1. A pesar de que la marcha por la paz -encabezada por el escritor Javier Sicilia (cuyo hijo fue asesinado junto a otros seis jóvenes) quien ha hecho cientos de declaraciones, entre ellas "estar hasta la madre contra el gobierno, los partidos y los políticos"- fue calificada por muchos izquierdistas, desde antes de iniciarse, de una marcha de derecha por el hecho de haber sido convocada por Sicilia y algunos empresarios. A pesar de ello he venido caminando desde Cuernavaca integrado a la marcha con el objetivo de conocer muy bien su esencia y no quedarme en la simple calificación. La realidad es que no han faltado marchas abiertamente derechistas "contra los secuestros y la delincuencia" organizadas por el PAN, el gobierno panista, los empresarios y, sobre todo por los medios de información encabezados por las televisoras, con el fin de desprestigiar a López Obrador en los tiempos en que encabezaba el gobierno del DF
2. En esas marchas "de blanco y veladoras" no participé pero sí pude observa los contingentes de "acarreados" por los medios de información y los empresarios. La Marcha que encabeza Sicilia no es propiamente de izquierda, pero ha sido un magnífico espacio para escuchar y sentir el descontento -de todos los participantes- contra el gobierno, el poder legislativo y el judicial. Desde que a las siete de la mañana del jueves cinco que con una rueda de prensa se iniciaron las actividades en Cuernavaca con una declaración de prensa, de la salida a las 7.50 horas de aquella ciudad con 320 manifestantes- hasta Coajomulco, Morelos y luego a Topilejo, DF, la combatividad de los manifestantes de la marcha no se redujo. No se gritaron consignas, pero el espíritu combativo, las mantas y los carteles, sobre todo en las paradas de descanso y en las que se tomó alimentación, se vió una alta conciencia de la gente.
3. El mitin y luego la recepción en Topilejo fue realmente excepcional. Sicilia dijo entonces: "Tenemos que aprender a ser ciudadanos para exigir a los gobernantes y a la mal llamada clase política que cumplan con sus deberes". No se limitó a cuestionar al ejecutivo sino a toda la clase política. Sin embargo no se escuchó ninguna condena o crítica contra la clase empresarias, menos la clerical que -junto a la clase política- han sido los directos culpables de que el país viva en la explotación, el desempleo, con salarios miserables y que sea la causa esencial del desarrollo del narcotráfico, "la delincuencia organizada" y que millones de migrantes estén trabajando en los EEUU y sean asesinados cuando buscan cruzar la frontera norte. La realidad es que los discursos y declaraciones de Sicilia no son clasistas, decir, no se analiza de manera íntegra la problemática; pero no podemos desde nuestro apoltronamiento ideológico rechazarlo.
4. López Obrador ha apoyado con declaraciones la marcha, pero no llamando a su gente a participar en ella. Su argumento reciente me parece terriblemente equivocado: "para que la mafia no lo acuse de oportunismo", es decir, para que no digan que se está colgando del movimiento. ¿Desde cuándo obedece o le tiene miedo a la mafia? ¿Es esa misma mafia la que le impide a AMLO solidarizarse con las luchas de los pueblos de América Latina y de África en contra del imperio yanqui? A Calderón nadie le ha reclamado que sea un lacayo de los EEUU, que se junte con los gobiernos de Colombia, Perú y Chile -igual de sumisos que él- en una nueva organización creada por EEUU, que milite en la organización internacional de la "democracia cristiana" o que le vaya a besar el anillo al Papa. Pienso que si López Obrador se va a cuidar de las acusaciones de la mafia, jamás podrá hacer lo que se tenga qué hacer.
5. El EZLN y Marcos, por lo contrario, llamaron a la movilización de sus bases de apoyo para realizar marchas en Chiapas, algunos estados y para participar en la de la ciudad de México. Sicilia, aunque de manera tibia y muy general, "porque es de justicia defender un derecho", en cada uno de sus artículos ha exigido el respeto de los resolutivos de San Andrés. Quizá en compensación de ello, pero además de que la marcha es apartidista llamó al apoyo. De todas maneras veremos lo que sucederá el domingo ocho cuando parta la gran marcha de ciudad universitaria. Varios sindicatos agrupados en el Congreso Social determinaron adherirse a la Marcha al pasar por las avenidas Eje Central y Xola. Los gobiernos de Calderón y Ebrard están interviniendo; el primero con diez patrullas de la policía federal y Ebrard desde que la Marcha entró al DF y en la recepción de Topilejo.
6. Como integrante de la Marcha, Pietro Amelio de la UNAM, ha declarado: "Mientras la sociedad civil pone por delante solucionar esta guerra y sus muertos, los políticos están empeñados en su agenda electoral. Es inhumano que los partidos piensen ya en candidaturas, en cómo repartir puestos y presupuestos cuando todos los días hay 40 muertos. El objetivo debería ser aumentar la fuerza social para que la presión haga escuchar a los gobernantes y poder construir el tejido social; sino todos vamos al precipicio". PRI, PAN, PRD y otros partidos registrados, son enemigos de este tipo de estrategias movilizadoras porque les descomponen sus políticas. Todas las organizaciones autoritarias, verticalistas, de directivas y jefes, no pueden soportar las movilizaciones de masas sino no la controlan totalmente. Pero las masas, sobre todos los jóvenes se manifiestas de otra manera: son libres y quisieran destruir a cualquier autoridad. 7. He hecho un paréntesis en la marcha Topilejo-Ciudad Universitaria para escribir esta pequeña nota. Ayudados por autobuses -como sucedió antes de llegar a Topilejo porque ya el cansancio de la gente es evidente, se estima que llegaremos alrededor de las 16 horas de hoy sábado a CU en un número de alrededor de 300 personas más las que se vallan agregando en el camino. De las tres carreteras México-Cuernavaca se escogió la de cuota, que es la más larga pero mejor vigilada. Por último hay que decir que esta manifestación ha sido muy importante, a pesar de que se ha silenciado que nuestra lucha debe ser contra el capitalismo y la clase dominante, así como que los discursos no ayuden a dar conciencia acerca de los verdaderos enemigos del pueblo. Esta es sin duda la tares de la izquierda: aprovechar todos los movimientos de masas para que la población se dé cuenta de la realidad. No es tarea de líderes naturales, sino de la izquierda que ataca desde la raíz.
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