voluntad.

La suma de todo, la contundencia de la Dra. Rosa Cobo Bedía, a pesar de los ataques del patriarcado misógino, pero sobre todo, escuchar las voces de las sobrevivientes tan contundentes, ocasionó una reacción violenta de distintos actores, incluso con fuero, como el Diputade María Clemente, que abusaron de su poder, de Brigada Callejera, un organización que tiene muchos años haciendo negocio con la prostitución en La Merced, al grado que por defender su negocio, querían golpearnos a Sonia y a mí y durante la clausura llegaron como 60 y nos amenazaron. Cuando no hay argumentos, sólo les queda la violencia.

Me parece que si escuchamos a las sobrevivientes las cosas deben cambiar. Yo les agradezco profundamente su valor, su valentía, su contundencia, sobre todo a Sonia que aguanto conmigo la presión. Yo comparto con ellas la utopía de luchar hasta que todas las mujeres y las niñas sean libres. #PorlaAboliciónSiempre.

[*] Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC por sus siglas en inglés).


[†] Para mayor información sobre el ObservaLatrata, ver: www.presidencia-observalatrata.com

- Publicidad - planteamos las opciones de salida digna, es para las que las quieran, que nunca hemos planteado sacarlas de la prostitución en contra de su voluntad.

La suma de todo, la contundencia de la Dra. Rosa Cobo Bedía, a pesar de los ataques del patriarcado misógino, pero sobre todo, escuchar las voces de las sobrevivientes tan contundentes, ocasionó una reacción violenta de distintos actores, incluso con fuero, como el Diputade María Clemente, que abusaron de su poder, de Brigada Callejera, un organización que tiene muchos años haciendo negocio con la prostitución en La Merced, al grado que por defender su negocio, querían golpearnos a Sonia y a mí y durante la clausura llegaron como 60 y nos amenazaron. Cuando no hay argumentos, sólo les queda la violencia.

Me parece que si escuchamos a las sobrevivientes las cosas deben cambiar. Yo les agradezco profundamente su valor, su valentía, su contundencia, sobre todo a Sonia que aguanto conmigo la presión. Yo comparto con ellas la utopía de luchar hasta que todas las mujeres y las niñas sean libres. #PorlaAboliciónSiempre.

[*] Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC por sus siglas en inglés).


[†] Para mayor información sobre el ObservaLatrata, ver: www.presidencia-observalatrata.com

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Teresa C. Ulloa Ziáurriz

Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, A.C. (CATWLAC por sus siglas en inglés).

Los días 6, 7 y 8 de julio, se llevó a cabo en México, el VII Congreso Latinoamericano de Trata y Tráfico de Personas, organizado por el Observatorio Latinoamericano, del que la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, es integrante desde su fundación, del Comité Latinoamericano, en calidad de red regional.

El Observatorio Latinoamericano sobre Trata y Tráfico de Personas (observaLAtrata), una instancia que articula a actores de la academia y organizaciones no gubernamentales con trabajo directo en estos dos temas. El objetivo del ObservaLAtrata es la producción colectiva de conocimientos, el diálogo de saberes, la formación e incidencia social y política en torno a los fenómenos de la trata y el tráfico en América Latina y el Caribe. Su creación se dio en 2010 y actualmente está conformado por 15 capítulos nacionales: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay, Haití, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, República Dominicana, Paraguay y México. Un total de 25 universidades, 76 organizaciones de sociedad civil, 6 redes nacionales, 4 redes regionales (CATWLAC, ECPAT, PIDHDD y OUTRAV) y una red Iberoamericana (SIPS) y su trabajo está guiado por los enfoques de derechos humanos, género, generacional, movilidad humana, interculturalidad y acceso a la justicia[†]. Se suma a esta red un acuerdo de cooperación con el CIPDH – UNESCO.

La Cámara de Diputados sólo apoyó prestando las instalaciones y no estuvo involucrada para nada en la organización del Congreso, sólo en cuestiones de las instalaciones. Fue la Universidad Autónoma de Tlaxcala, integrante del Capítulo México del ObservaLAtrata, la que en esta ocasión fue la sede del Congreso, como ha sucedido en los anteriores 5 Congresos, en que las Universidades de Latinoamérica han sido las sedes.

El tema del VII Congreso fue: Capitalismo y patriarcado. Acciones institucionales y comunitarias para la erradicación: Reflexiones en la era del COVID-19.

