Thalif Deen entrevista JOHN HENDRA, subsecretario general de la ONU- La propagada crisis financiera en Europa y su negativo impacto en el Sur en desarrollo dieron pie a una ola de severas medidas de austeridad. ¿Las principales víctimas? Las mujeres.Al menos nueve países europeos, a saber, Bélgica, Eslovaquia, España, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Portugal y Rumania, están reduciendo o eliminando subsidios. Las medidas incluyen también la reducción o limitación de los sueldos estatales, el aumento de los impuestos al consumo y las reformas de las pensiones, de la seguridad social, del sistema sanitario y del mercado laboral. “No hay ninguna duda de que los más pobres y vulnerables, la mayoría de los cuales son mujeres, son los más afectados por la austeridad”, dijo a IPS el subsecretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), John Hendra. Esto ocurre tanto en países en desarrollo como industrializados, subrayó el funcionario, también subdirector ejecutivo para Políticas y Programas de ONU Mujeres. Los hogares más pobres y vulnerables ya se han venido ajustando a las sucesivas crisis desde hace muchos años, con incrementos en los precios de los alimentos y de los combustibles, y por tanto su capacidad de resistencia es hoy limitada, indicó en entrevista con IPS. Hendra se desempeñó también como representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en varios países, entre ellos Letonia, Tanzania y Vietnam. En agosto de 2012, según las últimas estadísticas, el desempleo entre las mujeres era mayor que entre los hombres en 10 países de la Unión Europea: Eslovaquia, Eslovenia, España, Francia, Grecia, Italia, Luxemburgo, Malta, Polonia y República Checa. En España y en Grecia, más de una cuarta parte de la mano de obra femenina estaba desempleada el año pasado. Además, la brecha salarial entre hombres y mujeres se amplió en varios países, particularmente en Bulgaria, Letonia y Rumania. Según la Organización Internacional del Trabajo, la proporción de mujeres en empleos vulnerables es más alta que la de los hombres en todo el mundo, y en algunas regiones significativamente. En el norte de África, por ejemplo, 55 por ciento de las mujeres, contra 32 por ciento de los hombres, tienen empleos vulnerables. En Medio Oriente, la proporción llega a 42 por ciento, contra 27 por ciento en los hombres, y en África subsahariana a 85 por ciento, contra 70 por ciento. IPS: ¿Puede la crisis financiera, propagada tanto en el Norte industrializado como en el Sur en desarrollo, socavar algunos de los logros alcanzados por las mujeres en la última década? JOHN HENDRA: Creo que sí. Por ejemplo, la crisis y las medidas de austeridad tuvieron un impacto negativo en la mano de obra femenina. En Europa, esta decayó. La tasa de desempleo es más alta entre las mujeres que entre los hombres en muchos países, y la brecha salarial también se incrementó. En países en desarrollo, la crisis y las medidas de austeridad llevaron a muchas mujeres al trabajo informal y vulnerable. Como las mujeres por lo general son empleadas con contratos frágiles y no permanentes, son más vulnerables a ser despedidas en tiempos de recesión. Las mujeres sufrieron una pérdida desproporcionada de empleos durante la crisis financiera asiática (1997-1998) y en la crisis mundial de 2008-2009. Las medidas de austeridad también socavaron el progreso hacia una distribución más equitativa de las tareas de cuidados. Los recortes en los servicios públicos de salud y cuidados derivaron en una nueva privatización y en un regreso a los roles de género tradicionales. IPS: ¿Y cuán severo es este revés para alcanzar los Objetivos de Desarrollo de las ONU para el Milenio (ODM) referidos a empoderamiento de género, la salud materna y la mortalidad infantil? JH: Hay un riesgo real de que la austeridad enlentezca el progreso hacia los ODM. Como señaló hace poco la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, las medidas probablemente frenarán el crecimiento y la reducción de la pobreza, exacerbando las desigualdades. Según el Overseas Development Institute y Plan International, una caída de uno por ciento en el producto interno bruto incrementa la mortalidad infantil en 7,4 muertes por cada 1.000 niñas nacidas vivas, contra 1,5 muertes por cada 1.000 niños nacidos vivos. Las tasas de conclusión de estudios primarios caen durante la época de recesión. Entre las niñas, se produce una caída de 29 por ciento, contra 22 por ciento entre los niños. En las crisis económicas, más mujeres dan a luz en su hogar en el Sur en desarrollo, y su situación nutricional y el número de chequeos médicos pre y posnatales decae. Esto socava significativamente el logro de las Metas del Milenio. La agenda de desarrollo de la ONU para después de 2015 puede ayudar a tratar la desigualdad, mejorar el respeto a los derechos humanos y asegurar que todos los países se comprometan a la sostenibilidad, la igualdad y la erradicación de la pobreza. Lo más importante es asegurar que la igualdad de género sea central en una nueva agenda de desarrollo, y que incluya una meta específica sobre el tema y lo integre en todas las otras metas y objetivos. También es clave seguir de cerca el actual modelo de crecimiento y las políticas de austeridad. Creo que en las últimas semanas se alcanzó un punto de quiebre en el debate sobre las medidas austeridad, cuando el Fondo Monetario Internacional admitió que el impacto recesivo de estas fue más severo de lo que se anticipaba, y que se identificaron errores en la información y en los análisis sobre la deuda pública en los que se apoyaron esas medidas. |
6/15/2013
Las mujeres son las más afectadas por las medidas de austeridad
"Hay una chica en nuestras sopas"
Argentina,
Neuquén-Patagonia, 12 jun. 13. AmecoPress/ANRed.- Romina García
Hermelo, profesora de Lengua y Literatura, fue suspendida por tres
meses en su cargo en una escuela pública de San Luis. Denunciada por
promover en una clase de 4º año la lectura de la novela Hay una chica
en mi sopa (Planeta, 2011), en la que se narra la historia de una
estudiante adolescente que se enamora de su profesora.