 Entre las propuestas del VII Congreso, se propuso:

Poner el énfasis en explorar y reconocer otras finalidades de la trata de personas como la explotación laboral de niñas y mujeres en el servicio del hogar, como continuar indagando sobre otras posibles formas de explotación de los cuerpos de mujeres pobres y en situación de vulnerabilidad como el alquiler de sus vientres para reproducción humana y las nuevas formas de explotación sexual en plataformas digitales.

Destacar la responsabilidad del sector privado (mercado) que promueve valores e imaginarios que instrumentalizan el cuerpo de las mujeres como objeto de consumo.

Destacar las diferentes formas de trata de personas y violencias que afectan a las personas en situación de movilidad humana.

Señalar las elevadas tasas de impunidad que existen en referencia estos delitos en todos los países Latinoamericanos y del Caribe. Impunidad que obstaculiza la garantía reparación integral y de no repetición.

Fue en esta ocasión que la conferencia magistral inaugural estuvo a cargo de la Dra. Rosa Cobo Bedía, autora de dos libros muy importantes que han alimentado el abolicionismo moderno, el primero titulado La Prostitución en el Corazón del Capitalismo y el segundo titulado La Pornografía: El Placer del Poder. Y su conferencia magistral fue excepcional y mencionó en ella, entre muchas otras cosas muy importantes, la importancia de las voces de las sobrevivientes y cómo dentro de estos negocios ilícitos está implicado el patriarcado más rancio.

También tuvimos otra Conferencia Magistral a cargo de Sonia Sánchez, sobreviviente de la trata y la explotación de la prostitución con una voz contundente y clara contra el supuesto “trabajo sexual”.  Ella nos habló sobre las zonas de tolerancia y las llamó “campos de concentración a cielo abierto” y puso mucho énfasis en el prostituyente/torturador, pero además se enfrascó en la defensa de que la prostitución no es trabajo, como que tampoco el chupar penes era un trabajo digno. Sonia terminó su conferencia magistral exigiendo a los gobiernos latinoamericanos y caribeños a que doten de salud, vivienda, educación y trabajo a todas las mujeres en situación de vulnerabilidad y construyan opciones de salida digna para las mujeres prostituidas.

La CATWLAC presentó cuatro mesas de discusión:

La primera que se tituló: ¿Por qué el feminismo es Abolicionistas? Con el objetivo de mostrar por qué se dice que el Feminismo es Abolicionista, en la que participó Taina Bien Aimé, Directora Ejecutiva de la Coalición contra la Trata de Mujeres Internacional, la Dra. Antonia Chávez, de la Universidad Autónoma de Guadalajara, la Mtra. Grethel Baeza, Asesora Legislativa, la Dra. Aimée Vega Montiel del Laboratorio Feminista de los Derechos Digitales y que fue moderada por la Mtra. Ixchel Yglesias, de la BUAP.

La segunda se tituló: Los Vientres de Alquiler es Tráfico de Órganos, que tuvo por propósito que la comunidad latinoamericana reflexionara sobre los daos de los vientres de alquiler y las redes implicadas en este negocio multimillonario, que incluye también el tráfico de bebés que se compran y venden por contrato. En esta mesa participaron: Berta García de la Coalición Internacional contra la Maternidad por Sustitución, la Mtra. Keith López Nares, de la Colectiva Asteria y la Dra. Nuria González, Presidenta de la Escola. Esta Mesa fue moderada por la Lic. Beatriz Cosío.

La tercera se tituló: Las Sobrevivientes Toman la Palabra, cuyo propósito fue que se escucharan las propias voces de las sobrevivientes latinoamericanas y su argumentación por la que ahora son abolicionistas. En esta mesa participaron, Sonia Sánchez, de la Argentina, Susan Andrea Avella Rico, de Colombia y Verónica Muñoz de México. Todos sus argumentos contra la prostitución fueron de lo más contundentes y todas llamaron a sancionar al putero/prostituyente/torturador, porque aseveraron que sin ellos no hay prostitución y sin prostitución no hay trata, que es el mecanismo para surtir el mercado de cuerpos de las mujeres. También compartieron sus propuestas para construir opciones de salida digna.

Y, finalmente, la Cuarta y última mesa, que llevó por título: Los Obstáculos para el Acceso a la Justicia para las Víctimas de Trata y de Explotación Sexual. En esta mesa participaron la Maestra Natalia Rojas, de la Plataforma Abolicionista de Jalisco, quien hizo especial énfasis en los grandes índices de impunidad, la Lic. Alejandra Méndez, directora del Centro de Derechos Humanos, Fray Julián Garcés, que su representante habló también de la impunidad y de la negligencia del Ministerio Público de Tlaxcala y finalmente la que suscribe, que hablé sobre que el derecho es patriarcal, que falta compromiso y eficiencia de los órganos de administración y procuración de justicia en todos los delitos contra las mujeres. Aclaré que el abolicionismo no quiere perseguir a las mujeres, sino a los que las tratan y las explotan y las usan, que cuando planteamos las opciones de salida digna, es para las que las quieran, que nunca hemos planteado sacarlas de la prostitución en contra de su voluntad.