La
profesora fue sancionada por el Ministerio de Educación de la provincia
de San Luis. En un primer momento la sanción incluyó no pagarle el
salario, aspecto éste sobre el que luego dieron marcha atrás" denuncian
desde la Colectiva Feminista La Revuelta, quienes en este comunicado de
solidarizan con la docente de San Luis.
La circulación
de la novela, también utilizada en el curso del año lectivo anterior,
despertó -esta vez- al rebaño hetenormativo custodio de la moral
sexofóbica. Activó una serie dispositivos para dejar en claro que las
normas sexuales y de género van a ser defendidas.
Se desplegaron
una serie de argumentos oscurantistas y autoritarios. Es una atrevida,
enseña a respetar la diversidad sexual, enseña sobre el zapatismo, no
cree en nada, pone en peligro el orden institucional… Es rara. No la
toleramos. No la queremos en nuestros templos escolares dijeron algunas
madres y padres del rebaño.
Autoridades
del Ministerio de Educación de la provincia de San Luis, con una
celeridad pocas veces vista, la sancionaron y suspendieron por 90 días.
En penitencia, para que aprenda. Para que se discipline a los valores
morales de un sector de pacatas y pacatos. Las leyes vigentes del
sistema democrático parecen no importarles ni a ciertas familias ni a
funcionarias y funcionarios públicos. En un primer momento la sanción
incluyó no pagarle el salario, aspecto éste sobre el que luego dieron
marcha atrás.
Una madre y
profesora del colegio, también devota de la iglesia universal del reino
de dios, presentó una denuncia penal. Prestos a proceder, la justicia
desplegó retrógradas explicaciones para justificar su alianza
discriminadora y hacer lugar a la denuncia. Una fiscal dice que el
libro conduce a “depravar educandos”.
Mientras,
grupos de estudiantes que leyeron la novela el año anterior reivindican
el contenido del texto. Aluden que hablaron de temáticas que no se
abordan en clase y que también les enseñó que hay que respetar a las
mujeres. En voz de María Teresa Andruetto, “La lectura es un
instrumento de intervención sobre el mundo que nos permite pensar,
tomar distancia, reflexionar, una espléndida posibilidad para dar lugar
a las preguntas, a la discusión, al intercambio de percepciones y a la
construcción de un juicio propio”.
Nos
preguntamos ¿qué poder tiene el mundo ficcional para la constitución de
las subjetividades? La literatura no refleja la realidad, crea nuevos
mundos, con nuevas palabras y nuevos significados, generando así la
plurivocidad de sentidos. ¿Será que saben que el texto puede ser un
lugar privilegiado para lo no dicho, para que estudiantes con
pensamiento autónomo repongan allí espacios vacíos que se le presentan?
¿Será que temen lo que eso puede desatar/les? Vigilar, castigar,
intimidar, disciplinar, aleccionar a Romina García Hermelo y a través
de ella, a otrxs que osen exceder límites. Mensajes de una pedagogía de
la sexualidad que desata pánicos morales y sexuales para controlar
cuerpos, géneros, mentes, sexualidades y vidas.
Llamamos a
solidarizarnos con Romina García Hermelo, difundiendo esta injusta
situación en cada lugar de activismo y militancia, especialmente en las
aulas de escuelas, institutos de formación docente, facultades,
espacios de educación popular. Hagamos de esto un debate
político-pedagógico que colabore en seguir desmantelando las lógicas
del he-terror-sexismo y que presione para que se levante la sanción a
la compañera docente.
Exigimos, en
consonancia con las convenciones internacionales de derechos humanos y
derechos de la niñez y adolescencia junto con las leyes nacionales
vigentes: 26.150 (Programa de Educación Sexual Integral; 26.485 (Para
prevenir, sancionar y erradicar las violencias contra las mujeres);
26.783 (De Identidad de Género) y 26.618 (Matrimonio Igualitario-
Matrimonio Civil), que:
1) De manera inmediata se deje sin efecto la sanción y suspensión a la docente.
2) La Comisión Directiva de la CTERA exija la inmediata incorporación de la docente a su cargo.
3) Las
autoridades del Ministerio Nacional de Educación y del Programa
Nacional de Educación Sexual Integral intervengan haciendo valer los
derechos de la docente y los derechos de todo el estudiantado a recibir
educación sexual integral antidiscriminatoria y celebratoria de las
disidencias.
Foto: ANRed.
El infierno no contado de las prisioneras de Auschwitz
Ya fuera como activistas, como prostitutas o como prisioneras regulares, miles de mujeres sufrieron las tremendas condiciones de vida del campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau durante el nazismo.