La suma de todo, la contundencia de la Dra. Rosa Cobo Bedía, a pesar de los ataques del patriarcado misógino, pero sobre todo, escuchar las voces de las sobrevivientes tan contundentes, ocasionó una reacción violenta de distintos actores, incluso con fuero, como el Diputade María Clemente, que abusaron de su poder, de Brigada Callejera, un organización que tiene muchos años haciendo negocio con la prostitución en La Merced, al grado que por defender su negocio, querían golpearnos a Sonia y a mí y durante la clausura llegaron como 60 y nos amenazaron. Cuando no hay argumentos, sólo les queda la violencia.

Me parece que si escuchamos a las sobrevivientes las cosas deben cambiar. Yo les agradezco profundamente su valor, su valentía, su contundencia, sobre todo a Sonia que aguanto conmigo la presión. Yo comparto con ellas la utopía de luchar hasta que todas las mujeres y las niñas sean libres. #PorlaAboliciónSiempre.

[*] Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC por sus siglas en inglés).


[†] Para mayor información sobre el ObservaLatrata, ver: www.presidencia-observalatrata.com

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Día mundial contra la trata de personas | Tribuna Feminista

tribunafeminista.org

Teresa C. Ulloa Ziáurriz

Teresa C. Ulloa Ziáurriz

Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, A.C. (CATWLAC por sus siglas en inglés).

Los tratados, declaraciones, programas de acción contra la trata se remontan a los mil ochocientos, en la convención contra la trata de esclavos.  Más adelante, el 2 de diciembre de 1949, después de otra convención de los 1930s, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena.

Esta Convención está vigente para sus Estados Parte que no la hayan denunciado y establece, entre otras cosas:

Esta convención es el resultado de una larga lucha abolicionista y feminista, que nació en 1866 y fue llevada a cabo en Inglaterra por Josephine Butler.

Los textos de Butler ponen el acento en la responsabilidad de los hombres y en su rol como proveedores y compradores de la prostitución. Sin embargo, en la Convención están ausentes.

La Convención del 49 es el único instrumento internacional de derechos humanos dedicado exclusivamente a la trata y la explotación de la prostitución ajena y que no hace recaer la carga de la prueba sobre las víctimas, sino sobre aquellos que organizan la explotación de la prostitución y de la trata con fines de prostitución.

Los principios que rigen la Convención del 49 son:

  • Los países no pueden reglamentar la prostitución o someter a las mujeres a registros u a otros controles.
  • El consentimiento no puede ser utilizado como instrumento de defensa de los acusados o como excluyente del delito.
  • La prostitución no puede ser reconocida como un trabajo.
  • No se puede hacer distinción entre prostitución “libre” y “forzada”.
  • La trata con fines de prostitución y “la explotación de la prostitución ajena” no pueden estar disociadas.

Este tratado establece que hay trata y explotación de la prostitución ajena aún con el consentimiento de la víctima y establece un sistema proactivo para la investigación del delito, porque la carga de la prueba la tiene el victimario.

La Convención de 1949 sirvió de referencia normativa para la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres (CEDAW) en 1979 y para la Convención de los Derechos de la Niñez de 1989 y es un tratado ratificado tanto por México, como por España.

La CEDAW establece en la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres, en su:

Artículo 6.

Los Estados Parte tomarán todas las medidas apropiadas, incluso de carácter legislativo, para suprimir todas las formas de trata de mujeres y explotación de la prostitución de la mujer.

El Protocolo de Palermo.

Este instrumento del 2000 aborda y reconoce el fenómeno de la demanda como elemento favorecedor de la trata en su Artículo 9, Fracción 5.

“Los Estados Parte deben adoptar o reforzar todas las medidas legislativas o de otra índole a fin de desalentar la demanda que propicia cualquier forma de explotación…”

Es también el primer tratado que define la Trata de Personas y lo hace en su Artículo 3, que dice:

Para los fines del presente Protocolo:

  1. a) Por «trata de personas» se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos;
  2. b) El consentimiento dado por la víctima de la trata de personas a toda forma de explotación intencional descrita en el apartado a) del presente artículo no se tendrá en cuenta cuando se haya recurrido a cualquiera de los medios enunciados en dicho apartado;
  3. c) La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de un niño con fines de explotación se considerará «trata de personas» incluso cuando no se recurra a ninguno de los medios enunciados en el apartado a) del presente artículo;
  4. d) Por «niño» se entenderá toda persona menor de 18 años.