Cristina E. Lozano / Cracovia
Los judíos, encabezados por el artículo determinado masculino plural
que apunta a un colectivo muy concreto, con un género bien definido,
son los protagonistas más mencionados de uno de los capítulos más
negros de la historia del viejo continente, al ser castigados
sistemáticamente por el régimen nazi. Pero también miles de mujeres,
judías y no judías, niñas, madres, abuelas, militantes políticas,
médicas, abogadas, solteras, casadas y lesbianas fueron víctimas de los
horrores perpetrados en el mayor campo de concentración y exterminio de
Polonia. Algunas de ellas se atrevieron incluso a combatirlos en el
marco de los movimientos de resistencia organizados dentro del lager de Auschwitz-Birkenau, Oświęcim-Brzezinka en la lengua del lugar.
El 19 de marzo de 1942 tuvo lugar el primer asesinato colectivo de prisioneras. En total 144 jóvenes polacas
Estas mujeres casi anónimas, para muchos desconocidas, quizá no
escribieron diarios de mocedad que muchos años después se convirtieron
en best seller, pero se dejaron la piel por intentar salir de
aquella infesta cárcel en la que fueron confinadas y, muy
especialmente, por hacer llegar al exterior información sobre lo que
allí dentro ocurría.
“Estábamos convencidas de que nunca saldríamos de aquel infierno, y
queríamos que el mundo supiera todo algún día”, explica Vera Foltynova,
una arquitecta checa judía arrestada por su militancia comunista que,
durante su estancia en el campo, trabajó en la oficina central de
construcción de las SS [cuerpo de combate de elite] desde dónde se las
arregló para sacar planos de sus instalaciones y dibujos de los
crematorios y cámaras de gas.
Foltynova, además de filtrar documentos, consiguió salvar la vida. Su testimonio fue recogido por Hermann Langbein en el libro People in Auschwitz
y su retrato cuelga hoy en una de las paredes del barracón número 15 de
Auschwitz I, un extremadamente ordenado complejo de barracones
visitables que dejan constancia del horror que allí se vivió, entre
otras cosas, y principalmente, para que en el futuro no vuelva a
repetirse.
“Las trabajadoras del burdel estaban obligadas a
mantener relaciones con unos seis hombres diferentes al día”, afirma
Laureen Rees, periodista de la BBC
Pero la imagen de la arquitecta no está sola en esa pared. La
acompañan otros rostros en blanco y negro, de compañeros y compañeras,
como Ana Giuseva, Janina Kowalczyk, Krystyna Cyankiewicz, Wiktoria
Klimaszeweka, Wanda Marossanyi y Antonina Platkowska. Todas ellas
formaron parte la resistencia organizada dentro de Auschwitz-Birkenau;
igual que Danielle Casanova, activísima comunista francesa de
ascendencia rumana arrestada por ayudar al filósofo marxista de origen
húngaro Georges Politzer, que tuvo que trabajar como dentista en la
enfermería del lager; y que Stanislawa Rachwalowa, joven comunista
polaca que, tras salvar la vida en el campo, fue condenada a muerte por
su actividad política en la cárcel de Montelupich (sentencia que
finalmente no se ejecutó). En la prisión de Cracovia fue prisionera
junto con María Mandel, la terrible supervisora de la sección femenina
de su campo quien, antes de morir, le pidió perdón por todas las
vejaciones a las que la sometió durante su internamiento, según escribe
Mónica González Álvares en Guardianas nazis: el lado femenino del mal.
En este inmenso campo de concentración y exterminio tampoco las
mujeres se libraron de las ejecuciones en masa. El 19 de marzo de 1942
tuvo lugar el primer asesinato colectivo de prisioneras. En total, 144
jóvenes originarias de Silesia fueron asesinadas con un tiro en la
nunca como castigo a su actividad dentro del movimiento de resistencia,
como recuerda un escrito que puede leerse en el pabellón que repasa la
historia del pueblo polaco durante la Segunda Guerra Mundial.
El prostíbulo de lager
Uno de los capítulos más desconocidos de la historia de
Auschwitz-Birkenau es el que hace referencia al prostíbulo en él
ubicado. Laurence Rees, historiador británico y editor de la BBC, ha
encontrado varios testimonios que sostienen su existencia, de la que
nada recuerdan los paneles explicativos del campo y que raramente se
encuentra en los libros.
En Auschwitz: los nazis y la “solución final”, un extenso
trabajo que la prestigiosa cadena de televisión hizo serie, Rees
explica que la mayor parte de las trabajadoras del burdel eran internas
de Birkenau y estaban obligadas a mantener relaciones con unos seis
hombres diferentes al día. “La experiencia de las mujeres de este
prostíbulo es una de las historias ocultas sobre el sufrimiento en el
campos, y tiene ciertas semejanzas con el caso de las de las mujeres de
solaz coreanas, sometidas abusos sexuales de los soldados del ejército
japonés. Pese a ello, las mujeres que trabajaban en el prostíbulo no
parecen haber despertado en su momento tanta compasión cuanto la
envidia de los demás prisioneros”, defiende el historiador.
Ryszard Dacko fue uno de los prisioneros que utilizó los servicios
de este barracón. Según él mismo ha relatado, mantuvo relaciones
sexuales con Alinka, una “muchacha muy agradable, que no se avergonzaba
de nada, le daba a uno lo que quería”. Él, que en 1943 era un bombero
de 25 años, llevaba tres años y medio arrestado, “tres años y medio sin
una mujer”. Dacko tiene una opinión muy personal de las condiciones a
las que estas mujeres eran sometidas durante su estancia en el campo:
“A las chicas se las trataba muy bien, tenían buena comida, se les
permitía dar paseos. Sólo tenían que hacer su trabajo”.
Jozef Paczynski, que también pasó por una de las habitaciones del
burdel, detalló su funcionamiento. Primeramente los reclusos obtenían
un vale nazi para acceder al barracón y, una vez allí, pasaban un
examen médico. Tras la revisión, “participaban en un sorteo para ver a
cuál de las habitaciones de arriba (y por tanto a cuál de las
prostitutas) debían dirigirse y en qué orden habrían de hacerlo. Cada
15 minutos se tocaba una campana como señal para que todas las
prostitutas cambiaran de cliente”.
Durante su visita, a Paczynski le tocó ser el segundo de la
habitación nueve que, como todas, tenía una gran mirilla en la puerta.
Cuando la campana sonó entró rápidamente a la estancia, donde encontró
al anterior preso aun subiéndose los pantalones. “Desgraciadamente fue
‘incapaz de funcionar’ después de ello, así que se sentó en la cama y
estuvo charlando con una ‘elegante y bonita muchacha’ durante el tiempo
disponible”, relata Rees.
“Las lesbianas no fueron catalogadas como
homosexuales dentro del campo. Eran vistas como asociales pero sólo
unas pocas fueron hechas prisioneras por su condición sexual”
El historiador sabe que la cuestión del burdel de Auschwitz es muy
delicada. En parte porque cuestiona la moral de los prisioneros que lo
utilizaron, pero también porque quienes niegan el Holocausto pueden
utilizar su existencia como argumento para reforzar la tesis de que
Auschwitz-Birkenau es un lugar muy distinto del descrito por la
historiografía tradicional.
Lesbianas en Auschwitz
Parece que la intención era que el prostíbulo contribuyera a la
desaparición de las relaciones homosexuales por parte de los hombres,
algo penado por la legislación nazi. La homosexualidad misma podía ser
motivo de internamiento en el campo, y a los reclusos arrestados por
esta causa se les obligaba a llevar cosido un triángulo rosa a sus
harapientos uniformes. Las lesbianas sin embargo no fueron catalogadas
como homosexuales dentro del lager. “Eran vistas como asociales
–personas que no se comportaban de acuerdo a las normas y que, por
tanto, eran susceptibles de detención e internamiento– pero sólo unas
pocas fueron hechas prisioneras por su condición sexual”, señala el United States Holocaust Memorial Museum.
Según esta fuente, en comparación con los hombres, los casos en que
las lesbianas fueron arrestadas por su condición sexual fueron raros,
lo que no quita para que mostrar abiertamente su sexualidad en el campo
resultara peligroso. “Las lesbianas sufrieron la misma discriminación
que el común de las mujeres, a quienes los nazis adjudicaban el papel
de esposas y madres”, señala la institución.
En este contexto, las lesbianas no fueron perseguidas
sistemáticamente durante el Tercer Reich, pues su actividad sexual no
estaba explícitamente penada por ley o, al menos, no tanto como en el
caso de los hombres. No obstante, sí que sufrieron penurias económicas
siendo obligadas a trabajar por salarios míseros durante la guerra,
como cualquier otra mujer. En este caso, al no compartir su vida con un
varón, no podían tener ese dinero de más que a las casadas les
reportaban los ingresos de sus maridos quienes, por el mero hecho de
ser hombres, recibían una retribución mayor.
Infierno cotidiano en el campo
El común de las mujeres confinadas en Birkenau, donde se
establecieron una multiplicidad de barracones exclusivamente para
reclusas, no era ni activista, ni prostituta, ni lesbiana. Allí la vida
era dura, mucho más de lo que cualquier película puede recrear, y
estaba marcada por el hambre, el frío y la muerte. Tan pronto sus
moradoras llegaban allí su existencia se convertía en una pesadilla.
“Sin pelo, cubiertas de harapos, despojadas
bruscamente de nuestra personalidad e identidad. Nuestro aspecto era
increíble”, Violeta Friedman, superviviente
“Mi hermana y yo junto con todo el grupo fuimos conducidas hacia un
lugar donde nos ordenaron desnudarnos y dejar nuestras cosas. Nos
cortaron el pelo y nos afeitaron el vello de todo el cuerpo, nos
hicieron pasar a una habitación con duchas de desinfección y después,
mojadas y temblorosas, nos tiraron unos harapos y unos zuecos. Así nos
hicieron salir al frío nocturno. Sin pelo, cubiertas de harapos,
despojadas bruscamente de nuestra personalidad e identidad. Nuestro
aspecto era tan increíble que a Eva y a mí nos costó mucho
reconocernos”, cuenta Violeta Friedman en Mis memorias: [testimonio
dramático, lúcido y combativo de una superviviente del holocausto nazi].
Esta superviviente del campo, cuyo amargo testimonio sirvió para
condenar al dirigente nazi Leon Degrelle, recuerda las penosas
condiciones de su día a día en el lager: “La mayor parte del tiempo lo
pasábamos tiradas en nuestro jergones. Los barracones tenían dos
hileras de literas a lo largo de las paredes. Cada litera tenía tres
pisos pero el espacio entre ellos era tan pequeño que no se podía estar
sentado. En cada uno dormíamos 12 mujeres, unas en un sentido y otras
en otro. Sólo dos veces al día nos dejaban salir a las letrinas y al
lavabo, pero incluso aquello suponía un sufrimiento pues teníamos que
ir todas a la vez y había peleas por llegar antes. A veces me han
preguntado cómo nos las arreglábamos durante los días de menstruación.
Lo cierto es que ninguna de nosotras tuvo la menstruación mientras
estuvimos allí”.