El Protocolo de Palermo no estableció que sustituye o deroga a la Convenció del 49, por lo que ambos tratados deben aplicarse armónicamente, según lo establece la Convención de los Tratados, además de que nos dice que los tratados establecen los mínimos, pero los Estados Parte pueden ir por encima de los tratados.

Marco de Referencia.

No podemos, ni debemos analizar la trata de personas, especialmente, de mujeres, niñas y niños, sin referirnos al patriarcado como modelo social imperante, que avanza y se transforma, de la misma manera que avanza y se transforma la globalización, el crimen organizado y el modelo neoliberal de la economía hoy en crisis financiera global, sobre todo cuando las estadísticas oficiales reportan que el 80 por ciento de las víctimas son mujeres y niñas y son explotadas sexualmente.

Ahora bien, por cuanto a la perspectiva de los derechos humanos:

  • Los derechos humanos son irrenunciables, indivisibles e interdependientes.
  • Nadie puede consentir su propia explotación.
  • La libertad individual está limitada por la libertad de las y los demás.

La cuestión del consentimiento, o la “política de elección personal”, se basa en una visión liberal occidental de los derechos humanos que eleva la voluntad y las elecciones individuales por encima de todos los otros derechos humanos y de toda noción de bien común (BARRY, 1995).

Ahora, por otro lado, los cárteles de la droga han encontrado un nicho de negocio muy redituable, con inmensas ganancias, en la trata de mujeres y niñas con propósitos de explotación sexual, la pornografía y espectáculos sádicos sexuales.

Sobre las mujeres recaen los efectos perversos como el desplazamiento, los feminicidios y las desapariciones, además de la responsabilidad por el sustento familiar frente a un Estado que no ofrece los servicios básicos y prioriza el gasto militar y en armas.

Ahora, lo cierto es que se ha registrado un aumento significando de presuntas culpables mujeres de los delitos en materia de trata de personas, por:

  • Aumento en Estadísticas de Mujeres como Tratantes.
  • En muchos casos estando aún bajo el control de sus tratantes o explotadores las dejan a cargo de las nuevas mujeres o niñas reclutadas
  • Al llegar el operativo policial son detenidas y llevadas ante la justicia como presuntas culpables

Y así, el verdadero tratante o explotador, nunca responde frente a la justicia.

Y nos preguntamos cómo desaparecen:

  • Muchas son cooptadas por su condición de pobreza o pobreza extrema, por su situación de exclusión social, por eventos de violencia sufridos con anterioridad
  • Por engaño, por seducción,
  • Otras por la fuerza, levantadas a la salida de la escuela o en la calle;
  • Otras por medio de las redes sociales, juegos por internet como Free Fire o
  • Cuando vienen en situación de migración irregular.

Un sólo día no es suficiente, queremos vera a nuestros países comprometidos en la lucha contra la trata de mujeres y niñas todos los días.

[*] Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC por sus siglas en inglés).

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Vacíos legales y negligencia del Centro de Capacitación Cinematográfica para atender casos de violencia de género

  

Durante una entrevista con Cimacnoticias, Andrea Foncerrada, presidenta de The Boston Center for Latin America –una instancia contratada para atender las denuncias del CCC–, declaró que la parte más complicada de colaborar con el Centro de Capacitación fue el vacío legal que impide el acceso de las víctimas a protocolos de acción eficaces en caso de sufrir algún tipo de violencia.

Cabe recordar que el CCC es una institución vinculada con la Secretaría de Cultura Federal. Esto quiere decir que sus mecanismos de actuación en casos como los expuestos en el tendedero están sujetos a los protocolos de la administración pública federal.

De acuerdo con Andrea Foncerrada, quien también es politóloga y tiene una maestría en políticas públicas, algunos de los agresores señalados en el tendedero del CCC no pueden ser procesados a través de dicho protocolo, sobre todo los docentes. Esto se debe a que tales procedimientos aplican únicamente para funcionarios públicos, y los profesores de la institución están contratados por honorarios.

No hay una cláusula que obligue a estas personas a sujetarse a los protocolos sobre violencia de género. Tampoco hay nada que obligue a los alumnos a seguir dicha normativa. De ahí que –aseveró Foncerrada– The Boston Center tuviera que realizar prácticamente todo un protocolo para investigar las denuncias hechas en la escuela cinematográfica.