Friedman, una niña por aquellos días, habla de hambre, de que su
único sustento era una ración de pan de menos de 200 gramos con “una
pizca de queso podrido y viscoso”, y “una especie de agua caliente en
la que flotaban algunas cáscaras sucias de patata” que bebían
directamente de la olla, una por cada 12 personas. “Nos turnábamos para
beber de la misma forma que lo harían los animales mientras la arena y
la tierra rechinaban en nuestros dientes”, asegura. Con esta
alimentación no tardó en convertirse en una musulmana [término utilizado de forma despectiva para denominar a las prisioneras que estaban en los huesos, a dos pasos de la muerte],
“había llegado a ese estado esquelético en el que parece imposible que
una persona pueda aún tener aliento. Tenía grandes descarnaduras, una
en la boca y otra en un pie. Esa última etapa sobresale de una manera
especial en mi memoria sobre el resto. Ya sólo quería morir”.
Peor suerte que ella corrieron los varios cientos de mujeres,
mayormente judías, que fueron utilizadas como conejillos de indias
durante los experimentos de esterilización del ginecólogo alemán Carl
Clauberg, entre abril de 1943 y mayo de 1944, realizados en el bloque
10 de Auschwitz I. Algunas murieron tras recibir tratamiento, otras
fueron directamente asesinadas para practicarles autopsias. Las pocas
que sobrevivieron sufrieron daños irreversibles.
Nuevas tecnologías: nuevas violencias y enormes opciones
Pulicado por Sandra Chaher
Celulares,
internet y las redes sociales en particular se han convertido en una
herramienta fundamental para el movimiento de mujeres en la
visibilización de sus problemáticas y el desarrollo de estrategias de
empoderamiento. Pero al mismo tiempo, están siendo un terreno fértil
para el desarrollo de nuevos tipos de violencias. Organizaciones
sociales tomaron el tema para combatirlo e interpelar a los Estados.
Por Belén Spinetta
COMUNICAR IGUALDAD- Hace poco más de un año Facebook, la red social con mayor alcance
del planeta, bloqueó una foto que yo había cargado y que mostraba el
torso descubierto de una mujer. Era una expresión artística que fue mal
interpretada como ofensiva por mostrar un desnudo. “El objetivo de
estas políticas es garantizar que Facebook sea un entorno seguro y de
confianza para todos los usuarios, incluidos los muchos menores de edad
que lo usan”, señalaba la advertencia oficial que dejaron. Sin embargo, hasta
el día de hoy sigo denunciando páginas que fomentan la violencia contra
las mujeres y la pedofilia, y sin embargo muchas de ellas nunca fueron
levantadas de la red.
Días atrás, gracias a la presión ejercida por organizaciones de
mujeres, las autoridades de la misma red social anunciaron que van a
procesar más quejas para eliminar el contenido humorístico referido a la violencia sexual.
La promesa incluye mayor capacitación a su personal de acuerdo a la
orientación de los grupos de mujeres y expertos legales. El activismo
de las organizaciones , potenciado por las redes sociales, logró un
compromiso público fundamental.
La violencia ejercida contra mujeres y niñas a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICS) vuelve a aparecer en escena. Al mismo tiempo, en la Declaración final de la 57ª Sesión de la Comisión sobre la Condición de la Mujer
de las Naciones Unidas (CSW) –realizada en marzo del 2013 en Nueva
York-, que este año estuvo dedicada a abordar la violencia, se tomó a
las TICS como uno de los ítems a trabajar para “enfrentar” las causas
estructurales y subyacentes y los factores de riesgo de la misma.
Un marco para la acción
No se puede indagar en las TICS sin partir de la premisa de que el
uso de las mismas acarrea riesgos y beneficios y que su análisis en
torno a la desigualdad de género debe ubicarse en el marco general de
las múltiples discriminaciones que sufrimos las mujeres. Las miradas
unilaterales sobre uno u otro aspecto pueden fomentar conclusiones
parciales y tornarse riesgosas.
En este sentido, la Declaración sobre Prevención de la Violencia en Mujeres y Niñas aprobada a mediados de marzo en la 57ª Sesión de la Comisión sobre la Condición de la Mujer
de las Naciones Unidas (CSW), señaló los aspectos positivos y
negativos en torno al uso de las TICS. Por un lado instó a los Estados
firmantes a “apoyar el
desarrollo y la utilización de la tecnología de la información y las
comunicaciones y de las redes sociales como recurso para el
empoderamiento de las mujeres y las niñas, incluido el acceso a la información sobre la prevención de la violencia contra ellas y la respuesta a esa violencia”. Mientras que por otro lado, remarcó la importancia de “diseñar
mecanismos destinados a combatir la utilización de ese tipo de
tecnología y de redes para cometer actos violentos contra las mujeres y
las niñas, en particular el uso delictivo de la
tecnología de la información y las comunicaciones para el acoso sexual,
la explotación sexual, la pornografía infantil y la trata de mujeres y
niñas, y las nuevas formas de violencia, como la intimidación
cibernética, el ciberacoso y las violaciones de la privacidad que ponen
en peligro la seguridad de las mujeres y las niñas”.
En gran medida, los aspectos que toman las resoluciones de la
comisión se vinculan a las acciones y el activismo en torno al tema que
vienen realizando diferentes organizaciones de la sociedad civil. Una
de ellas, es la Campaña Dominemos la Tecnología (http://www.dominemoslatecnologia.net/) impulsada por la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC). Recientemente, en Argentina, la Fundación para el Estudio y la investigación de la Mujer (FEIM) lanzó también una campaña que
promueve el uso de las TICS para la promoción de los derechos de
mujeres y niñas, y alerta sobre los riesgos y formas de violencia en
los entornos digitales.