Caso de Alfredo Loaeza pasó a manos del Órgano Interno de Control del CCC

Cuando el equipo del Boston Center empezó a colaborar con el CCC en mayo de 2021, la institución académica contaba únicamente con una línea de denuncias que comenzaba a operar (además del protocolo federal).

Ante la falta de lineamientos de acción propios, ambos organismos empezaron a diseñar un plan de trabajo. Este incluyó capacitaciones permanentes, contención emocional tanto para las víctimas como para los presuntos agresores y la apertura de una línea de denuncia directa coordinada por el centro de investigación dirigido por Foncerrada.

Fue a través de la línea abierta entre enero y febrero de este año que se recibió el señalamiento contra el director del CCC, Alfredo Loaeza Sánchez. Andrea Foncerrada declaró que el caso tuvo el mismo tratamiento que los demás: se investigó, se clasificó como se consideró adecuado y se emitieron recomendaciones para las acciones que el CCC debía tomar al respecto.

Alfredo Loaeza durante la ratificación de su cargo en noviembre de 2021.
Fotografía: CCC

Apenas en junio, diversas colectivas, profesionistas y estudiantes de la industria audiovisual emitieron un comunicado sobre la situación. En él informaban sobre el supuesto ocultamiento de información sobre el caso de Loaeza por parte de The Boston Center y las autoridades del CCC.

De acuerdo con Andrea Foncerrada, de parte del centro nunca hubo tal encubrimiento. Según la presidenta de la organización, hubo datos que no se revelaron tanto al Consejo Estudiantil como a la Comisión de Atención a Señalamientos de Violencia de Género, pero fue porque eran confidenciales, tal como sucede con el resto de casos que atendieron.

Tras la apertura de la línea de denuncia en enero, The Boston Center y la Comisión de Atención a Señalamientos de Violencia de Género trabajaron juntos en cerca de cuatro reuniones. En ellas acordaron que las y los miembros de dicho comité tendrían acceso limitado a los casos para pronunciarse sobre las medidas recomendadas en cada situación particular. 

Desde la perspectiva de Andrea Foncerrada, esto fue realmente útil al determinar los castigos que deberían asignarse por cada caso. Sin embargo, la falta de información respecto al caso de Loaeza y la supuesta obstaculización de las labores de la Comisión y del Consejo llevaron a varias mujeres de estas instancias a renunciar a sus cargos tras una cuarta reunión con el Boston Center y el CCC el semestre pasado.

Para Foncerrada, todo lo que ha sucedido alrededor del caso de Alfredo Loaeza y las limitaciones del Boston Center frente a la configuración institucional del CCC ocasionaron que el caso del directivo se turnara al Órgano Interno de Control (OIC) del centro de capacitación.

La politóloga afirmó que este órgano será el encargado de determinar las acciones que se tomarán contra el funcionario en caso de que sea necesario. En este sentido, lo mínimo que exigen las estudiantes del CCC es su destitución del centro académico; esto solo puede llevarse a cabo a través del OIC, siempre y cuando exista una denuncia formal contra Loaeza.

Secretaría de Cultura revisa protocolo para evitar que violencia se repita

Según declaraciones de Andrea Foncerrada, la Secretaría de Cultura también está revisando el caso de Alfredo Loaeza. Además, está haciendo unos últimos ajustes al protocolo de actuación y denuncia elaborado entre el Boston Center, estudiantes y personal del CCC. 

Por otro lado, se realizaron modificaciones al reglamento académico de la institución para sujetar a alumnos, alumnas y docentes al debido cumplimiento de normas relacionadas con perspectiva de género.

De acuerdo con Foncerrada, de las 40 denuncias que The Boston Center recibió cuando abrió su línea de comunicación –las cuales terminaron de ser revisadas este 25 de julio–, había algunas presentadas por mujeres que, aunque ya no están en la institución educativa, merecen justicia por los agravios y violencias recibidos durante su estancia en la misma.

Detrás del resurgimiento de estas denuncias históricas se encuentra la deficiencia de las instancias de gobierno, cuyos protocolos no están vinculados de manera clara a sus dependencias ni sus trabajadores.

“Con nuestros consumos podemos llegar a oprimir”

 Feminismo & Antirracismo

Fuentes: https://www.pikaramagazine.com

Sara Boureiyi, activista antirracista, feminista y ecologista, habla de que la conexión entre racismo, ecologismo y feminismo es estrecha. Por eso, asegura, las más perjudicadas y las grandes luchadoras (invisibilizadas) son las mujeres racializadas.