Interpelar a las mujeres
Hostigamiento, denigración, suplantación de la identidad, violación
de la intimidad, ciberacoso, son algunas de las manifestaciones de la
violencia que se ejerce a través de las TICS.
En Necochea, provincia de Buenos Aires, el Tribunal Oral en lo
Criminal 1, acaba de condenar a diez años de prisión, por corrupción de
menores, a un hombre que acosó sexualmente a una nena de 9 años a
través de Facebook. El hombre la conoció a través de un perfil falso en
el que él se presentaba también como una niña aproximadamente de la
misma edad que sus acosadas.
“A partir de los relatos de las mujeres que comienzan a hallar en
sus teléfonos móviles, cuentas de correo y en redes sociales,
mensajería instantánea, blogs o publicidades en formato online nuevas
expresiones de la violencia que se traducen en violación a la
intimidad, control por parte de sus parejas o agresiones a sus puntos
de vista, es que surge la necesidad de visibilizar las acciones de esta
campaña” explica a COMUNICAR IGUALDAD Florencia Goldsman, manager en Facebook de Dominemos la Tecnología. Por
su parte, Mabel Bianco, de FEIM, comenta que su iniciativa está
especialmente dirigida a las mujeres más jóvenes, con la intención de
promover un uso responsable de las TICS y alertar sobre los riesgos con
los que pueden encontrarse: “Planteamos que
internet es un espacio público como cualquier otro, en el que hay que
tomar algunos recaudos para proteger tu privacidad e integridad
personal”.
Goldsman explica que el hostigamiento en línea (también conocido como ciberacoso)
es el uso de las TICS para monitorear, rastrear y acosar a alguien,
provocando angustia y temor por su seguridad personal. Esto
puede incluir el envío de amenazas o acusaciones falsas vía blogs, en
salas de chat, o vía teléfono móvil. También puede incluir el envío de
comunicación no deseada y repetida, frecuentemente con insinuaciones
sexuales; el robo de identidad o información personal; espiar,
registrar o rastrear el uso de la computadora o internet sin permiso. “A veces estas amenazas escalan hasta salir del ámbito digital a la realidad física. El
hostigamiento en línea puede limitar severamente la capacidad de
participación y uso libre sin aprehensión o miedo de las TICS por parte
de las mujeres”, asevera.
Es necesario aclarar que ambas campañas utilizan las TICS para llegar con su mensaje. “Partimos
de una visión positiva, entendiendo a internet como un herramienta
fundamental para la defensa de los derechos de las mujeres y niñas,
un espacio donde se construye conocimiento, se intercambia información
con personas de cualquier parte del mundo, pero siempre a partir de un
uso adecuado y respetuosos con el resto de los/as usuarios/as de
internet”, argumenta Bianco.
Desde Dominemos la Tecnología
han generado un espacio que brinda información, promueve el intercambio
de experiencias y la participación activa de las usuarias. Asimismo
brinda una amplia serie de herramientas para usar y reflexionar acerca
de la problemática. Sobre estos aspectos vinculados al ciberactivismo
comenta Goldsman que han realizado videos y monólogos que tratan esta
cuestión de manera creativa y no lineal: “Buscamos
generar debates que sirvan para no demonizar las TICS pero sí que
ayuden a una utilización consciente, empoderadora y creativa”. Además utilizan Twitter y Facebook para recibir ideas, adhesiones y también vincularse a otras campañas.
Un tema a tener en cuenta es que no existen datos sistematizados sobre la incidencia de estas violencias. En este sentido, Mabel Bianco apunta que es muy difícil que se realicen las denuncias y además, “si
todavía no hay un registro unificado de la cantidad de víctimas de
violencia física, establecido en la ley 26485, de 2009, menos aun esta
que todavía no hay ley”. En tanto, la campaña Dominemos la Tecnología ha construido un mapa colaborativo en el que invitan a denunciar y mapear estos casos específicos.
Explica Florencia Goldsman que intentan construir a partir de allí la
mayor cantidad de antecedentes que sirvan para consolidar un histórico
actualizado de casos y poder articular con posibles legislaciones que
ayuden a tomar en cuenta estos tipos de violencias.
Lila Pagola, docente e Investigadora de la Universidad Nacional de
Villa María, opina que estas campañas de prevención de la violencia en
las TICS son valiosas pero advierte sobre la importancia de ahondar
suficientemente en el tratamiento de las problemáticas, para evitar que
se instalen temores de tipo genéricos que pudieran alejar aún más a
chicas y adolescentes de los beneficios que les podrían aportar las
TICS. “Los adultos pueden sentir temor de que algo les pase, y
elegir negarles la experiencia antes que entender cómo prevenir los
riesgos, en base a información que permita valorar más adecuadamente
esos riesgos, con autonomía. Creo que en todas las iniciativas que
piensan y actúan sobre los usos que las mujeres hacemos de las TICS el
objetivo final es ganar autonomía para decidir, empoderarnos”, remarca.