Sara Boureiyi trabaja en un proyecto de finanzas sostenibles de Ecologistas en Acción, también forma parte de la delegación de SOS Racismo Madrid y lleva varios años dentro del movimiento antirracista afrodescendiente. Su bagaje le permite abordar la realidad actual desde un punto de vista amplio que tiene en cuenta la crisis climática y sus consecuencias sobre el sur global o las personas que migran desde ahí y (mal)viven en el norte. A lo largo de esta entrevista recuerda que, pese a estar invisibilizadas, buena parte de quienes están poniendo el cuerpo para luchar contra los ecocidios en diferentes partes del mundo son mujeres racializadas.

Tú no venías del ámbito del ecologismo sino del turismo y la dirección de empresas, ¿cuáles han sido tus grandes sorpresas desde que trabajas en él?

Saber que estamos viviendo una emergencia muy grande, mucho más grave de lo que yo pensaba y que está en un punto de no retorno. Debemos hacer cambios desde ya si no queremos que el planeta quede sumido en una crisis aún mayor. Partiendo de lo anterior, quizá lo que más me sorprendió es ser consciente de que quien más está sufriendo la crisis climática es la gente racializadas. Son sobre todo las mujeres racializadas las que están en la primera línea de lucha contra las grandes multinacionales y las petroleras.

Y una vez más se produce una invisibilización de las personas racializadas.

Exacto. De hecho, hay multitud de organizaciones ecologistas que elaboran informes y uno de los más importantes, el de Global Whitness, refleja los atentados, asesinatos y las violencias varias que se producen en el sur global en relación a la crisis climática. En él se observa que la mayor parte de las personas que las sufren son racializadas.

¿Cuánta importancia real está dando la sociedad, en términos generales, a la crisis medioambiental y climática?

Creo que la gente está preocupada, pero no son conscientes de la gravedad real del asunto y de la necesidad de tomar medidas más drásticas. Muchas veces lo que más se escucha cuando se habla de ecologismo es que hay que reciclar, como si con hacerlo bastara o con coger transporte público un día a la semana. Como sociedad debemos ir a la raíz del asunto y pensar en las consecuencias que puede haber y que nos tocará padecer.

¿A qué crees que llegamos irremediablemente tarde y qué es enmendable?

La Covid-19 ha demostrado que las cosas podrían ser de otro modo: había muchos menos pedidos online, menos movimiento de transporte que usa combustibles fósiles y el planeta lo agradeció. Pero creo que llegamos tarde al cambio de modelo de consumo, fue terminar el confinamiento y volver a las mismas actitudes prepandemia. Por otro lado, considero que todavía tenemos margen de intentar cambiar en la medida de lo posible nuestras acciones y movilizar a más gente con pequeñas acciones individuales. Yo estoy reduciendo al máximo el uso de mi coche. También me lo pienso dos veces antes de hacer grandes compras, no solo por el tema ambiental sino también por la explotación laboral de las personas del sur global. Intento comprar más en comercio local producto de temporada y de proximidad en vez de ir al supermercado. A la hora de viajar, me pregunto si realmente merece la pena coger un avión para irte a la otra punta del mundo o puedo quedarme más cerca.«Se intenta cambiar la conducta de los países del sur global, mientras que es el norte el que genera la crisis climática» CLIC PARA TUITEAR

Se está exigiendo una responsabilidad eco a un sur global que lleva mucho menos tiempo industrializado y, por tanto, generando menos emisiones contaminantes.

Sí, este discurso es muy contradictorio porque cuando te das cuenta de la relación entre antirracismo, lucha climática, colonialismo y extractivismo entiendes que la mayor parte de las empresas multinacionales están ubicadas en el sur global porque es donde se encuentran las materias primas. Y sí, tienes razón, por un lado se intenta cambiar la conducta de los países del sur global, mientras que por otro, es el norte el que  genera la crisis climática construyendo petroleras, gaseoductos, destruyendo tierras indígenas, provocando migraciones forzosas, acabando con lagos y océanos y forzando grandes cambios culturales. En este sentido, hay un proyecto actualmente en marcha en Uganda, EACOP, que creo que resume bastante bien lo que denominan el colonialismo corporativo: están intentando construir un oleoducto desde Uganda a Tanzania, para poder enviar luego barcos, seguramente, a Europa. Pasaría por tres países y por el lago Victoria donde podría destruir alrededor de unos 450 poblados y formas de vidas tradicionales. Entre las empresas que están detrás de este proyecto encontramos a la petrolera TOTAL y a numerosos fondos de inversión estadounidenses como BlackRock o Vangard.  Actualmente hay una campaña en marcha que se llama STOP EACOP que está tratando de frenar el desarrollo de este proyecto. Hay mucha hipocresía en todo esto de la ecología. Se pide al sur que recicle, cuando luego les mandamos nuestra basura desde occidente. Exigimos una reducción del consumo de plástico y, de nuevo, el nuestro acaba en esos países y océanos. Sugerimos que no se coja tanto el coche para no contaminar y, sin embargo, las mayores factorías de petróleo están en el sur global. Así las cosas, el ecologismo debe repensarse determinados discursos e intentar dejarlos enfocados a nivel local. No podemos obligar a que el mundo funcione como queremos sino tratar de, en la medida de lo posible, transformar lo que tenemos aquí. Es ridículo que tratemos de forzar a una persona de República Democrática del Congo a que no coja el coche por ser malo para el planeta.

¿Y dónde te ubicarías tú en todo esto como madrileña afrodescendiente e hija de marroquíes?

Me parece útil usar el término de “houria bouteldja”, “aristocracia indígena”, en el sentido de que somos personas racializadas pero estamos y vivimos en el norte global. A la gente del sur, nuestra forma de vida, seamos o no personas blancas, les está provocando una situación muy concreta. Eso no quita que no tengamos otras problemáticas asociadas al racismo en el territorio que ocupamos, pero estamos donde estamos y nuestros comportamientos de consumo influyen y, de cierta manera, también podemos llegar a “oprimir”.

Dado que estás formada en el ámbito del turismo y has trabajado muchos años en el sector , ¿hasta qué punto es conciliable con lo medioambiental?

Estoy en proceso de terminar el máster de turismo sostenible y es un oxímoron. Con todo, soy optimista y sí creo que hay maneras de conciliación. Por ejemplo, uno de los nuevos nichos del turismo es el comunitario, que pone en valor culturas locales y apoya desde ahí, también a nivel económico. Así mismo, se habla de turismo slow: en lugar de irte una semana a Cancún puedes pasar un mes o tres semanas con el fin de compensar las emisiones de CO2. Por otro lado, hay varias compañías aéreas y organizaciones que buscan compensar la huella aérea donando una cantidad determinada de dinero para plantar árboles. No es la mejor alternativa, pero es una opción. Sobre todo, es fundamental viajar de una manera más consciente porque, a nivel sociocultural, nos lo hemos tomado como algo necesario, como si, por narices, tuviéramos que desconectar yendo a conocer otras culturas. No obstante, quizá, esto pueda hacerse también a nivel local , aquí, dentro del Estado, y desplazándonos en tren o en bicicleta, por ejemplo.

Es que, después de todo, eso de hacer turismo es un privilegio de solo algunas personas del Norte y relativamente contemporáneo, ¿no?

¡Claro! Aquí, en Europa, el turismo se democratizó en los años 60 y, a partir de los 2000, con la aparición de las compañías low cost, se masificó. Hay que tener claro que viajar es un privilegio por lo económico, sí, pero también por el hecho de tener un pasaporte de un país miembro de la Unión Europea que nos permite viajar a un montón de sitios sin necesitar visado. A la gente del sur global, en cambio, cuando quieren salir de su país, a veces por necesidad y otras por ocio y esparcimiento, se le ponen un montón de trabas administrativas. Y, por supuesto, es importante que si viajamos, dejemos de lado las actitudes racistas . El turismo decolonial es una alternativa, en ese sentido.«Ahora se denomina aliados a países que casi siempre han sido ignorados» CLIC PARA TUITEAR

La guerra de Ucrania está marcando nuestra manera de consumir, ¿qué impacto está teniendo en términos medioambientales?

Esto es algo muy interesante. Dentro del ecofeminismo, una de las grandes autoras, Vandanna Shiva , señala que el sistema agroalimentario mundial está basado en los combustibles fósiles, sobre todo en el petróleo. Así las cosas, se produce en el lugar A de forma, cada vez más industrializada, la mercancía se lleva al lugar B y, al final, se consume en el punto C. Yo, hasta hace poco no tenía ni idea de la cantidad de productos que se traían desde Ucrania. Y es ahora cuando estamos entendiendo la dependencia que generan estas relaciones de producción. Por ejemplo, en un artículo de Climática de hace unos días leí que el trigo que venía de Ucrania daba soporte a muchos países europeos. Como actualmente no pueden producir, transportar ni distribuir se ha cerrado un acuerdo con India para que tome el relevo de la producción y surta a la Unión Europea del cereal. Lo que pasa es que en India, desde marzo, están padeciendo una ola de calor atroz que está teniendo consecuencias en términos medioambientales y humanos. Las altas temperaturas han provocado que las cosechas sean menores y que India haya tenido que dar un paso atrás y reconocer que no puede encargarse de abastecer a la Unión Europea porque necesita su trigo para sus habitantes.