En relación a este aspecto, la española Montserrat Boix,
comunicadora social experta en ciberfeminismo, afirma que las TICS
están cambiando nuestra vida, ofrecen nuevas posibilidades y se impone
el aprendizaje sobre cómo usarlas. Apunta que quizás el problema sea
la falta de formación sobre la utilización adecuada: “Las y los
jóvenes sobre todo experimentan pero no suelen reflexionar sobre el
para qué usar las herramientas y el cómo. Quizás este es el déficit.
Tenemos que aprender a gestionar la información que ofrecemos sobre
nuestra intimidad, decidir aquellas cosas que queremos compartir y las
que no”.
Boix reflexiona en torno a algunos debates actuales y apunta que “si
bien un principio se pensó que la construcción del nuevo espacio
digital, la incorporación de contenidos, podría darnos una oportunidad
para eliminar o al menos disminuir la discriminación”, lo cierto es
que el mundo virtual no es diferente al mundo presencial, la
discriminación y el sexismo están en todas partes y está instalada en
la red también.
Activando por la red
Es indudable el enorme
potencial que estas herramientas tienen para aportar al cambio social,
al debate de ideas y a la masificación de las reivindicaciones de las
mujeres.
En los últimos años han surgido distintas iniciativas y grupos que
se organizan desde Internet y que vienen teniendo incidencia real. El
caso emblemático de nuestro país quizás sea RIMA web,
un proyecto de comunicación feminista que nació en el 2001 y fue
creciendo hasta convertirse en un gran espacio de debate, colaboración
e intercambio de información a través fundamentalmente de una lista
electrónica que nuclea a mujeres de todo el mundo emparentadas por su
feminismo. Cómo explican en el sitio, RIMA “se realiza a través de
una lista de distribución por correo electrónico homónima, dedicada a
la información y el intercambio entre mujeres feministas, periodistas,
organizaciones del movimiento de mujeres, investigadoras, estudiantes,
y activistas del país y también de países de Latinoamérica”.
En tanto, las redes sociales del momento (Facebook y Twitter) están
siendo tomadas por el activismo en las temáticas para impulsar
distintas acciones. En 2012, un grupo de amigas de una joven neuquina
–Florencia Penachi- desaparecida en Buenos Aires en 2005, presuntamente
en manos de una red de trata, lanzaron una iniciativa en Facebook para
reclamar por su aparición, denunciar este flagelo y fomentar el
compromiso de otras personas. El Muro Contra la Trata,
consiste en una página en la que las personas se sacan una foto
sosteniendo alguna consigna alusiva al tema. La respuesta que tuvieron
fue masiva y el muro sigue funcionando.
Asimismo, fue también a través de estas redes sociales que comenzó
una campaña para sacar del aire la publicidad de la cerveza Schneider
“Perdón”. Se armó en Facebook el grupo “Repudio la publicidad de las
cerveza Schneider” y el Twitter se difundió a partir del hashtag
#perdon. El repudio fue tan masivo que finalmente la empresa decidió levantar la campaña..
Otros grupos, utilizan estas herramientas para el activismo en el espacio público. Es el caso de Martes Rojo,
un movimiento barrial independiente de acción ciudadana que se organiza
semanalmente por las redes para arrancar los volantes de oferta sexual
de la vía pública.
La creatividad de las mujeres da espacio también para el humor. “El cibermundo está dominado por el humor sexista, y muchos de los famosos memes son una prueba de ello. Nosotrxs lxs feministas también queremos reírnos mientras dinamitamos el heteropatriarcado”, así se presentan las autoras de la página Memes Feministas quienes vienen a romper con la estructura humorística predominante en Facebook.
Recientemente nació la Red Feminista Internacional,
un espacio creado por militantes francesas, canadienses, alemanas,
tunecinas, marroquíes y españolas que buscan conectar a las activistas
de todo el planeta. Se plantean desarrollar en la web un mapeo para hacer “visibles
a las feministas (protegiendo aquellas que quieren mantenerse en el
anonimato) y mostrar la fuerza que representan tanto en cada país como
en el ámbito internacional”, enmarcadas “en un
contexto económico difícil en el que los derechos de las mujeres son
cuestionados de manera cotidiana nos parece importante unir nuestras
fuerzas para hacernos entender”.
Entre los riesgos y las potencialidades, avanza la batalla de las
mujeres para poner fin a su opresión. Las TICS ofrecen nuevos
escenarios para la misoginia, pero también para el activismo. La lucha está en inclinar la balanza a favor de nosotras.
Notas relacionadas:
“La participación de mujeres en proyectos tecnológicos es urgente y necesaria”
“No se toman en serio las denuncias de las mujeres”
Por ser mujeres
Madrid, 11 jun. 13. AmecoPress. Dos
nombres de mujeres han estado esta semana ocupando tiempos y espacios
de las que somos militantes feministas. Esos dos nombres son, por
supuesto, Beatriz y Mari Carmen.
La primera
casi pierde la vida por un embarazo que no le permitieron interrumpir
cuando había un alto riesgo para su vida e incluso el 29 de mayo tuvo
que mediar la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en
Costa Rica, que dictó medidas provisionales a favor de la joven y pidió
al Estado salvadoreño que tomara medidas para proteger su salud y se le
practicara un aborto terapéutico.
Al final se le
practicó una cesárea y, al parecer, Beatriz podrá salvar su vida. Pero
aún así y después de la movilización, el Gobierno de El Salvador sigue
negando la posibilidad de interrumpir embarazos incluso existiendo
riesgo para las propias vidas de las mujeres.
Y yo me
pregunto: ¿Acaso la vida de una mujer vale menos que la de un feto? Y
otra duda me asalta ¿Por qué este tipo de acciones no son consideradas
como violencia de género estructural o institucional contra las
mujeres, si se está atentando contra sus derechos humanos básicos como
lo es su propia vida? Directamente no me cabe en la cabeza que alguien
con quien nada tengo que ver como lo son los de faldas largas y negras
tengan poder para incidir sobre mi propio cuerpo. No lo entiendo.
Y el segundo
nombre de mujer que esta semana ha estado en boga ha sido el de Mari
Carmen, una mujer maltratada por la vida a quien, como muy bien explica
Mar Esquembre Cerdá en su artículo de hoy “¿Por qué Gallardón denegó el
indulto a Mari Carmen?”, se le ha denegado el indulto que pidieron su
marido y su hija.
Mari Carmen y
su familia, después de la violación de su hija, tuvieron que abandonar
su lugar de residencia por el cuestionamiento de los hechos que
socialmente se hizo. Después al escuchar comentarios jocosos de la boca
del violador de su hija le prendió fuego. Fue condenada y ya ha estado
un año en la cárcel. Pero su condición de mujer seguramente habrá sido
decisiva para que el misógino de Gallardón no la haya indultado.
Pero quienes
creemos que debe ser indultada estamos recogiendo firmas para que
Gallardón reaccione y la indulte. Las firmas se pueden recoger en este
enlace:
http://www.change.org/es/peticiones/al-excmo-sr-ministro-de-justicia-solicito-el-indulto-de-prisión-para-maria-del-carmen-garcia-espinosa-3
Seguramente si
alguna persona neomachista lee estas palabras le saltarán todas las
alarmas y pedirán a gritos que se pidan firmas también para indultar a
los asesinos machistas o a los condenados por malos tratos. Como si lo
viera.
Pero a esas
cabezas pensantes les recomiendo que, antes de lanzar sus andanadas
contra el presente artículo, contra quien lo escribe o contra quienes
pensamos que se debe dar ese indulto a Mari Carmen, reflexionen sobre
algunos asuntos y me explico.
No se trata de
que no condenen a Mari Carmen por su actuación. La condena está puesta
y ya ha cumplido una parte de la misma. Se trata simplemente de que la
figura del indulto que, como sabemos es potestativa del Gobierno, sea
justa y equitativa con toda la ciudadanía. Y por ejemplo que Gallardón
nos explique por qué le concedió el indulto al Kamikaze que mató a otro
conductor y no lo hace con Mari Carmen, por ejemplo.
No me sirve
para nada el argumento esgrimido de que se pretende no crear agravios
comparativos, puesto que con Mari Carmen ya se ha creado al no
concederle el indulto. No soy jurista, pero alguna cosa entiendo de
justicia social y sé que muy poco hombres podrán entender lo que, a
muchos niveles significa una violación. Y cuando digo a muchos niveles,
me refiero no sólo a la agresión sexual, física y psicológica que
provoca el hecho de la violación en sí misma. No, me refiero a otro
tipo de agresiones que se siguen produciendo después del a propia
violación. Me refiero al cuestionamiento social de la voz de la propia
víctima, a la justificación más o menos soterrada del violador con
argumentos del todo peregrinos, a la soledad de la familia e incluso de
la propia víctima ante todo el proceso judicial, a las dudas que les
surgen a algunos de los frufrús incluso con informes periciales que
avalan la agresión, la actitud de los de faldas largas y negras ante
este tipo de crímenes y su puñetera influencia social, etc.
Todos esos
factores influyen poderosamente no sólo en el ánimo de la víctima y su
familia, sino en el de todas las mujeres que estamos convencidas de la
desigualdad que todavía hoy vivimos las mujeres en muchos ámbitos. No
es justo que las instituciones nos sigan maltratando por ser
mujeres!!!.
Y eso es lo
que se ha hecho con Beatriz y con Mari Carmen. Han sido agredidas por
el propio sistema androcéntrico y patriarcal en el que seguimos
viviendo a pesar de los avances. Y lo que es peor, con las agresiones
que ellas han sufrido, las hemos sufrido todas, porque en la parte
simbólica de estas agresiones subyace la pretensión de la dominación
masculina a todos los niveles sobre las mujeres.
Y si de algo
estoy segura, es que eso se va a acabar. Y se va a acabar porque
también los hombres están reaccionando contra el patriarcado y
renunciando e incluso denunciando algunos privilegios históricamente
heteroasignados. Alguno de ellos incluso se atreve a autoasignarse
feministas, con lo cual su compromiso con la desigualdad todavía
existente da un importante paso hacia delante. Bienvenidos sean esos
compromisos para desmantelar el sistema androcéntrico y patriarcal que
permite este tipo de atropellos a las mujeres y que además suman voces
para denunciar el terrorismo machista y los maltratos producidos por
las instituciones de todo tipo.
Aún así, estoy
completamente segura que a estas dos mujeres se las ha tratado así,
precisamente por ser mujeres. Ningún hombre sabe lo que es quedarse
embarazado y no desear ese embarazo y quedarse atrapado en esa
situación de falta de libertad para decidir sobre tu propio cuerpo y tu
propia vida pese a que pueda correr peligro. Y creo que muy poco
hombres saben tampoco lo que es ser violado sexualmente y las secuelas
que deja este tipo de agresión a todos los niveles. Digan ahora que lo
ocurrido con Beatriz y Mari Carmen no es consecuencia de su condición
de mujeres.
Foto: Archivo AmecoPress
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