Una vez más, se permite y alienta el libre tránsito de mercancías pero no de personas.

Es supersorprendente porque ahora se denomina aliados a países que casi siempre han sido ignorados. Cuando hay necesidad, esto pasa, pero las personas siguen quedándose fuera. No obstante, es importante tener claro que todo está interconectado. La FAO [siglas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura] ya ha avisado de que la próxima crisis será alimentaria por toda la subida del precio de los combustibles y la energía. En nuestro caso, lo notamos en el aumento de la cesta de la compra, en muchos países del sur global significa el encarecimiento de la producción de las materias primas y en que ganen menos dinero. Ahí hablamos de vidas humanas, sequías, inundaciones, de eventos climáticos extremos, vaya. Como consecuencia de lo anterior, las migraciones climáticas ya se están notando dentro de cada país, pero en unos años, cuando ya sea imposible vivir en determinados sitios, no quedará otra más que marcharse a otros.

Cuando dices “en unos años”, ¿a qué te refieres?

Depende de la zona. En España las cosas no pintan bien, una parte de la costa se va a hundir y hay zonas que se van a desertificar. Este será uno de los lugares que habrá que abandonar, no seremos zona de recepción. Habrá un gran número de desplazamientos. Los informes del Banco Mundial señalan fechas como 2050. Con todo, en muchas partes del mundo, las consecuencias ya son más que evidentes, lo que pasa es que si no se ven en el norte global no se les da la misma importancia.

Hablemos de datos…

En 2018, el Banco Mundial estimaba que tres regiones, América Latina, África Subsahariana y Sudeste asiático generarían 143 millones de migrantes climáticos para 2050. En 2017, 68,5 millones de personas fueron desplazadas forzosamente, más que en cualquier momento de la historia. Aunque sea difícil estimar cuáles son migrantes climáticos y cuáles no, si sigue la desertificación, el aumento del nivel del mar, la acidificación del océano, la contaminación del aire y cambian los patrones de lluvia, pinta que cada vez van a ser más.«Los efectos del cambio climático y el racismo se encarnan en las trabajadoras migrantes que están en invernaderos o recogiendo la fresa» CLIC PARA TUITEAR

Dado que eres activista antirracista, feminista y medioambiental, ¿de qué forma dirías que se expresa la vinculación entre racismo y cambio climático en el norte global?

Eso aparece en el informe que han hecho en la European Network Against Racism: los efectos del cambio climático y el racismo se encarnan en las trabajadoras migrantes que están en invernaderos o recogiendo la fresa. Al final, el sistema provoca migraciones de pobreza y exclusión y racismo hacia las personas migrantes que trabajan en el norte. Si nos centramos en Madrid, los cortes de electricidad que se están produciendo en la Cañada Real Galiana, situada en uno de sus tramos al lado de un vertedero, y en donde vive un alto porcentaje de población marroquí, gitana y rroma no son casuales.

¿Y crees que el antirracismo de aquí está teniendo en cuenta la perspectiva eco?

En absoluto. Nunca se plantea el problema climático como algo prioritario porque hay otras urgencias, como la regularización de la documentación, denunciar las paradas policiales o cerrar los CIES. Sin embargo, cuanto más lees, más te das cuenta de que todo está interrelacionado. Para mí ahora es imposible excluir un aspecto frente al otro. Somos ecodependientes del planeta y debemos pensar que no solo debemos cuidarnos entre nosotras sino también la casa que habitamos.

¿Cómo empezar a meter estos temas?

Creo que podríamos comenzar haciendo alianzas con organizaciones que ya están tratando la ecología y el movimiento climático. Pero dichas alianzas deben venir por las dos vías. Desde el antirracismo es necesario repensar y ser conscientes de que estamos sumidas en una crisis climática y son las personas racializadas el grueso de quienes la sufren, pero el movimiento climático también debe ser consciente de que no puede hablar por nosotras.

¿Y qué margen de exigencia tenemos frente los Estados o las multinacionales?

Creo que el cambio pasa por la organización social y las alianzas que se puedan hacer. Pienso, por ejemplo, que en los peores momentos de la pandemia yo participé en una red de apoyo mutuo de Torrejón de Ardoz. Si hubiéramos tenido que esperar al Estado para abastecer a la gente, hubiéramos llegado tarde. La unión hace la fuerza y los cambios pasan por lo que hagamos las personas y que luego el Estado regule.


Fuente: https://www.pikaramagazine.com/2022/07/con-nuestros-consumos-podemos-llegar-a-oprimir/